Argentina pasa a
ser el octavo país que tiene satélite geoestacionario propio junto a India, Japón, Israel, Rusia, China, Estados Unidos y la Unión
Europea.
El satélite Arsat-1 en el cohete Ariane-5 antes del despegue. |
El satélite, que fue concebido
y diseñado por la estatal INVAP (fundado en 1976 durante el gobierno militar
de Jorge Rafael Videla, para el diseño, integración, y construcción de plantas,
equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad como energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y
equipamiento médico y científico), tiene varios usos en el mundo
de las telecomunicaciones.
Despegue del Arsat-1 desde la base de Kourou en la Guayana Francesa. |
Todos los instrumentos que le
permiten realizar su función han sido fabricados por Thales Alenia Space, una
empresa europea licitada por INVAP. Los sistemas de propulsión y el ordenador
de a bordo, que han sido encargados a Astrium, una filial de la multinacional
europea EADS. De hecho, la gran mayoría de los componentes físicos del ARSAT-1
han sido fabricados fuera de Argentina. Los componentes del satélite se
compraron por partes en el extranjero y luego se ensambló en el país. Esta
última tarea, que requiere un considerable esfuerzo por parte de ingenieros y
personal cualificado y unas instalaciones de especial asepsia conocida como
“sala limpia”, sí se ha realizado en Argentina, en la sede del INVAP.
El Arsat-1 tendrá una vida útil de 15 años. |
La primera y
más obvia, es que tener un satélite de comunicaciones que cubra el territorio
nacional ya no exigirá girar divisas al exterior para pagar alquileres. La
segunda ventaja, y según lo afirmado por Matías Bianchi (director de Arsat), es
que el satélite made in Argentina dará servicios de mayor calidad.
El
ARSAT-1 fue asegurado por una empresa especializada que antes de otorgar la
póliza analizó cada aspecto referidos al diseño y a la construcción del
satélite. Un trabajo conjunto entre Nación Seguros y la empresa multinacional
de industria espacial International Space Brokers dio como resultado que el
satélite obtuviera un resguardo patrimonial. Lo que implica que la Argentina no
solo se convierte en el octavo país del mundo capaz de fabricar satélites
geoestacionarios (el segundo en América, luego de los Estados Unidos), sino que
además es marca de calidad garantizada.
El exitoso lanzamiento del satélite de telecomunicaciones argentino coloca el país en 8º lugar a nivel mundial en tecnología satelital. |
La nueva
plataforma va a transmitir señales de video y servicios de lo que se llama TDH
(esto es, Televisión Directa al Hogar), de internet, datos y telefonía. Y se
espera que la llegada abarque a todo el país, incluyendo zonas remotas,
empresas de telefonía celular, 2.500 escuelas rurales, y cajeros automáticos ubicados
en zonas remotas (traducido: no rentables) a las que no era posible dar
cobertura con satélites alquilados.
Historia satelital argentina
Desde que la URSS mandó el Sputnik a órbita en 1957, Estados Unidos
al año siguiente con el Explorer 1,
todos los países soñaron con alguna vez enviar su satélite al espacio.
El libro de Tabanera de 1952 que se convirtió en un éxito editorial. |
En 1952 Tabanera publicó un libro de bolsillo
titulado ¿Qué es la Astronáutica? que se convirtió en un inesperado
éxito de librería.
El 28 de enero de 1960 mediante un
decreto del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), se funda la Comisión Nacional de
Investigaciones Espaciales (CNIE) fue
un organismo dependiente de la Fuerza
Aérea Argentina, dedicado a estudios espaciales. Fue designado
presidente del organismo el ingeniero Teófilo M. Tabanera.
Los miembros del ICTE en 1970. |
El 11 de abril de 1967 desde la Escuela de Tropas Aerotransportadas de
Córdoba, como parte del Proyecto BIO fue lanzado por el Cohete
argentino Yarará, una cápsula con el ratón Belisario, que permaneció 30 minutos en ingravidez. Fue el primer ser vivo de origen argentino
y el cuarto en el mundo (detrás de los Estados Unidos, la Unión Soviética y
Francia), en abandonar la atmósfera terrestre y aterrizar sano y salvo de vuelta
en la superficie.
El mono Juan, el 23 de diciembre de 1969, luego de su exitoso vuelo de 15 minutos. |
Omar Rubens Graffigna, el primero en elaborar un Plan de Satelización argentino. |
En 1983, la Fuerza Aérea Argentina por medio
de su Dirección General de Desarrollos Espaciales, desarrolló el Proyecto
Cóndor para construir tanto el misil balístico Cóndor I como el orientable Cóndor II.
Misil Cóndor I. |
En 1987, un grupo de 50 radioaficionados "locos" y gente apasionada por la
electrónica y las comunicaciones, impulsados por personas voluntariosas como los
señores Carlos Huertas y Arturo
Carou, se reunieron en el Radio Club Argentino y se fundó Amsat Argentina,
entidad científica amateur dedicada al tema satelital. Ver más información aquí: http://www.amsat.org.ar/
El Lusat-1, el primer satélite de comunicaciones argentino, lanzado en 1990. Ilustración publicada en su momento en la revista Billiken. Clic en la imagen para ampliarla. |
La CONAE pasó a ser un ente civil dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y heredó todas las instalaciones aeroespaciales de la Fuerza Aérea.
El Víctor-1 lanzado en 1996. |
El primer satélite «profesional» de aplicaciones
científicas (física del Sol) fue el SAC-B, lanzado en cumplimiento del
plan Espacial de CONAE el 4 de noviembre de 1996 a bordo del cohete
estadounidense Pegasus XL. Un cortocircuito en la última etapa del lanzador
impidió que el satélite se liberara en su órbita. Eso hizo que no pudiera
maniobrar para orientar al sol sus paneles solares. Cuando se le agotaron las
pilas, dejó de operar.
Después se lanzó el 3 de diciembre de 1998 el SAC-A,
un satélite lanzado desde el trasbordador espacial Endeavour que orbitó sin problemas durante toda su vida útil que
terminó en octubre de 1999, y que sirvió para preparar la misión siguiente, la
del SAC-C, que fue lanzado el 21 de noviembre de 2000. El SAC-C es el
Primer Satélite Argentino de Observación Terrestre que operó durante 13 años a
pesar que su vida útil había sido calculada en cinco años.
Logo del Proyecto Pehuensat-1 diseñado y elaborado por la Universidad Nacional del Comahue. |
El 10 de enero de 2007 se lanzó desde la India el Pehuensat-1
diseñado y elaborado por la Universidad Nacional del Comahue.
Satélite SAC-D lanzado el 10 de junio de 2011. |
En Noviembre de 2012, mediante el
decreto 2197/2012 se transfiere la
Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) a la órbita del Ministerio
de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
El 26 de abril de 2013 la
Argentina puso en órbita un pico-satélite o nano satélite (satélite pequeño),
el CubeBug-1.
Fue lanzado desde el Centro Espacial de Jiquan en China,
pero fue apodado "Capitán Beto", como la canción del grupo Invisible. Solo tiene dos kilos de peso. Costó 1,06 millones de
dólares.
El 21 de noviembre se puso en
órbita el CubeBug-2 otro nano satélite también conocido como
"Manolito", por el personaje de la tira cómica Mafalda de Quino.
El Ariane 4 despega el 16 de octubre transportado el Arsat-1. |
Logo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. |
El presupuesto de la CONAE,
destinado al desarrollo y estudio de aparatos para la exploración espacial está calculado en
1063 millones de pesos en el año 2014.
Se espera lanzar el ARSAT-
2 en julio de 2015.
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