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miércoles, 9 de enero de 2013

ISLANDIA CONDENÓ A LA CÁRCEL A DOS BANQUEROS QUE CAUSARON GRAVE CRISIS EN EL 2008


La justicia de Islandia ha condenado hace unos días a dos ejecutivos por el colapso bancario que sufrió el país, a raíz del excesivo crecimiento de su sistema financiero en el 2008.

El pueblo islandés es el único que se
atrevió a enfrentar a la mafia bancaria.
Islandia se ha convertido en una luz fulgurante en el erial de las democracias modernas, enfrentando a los poderosos que siempre cargan sobre la sociedad los abusos de una minoría bancaria corrupta e inescrupulosa. Los islandeses sí que están haciendo una verdadera revolución.

Según Lainformación.com, un tribunal de Reikiavik ha impuesto una pena de nueve meses de prisión por fraude a los dos máximos responsables del Banco Glitnir, una de las mayores entidades financieras que acabó por quebrar y que tuvo que ser intervenida.

Larus Welding, uno de los 
banqueros que ha sido 
condenado por fraude 
en Islandia.
Larus Welding, nacido en 1976 y ex consejero delegado del banco, y Gudmundur Hjaltason, uno de sus más estrechos colaboradores, han sido condenados por fraude, ya que concedieron préstamos con un elevado riesgo.

Welding y Hjaltason son los dos primeros altos directivos de los tres grandes bancos islandeses condenados por la justicia a causa de la crisis financiera. Se les acusó de hacer mal uso de su posición al frente de la entidad y de poner en riesgo los fondos del banco al conceder a la compañía Milestone -en ese momento accionista de Glitnir- un préstamo de 102 millones de euros sin las necesarias garantías o avales.

Con actuaciones de este tipo, la justicia islandesa pretende depurar responsabilidades entre aquellos que dirigían las principales entidades bancarias (Landsbanki, Kaupthing y Glitnir) y estos dos banqueros son los primeros condenados con penas de cárcel en el marco de la investigación judicial sobre el sistema bancario islandés, que supuso la quiebra financiera del país y arrastró a su moneda a una fuerte devaluación en 2008. Glitnir fue la primera entidad en quebrar y su caída se considera el detonante de la peor recesión que ha sufrido el país en seis décadas.

Corte del Distrito de Reykjavik.
Aunque han sido condenados, la pena impuesta a los dos directivos de Glitnir está muy por debajo de lo que el fiscal especial había pedido para ellos: cinco años y medio de prisión para Welding, y cinco años para Hjaltason.

En abril de 2012, el ex primer ministro islandés, Geir Haarde, fue declarado inocente por la Justicia de su país tras ser acusado de no haber hecho lo suficiente para impedir la bancarrota del sistema financiero.

En el juicio, Haarde negó responsabilidades en la quiebra bancaria sufrida por Islandia en 2008, alegando que no disponía de información al respecto. La sentencia del Landsdómur (un tribunal especial) exculpó a Haarde de tres de los cuatro cargos de que estaba acusado, aunque lo condenó por haber violado la ley sobre la responsabilidad de los ministros al no convocar reuniones del Consejo de Ministros para analizar la situación.

Ni siquiera Obama tuvo el valor del pueblo
islandés para enfrentarse a los banqueros
y políticos corruptos que fundieron al país.
Ya en junio de 2012, el Tribunal Supremo de Islandia condenó al ex director general de la Caja de Ahorro Bry, Ragnar Z. Guðjónsson, y al ex presidente del banco Jón Jónsson Þorsteinn por abuso de confianza. El alto tribunal invirtió así una sentencia anterior del Tribunal del Distrito de Reikiavik e impuso cuatro años de cárcel a Ragnar Z. Guðjónsson y un año y medio a Jón Jónsson Þorsteinn.

Salvo los islandeses, en este siglo, nadie se ha atrevido a enfrentar a la mafia bancaria, ni siquiera el presidente Obama pudo con ellos. Pero los islandeses que han sido víctimas, como otros pueblos (recordemos la Argentina en el 2001, 2002 y 2003), del saqueo por parte de varias decenas de personas y grupos financieros, dieron un paso al frente y comenzaron una revolución que ha sido silenciada por los grandes medios, y que ha conseguido no sólo derribar un gobierno y redactar una nueva constitución, sino encarcelar a los banqueros responsables de la debacle económica del país. 

Islandia antes de la crisis provocada por los banqueros
Islandia estaba en una excelente posición económica y social pero se hundió cuando la banca empezó a derrochar el dinero depositado en juergas con champán y estrellas del rock; se compró o ayudó a comprar medio Oxford Street, varios clubes de fútbol de la liga inglesa, bancos en Dinamarca, empresas en toda Escandinavia: todo lo que estuviera en venta, y todo a crédito.

Los ejecutivos islandeses
se concedían créditos
millonarios a sí mismos, a
sus familiares, amigos y
políticos cercanos, a
menudo, sin garantías.
Los ejecutivos se concedían créditos millonarios a sí mismos, a sus familiares, a sus amigos y a los políticos cercanos, a menudo, sin garantías. La Bolsa multiplicó su valor por nueve entre 2003 y 2007. Los precios de los pisos se triplicaron. Los bancos levantaron un obsceno castillo de naipes que se lo llevó todo por delante.

La magnitud de la catástrofe islandesa fue espectacular. La inflación se desbocó, la corona se desplomó, el paro creció a toda velocidad, el PIB ha caído el 15%, los bancos perdieron unos 100.000 millones de dólares (pasará mucho tiempo antes de que haya cifras definitivas) y la crisis ha dejado una cicatriz enorme que sigue bien visible.

Desde el hundimiento de los tres bancos más grandes de Islandia: Kaupthing, Landsbanki y Glitnir, a finales de 2008, sus antiguos directivos y propietarios han vivido prácticamente sin problemas en el extranjero.

Los implicados en la mega estafa para hundir a Islandia
Baldur Gudlaugsson, un funcionario de Islandia, nacido en 1946, fue sentenciado el 7 de abril de 2011 a cumplir dos años de prisión por ser uno de los autores de la crisis bancaria de Islandia del 2008. La Corte del distrito de Reykjavik mandó así a prisión al primero de una larga lista de banqueros acusados de provocar la quiebra de los bancos del país.

Baldur Gudlaugsson, secretario
del Ministro de Finanzas, fue
condenado a dos años de prisión.
Gudlaugsson, era secretario permanente del Ministro de Finanzas que cometió graves delitos abusando de su posición privilegiada en el gobierno para obtener beneficios (1,2 millones de euros) del banco Landsbanki.

Otros implicados son Geir H. Haarde, ex-Primer Ministro. Ingibjörg Sólrún Gísladóttir ex-Ministro de Relaciones Exteriores. Árni M. Mathiessen ex-Ministro de Finanzas, Björgvin G. Sigurðsson ex-Ministro de Banca y Comercio y Davíð Oddsson ex- Director del Banco Central.

Robert Tchenguiz, se
daba la gran vida con
el dinero de
los islandeses.
Esto recién comienza, ya que el 9 de marzo de 2011 fueron arrestados en Londres otros involucrados por su responsabilidad en el colapso financiero de Islandia en 2008. En total se arrestó a siete, cuyas edades oscilan entre 42 y 54 años, entre ellos los hermanos Robert y Vincent Tchenguiz implicados en el colapso del Kaupthing Bank de Islandia en 2008. Los hermanos Tchenguiz tienen negocios inmobiliarios, departamentos en Londres, inversiones en la industria del petróleo y en destilerías de whisky. Robert Tchenguiz cuando cumplió 40 años hizo una fiesta para 500 invitados y contrató al Cirque du Soleil. Los hermanos poseen además en Cannes, Francia, un lujoso yate de más de 40 metros de largo llamado Veni Vidi Vici.

Cuando quebró el Kaupthing, también lo hicieron el Glitnir Bank y el Landsbanki Islands y desaparecieron más de 100.000 millones de dólares depositados. Era el 2008, cuando debido a la debacle, el gobierno islandés decidió nacionalizar los tres principales bancos, el Landsbanki el Kaupthing y el Glitnir, cuyos clientes eran principalmente ingleses, estadounidenses y americanos.

El Banco Landsbanki
El Landsbanki, era uno de los tres grandes bancos islandeses, abrió una filial por Internet con una cuenta de ahorro a altos tipos de interés, Icesave, que hizo furor entre británicos y holandeses. Cuando el banco empezó a hacer desaparecer los depósitos, el Gobierno británico le aplicó la ley antiterrorista para congelar sus fondos. Ese fue el detonante de toda la crisis: provocó la quiebra en cadena de toda la banca. Y sigue dando tremendos dolores de cabeza a Islandia.

El fundido Landsbanki que fue uno de los
tres bancos más grandes de Islandia.
Tras la entrada del Estado en el capital la moneda oficial (krona), se desplomaba y la bolsa suspendía su actividad tras un hundimiento del 76%. Islandia entraba en bancarrota y para salvar la situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) inyectaba 2.100 millones de dólares y los países nórdicos ayudaban con otros 2.500 millones.

Holanda y Reino Unido devolvieron a sus ciudadanos el 100% de los depósitos y ahora exigen ese dinero a Islandia: 4.000 millones de euros, un tercio del PIB islandés, nada menos. El Gobierno llegó a un acuerdo en 2009 para que los ciudadanos pagaran en 15 años y al 5,5% de interés: la gente se organizó para echarlo abajo en un referéndum, tras el veto del presidente.

El pueblo islandés (320.000 habitantes), se lanzó a la calle y con sus insistentes manifestaciones diarias frente al parlamento de Reikiavik provocó la dimisión del primer ministro, el conservador Geir  H. Haarde, y de todo su gobierno en bloque. Además el escándalo de los bancos revelaba que 10 de los 63 parlamentarios islandeses, incluidos los dos líderes del partido que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 1944, tenían concedidos préstamos personales por un valor de casi 10 millones de euros por cabeza. Está por demostrar que eso sea delito (aunque parece que parte de ese dinero servía para comprar acciones de los propios bancos: para hinchar las cotizaciones), pero al menos es un escándalo mayúsculo.

Los islandeses salieron a la calle a pedir justicia.
Cada dato que se conocía provocaba de nuevo la ira de los islandeses, que volvieron a tomar las calles exigiendo que, al menos, esa decisión de pagar lo que robaron otros fuera sometida a referéndum. Otra nueva pequeña gran victoria de las protestas callejeras contra Gran Bretaña y Holanda a causa de su execrable política financiera y a golpe de cacerolas, gritos y certeros lanzamientos de huevos, en marzo de 2010 se celebraba esa votación y un aplastante 93% de la población se negaba a devolver la deuda, al menos en esas condiciones.

los islandeses salieron a la calle a pedir
que metan a los banqueros en la cárcel.
Los ciudadanos exigían, además, que se convocaran elecciones anticipadas, y lo consiguieron. En abril salió elegido por votación un gobierno de coalición formado por la Alianza Social-demócrata y el Movimiento de Izquierda Verde, encabezado por una nueva Primera Ministra, Jóhanna Sigurðardóttir.

Así llegó un segundo pacto, más ventajoso (los acreedores ofrecieron un interés del 3%, a pagar en 37 años), y de nuevo la gente decidió el 9 de abril de 2011, en referéndum, no pagar por los desmanes de sus bancos.

Cerca del 75% de los votantes islandeses acudieron el sábado, 9 de abril de 2011, a las urnas para rechazar la propuesta del gobierno Socialdemócrata/Verde de pagar 5.200 millones de dólares a las aseguradoras bancarias británicas y holandesas por el colapso de Landsbanki-Icesave. Todos y cada uno de los seis distritos electorales de Islandia votaron No en una proporción nacional del 60% (en enero de 2010, dijo otro No el 93%). El pueblo islandés es el que tuvo la última palabra. 

Volviendo a la tensa situación de 2010, mientras los islandeses se negaban a pagar una deuda que habían contraído las ratas de las finanzas sin preguntarles, el Gobierno de coalición  había iniciado una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la fatal crisis económica y ya se había detenido a varios banqueros y altos ejecutivos estrechamente relacionados con las operaciones de riesgo.

El Banco Glitnir
Los administradores de la liquidación del banco Glitnir han anunciado la presentación de una querella de 2,000 millones de dólares (1,600 millones de euros), ante un tribunal de Nueva York, contra sus anteriores principales accionistas y directores, imputados por fraude.

Larus Welding, ex
consejero delegado del
banco Glitnir, y su
colaborador Gudmundur
Hjaltason
, han sido 

condenados en Islandia
por fraude.
Según Glitnir, la querella es ¨contra Jon Asgeir Johannesson, que fue su accionista principal, Larus Welding, el ex director de Glitnir, Thorstein Jonsson, su ex presidente, y otros directores, accionistas y socios de Johannesson, acusados de apropiación fraudulenta e ilegal de más de 2,000 millones de dólares del banco¨.

En este caso, los administradores de Glitnir ¨pueden ser condenados a 10 años de cárcel por hacer un mal uso de los tribunales americanos¨, afirman.

Además de presentar la demanda en Nueva York, Glitnir dijo que había ¨conseguido la congelación de los activos de Johannsson en todo el mundo, incluyendo dos selectos apartamentos en el barrio exclusivo de Gramercy Park, en Manhattan, por los que pagó 25 millones de dólares aproximadamente¨.

El Kaupthing Bank 
La Interpol, por su lado, había dictado una orden internacional de arresto contra el ex presidente del Consejo Directivo, Sigurdur  Einarsson. Esta situación hizo que banqueros y ejecutivos, atemorizados, abandonaran el país en masa.

Fueron arrestados en Londres cuatro ex 
directores del quebrado banco Kaupthing.
Los islandeses no quisieron que la estafa quedara impune y libraron órdenes de detención contra los banqueros mafiosos. En marzo de este año, más de 130 policías hicieron allanamientos en 10 barrios residenciales de Londres donde se logró arrestar a cuatro ex directores del Kaupthing, y al prófugo Sigurdur Einarsson de 49 años, presidente ejecutivo del Kaupthing, buscado por Interpol desde hace más de un año para ser juzgado en Islandia. Fue detenido a las 5.30 de la mañana en su mansión londinense. Ian Burton, un abogado del banquero Einarsson en Londres, dijo que no iba a hacer comentarios.

"Buscado vivo o muerto"
dice el cartel distribuido

por los islandeses.
Finalmente, Sigurd
Einarsson, presidente
del banco Kaupthing fue
detenido en su

mansión londinense.
Sigurdur Einarsson, el banquero más buscado, con el dinero de los islandeses se compró una mansión en Chelsea, uno de los barrios más exclusivos de Londres, por 12 millones de euros. La mayoría de los banqueros que tienen problemas con la justicia hicieron lo mismo durante los años del boom, y menos mal que lo hicieron: tras la quiebra la gente les abucheaba en el teatro, les tiraba bolas de nieve en plena calle, les lanzaba insultos en los restaurantes o les dejaba ocurrentes pintadas en sus domicilios. Así los banqueros salieron huyendo como ratas de Islandia. Einarsson vivía en su estupenda mansión londinense desde 2005. La hipoteca no era problema: Einarsson decidió alquilársela al banco mientras vivía en la casa; al fin y al cabo, un presidente es un presidente, y ese es el tipo de demostraciones de talento financiero que solo traen sorpresas en el improbable caso de que la justicia se meta por medio.

También se detuvo a Armann Thorvaldsson, jefe ejecutivo en Gran Bretaña de Kaupthing, Singer & Friedlander.

Hace dos años Thorvaldsson publicó un libro Frozen Assets donde explicaba “como un hombre, un banco y un país… afectan el curso de la historia de la economía mundial”. Vivía de fiesta en fiesta con los hermanitos Tchenguiz, “de Reykjavik a Londres, Monte Carlo y St. Tropez”, según confiesa en su libro.

Algo está cambiando y no nos informan
En este contexto de crisis, los islandeses eligieron una asamblea para redactar una nueva constitución que recogiera las lecciones aprendidas y que sustituyera a la actual, inspirada en la constitución danesa.

La ejemplar revolución
islandesa no es reflejada
en los medios masivos de
comunicación.
Para ello, en vez de llamar a expertos y políticos, Islandia ha decidido recurrir directamente al pueblo, soberano, al fin y al cabo, de las leyes. Más de 500 islandeses se presentaron candidatos para participar en este ejercicio de democracia directa y redactar la constitución, de los cuales fueron elegidos 25 ciudadanos sin filiación política entre los que hay abogados, estudiantes, periodistas, granjeros, representantes sindicales.

Entre otras novedades, esta constitución está llamada a proteger como ninguna otra las libertades de información y de expresión con la llamada Iniciativa Islandesa Moderna para Medios de Comunicación, un proyecto de ley que pretende hacer del país un refugio seguro para el periodismo de investigación y la libertad de información donde se protejan  fuentes, periodistas y proveedores de Internet que alojen información periodística.

Hasta las últimas consecuencias
En Febrero de 2009, la corte suprema de Reykjavik reveló que los liquidadores de Kaupthing eran compañías controladas por Robert Tchenguiz y su hermano Vincent.

Vincent Tchenguiz, uno de los
responsables de la crisis bancaria
de Islandia.
Tras el arresto de los hermanos, el laborista John Mann escribió al Primer Ministro demandando una investigación acerca de las donaciones de la familia Tchenguiz a los  Tories, el partido conservador. Elizabeth Tchenguiz, les hizo un regalo de 100.000 libras y luego Vincent donó £13.500.

El 9 de abril de 2011 los islandeses rechazaron por segunda vez en un referéndum el acuerdo al que había llegado su Gobierno con los de Reino Unido y Holanda para resolver el contencioso que le enfrenta con ellos por la deuda generada en 2008 por la quiebra de todos los bancos del país. Casi el 60% de los votantes que acudieron a las urnas el sábado se pronunciaron contra ese acuerdo, por el que se pretendía que Islandia devolviera a esos dos países los 4.000 millones de euros en depósitos que tenían en el banco Landsbanki, de origen islandés, con filiales en Reino Unido y Holanda. “Los depósitos fueron robados por los banqueros, no por los islandeses”, afirman.

Islandia parece el lugar adecuado para que sucedan cosas improbables: según las estadísticas, más de la mitad de los islandeses cree en los elfos.  Y la mayoría cree que lograrán meter a todos los banqueros en la cárcel. Los islandeses se jactan de tener la democracia más antigua del mundo (desde el año 930), y sus ciudadanos han logrado en base a manifestaciones y cacerolazos meter entre rejas ya, a uno de los políticos y a dos de los banqueros artífices de la quiebra de los bancos. ¿Y por qué el resto de los países occidentales ni siquiera se ha enterado?

Es simple, porque no quieren que cunda el ejemplo en el resto del mundo.

1 comentario:

  1. Guauu, claro que es impresionante el poder de la gente que se compromete con la justicia, aplausos a esa gente que sabe unirse, luchar por lo que es justo y no se deja comprar por los mafiosos del mundo financiero..

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