HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


sábado, 30 de junio de 2012

TERESITA, LA INVITADA DEL MES NOS TRAE LA CARTA DE LA ANAC CONTESTÁNDOLE AL CONCEJO DELIBERANTE DE ROSARIO

En el programa radial Nº 321 de Contacto con la Creación, la invitada del mes de junio, Teresita Wiaggio, nos trae la carta que contestó la ANAC ante el pedido de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante de la ciudad de Rosario.

viernes, 29 de junio de 2012

EL ENIGMA DE LOS DOS PASAJEROS QUE DESAPARECIERON DENTRO DE UN AVIÓN EN VUELO

Un matrimonio norteamericano desapareció dentro de un avión y luego siguió apareciendo en otros vuelos.

El 29 de junio de 1968, en el aeropuerto de Kankakee, en Illinois, la lista de pasajeros del DC-3 de la Compañía de aviación Purdue (Purdue Aviation Corporation), con destino a Dallas, Texas, se encontraba ya completa con 23 pasajeros. Sólo dos personas, Jerrold L. Potter y su mujer, Carrie, faltaban por embarcar. Se hacía tarde, y al poco, los vieron llegar sin equipaje, corriendo por la pista.

Aeropuerto de Kankakee, en Illinois
desde donde despegó el matrimonio.
Al subir al avión, las azafatas se sorprendieron de encontrar a dos personas de aspecto tan desmejorado. Estaban ojerosos y pálidos y tenían un color mortecino en la piel. Creyendo que era debido a su excitación por temor a perder el vuelo, las azafatas les tranquilizaron, diciéndoles que no pasaba nada e indicándoles sus asientos.

El avión despegó y los dos pasajeros se pusieron a hablar entre ellos de las ventajas de viajar en avión y del panorama que se divisaba desde el cielo. En un momento dado, cuando el avión estaba sobrevolando Rolla, en Missouri, Jerrold se levantó del asiento para ir al lavabo y al rato, ante su tardanza, su mujer camino por el pasillo en su busca temiendo se fuera a marear y que le hubiera sucedido algo en el baño. Pasó el tiempo, y ni uno ni otro volvieron a aparecer jamás. En ese momento el avión volaba a 8.000 pies de altura.

DC-3 de la Purdue Aviation Corporation.
El DC-3 aterrizó en Dallas y dos personas de la lista de pasajeros, no se encontraban ya entre ellos. Se pensó, por encontrarle sentido a la desaparición, que quizás hubiesen equivocado la puerta y hubiesen abierto accidentalmente una de las salidas del avión, sin embargo esta teoría pronto se descartó, pues eso hubiese provocado, por unos minutos, una pérdida de presión y altura en el aparato, que nadie notó en ningún momento. Nadie consiguió nunca explicarse lo sucedido, y así quedó registrado para el asombro de pasajeros y tripulantes.

Pero la historia no estaba destinada a quedarse ahí. Seis años después, en 1974, un avión de la Lufthansa, con destino a Frankfurt, salió del aeropuerto de Milán. Eleonor Thomas, compartía asiento con un hombre y una mujer de carácter simpático y extrovertido. A pesar de que parecían cansados y sus ropas, viejas y desgastadas, llamaban la atención, Eleonor habló con ellos animadamente hasta que ambos se levantaron del asiento y se dirigieron al lavabo. Nunca más volvieron a aparecer.

Lo sorprendente del caso es que todos los viajeros del avión, recordaban esa característica en sus caras y ropas, y todos coincidían en que parecían amables y dicharacheros. Cuando los inspectores de vuelo revisaron la lista para identificar a los dos “volatilizados”, se encontraron con que sus nombres eran Jerrold L. Potter, y Carrie Potter, los mismos que habían desaparecido en pleno vuelo, seis años antes.

El suceso volvió a ocurrir en 1988, en un vuelo chárter con destino a Nueva York. El matrimonio Potter ocupó los asientos que tenían reservados, y después de hablar con la tripulación e ir al lavabo, ninguno de los dos volvió a ser vistos jamás.

Jerrold Potter, era un ejecutivo de 54 años de una compañía de seguros de la Cámara de Comercio de Illinois y su mujer, era su secretaria personal. La historia forma parte de un caso real y existen datos que lo confirman. Fuera lo que fuere lo que les pasó a los Potter en el primer viaje, y sean quienes sean los aparecieron posteriormente, el relato bien merece entrar en los hechos imposibles y forteanos.

jueves, 28 de junio de 2012

SALVADOR COSTA PARGA, AUTOR DEL PRIMER DICCIONARIO REALIZADO EN LA ARGENTINA

Este 28 de junio se cumplieron tres años de su fallecimiento en Rosario, en total anonimato, salvo por doce alumnos/amigos que asistimos a darle el último adiós en el cementerio de La Piedad.

Hablaba perfectamente el español, latín, griego, alemán, inglés, francés, italiano, gallego, portugués, eslovaco y ruso. También comprendía el quechua, guaraní, aimara, mapuche, toba, náhuatl, hebreo, rumano, catalán, vasco, bable, provenzal, lituano, sardo, árabe, y sánscrito.

Salvador Costa Parga, en su casa, en la
sala donde enseñaba. Foto tomada el día
28 de enero de 2002 por Alberto Seoane
 y Mariano Notario, para el portal
digital Nuevos Tiempos, ya desaparecido.
Muchos lectores se preguntarán quién fue Costa Parga. Fue un antropólogo, especializado en Lingüística. Nació en el barrio de Caballito, Buenos Aires, el 7 de octubre de 1921. Por línea paterna descendía de genoveses y por línea materna de gallegos oriundos de la provincia de Lugo.

Desde niño tenía facilidad para los idiomas y comenzó a leer a los 4 años. Su formación universitaria se realizó en la  Facultad de Filosofía y Letras de la ciudad de La Plata, donde fue docente en Letras, especializándose en Lingüística. Allí conoció a don Amado Alonso (1896-1952), el lingüista que fue discípulo de Ramón Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos de Madrid.

El primer diccionario argentino
Entre los años 1951 y 1956, Costa Parga dio charlas de divulgación científica por Radio Universidad de la Plata, en su propio programa titulado: A Través de las Palabras, donde divulgaba algunos de los temas que lo apasionaban, como la astronomía, antropología y ciencias naturales.

El Diccionario Enciclopédico Códex de
1956, obra por la que Costa Parga
no percibió ni un centavo.
En 1956 creó y redactó el primer diccionario enciclopédico editado en la Argentina, el Diccionario Enciclopédico Códex. El libro contiene 500 mil vocablos de los cinco idiomas más difundidos (alemán, inglés, francés, italiano, portugués) con sus equivalentes en castellano y viceversa. Los editores fueron personas sin ningún tipo de solvencia moral que no lo tuvieron en cuenta a la hora de los créditos intelectuales, nunca le pagaron por su trabajo ni le dieron un porcentaje de los réditos económicos por esta obra que se distribuyó en toda la Argentina y se hicieron varias ediciones.

A fines de 1956 vino provisoriamente a Rosario donde vivía su hermana Deolinda Luisa, y desde la Capital Federal, en el año 1969, comenzó a colaborar con el grupo de Antropología, de la antes llamada Facultad de Filosofía y Letras, hoy Facultad de Humanidades y Artes de Rosario.

En 1970, junto con el gran antropólogo Dick Edgar Ibarra Grasso (1917-2000), permaneció un año en Bolivia dando clases de Lingüística en la Universidad de Cochabamba. Regresó un año después a Buenos Aires donde se desempeñó como traductor e intérprete de documentos en 5 idiomas para el Banco Central de la República Argentina. Comentaba que le tomaron examen cinco personas, cada una especializada en un solo idioma. Paradójicamente, su sueldo era ¡el de un ordenanza!

Se establece en Rosario
En 1971, se radicó definitivamente en Rosario y se inició en la tarea docente en lo que era la Facultad de filosofía y Letras, bajo la dirección de Ricardo Orta Nadal, en cuya cátedra de Antropología se desempeñó junto a Dick E. Ibarra Grasso y Germán Fernández Guizzetti (1930-1986).

Integró un equipo enviado por la UNR, que realizó un trabajo de campo, básicamente limitado a investigar en el léxico practicado por las comunidades qom o tobas que habitan en la selva chaqueña. Un año después del inicio del gobierno militar, los militares hicieron desaparecer su cátedra de Formación de investigadores, y lo envían a donde estaban los fósiles y vasijas con la finalidad de anotar y clasificar ciertos libros que había allí, con el cargo de "empleado no-docente" hasta 1983.

Algunos de sus descubrimientos
Paralelamente continuó investigando en los ratos libres sobre antropología y Lingüística y sus trabajos monográficos se encuentran en el archivo del CIDOC (Centro de Investigación y Documentación Científica de la Universidad de Rosario).

Distribución de las lenguas tupí en
violeta y tupí-guaraníes en rosa.
Entre sus descubrimientos se encuentra el origen del idioma tupí-guaraní. En 33 páginas el profesor Costa Parga demuestra las coincidencias con lenguas habladas en el sudeste de Asia, concretamente, hay similitudes entre el vocabulario de lenguas habladas en Filipinas e Indonesia con el tupí-guaraní hablado en gran parte de Sudamérica.

También encontró una relación del quechua y aimará con la familia ugrofinesa (húngaro, finlandés, samoyedo, lapón, estonio), encontrando 120 palabras idénticas, además de muchas características gramaticales comunes.

En 1989 se jubiló y se dedicó a dar clases particulares en su domicilio hasta casi su fallecimiento en 2009. Sus investigaciones incluyen innumerables monografías en su mayor parte inéditas.

Salvador Costa Parga explicando una
etimología, el 28 de enero de 2002.
Foto tomada por Mariano Notario
y Alberto Seoane.
Paralelamente, publicó colaboraciones con explicaciones históricas y etimológicas en diversos diarios como La Capital y las revistas Diálogos, Salud, Galicia en Rosario y otros medios de comunicación.

En el año 2005 publicó su obra de doscientas páginas: Nuestros nombres y apellidos, en una edición artesanal que contó con la colaboración de uno de sus alumnos. Contiene la explicación del origen y significado de más de 3.850 nombres, también de algunos de los apellidos más comunes en el idioma español. Algunas reflexiones de su parte también se encuentran en esta obra que ninguna editorial le quiso publicar. No obstante, el profesor fotocopiaba el original que le costaba 18 pesos en el 2006 y vendía cada copia a 15 pesos, perdiendo tres pesos con cada ejemplar y ni así conseguía que alguien se los comprara.

Su pasión eran los idiomas, varias veces me dijo con sus vivaces ojos celestes que “él no dominaba a los idiomas, sino que los idiomas lo dominaban a él”.

Una vida estoica dedicada a las palabras
Costa Parga vivía con una jubilación mínima y cuando ya no pudo pagar más el alquiler en una pensión, se mudó a la casa de la calle 3 de Febrero casi Alsina, en el barrio de Echesortu, en la ciudad de Rosario, vivienda gentilmente cedida por la tía de un alumno, con la condición de que abone los impuestos. Allí pasó austeramente casi sus últimos veinte años, solo, practicando su sistema lacto-ovo-vegetariano, acompañado de más de 800 libros y de un radiograbador donde escuchaba música clásica, temática donde también era un experto.

El Profesor Costa Parga en su casa con
tres de sus alumnos, Carlos Rovira,
Alberto Seoane y Omar Re.
El “Profe” como le decíamos sus alumnos particulares, siempre anheló una universidad capacitada y sin contaminación política; también quiso que se hiciera un doctorado en Lenguas y siempre aspiraba a la excelencia, no a la mediocridad. Solía repetirnos a los alumnos que "cada día él trata de ser menos ignorante".

Costa Parga era capaz de desentrañar los secretos que esconden las palabras, pero una personalidad tan singular y brillante, que sabía tanto y dominaba tantos idiomas, era molesta para sus colegas en la Facultad, quiénes, con suerte, lograban chapurrear algo en un par de lenguas más allá del castellano.

Lo cierto es que el antropólogo, lingüista y docente Salvador Costa Parga tras su jubilación, vivió el resto de sus años injustamente olvidado por sus pares de la UNR y de la UNLP, condenado al ostracismo por las autoridades municipales, y provinciales, se fue para siempre este gran sabio sin poder dar al mundo todo sus conocimientos.

Sólo 12 personas que lo conocimos, estuvimos presentes en el entierro, en el último rincón del Cementerio de La Piedad, casi junto a la pared por donde pasa la autopista. El domingo 28 de junio de 2009 nos dejó un gran hombre a los 87 años de edad.

La lección que este notable sabio y maestro nos deja en este milenio que estamos comenzando, es que es preciso no perder la pasión por la última verdad y el anhelo por su búsqueda, junto con la audacia de descubrir otros caminos que enriquecen y amplían nuestra comprensión y nuestra vida.

Por Alberto Seoane


Si el lector no tuvo la suerte de tratarlo personalmente, puede ver al profesor Salvador Costa Parga gracias a dos videos realizados en su casa que han quedado para la posteridad:

miércoles, 27 de junio de 2012

DOS AFICIONADOS INGLESES DESCUBREN UN TESORO CELTA

Son cerca de 50 mil monedas de plata y bronce del periodo celta antes de la dominación romana, valuadas en 15 millones de dólares como mínimo.

Los dos aficionados llevaban 30 años
explorando el mismo campo.
Un par de ingleses aficionados a la detección de metales, hallaron el mayor tesoro celta encontrado jamás en el norte de Europa. Los dos aficionados pasaron 30 años explorando en el mismo campo de la Isla de Jersey, en el Reino Unido.

Reg Mead y Richard Miles, encontraron unas 50.000 monedas de plata y bronce, que aún estaban agrupadas en un enorme bloque macizo debajo de tierra. La leyenda contada por un agricultor local que decía haber encontrado monedas de plata mientras trabajaba la tierra, inspiró a estos aficionados a aventurarse en la búsqueda. Durante mucho tiempo fueron encontrando circunstancialmente 60 monedas de plata y una de oro, todas datadas en el siglo I antes de nuestra era.  Según cuenta Mead, cada nueva moneda les producía la misma emoción. "Estamos hablando de 40 o 50 horas de búsqueda para encontrar estas monedas, y cada una de ellas produce el mismo zumbido". La pareja utilizó un detector de metales de gran alcance conocido como deepseeker.

El lugar donde se halla el bloque
con las monedas de plata y bronce.
Ellos continuaron la búsqueda convencidos de que había más monedas por encontrar. Cuando descubrieron el tesoro principal – que según los arqueólogos está relacionado con las primeras monedas que encontraron - expertos se unieron a la excavación dirigida por el arqueólogo Philip de Jersey, arqueólogo jefe de Guernsey y una autoridad en numismática celta. Los conservadores han mostrado tan solo unas pocas monedas del bloque principal. Su estado de conservación es notable y todo hace pensar que provienen de Armorica, la Bretaña francesa y Normandía. La arqueología ya ha demostrado las estrechas relaciones entre las islas del canal y la costa de Bretaña, donde la gente cruzaba de un lado a otro, tratando al mar embravecido como si se tratase de un río. Las monedas habrían sido escondidas en algún momento cuando Julio César acortaba camino a través de la Galia, y los celtas escondieron el tesoro como una medida prudente.

Olga Finch, conservadora de arqueología en el museo de Jersey,  considera que se trata de un hallazgo de importancia internacional: "El hecho de que el hallazgo haya sido excavado con metodología arqueológica, mejorará en gran medida la información que podemos obtener de las personas que lo enterraron. Es una contribución increíble al estudio de las monedas celtas. Ya tenemos un importante número de monedas de la edad del hierro procedentes de la isla, pero esta nueva incorporación convertirá a Jersey en un verdadero atractivo para los estudiosos de la moneda celta".

La mayoría de las monedas de Jersey, aún se encontraban formando un bloque compacto en el suelo, con un peso aproximado de unos 800 kilos, el bloque fue extraído de una pieza y llevado a un lugar seguro.

Se calcula que el tesoro pesa 800 kilos.
Las excavaciones en el  lugar del hallazgo continúan para garantizar que se ha desvelado toda la historia. El lugar exacto del descubrimiento se ha mantenido en secreto, y el ministro de medio ambiente de la isla, Rob Duhamel, aseguró que el lugar tendría protección oficial para así mantenerlo a salvo de saqueadores. "Es una noticia muy emocionante, y probablemente se remonta a nuestro patrimonio cultural en términos de finanzas. Se encontró bajo una linde, quizás se trate de un temprano ejemplo de negocio de capital fronterizo".

Philip De Jersey dijo que se trataba de un hallazgo excepcional, "ciertamente el tesoro de la edad de hierro más grande encontrado, no solo en Jersey, sino en todo el mundo donde se usó la moneda celta. Dado el tamaño del bloque, es difícil que la cantidad de monedas existentes sea inferior a 50.000".

Se sospecha que dentro del bloque también podrían aparecer joyas de la edad del hierro, como en otros hallazgos de tesoros.

Las monedas celtas estuvieron enterradas
durante más de 2060 años.
Los propietarios del terreno han manifestado su deseo de que el tesoro sea mostrado en el museo principal de la isla –pero esto aún tardará un tiempo, ya que ahora hay que determinar la recompensa que merecen por el hallazgo-.


La antigua Ley de hallazgo de tesoros en la península británica fue modificada en 1997 por la Treasure Act, un reglamento mucho más sencillo, el reglamento de tesoros de la Isla de Jersey está basado en el derecho medieval y trata de establecer no solo el contenido de material precioso del tesoro, sino cómo y porqué se llegó a ocultar.

Según se dice, el tesoro celta podría tener un valor cercano a las 10.000.000 de libras esterlinas (más de 15 millones de dólares), pero es imposible determinarlo con certeza hasta que las monedas sean identificadas y valoradas.

Neil Mahrer examina el tesoro
de monedas que datan del
año 50 a.C.
Neil Mahrer que trabaja en el  Heritage Museum de Jersey y que está ayudando a separar las monedas, dijo: "Este es el más grande descubrimiento de monedas celtas que se han encontrado acumuladas. Es muy emocionante."

Jersey es una isla que está en el Canal de la Mancha, entre Gran Bretaña y Francia, y los expertos señalan que las monedas que datan de hace 50 años antes de Cristo, fueron ocultadas del ejército de Julio César, que en ese tiempo se apoderó del territorio de la Francia moderna y llegó a Gran Bretaña. Se cree que el tesoro ha sido enterrado por una tribu celta llamada Coriosolitae.

Este es un hallazgo arqueológico muy importante a nivel internacional y uno de los más importantes de la historia de Europa, descubierto apenas, con un detector de metales.

Vea aquí el video del hallazgo:

Iron Age coins worth £1m found by Jersey treasure hunters


Tesoros anteriores en el Reino Unido

Isla de Jersey con los lugares donde se
han hallado grandes tesoros.
Este hallazgo de junio de 2012 es cinco veces mayor que el anterior record de la isla de Jersey, cuando en la localidad de La Marquanderie, el señor W. Auffrey encontró más de 11.000 monedas de plata en abril de 1935.

El tesoro encontrado en 2010 en Frome, Somerset, era aún mayor (52.500 monedas valuadas 3,3 millones de euros), pero las monedas que eran de origen romano, correspondían a una etapa posterior, del siglo III d. C. Estaban dentro de una tinaja grande a 30 metros de profundidad y pesaban más de 160 kilos, fueron encontradas por el aficionado Dave Crisp de 63 años que vive en Devizes, Wiltshire. 760 monedas tenían el perfil de Marco Carausio, un oficial naval romano que usurpó el poder y gobernó Gran Bretaña desde el año 286 al 293 d. C. cuando fue asesinado. Fue el primer emperador romano en acuñar moneda en Gran Bretaña.

Otro gran hallazgo es el de Terry Herbert que en julio de 2009 encontró un tesoro del siglo siete después de Cristo y consta de 1.500 piezas de oro y plata.

Terry Herbert tenía 55 años en el momento del descubrimiento, y llevaba 18 años utilizando detectores de metales. La colección fue encontrada en un campo de Staffordshire perteneciente a un amigo. Es considerado el mayor tesoro anglosajón en oro en la historia de Gran Bretaña.

Expertos del Museo Británico dijeron que la colección de 1.500 piezas que datan del siglo VII, “no tiene paralelo en cantidad y valor”. El hallazgo fue considerado como “tesoro nacional”.

Herbert, afirmó que se trata “del mayor sueño de un amateur con detector de metales”.

La colección, que incluye objetos de guerra como espadas, platos y raros ornamentos con incrustaciones de piedras preciosas, contiene cerca de 5 kilogramos de oro y 2,5 kilogramos de plata. Fue guardada en las bóvedas de seguridad del Museo y Galería de Arte de Birmingham, en el centro de Inglaterra.

El tesoro de Sutton Ho, lleva el nombre del barco funerario enterrado descubierto en Suffolk, Reino Unido, en 1939. Los hallazgos están datados alrededor del año 625 gracias a unas monedas de oro que se encontraron con el tesoro. En total había 1,5 kilos de oro. El barco tiene unos treinta metros de largo. Tenía una cubierta abierta y una cámara funeraria. Se desconoce si llegó a navegar, pero se sabe que es obra de artesanos profesionales.

El tesoro hallado en Sutton Hoo es extenso. La gran mayoría de los hallazgos se exponen en el Museo Británico. Incluye: adornos personales realizados en oro y plata, armas como espadas y cascos, una lira y artículos domésticos como un caldero. Se encontraron también restos de tejidos de todas clases. 

Entre los hallazgos está también un plato realizado en plata con una inscripción datada en Bizancio. Otros objetos de plata y bronce proceden de la zona mediterránea y son más recientes. Uno de los arcos encontrados es de origen celta. Algunos objetos tienen detalles cristianos: dos cucharas de plata llevan la inscripción “Saulos” y “Paulos” en letras griegas.

martes, 26 de junio de 2012

EL FLAUTISTA DE HAMELIN EXISTIÓ

El flautista de Hamelín que muchos consideran una fábula o leyenda, documentada por los Hermanos Grimm (cuyo título original alemán es Der Rattenfänger von Hameln, que se traduciría como El cazador de ratas de Hamelín), sería en realidad una historia real que cuenta la historia de una misteriosa desgracia acaecida en la ciudad de Hamelín (Hameln en alemán), ubicada en la Baja Sajonia.

Según las crónicas  y tradiciones del lugar, el trágico hecho está documentado el  26 de junio de 1284, cuando desaparecieron 130 niños y nunca más se supo de ellos.

Los hechos históricos
En el año 1284 la ciudad de Hamelín estaba infestada de ratas. Ante la gravedad de la situación, el alcalde de la ciudad, que veía peligrar sus riquezas por la voracidad de los roedores, convocó al Consejo y resolvieron dar cien monedas de oro a quien libre a la ciudad de los ratones.  

Por cien monedas de oro un desconocido
ofreció sus servicios para librar a
Hamelín de los roedores.
Un buen día apareció un desconocido con una ropa brillante y una rara capa que le cubría del cuello hasta los pies que ofreció sus servicios a los habitantes del pueblo. A cambio de una recompensa, él les libraría de todas las ratas, a lo que los aldeanos se comprometieron.

Entonces el desconocido flautista empezó a tocar su flauta, y todas las ratas salieron de sus cubiles y agujeros y empezaron a caminar hacia donde la música sonaba. Una vez que todas las ratas estuvieron reunidas en torno al flautista, éste empezó a caminar y todas las ratas le siguieron al son de la música. El flautista se dirigió hacia el río Weser y las ratas iban tras él, entró en el agua sin dejar de tocar y lo siguieron, así perecieron todas ahogadas.

Las ratas se ahogaron en el río Weser
pero los aldeanos se negaron
a pagarle lo convenido.
Cumplida su misión, el hombre volvió al pueblo a reclamar su recompensa, pero el alcalde y los aldeanos se negaron a pagarle. El cazador de ratas, muy enfadado, abandonaría el pueblo para volver poco después, el día 26 de junio de 1284 (Día de San Juan y San Pablo), en busca de venganza.

Mientras los habitantes del pueblo estaban en la iglesia, pasadas las 7 de la mañana, el hombre volvió a Hamelín disfrazado de cazador llevando un extraño sombrero rojo. Hizo sonar otra vez la flauta con su extraña música en los callejones y esta vez, no fueron los ratones y ratas que acudieron sino niños, chicos y chicas, de cuatro años y más. Entre ellos estaba la única hija del alcalde. El flautista les condujo tocando por la puerta del este hacia un monte en el cual desapareció con ellos para siempre.

El 26 de junio de 1284, el extraño
flautista regresó en busca de venganza.
Ciento treinta niños y niñas, le siguieron al compás de la música, y abandonando el pueblo los llevó hasta una cueva. Nunca más se les volvió a ver. Según algunas versiones, algunos de los niños se quedaron atrás, un niño cojo que no los pudo seguir por no poder caminar bien, uno sordo, que solo los siguió hasta cierta distancia por curiosidad, y otro ciego, que no podía ver hacia donde los llevaban y se perdió, y estos les informan a los aldeanos.

Hamelín se convirtió en un pueblo triste, sin las risas y la alegría de los niños; y cuando los habitantes se convencieron de que la desaparición de sus hijos era para siempre, los vecinos resolvieron que la tragedia quedara grabada en una columna y la pintaron también en el gran ventanal de la iglesia para que todo el mundo la conociese y recordasen cómo se habían perdido aquellos niños de Hamelín.

El flautista de Hamelín estaba en un
vitral del 1300, en la iglesia de Hamelín
que fue destruido en el siglo XV.
Hoy se acepta con bastante seguridad que hubo una desaparición de niños, que es el núcleo original de la historia, y también una inexplicable expulsión de las ratas del poblado.

Las primeras menciones de esta historia estaban registradas en un vitral que existió en la iglesia de Hamelín alrededor del año 1300. Este vitral está descrito en diferentes documentos entre los siglos XVI y XVII y al parecer fue destruido alrededor del siglo XV. Se piensa que el vitral fue hecho a la memoria de algún suceso trágico que acaeció en el pueblo y que no debía ser olvidado.

Algunas de las teorías actuales para explicar la desaparición de los niños son las siguientes:

Ciento treinta niños desaparecieron
el mismo día en Hamelín.
Los niños fueron víctimas de algún tipo de accidente por el cual se ahogaron en el río Weser (que pasa por Hamelín) o fueron enterrados por algún deslizamiento de tierra.

Algunos niños fueron víctimas de alguna enfermedad que los habitantes consideraron peligrosa y contagiosa, por lo que los niños fueron conducidos fuera del pueblo para proteger a los demás habitantes. Se ha sugerido alguna forma de la peste que asolaba Europa en esos años.

Los niños (o jóvenes) dejaron el pueblo para tomar parte en alguna peregrinación o una campaña militar, pero nunca regresaron con sus padres. Estas teorías presentan al flautista como un líder o reclutador.

Los niños desaparecieron en el interior
del monte Poppenberg.
Los niños, que en este caso serían jóvenes, abandonaron voluntariamente Hamelín para colonizar partes de Europa Oriental. Efectivamente, numerosos poblados fueron fundados en esta época en el este de Europa por colonos de origen alemán. De igual manera, el flautista en este caso sería su jefe. Esta teoría es la más aceptada, ya que es la que cuenta con una documentación más sólida. Hay que considerar que la palabra alemana Kinder haría referencia no sólo a los niños, sino de manera más genérica a “los hijos del pueblo”.

Un individuo llamado Decan Lude, originario de Hamelín, informó hacia 1384 de que poseía un libro coral que contenía una estrofa que aportaba el testimonio de alguien que había visto con sus propios ojos el suceso. Lude aseguraba que esta estrofa era obra de su abuela. Este libro se considera perdido desde fines del siglo XVII. El nombre “Decan Lude” puede indicar una posición clerical, es decir, la de diácono (latín: decanus, alemán moderno: Dekan o Dechant) y Lude una forma antigua o dialectal de Ludwig, pero esto no ha sido probado.

Esta estrofa parece haber llegado hasta nuestros días por una inscripción de 1602 0 1603, que se encuentra en Hamelín:

Anno 1284 am dage Johannis et Pauli
war der 26. Junii
Dorch einen piper mit allerlei farve bekledet
gewesen CXXX kinder verledet binnen Hamelen gebo[re]n
to calvarie bi den koppen verloren

Esto puede traducirse al español como:
En el año de 1284 en el día de Juan y Pablo
siendo el 26 de junio
por un flautista vestido con muchos colores,
fueron seducidos 130 niños nacidos en Hamelín
y se perdieron en el lugar del calvario, cerca de “koppen“.

Esta parece ser la mención más antigua del hecho. Koppen significa en antiguo alemán "colinas", y parece referirse a las estribaciones que rodean a la ciudad.

Los habitantes de Hamelin quisieron que
la misteriosa desaparición de los ciento
treinta niños no quedase en el olvido.
La montaña cercana a Hamelín, donde los niños desaparecieron, se llama Poppenberg. Dos monumentos de piedra en forma de cruces se han erigido ahí, uno en el lado izquierdo y otro en el derecho.

Por otro lado, existe una ley-costumbre largamente establecida en Hamelín, que prohíbe cantar o tocar música en una calle particular de la ciudad, por respeto a las víctimas del legendario acontecimiento: la llamada Bungelosenstrasse (“calle sin ruido, quieta”), adyacente a la “Casa del Flautista”. Durante desfiles públicos con música, incluidas las procesiones matrimoniales, la banda musical deja de tocar al llegar a esta calle y continúa con la música una vez que la ha atravesado.

Y en la nueva entrada del pueblo está inscrito: “Centum ter denos cum magus ab urbe puellos duxerat ante annos CCLXXII condita porta fuit”. (Esta puerta fue construida 272 años después de que la magia alejó a 130 niños de la ciudad).

Algo fuera de lo común sucedió en Hamelín, algo tan terrible y abominable que jamás pudo ser olvidado del todo, y que sobrevivió, como muchas tragedias, bajo la superficie de un cuento, en apariencia, infantil.