Mayo
Descubren calendario maya que se extiende 7000 años hacia el futuro
Un grupo de arqueólogos estadounidenses descubrió el calendario de la civilización maya más antiguo hasta la fecha. El calendario estaba pintado en los murales interiores de un edificio abandonado en Xultún, Guatemala.
Las tablas astronómicas descubiertas incluyen cuatro largas cifras que representan un ciclo -llamado baktún en lengua maya- de hasta 2,5 millones de días, además de símbolos en negro que trazan varios ciclos astronómicos que corresponden a Marte y Venus y los eclipses lunares. Según los expertos, los jeroglíficos encontrados en Xultún calculan como mínimo 7.000 años más de existencia.
Las tablas astronómicas datan del siglo IX, pintadas en las paredes de una casa en la ciudad perdida de Xultún, en Guatemala, describen el ciclo de la Luna y los planetas mucho más allá de 2012. "Todavía nos queda explorar el 99,9 por ciento de Xultún", dijo uno de los investigadores.
Los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la Universidad de Texas-Austin, presentaron sus hallazgos y derribaron las teorías apocalípticas que dicen que los mayas vaticinaban el fin del mundo para este año.
El hallazgo fue en la ciudad de Xultún, con más de 16 kilómetros cuadrados de extensión, urbe que entra en la categoría de mega ciudades y se cree que en su época de mayor esplendor albergó decenas de miles de habitantes. Fue descubierta en 1915 y el arqueólogo estadounidense Sylvanus Morley (1883-1948) realizó el primer mapa rudimentario de la ciudad.
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Los cálculos a cuatro columnas del
calendario maya descubierto
en mayo, en las ruinas de Xultún. |
Los investigadores destacan la importancia del descubrimiento, ya que no es habitual que este tipo de pintura primitiva se conserve en buen estado en las tierras bajas mayas, "especialmente en una casa enterrada a sólo un metro por debajo de la superficie". "Lo más interesante es que ahora vemos que los mayas estaban haciendo, estos cálculos, y en lugares que no sean libros, cientos de años antes de que se registraran en los códices", aseguran.
La casa fue descubierta en 2010 por Max Chamberlain, un estudiante del equipo de Saturno, que seguía las trincheras abiertas por los saqueadores a través de la ciudad de Xultún, tapada por la selva de la zona de Petén.
En la pared norte de la casa, que se encuentra enfrente al entrar por la puerta, está dibujado el rey ricamente vestido, ataviado con plumas azules y glifos mayas cerca de su rostro, que según han descifrado le llaman "Hermano Menor". En este mismo muro aparecen glifos que representan la fecha 813 después de Cristo, un momento en el que el mundo maya se había comenzado a colapsar, así como grupos numéricos que creen que corresponden a los ciclos astronómicos.
El calendario maya más antiguo que se conoce
El equipo de arqueólogos norteamericanos descubrió en el yacimiento de Xultún, una gran ciudad escondida en la selva de Petén, en Guatemala, el calendario maya más antiguo que se conoce. Estas tablas astronómicas del siglo IX, que anteceden en varios siglos a los famosos códices mayas escritos en papel de corteza, están pintadas en los muros intactos de lo que parece ser la vivienda de un escribano. Las paredes, adornadas con pinturas únicas -una de ellas representa una formación de hombres con uniformes negros-, están repletas de cientos de números garabateados.
Los glifos son cálculos de ciclos: el ceremonial de 260 días, el solar de 365 días, el de 584 días del planeta Venus y el de 780 días de Marte. Las tablas, que intentan encontrar la armonía entre los eventos celestes y los rituales sagrados, se extienden unos 7.000 años en el futuro y son cíclicas, por lo que, según los investigadores, no proporcionan ninguna señal para pensar que el fin del mundo ocurrirá en diciembre de 2012, como la creencia popular se empeña en mantener. El sorprendente hallazgo aparece publicado en la revista Science.
Xultún, comenzó a construirse en el siglo I antes de Cristo. El lugar prosperó hasta el final del período Clásico maya -su último monumento data del año 890 d.C.- y quedó en el olvido hasta que fue descubierto hace unos cien años por unos trabajadores guatemaltecos. En 2010, una expedición financiada por la National Geographic Society sacó a la luz una vivienda de la antigua ciudad oculta por la vegetación, a un metro bajo la superficie.
Lo que había dentro asombró a los arqueólogos. Tres muros pintados, cada uno con su propia historia, prácticamente intactos. En ellos, pequeños glifos rojos y negros arriba y abajo por toda la pared, barras y puntos que representan columnas de números. “No es un templo ni un monumento. Por primera vez, teníamos ante nuestros ojos los registros reales en poder de un escribano”, describe William Saturno, profesor de arqueología en la Universidad de Boston (EE.UU.). “Utilizaban las paredes como un pizarrón para escribir sus problemas matemáticos”, explica. El investigador cree que los escribanos o astrónomos de la época copiaron los datos de “algún libro que no ha llegado hasta nuestros días”.
Los científicos creen que estos símbolos reflejan una visión determinada del mundo que nada tiene que ver con las populares profecías sobre el final de los tiempos. “Para los mayas todo era cíclico”, dice William Saturno, que se ríe al recordar los terribles presagios para finales de año y pone un ejemplo: “Debemos pensar en el cuentakilómetros de un coche, cuando se pone otra vez a cero, vuelve a empezar”.
Según Stuart, el concepto ha sido “manipulado” y cuando el 21 de diciembre de 2012 acabe el 13 periodo, el calendario maya volverá a empezar y continuará con sus ciclos durante millones de años. “Tenemos algo que aprender de los mayas y es que nosotros, en vez de pensar en cómo mejorar el mundo, parece que solo pensamos en su fin”, reflexiona.
“La pared fue usada como un científico moderno utilizaría una pizarra, para escribir fórmulas consultadas con frecuencia en vez de tener que fijarse en un libro”, ha destacado David Stuart.
La vivienda, cubierta de vegetación, fue detectada en el año 2010 en el complejo maya de Xultún, en la selva de Guatemala y tiene miles de edificaciones bajo la selva que podrían abarcar un área de más de 31 kilómetros cuadrados.
La flauta más antigua que se conoce
El instrumento musical fue descubierto en una cueva del sur de Alemania en 2009.
Un grupo de investigadores que descubrió en una cueva del sur de Alemania una flauta hecha de huesos de aves y marfil de mamut aseguran que tiene entre 42 y 43 mil años de antigüedad.
El hallazgo, a su vez, presenta evidencias de una temprana ocupación de Europa por parte de los Homo Sapiens.
Los investigadores hallaron la flauta en el 2009 y desde entonces trataron, mediante distintos exámenes, de dar con la fecha en la que fue construida, según consignó la agencia Europa Press.
El trabajo de investigación fue publicado en el Journal of Human Evolution, donde Nick Conard, uno de los autores, señaló que "los resultados ahora obtenidos son consistentes" y que "coinciden con una hipótesis que se hizo hace varios años de que el río Danubio fue un corredor fundamental para el movimiento de seres humanos e innovaciones tecnológicas hacia el centro de Europa, entre 40.000 y 45.000 años atrás".
Conard destacó que la cueva en la que fue encontrada la flauta, conocida como 'Geissenkloesterle', es uno de los lugares de la región en la que se han producido más hallazgos de adornos personales, arte figurativo, imaginería mítica e instrumentos musicales.
Los especialistas sostienen que la música hace 43.000 años pudo haber tenido implicaciones muy profundas: puede haber sido uno de los comportamientos clave para la especie humana y la ayudó a darle una ventaja sobre los Neandertales, de naturaleza más conservadora.
"La música era utilizada en muchos contextos sociales: posiblemente religiosos, posiblemente recreacionales. Muy parecido a como se usa la música hoy, en diferentes escenarios", agregó Conard, para quien las flautas son "el registro más antiguo de las innovaciones tecnológicas y artísticas" del período Auriñaciense.
Junio
Hallan en Londres el teatro donde se estrenó Romeo y Julieta
Los restos del teatro The Curtain (El telón) donde William Shakespeare habría estrenado obras como Enrique V y Romeo y Julieta han sido descubiertos en el este de Londres, ha informado el Museo de Arqueología de Londres.
Los responsables de este museo calificaron el hallazgo de "emocionante" ya que hasta ahora la localización exacta del teatro era un "misterio" aunque se sabía que el teatro inaugurado en 1577 podría encontrarse en la zona.
Como parte de unos trabajos de restauración, los arqueólogos del museo encontraron a tres metros de profundidad restos "en muy buen estado de conservación", como el patio y los muros de la galería. Las excavaciones, que seguirán durante un tiempo, se encuentran en una calle del londinense barrio de Shoreditch, a pocos metros de donde se encontró en 2008 el teatro The Theatre, en el que Shakespeare debutó como actor y donde se representaron sus primeras obras.
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Imagen de la excavación en Londres del
teatro The Curtain. |
Un portavoz de las excavaciones aseguró que se trata de uno de los descubrimientos "más importantes" de los últimos años relacionados con el dramaturgo inglés ya que desde 1622, los arqueólogos y los historiadores habían perdido el rastro del teatro.
The Curtain fue la sede de la compañía de Shakespeare, The Lord Chamberlains Men, desde 1577 a 1597, cuando se estrenaron obras del Bardo como Tito Andrónico, Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano y Enrique V.
La leyenda cuenta que el actor y director del teatro, James Burbahe, lo desmanteló de la noche a la mañana por un problema con el propietario del edificio y fundó "The Globe", donde se representaron la mayoría de las obras de Shakespeare.
Ahora se espera que las excavaciones sean abiertas al público en un futuro e incluso que se reconstruya y se lleguen a representar obras ahí, como ocurre con The Globe, una recreación del teatro originario que se encuentra a las orillas del río Támesis.
El director de la Royal Shakespeare Company, Michael Boyd, dijo que el descubrimiento es "inspirador" y que estaba "deseando tocar el barro y las piedras y sentir la presencia de un espacio donde las primeras obras de Shakespeare causaron un gran impacto".
Plough Yard Developments, la empresa de construcción propietaria del lugar donde se han encontrado los restos, reveló que esperan poder trabajar con el Museo Arqueológico de Londres, expertos en Shakespeare y autoridades locales, para dar acceso al público a las excavaciones y que éstas formen parte de un nuevo proyecto urbanístico.
Descubren más soldados de terracota
Los arqueólogos chinos informaron que descubrieron más de 310 piezas de reliquias culturales en el Foso No. 1 del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang durante una reciente excavación del mausoleo del primer emperador después de la unificación de China.
Desde que el Ejército de Terracota fue descubierto en 1974, se han realizado excavaciones en tres fosos, donde se han hallado cerca de 8.000 guerreros y caballos de tamaño real. El museo fue construido en el sitio de los hallazgos.
Los nuevos descubrimientos incluyen más de 100 soldados y caballos de guerra de terracota, dos juegos de carros de guerra, así como cierto armamento, tambores y un escudo, dijo Yuan Zhongyi, un reconocido arqueólogo que participó en el trabajo de excavación.
El escudo constituye un descubrimiento emocionante porque nunca antes se había encontrado uno en los tres fosos de los guerreros de terracota, dijo Yuan. El escudo, de unos 70 centímetros de altura y 50 centímetros de ancho, fue descubierto en la parte derecha de uno de los carros de guerra. Los expertos dijeron que el escudo, que es dos veces mayor que el escudo de bronce hallado entre los carros y caballos de guerra de bronce, es una evidencia del tamaño de los escudos en la Dinastía Qin (221-206 a.C.) porque los carros y caballos de guerra de bronce fueron producidos a la mitad del tamaño de los reales.
De los 102 guerreros de terracota descubiertos de 2009 hasta mayo de este año, ocho son oficiales y uno es un oficial de alto rango, dijo Xu Weihong, director ejecutivo del equipo de excavación. El blindaje de los oficiales es mucho más complicado que el de los soldados comunes, y los patrones del blindaje de los oficiales son más delicados y exquisitos, agregó. Además, esta vez se descubrieron más guerreros de terracota con adornos coloridos, lo que constituye otra característica importante de esta fase de la excavación.
El investigador Yuan Zhongyi explicó las causas de la desaparición del color de las figuras. Algunos guerreros de terracota estuvieron sumergidos en el agua y otros fueron afectados por el fuego en los fosos, lo que pudo causar que el color desapareciera. Además, es posible que la técnica de coloración de los guerreros en la Dinastía Qin haya influido.
“En esa época, los artesanos los pintaban con laca en bruto antes de decorarlos. Después de tantos años, la laca se separa del cuerpo, lo que hace desaparecer el color”, dijo Yuan. Esta vez, los colores están mucho mejor preservados que en las excavaciones previas, aunque las partes coloridas de los rostros y vestimenta de las figuras son muy pequeñas. Los globos oculares de los guerreros desenterrados son negros y marrones, uno tiene los ojos rojos. A una de las figuras, incluso se le pintaron pestañas. Los expertos dijeron que las figuras recién descubiertas apoyan el dicho de que cada guerrero tiene un rostro y expresión únicos, y que los colores varían en diferentes partes.
Además del Foso No.1, en el Foso 9901, que abarca 880 metros cuadrados en la parte suroriental del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang, se encuentra otro sitio de excavación. Las figuras de terracota desenterradas del Foso 9901 son completamente diferentes a los guerreros y caballos del Foso No.1. Una figura de terracota sostiene su brazo izquierdo con su mano derecha y otra está medio agachada. Yu Chunlei, investigador asociado del Instituto de Arqueología de Shaanxi, dijo que la excavación del Foso 9901 empezó en agosto del año pasado y ya se abrió uno de los tres túneles, donde se han descubierto más de 20 figuras de terracota.
Yu dijo que las figuras estaban sumamente dañadas, así que fueron descubiertas en fragmentos y los arqueólogos las han estado restaurando. Las más de 20 figuras de terracota estaban de pie frente a frente. Las que daban al sur se ven fuertes y obesas, en tanto que las que dan al norte son mucho más delgadas, dijo Yu. Además, se encontró una figura gigantesca sin cabeza que mide 2,2 metros y cuyo pie, que fue encontrado cerca, tiene 32 centímetros de largo. Los expertos creen que si estuviera la cabeza de la figura, ésta mediría 2,5 metros de alto.
Encuentran un tesoro
Son cerca de 50 mil monedas de plata y bronce del periodo celta antes de la dominación romana, valuadas en 15 millones de dólares como mínimo.
Un par de ingleses aficionados a la detección de metales, hallaron el mayor tesoro celta encontrado jamás en el norte de Europa. Los dos aficionados pasaron 30 años explorando en el mismo campo de la Isla de Jersey, en el Reino Unido.
Reg Mead y Richard Miles, encontraron unas 50.000 monedas de plata y bronce, que aún estaban agrupadas en un enorme bloque macizo debajo de tierra. La leyenda contada por un agricultor local que decía haber encontrado monedas de plata mientras trabajaba la tierra, inspiró a estos aficionados a aventurarse en la búsqueda. Durante mucho tiempo fueron encontrando circunstancialmente 60 monedas de plata y una de oro, todas datadas en el siglo I antes de nuestra era. Según cuenta Mead, cada nueva moneda les producía la misma emoción. "Estamos hablando de 40 o 50 horas de búsqueda para encontrar estas monedas, y cada una de ellas produce el mismo zumbido". La pareja utilizó un detector de metales de gran alcance conocido como deepseeker.
Ellos continuaron la búsqueda convencidos de que había más monedas por encontrar. Cuando descubrieron el tesoro principal – que según los arqueólogos está relacionado con las primeras monedas que encontraron - expertos se unieron a la excavación dirigida por el arqueólogo Philip de Jersey, arqueólogo jefe de Guernsey y una autoridad en numismática celta. Los conservadores han mostrado tan solo unas pocas monedas del bloque principal. Su estado de conservación es notable y todo hace pensar que provienen de Armorica, la Bretaña francesa y Normandía. La arqueología ya ha demostrado las estrechas relaciones entre las islas del canal y la costa de Bretaña, donde la gente cruzaba de un lado a otro, tratando al mar embravecido como si se tratase de un río. Las monedas habrían sido escondidas en algún momento cuando Julio César acortaba camino a través de la Galia, y los celtas escondieron el tesoro como una medida prudente.
Olga Finch, conservadora de arqueología en el museo de Jersey, considera que se trata de un hallazgo de importancia internacional: "El hecho de que el hallazgo haya sido excavado con metodología arqueológica, mejorará en gran medida la información que podemos obtener de las personas que lo enterraron. Es una contribución increíble al estudio de las monedas celtas. Ya tenemos un importante número de monedas de la edad del hierro procedentes de la isla, pero esta nueva incorporación convertirá a Jersey en un verdadero atractivo para los estudiosos de la moneda celta".
La mayoría de las monedas de Jersey, aún se encontraban formando un bloque compacto en el suelo, con un peso aproximado de unos 800 kilos, el bloque fue extraído de una pieza y llevado a un lugar seguro.
Las excavaciones en el lugar del hallazgo continúan para garantizar que se ha desvelado toda la historia. El lugar exacto del descubrimiento se ha mantenido en secreto, y el ministro de medio ambiente de la isla, Rob Duhamel, aseguró que el lugar tendría protección oficial para así mantenerlo a salvo de saqueadores. "Es una noticia muy emocionante, y probablemente se remonta a nuestro patrimonio cultural en términos de finanzas. Se encontró bajo una linde, quizás se trate de un temprano ejemplo de negocio de capital fronterizo".
Philip De Jersey dijo que se trataba de un hallazgo excepcional, "ciertamente el tesoro de la edad de hierro más grande encontrado, no solo en Jersey, sino en todo el mundo donde se usó la moneda celta. Dado el tamaño del bloque, es difícil que la cantidad de monedas existentes sea inferior a 50.000".
Se sospecha que dentro del bloque también podrían aparecer joyas de la edad del hierro, como en otros hallazgos de tesoros.
Los propietarios del terreno han manifestado su deseo de que el tesoro sea mostrado en el museo principal de la isla –pero esto aún tardará un tiempo, ya que ahora hay que determinar la recompensa que merecen por el hallazgo-.
La antigua Ley de hallazgo de tesoros en la península británica fue modificada en 1997 por la Treasure Act, un reglamento mucho más sencillo, el reglamento de tesoros de la Isla de Jersey está basado en el derecho medieval y trata de establecer no solo el contenido de material precioso del tesoro, sino cómo y porqué se llegó a ocultar.
Según se dice, el tesoro celta podría tener un valor cercano a las 10.000.000 de libras esterlinas (más de 15 millones de dólares), pero es imposible determinarlo con certeza hasta que las monedas sean identificadas y valoradas.
Jersey es una isla que está en el Canal de la Mancha, entre Gran Bretaña y Francia, y los expertos señalan que las monedas que datan de hace 50 años antes de Cristo, fueron ocultadas del ejército de Julio César, que en ese tiempo se apoderó del territorio de la Francia moderna y llegó a Gran Bretaña. Se cree que el tesoro ha sido enterrado por una tribu celta llamada Coriosolitae.