Tardó tres años.
Graham Hughes, de 33 años, es el único hombre que ha visitado 201 países sin utilizar el medio de transporte por excelencia: el avión. El hombre, utilizó autobuses, taxis, barcos y cualquier otro medio de transporte a su alcance para lograr su meta. Aunque el más utilizado fue, por supuesto, sus pies.
Graham Hughes en el Tibet. |
Recorrió 256.000 kilómetros en unos 1462 días. El final de su largo periplo fue en Juba, la capital de Sudán del Sur, un nuevo país donde llegó el 26 de noviembre de 2012 y punto final de su viaje que comenzó en su ciudad natal, Liverpool, el 1º de enero de 2009. El primer país de su viaje fue Uruguay, luego la Argentina.
Entre sus múltiples peripecias, Hughes realizó una travesía del océano Atlántico en un “barco que hacia aguas” durante cuatro días para llegar a Cabo Verde, recorriendo 600 kilómetros de mar. Fue encarcelado por una semana en el Congo, acusado de ser un espía, y en Rusia por tratar de entrar “a escondidas” en el país. Desde luego este hombre puede presumir de haber vivido una gran aventura de las buenas.
Entre sus múltiples peripecias, Hughes realizó una travesía del océano Atlántico en un “barco que hacia aguas” durante cuatro días para llegar a Cabo Verde, recorriendo 600 kilómetros de mar. Fue encarcelado por una semana en el Congo, acusado de ser un espía, y en Rusia por tratar de entrar “a escondidas” en el país. Desde luego este hombre puede presumir de haber vivido una gran aventura de las buenas.
Mapa del recorrido de Hughes por 201 países sin utilizar el avión. |
El punto más difícil de su viaje fue cuando se enteró de que su hermana había muerto de cáncer. Pero él ya no podía regresar y siguió tras su meta. Ahora el Libro Guinness ha ratificado la hazaña ya como record del único hombre que recorrió todos los países del mundo sin utilizar un avión.
Graham muestra su pasaporte y el final del viaje de 3 años en la nueva República de Sudán del Sur. |
“Me encanta viajar, e imagino que mi razón para hacerlo fue comprobar que una persona puede hacerlo sin disponer de una fortuna. También me proponía mostrar que el mundo no es tan grande ni tan peligroso como dicen. He descubierto que en todas partes hay personas amables, que están dispuestas a ayudar”, comentó Hughes al diario The Christian Science Monitor.
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