UN JARDINERO MUERE ATACADO POR UN ENJAMBRE DE 800.000 ABEJAS EN ARIZONA

Otro hombre se encuentra internado en el hospital en estado crítico. Cuatro bloques de edificios han sido acordonados por los bomberos tras el ataque.

Colmena de abejas africanizadas.

Un hombre de 32 años ha muerto y otro se encuentra en estado grave después de ser atacados el miércoles 8 de octubre por un enjambre de 800.000 abejas africanas que escaparon del ático de la casa de Douglas, Arizona donde estaban trabajando como jardineros.

La víctima mortal del ataque trabajaba en la localidad de Douglas como jardinero y se encontraba cortando el césped en una vivienda junto a otras tres personas, entre las que se encuentran el herido grave y otros dos jardineros que, pese a recibir varias picaduras, no necesitaron ser trasladados al hospital.

Sitios de Estados Unidos donde se asentaron
las "abejas asesinas". Actualizado a 2014.

Estas abejas comúnmente llamadas 'asesinas' o 'africanas' procedían de una colonia de unas 800.000 abejas, que se encontraban en una colmena de tres por ocho metros en el ático de una vivienda, propiedad de un hombre de unos 90 años de edad que no ha resultado herido. Cuatro bloques de edificios han sido acordonados tras el ataque. Varios bomberos se han enfundado los trajes protectores y han empezado a quitar parte de los tableros en los que se encuentra la colmena, antes de tirar abajo todo el techo de la vivienda.

Foto de un hombre de 38 años muerto por
ataque de abejas africanizadas en Colombia.

El jefe de bomberos local, Mario Novoa, ha señalado que se desconoce qué motivó el ataque de las abejas (se sospecha que el ruido de la cortadora de césped pudo alterarlas) y tampoco ha podido avanzar la identidad de los trabajadores afectados ni del dueño de la vivienda. Asimismo, ha dicho que no está claro si este último sabía de la existencia de la colmena, que pudo haber estado creciendo durante 10 años.

En julio de 2013, unas 30 mil abejas africanizadas mataron varios caballos en el norte de Texas e hirieron a un matrimonio.

El origen de las abejas “africanas”

Las abejas africanizadas (comúnmente llamadas abejas africanas o asesinas) son las abejas más peligrosas del planeta. Son híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana Apis mellifera scutellata con abejas domésticas pertenecientes a varias subespecies de A. mellifera, como Apis mellifera mellifera, Apis mellifera iberica y posiblemente otras.

Enjambre de abejas africanizadas.

La particularidad de estos híbridos es su acentuado comportamiento defensivo, describiéndose como muy agresivos ante molestias. Atacan en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 900 metros de su colmena o enjambre. Este comportamiento ha provocado en América numerosas muertes de personas, incrementándose anualmente el número registrado de víctimas.

Warwick Kerr, el biólogo que
cruzó especies de abejas que
vivieron separadas por miles
de años y surgió el engendro
de las "abejas asesinas".

Estas abejas son el resultado de un experimento genético que comenzó en 1957, cuando, con el propósito de incrementar la cosecha de miel en Brasil, científicos introdujeron en 1956, cerca de San Pablo, 63 reinas de Apis mellifera scutellata originarias de Tanzania, Angola, Tangañika y Sudáfrica; a fin de desarrollar un programa de mejora genética a cargo del biólogo Warwick Esteban Kerr con una cuantiosa subvención de la Fundación Rockefeller. De esas reinas (traídas de África por el propio Kerr), 48 sobrevivieron y Kerr cruzó especies que habían vivido separadas por miles de años, logrando 29 híbridos de reinas, una “superabeja”, y la tipología de agresividad creció, no podía acercarse nadie a un panal a menos de 100 metros de distancia porque salía el enjambre y mataba al animal que se acercaba. Pero, “accidentalmente”, un apicultor de Kerr en 1957 quitó las rejillas excluidoras de reinas y 26 reinas de abejas africanizadas escaparon del laboratorio y se hibridaron con 200 zánganos que también escaparon, reproduciéndose rápidamente.

Avance de la abeja africana en los
Estados Unidos desde 1990 a 2003.

A partir de ese momento, surgieron las “abejas asesinas” que se expandieron por todo el continente de manera constante. Avanzaron entre 150 y 300 kilómetros por año, hacia el oeste, llegaron a Paraguay en 1966, norte de la Argentina, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y  hacia el norte llegaron a Panamá en febrero de 1982 y luego a toda América Central, México y sur de los Estados Unidos, estableciéndose a partir de 1990 en los estados de Nuevo México, Nevada, Texas, Arizona, California, Florida y siguen avanzando.

Se calcula que entre 70 y 80 personas
mueren por año picadas por las abejas
africanizadas.

El veneno está formado por una mezcla compleja: fosfolípido; hialorunidasa; melitina; fosfatasa ácida; alérgeno C; además de histidina, histamina y otros componente menores.

La gravedad del envenenamiento depende de la sensibilidad individual y del número de picaduras infligidas. Así, en un sujeto hipersensible puede ocurrir la muerte con una sola picadura como resultado de choque anafiláctico. Ha habido supervivientes de 500 picaduras y de 1200. El veneno causa reacciones alérgicas y efectos tóxicos.

Mientras una abeja europea como Apis mellifera ligustica o Apis mellifera carnica puede producir de 1 a 3 enjambres, los híbridos africanizados llegan a producir 9 o más enjambres por año. Pueden permanecer irritadas hasta 24 horas. Se calcula que entre 70 y 80 personas mueren por año en América picadas por las abejas africanizadas. En África tienen enemigos naturales, en América no.

Un método para neutralizarlas es matar todo un panal o bien matar a la reina e introducir una reina europea cuyas feromonas calman al panal y con el tiempo sus huevos harán una colmena más dócil.

Vea el video documental de abejas africanizadas aquí:

El ataque de las abejas asesinas