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viernes, 28 de abril de 2017

NUEVE TORPEDERAS ALEMANAS MATAN MÁS DE 1000 SOLDADOS ALIADOS EN UN RÁPIDO ATAQUE EN AGUAS INGLESAS

Fueron hundidas 4 lanchas de desembarco aliadas y dañados varios navíos. Del total, 946 de los muertos eran norteamericanos. El enfrentamiento sucedió en la británica bahía de Lyme, y esta grave derrota fue ocultada por los Aliados hasta el año 1954. Los sobrevivientes tuvieron que jurar no revelar el secreto bajo castigo de hacerles una Corte marcial.

Nueve torpederas alemanas atacan por
sorpresa a los aliados en la bahía de Lyme,
el 28 abril de 1944.
El 28 de abril de 1944 se realizó una de las muchas maniobras de desembarco aliadas en las costas británicas, en esta ocasión la llamada Operación Tiger, el ejercicio comprendió del 22 de abril al 30 de abril 1944. Consistía en que los Aliados practicaban un desembarco frente a la ciudad de Slapton, simulando en sus playas que eran las costas francesas.

No contaban con que aparecieron los alemanes de verdad que les dieron una verdadera paliza. Eran 9 lanchas torpederas procedentes de Cherburgo, Francia, que atacaron a los barcos participantes produciendo instantáneamente más de 700 muertes. Luego se retiraron sin sufrir bajas ni daños ante el asombro de los militares aliados por la audacia de atacarlos.

Cementerio con los muertos del 28 de abril
de 1944, fue ocultado por los Aliados
hasta 1954.
Tras el audaz ataque luego se agregaron los heridos que fallecieron, ascendiendo a cerca de 1000 las muertes de los soldados aliados. El Alto mando decidió mantener el desastre en secreto, solo en 1954 el Departamento de Estado americano reconoció la existencia de esta grave derrota.

Se comunicó que hubo 749 muertes pero solamente se refieren a soldados del Ejército de los Estados Unidos, habría que añadir las bajas entre la Marina estadounidense (147-198 muertos).

La desastrosa Operación Tigre
En abril de 1944, se hizo un ensayo general a gran escala de la invasión de Normandía del "Día D", y se les dijo a todas fuerzas participantes que se utilizaría munición real. El ejercicio debía ser realista en todos los sentidos y la realidad se impuso al simulacro. Nueve veloces lanchas torpederas alemanas de 3 metros de eslora partieron de Cherburgo y en la oscuridad se mezclaron con las naves americanas.

Ensayo del Día D en las playas de Slapton,
el 28 abril de 1944, las bajas fueron
ocultadas por 10 años.
El ejercicio militar consistió en ocho días de prácticas como ensayo del posterior desembarco en la Playa de Utah en la invasión de Europa que comenzaría el "Día D". Resultó en la muerte en pocos minutos de más de 749 soldados estadounidenses, parte de ellos por fuego amigo de las fuerzas aliadas y parte por el ataque de barcos alemanes.

A finales de 1943, como parte de los esfuerzos bélicos, el gobierno británico evacuó a unos tres mil residentes del área de Slapton, en el distrito de South Hams en Devon. Algunas de estas personas nunca habían dejado antes sus viviendas.

En preparación para los ejercicios, que fueron mantenidos en máximo secreto, fueron evacuadas 750 familias y 180 granjas asentadas en los alrededores. Se hicieron modificaciones en los alrededores para que el lugar fuera lo más parecido posible a la playa normanda donde se llevaría a cabo la invasión durante el Día-D. 

Las 9 torpederas alemanas atacaron a los
aliados en las costas británicas frente a
Slapton, logrando una rotunda victoria.
Las prácticas de desembarco se iniciaron en diciembre de 1943. La Operación Tiger fue uno de los mayores de estos ensayos, y tuvo lugar entre abril y mayo de 1944. El escenario de la playa de Slapton fue escogido por su parecido con la playa de Utah, una de las elegidas para el desembarco en Normandía. Era una playa de gravilla seguida por un tramo de tierra y posteriormente un lago.

El ejercicio estaba programado entre el 22 de abril y hasta el 30 del mismo mes de 1944. A bordo de nueve grandes buques de desembarco (LST), treinta mil soldados se encontraban preparados para sus prácticas de desembarco anfibio.

La protección del ejercicio bélico recaía en la Royal Navy. Dos destructores, tres torpederos y dos cañoneros patrullaban la entrada a la bahía de Lyme, mientras otros torpederos permanecían cerca del área de Cherburgo, donde la armada alemana tenía su base de los torpederos Schnellboot. El lugar elegido estaba cerca de la base naval británica de Dartmouth. Tomaron parte doscientos barcos, y más de 12.000 hectáreas de tierra costera fueron desalojadas de residentes.

Barcos de desembarco en la Operación
Tiger del 28 de abril de 1944.
Los planes para la operación requerían la utilización de 30.000 hombres, entre ellos los de la 4ª División de Infantería de los Estados Unidos y el 70 Batallón Blindado. Todas las fuerzas serían desembarcadas en las playas utilizando los transportes, lanchas de desembarco, unidades de la marina para dar apoyo y protección naval. La armada zarparía de los puertos locales incluyendo Dartmouth y Plymouth. Entre los buques de escolta y apoyo cercano se encontraban el destructor HMS Scimitar y la corbeta HMS Azalea. El ejercicio se efectuaría con munición real.

No habían comenzado los ejercicios cuando el destructor HMS Scimitar fue embestido por otro buque y tuvo que ser llevado a dique para las reparaciones respectivas. Curiosamente, se ignoran las causas por las que el comandante en jefe de la operación no fue informado de este suceso y el ejercicio comenzó sin el apoyo del destructor. Otra curiosa situación se presentó cuando los mandos se percataron que la corbeta HMS Azalea no podía comunicarse por radio con las lanchas de desembarco. Un error de escritura equivocó las frecuencias de radio y mientras las lanchas operaban en una frecuencia la corbeta lo hacía en otra diferente.

Las primeras prácticas de asalto tuvieron lugar en la mañana del 27 de abril sin problemas, pero en el amanecer del 28 de abril, nueve lanchas torpederas alemanas que habían partido de patrulla desde Cherburgo avistaron y atacaron un convoy de ocho LST transportando vehículos e ingenieros de la Primera Brigada Especial cerca de la bahía de Lyme. Uno de estos S-Boot era el S-130, que actualmente se encuentra en un dique seco en Plymouth. Uno de los transportes resultó incendiado y hubo de ser abandonado, mientras otro se hundió rápidamente tras ser torpedeado. Un tercer transporte fue incendiado pero pudo llegar a la orilla. El resto de los barcos y sus escoltas respondieron al fuego, consiguiendo que los S-Boot se retiraran del combate sin bajas.

El buque de desembarco LST 287,
luego del ataque de las torpederas
alemanas el 28 de abril de 1944.
Este ataque se saldó con más de 749 marines estadounidenses que resultaron muertos. Muchos de los soldados se ahogaron en las frías aguas de la bahía mientras esperaban a ser rescatados. Aquellos que no estaban acostumbrados al mar entraron en pánico y no se colocaron adecuadamente sus salvavidas. En algunos casos esto provocó que, al caer al agua, el peso de sus equipos de combate les hiciera darse la vuelta, quedando con la cabeza bajo el agua y ahogándoles. Dale Rodman, que sirvió en el buque LST 507 comentaría al respecto: «El peor recuerdo que tengo es estar en el bote salvavidas lejos del barco hundiéndose mientras veía los cuerpos flotando alrededor».

De los dos buques asignados a la protección del convoy, sólo el HMS Azalea se encontraba presente. Se trataba de una corbeta que encabezaba el convoy, que navegaba en fila; una formación que fue posteriormente objeto de crítica, ya que presentaba un blanco fácil para los S-Boot alemanes. Por su parte, el destructor HMS Scimitar, asignado como segundo buque de escolta que se suponía que debía estar protegiendo a los LST de desembarco no se encontraba presente porque había fondeado en Plymouth para unas reparaciones menores. Las tropas americanas no habían sido advertidas de este hecho. Cuando otros barcos británicos avistaron a los S-Boot enemigos de madrugada y avisaron a la corbeta, su comandante no advirtió del peligro al resto del convoy, asumiendo erróneamente que estos ya habían sido advertidos, cosa que no sucedió al encontrarse los LST y el cuartel de la Marina Británica operando en diferentes frecuencias de radio. Por otro lado, las baterías costeras británicas que defendían la bahía de Salcombe llegaron a avistar las siluetas de los S-Boot, pero tenían órdenes de contener el fuego para impedir que los alemanes tuvieran conocimiento de que la bahía estaba defendida.

E-boat, lancha torpedera alemana similar a
las que realizaron el ataque en Lyme Bay.
Cuando los restantes LST arribaron a la playa de Slapton, los errores garrafales continuaron sucediéndose. El crucero pesado británico HMS Hawkins batió la playa con munición real, siguiendo una orden del general Eisenhower, Comandante Supremo de las fuerzas aliadas. Eisenhower opinaba que los soldados debían endurecerse enfrentándose a unas condiciones lo más parecidas posibles a una batalla real. Los marineros británicos registraron en sus cuadernos de bitácora (único registro recuperado en cualquiera de las naves) que los hombres estaban resultando muertos a causa del fuego amigo. «Sobre las playas había líneas blancas más allá de las cuales los soldados americanos no debían pasar hasta que el fuego artillero hubiera finalizado, pero los marines dijeron que ellos avanzaban sobre la línea blanca mientras eran reventados por las bombas».

El 27 de abril, después del mediodía, un vuelo de reconocimiento de la Luftwaffe avisó al estado mayor de las S-Boote de la presencia de seis buques al oeste de Start Point en una posición de 50º Norte y 4º Oeste es seguramente el grupo procedente de Plymouth al cual parece que se ha unido la pequeña corbeta de escolta y cuyo grupo se desplaza a velocidad reducida. Las Flotillas de S-Boote 5ª formada por las: S-100, S136, S-138, S-140, S-142 y S-143 y 9ª que está formada por las: S-130, S145 y S-150, son puestas en estado de alerta y salen de Cherburgo a las 22 horas del día 27.

Lyme Bay, Inglaterra. Sector del desastre
provocado el 28 de abril.
En las primeras horas de la noche, en Start Bay y Lyme Bay, ocho transportes LST comenzaron las operaciones de desembarco de personal de intendencia con camiones, anfibios, jeeps y equipo pesado para los zapadores. En la oscuridad aparecieron nueve torpederas alemanas E-Boats y a 35 nudos atacaron al inerme convoy matando a 749 soldados. La inteligencia naval alemana en Cherburgo pudo planificar el ataque gracias a la intercepción de las comunicaciones. Las veloces E-Boats alemanas atacaron con torpedos a las lanchas de desembarco LST 507 y 531, que fueron hundidas de inmediato, la 289 quedó en muy mal estado, con muchos muertos y heridos a bordo embarrancando en la playa poco después.

Las 9 lanchas regresaron a su base en Cherburgo sin sufrir ninguna baja. Por la ejecución de aquel ataque, el comandante alemán de la patrulla naval, el capitán Rudolf Petersen, por esta lograda acción fue distinguido con las preciadas Hojas de Roble para la Cruz de Caballero que ya había recibido en 1940.

Recuperación de cuerpos
El General Eisenhower ordenó que fueran recuperados todos los cadáveres pues entre los muertos se encontraban oficiales que utilizaron mapas verdaderos de la Playa Utah.  Todos los cuerpos se recuperaron y por tanto el secreto de la Playa Utah se mantuvo a buen recaudo.  Por el momento Eisenhower ordenó mantener el episodio en el más estricto secreto, al menos hasta después de concluida la invasión en Normandía.

El general Eisenhower y sus comandantes en
el cuartel supremo aliado en Londres,
Foto de febrero de 1944.
No se explica cómo ha podido ser que en una zona bajo total control aliado un grupo importante de fuerzas estadounidenses han podido sufrir ese ataque y a pocas millas de buques de guerra aliados que podían haber intervenido. ¿Cómo puede ser posible que un grupo de nueva lanchas alemanas hayan podido causar una pérdida tan importante a unidades de la US Navy y protegidas por la Royal Navy y pudieran regresar a Francia sin sufrir ninguna pérdida?

Los muertos sumaron oficialmente 749 soldados y marines norteamericanos, en su mayoría ingenieros y tropas de intendencia. Sus cuerpos fueron enterrados secretamente en una fosa común en Devon, en la granja del Sr. Nolan Tope, en tanto que los heridos fueron puestos en cuarentena en diversos hospitales y amenazados con un consejo de guerra si hablaban. Ante las críticas que siguieron al ejercicio, dice Edwin P. Hoyt, "los británicos, algunos de los cuales creían que las tropas norteamericanas eran del todo incompetentes, guardaron un silencio diplomático". Se afirma que con el fallecimiento de muchos heridos, los muertos ascendieron a más de mil.

El secretismo que el alto mando puso sobre la tragedia ocurrida en Lyme Bay llegó al punto de que hasta más de 40 años después no se oficializara esa tragedia, el 15 de noviembre de 1987 momento en que se rindieron honores a los caídos en el Ejercicio Tiger.

De los errores cometidos durante la Operación Tigre surgieron severos cambios en el modo de actuar en el Desembarco de Normandía:

1) Las frecuencias de radio fueron estandarizadas. Los buques de escolta británicos llegaron tarde y fuera de su posición durante el ejercicio debido a problemas con la radio, y el aviso sobre la presencia de las torpederas alemanas no fue transmitido a los LST.

2) Mejores equipos salvavidas para las tropas de desembarco.

3) Nuevos planes para que pequeños barcos se encargaran de la recogida de supervivientes en el agua durante el Día-D.

La orden de ocultar el desastre nunca fue levantada después del Día-D y las unidades involucradas fueron redistribuidas en diversas divisiones.

Investigaciones de posguerra
Después de la guerra ese episodio no fue recordado, tal como ocurrió con el hundimiento de un transporte belga, ocurrido en la Navidad de 1944 en Cherburgo, tragedia donde murieron ahogados 800 infantes de marina estadounidenses. Sólo unos años después esos hechos aparecieron en al menos tres libros incluyendo la detallada descripción de los hechos relatada en el libro "Mis tres años con Eisenhower" escrito en 1946 por el Capitán Harry C. Butcher, ayudante naval del General Eisenhower. También aparecen referencias en "Cross channel attack" de Gordon A, Harrison escrito en 1951 y en "Logistical Support of the Armies" de Roland Ruppenthal.  Oficialmente en el National Archives aparece un recuento oficial de lo acontecido.

Mapa de la Operación Tigre, que terminó
en un desastre y el movimiento de
las torpederas alemanas.
Muchos años después, los supervivientes comenzaron a relatar sus propias versiones, como una que dice que no fueron entrenados en el uso correcto del chaleco salvavidas y en consecuencia, debido al equipo que llevaban los soldados se lo colocaron en la cintura en vez de llevarlo alrededor del pecho. Cuando los hombres cayeron al agua —tiene que haber sido peor con el LST 507 que dio media vuelta—, el peso del equipo los puso de cabeza flotando por la cintura, y el agua estaba casi helada a unos cuantos grados apenas por encima del punto de congelación. Muchos de los soldados murieron por hipotermia, con la cabeza bajo el agua y los pies en el aire.

Muertos y supervivientes fueron enviados a Portland. Los muertos del ataque alemán de abril de 1944 fueron enterrados en el Cementerio de Brookwood cerca a Londres. Los vivos fueron ayudados por la Cruz Roja que les proporcionó ropa seca y fueron llevados a un hospital del ejército cerca de Sherborne.  Después de un mes de descanso, fueron reasignados a otras unidades.

La recuperación de los cadáveres.
Muchos de los norteamericanos muertos eran ingenieros especialistas que no podían ser sustituidos con facilidad. Diez de los oficiales estadounidenses que se ahogaron en Slapton Sands el 28 de abril, conocían información secreta relevante para la verdadera invasión por el Canal, información denominada “Bigot”, que sólo se comunicaba a quienes necesitaban saberla. Para asegurarse de que ninguno de los diez hubiera sido capturado por los alemanes, que habían hecho prisioneros a varios hombres, por orden del general Eisenhower, se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva y se examinaron concienzudamente todos los cuerpos hallados. Aunque más de cien cuerpos nunca llegaron a aparecer, los de los diez oficiales sí se recuperaron. De ese modo se preservaron los secretos de la Operación Overlord. Por el momento Eisenhower ordenó mantener el episodio en el más estricto secreto, al menos hasta después de concluida la invasión en Normandía.

Existe poca información sobre cómo murieron exactamente todos estos soldados y marineros. Varios testigos visuales detallaron el precipitado tratamiento dado a las víctimas, y la existencia de fosas comunes sin identificar en Devon Fields.

Las consecuencias 
El contraalmirante Don P. Moon, comandante americano de la Fuerza de Asalto U, se suicidó tres meses después. El comandante en jefe en Plymouth, el almirante Sir Ralph Leatham, aunque reconoció la falta de relación del ataque con la ausencia del destructor, señaló que la Royal Marine se disponía a llevar a cabo una importante operación ofensiva en el Canal el 28 de abril y que la capacidad del personal estaba al límite.

El parte de bajas de la Operación Tigre no fue publicado hasta agosto de 1944, cuando se hizo junto con el de las bajas del Día D.

Homenajes a las víctimas
Con poco o ningún apoyo por parte de las fuerzas estadounidense o británicas a cualquier iniciativa para recuperar sus restos o dedicar un monumento conmemorativo al incidente, los residentes de Devon y el vecino Ken Small buscaron la forma de recuperar la memoria de aquellos hechos, tras descubrirse restos de esta operación durante unas labores de limpieza de las playas a principios de la década de 1970.

La foto muestra a soldados norteamericanos
muertos en la playa de Slapton,
el 28 de abril de 1944.
Ken Small fue el autor del libro “The Forgotten Dead”, Los Muertos Olvidados: Por qué 946 americanos murieron en la costa de Devon en 1944, publicado en 1988. Ken Small afirmó en su libro que los hechos "nunca fueron silenciados, sino que fueron convenientemente olvidados".

Como resultado del bochorno oficial por el fracaso, y preocupados por las posibles filtraciones justo antes del inicio de la invasión real de Europa, se tomó juramento de secreto a todos los supervivientes por parte de sus superiores jerárquicos.

Tanque Sherman recuperado del fondo de la
bahía de Lyme. Simboliza el recuerdo de los
que murieron el 28 de abril.
Charles B. MacDonald, escritor y antiguo ayudante jefe de historiadores del Centro de Historia Militar del Ejército de los Estados Unidos apunta a que el incidente fue informado como nota de prensa emitida por el Cuartel General de la Fuerza Expedicionaria Aliada, y apareció en la edición de julio del diario Star and Stripes.

MacDonald conjetura que la publicación en prensa de estos hechos fue durante mucho tiempo eclipsada por los más importantes acontecimientos que tenían lugar durante aquella época: la batalla de Francia durante todo el verano de 1944, y el posterior regocijo general por el final de la guerra.

Slapton en la actualidad, la playa es
una laguna.
En 1974, Small compró por 50 dólares al gobierno de los Estados Unidos los derechos sobre un tanque Sherman sumergido del 70º Batallón de Tanques, descubierto durante sus labores de búsqueda. En 1984, con la ayuda de los residentes locales y empresas de submarinismo pudo finalmente extraer el tanque intacto del fondo marino (18 metros de profundidad), ubicándolo donde ahora se encuentra el monumento conmemorativo de este incidente. Las autoridades locales proporcionaron un pedestal frente al mar donde pusieron el tanque, erigiendo junto a él una placa en memoria de los fallecidos.

Ejercicio Tigre. Placa en memoria de los
946 caídos colocada en Utah Beach,
Normandía.
Ken Small murió de cáncer en marzo de 2004, pocas semanas antes del sesenta aniversario de los incidentes de la Operación Tigre.

En 2006, la Slapton Sands Memorial Tank Limited, una organización sin ánimo de lucro, uno de cuyos directores es el hijo de Small, aún pretende construir un monumento más adecuado donde puedan estar listados los nombres de las víctimas de esta operación.

En 2012, se colocó una placa recordando la tragedia en Utah Beach, Normandía, en una pared de un bunker antiaéreo alemán.

En 2014, con motivo del 10° aniversario de su muerte, el Sr. Small fue reconocido con una placa colocada en el tanque que ayudó a descubrir.

Otros ataques
En el mes de abril de 1944, en el Atlántico hubo 7 buques británicos o de sus aliados hundidos por submarinos alemanes, sumando 48.000 toneladas brutas.

Dos marineros rescatan a un sobreviviente
del destructor USS Lansdale.
El 11 de abril de 1944, un torpedo alemán hunde al oeste del Mediterráneo al destructor norteamericano Holder.

El 20 de abril, a unas 15 millas al nordeste del puerto de Argel, en el Mediterráneo es hundido por un torpedo aéreo alemán el destructor norteamericano USS Lansdale.

Pasadas las 21 horas es atacado el destructor Lansdale (DD-426), por una escuadra de 18 a 24 Junkers Ju 88 y Heinkels He 111. El Lansdale se hundió a las 21.30 con 47 hombres. Los sobrevivientes fueron rescatados por los destructores Menges y Newell. Los aviones también averiaron al carguero SS Samite y lograron detonar explosivos que estaban a bordo del mercante SS Paul Hamilton muriendo 580 hombres.

El 29 de abril, el destructor canadiense Athabascan es hundido por la lancha torpedera alemana T-26 en el Canal de La Mancha. Murieron 128 hombres entre ellos su capitán John Stubbs.

Combates en la India
En 1944 Japón lanzó una ofensiva en la India que duró hasta julio y fue rechazada por el Ejército británico. El debilitamiento del Ejército japonés en Birmania facilitó el subsiguiente avance aliado a partir de la India y del sur de China. Solamente en abril de 1944 se produjo una ofensiva japonesa para tratar de neutralizar las bases aéreas americanas. El resultado fue la conquista de los territorios costeros pero fue un logro efímero, puesto que el avance norteamericano en el Pacífico obligó a un repliegue de su Ejército hacia el norte.

Una vez conquistada Filipinas, el principal objetivo de Estados Unidos era el territorio japonés. Por primera vez el Ejército estadounidense se encontró con importantes guarniciones. Un factor trascendental en la derrota de Japón fue la pérdida de gran parte de su flota mercante a lo largo de la guerra, junto a los bombardeos estratégicos sobre suelo japonés.

El día 4 de abril de 1944, en el oeste de la India, los japoneses atacan el pueblo de Kohima punto de acceso hacia el interior del país. La guarnición está formada por unos 1.500 británicos al mando del coronel Richards.

Ese día, unos 120 cazabombarderos norteamericanos atacan en Birmania las instalaciones japonesas en Mogaung y Myitkyina.

El día 6 de abril, los japoneses ocupan algunas alturas en los alrededores de Kohima.

El líder indio Chandra Bose el 6 de abril se puso en contacto con el Primer Ministro Tojo para dejar claro que todas las ciudades indias que resultasen capturadas en la ofensiva debían pasar inmediatamente a la jurisdicción del Gobierno de la India Libre, que había designado como Gobernador de esos lugares a A.C. Chaterjii, General de División y Ministro de Economía del gabinete de Chandra Bose. Chandra Bose describió entonces el avance del INA como “el acontecimiento del siglo”.

Chandra Bose tenía por aquel entonces a su Comisionado Jefe ya en suelo indio, en Andamans, tenía a sus primeros héroes condecorados en el frente de Arakan, el Indian National Army (INA) había conseguido izar la bandera de la India Libre en Kohima y la caída de Imphal parecía estar cercana.

Mientras el INA y los japoneses asediaban Imphal, la superioridad aérea de los Aliados se iba confirmando y se empezaba a forjar el contraataque de las fuerzas británicas sobre las posiciones indias y japonesas.

El General Shah Nawaz al mando de los dos Batallones de la “Brigada Subhash”, empezó a informar de las duras condiciones que estaban soportando sus hombres a causa de las enfermedades y de los problemas de suministro y transporte. Pero los problemas afectaban también a las comunicaciones, por lo que Chandra Bose no pudo hacerse idea realmente de cuál era la situación de sus tropas en el frente de Imphal.

El 8 de abril de 1944, en Kohima los británicos deben retirarse hacia el centro de la población.

Ese día, más de 100 cazabombarderos estadounidenses atacan las instalaciones japonesas de Mogaung en Birmania.

Los días 9 y 10 de abril en Kohima se lucha ya en los campos de tenis del barrio de los diplomáticos.

Nuevamente los norteamericanos atacan con más de 100 cazabombarderos los objetivos japoneses en Mogaung en Birmania tratando de debilitar la retaguardia de las tropas que atacan en la India.

El día 13 de abril, los británicos no ceden en Kohima, contraatacan y hacen retroceder a los japoneses.

Nuevos bombardeos norteamericanos sobre las instalaciones japonesas de Mogaung en Birmania.

El 14 de abril, en el puerto de Bombay estalla accidentalmente el transporte británico Fort Stikine. Estaba cargado con 1.200 toneladas de municiones. Murieron 336 personas y hubo más de 1.000 heridos aparte de numerosos destrozos en barcos e instalaciones del puerto.

El 19 de abril, los refuerzos indo-británicos se acercan a Kohima. El 20 de abril, los británicos consiguen hacer llegar a Kohima una brigada y una división para reforzar la guarnición.

El 23 de abril es rechazado el último ataque japonés a la colina Garrison, en Kohima. El 25 de abril, los británicos comienzan a atacar en la India a partir de ahora, poco a poco, los japoneses no dejarán de retroceder hasta el final de la guerra. De momento el frente no se mueve.

El 30 de abril de 1944, el estancamiento del ejército japonés de Kohima es total al no haber podido conquistar la ciudad a las fuerzas británicas.

jueves, 27 de abril de 2017

ENCUENTRAN RESTOS DE MASTODONTES EN AMÉRICA CAZADOS HACE 130 MIL AÑOS

Una excavación cerca de San Diego, California, echa por tierra con la “teoría oficial” que establecía que el hombre había llegado a América hace 12 mil años, luego extendida a 14.000 o 15.000 años.

Herramientas de piedra y huesos de
mastodonte halladas cerca de San Diego
datadas en  130 mil años atrás.
El descubrimiento de fósiles de mastodontes con herramientas de piedra a su lado datadas en 130.000 años antes de Cristo, pone en evidencia que la presencia del hombre en América es muchísimo más antigua que lo que nos quisieron hacer creer.

El hallazgo ha generado discusiones entre los antropólogos que proponen reescribir los libros sobre la prehistoria del mundo porque según un estudio publicado en la revista Nature, los huesos del animal tienen marcas de haber sido fracturados con piedras para extraer la médula y junto a ellos se hallaron rocas que sirvieron de yunques y martillos para hacerlo. Las marcas en los huesos indican que fueron rotos cuando aún estaban frescos.

Los expertos Thomas Deméré, Steven Holen y otros investigadores examinaron el material del sitio Cerutti Mastodon cerca de San Diego. El lugar fue descubierto originalmente en 1992, por el paleontólogo Richard Cerutti, del Museo de Historia Natural de San Diego durante la construcción de la ampliación de una autopista (la ruta estatal 54). Allí se encontraron herramientas de piedra junto con los restos destrozados de un mastodonte (Mammut americanum), un pariente extinto de mamuts y elefantes vivos.

Excavaciones en Cerutti
mastodon.
Los investigadores del último estudio no pudieron llevar a cabo la datación por radiocarbono de los restos, por lo que utilizaron una técnica llamada uranio-torio que data de varios fragmentos óseos, llegando a una fecha de 130.000 años.

Los miembros del equipo encontraron que algunos de los huesos y dientes del mastodonte tenían un patrón de rotura característico conocido como fracturado espiral, que se considera que ocurre cuando el hueso está fresco. Además, algunos de los huesos mostraron signos típicos de ser rotos con objetos duros.

Las rocas que se encuentran junto a los restos del mastodonte muestran signos de desgaste y de ser golpeadas contra otras superficies, afirman los investigadores. Concluyen que éstos representan martillos y yunques - dos tipos de herramientas de piedra utilizadas por las culturas prehistóricas de todo el mundo.

El Dr. Tom Deméré, curador de paleontología del Museo de Historia Natural de San Diego, dijo que la totalidad de las pruebas en el sitio había llevado a los miembros del equipo a la conclusión de que "los seres humanos estaban procesando huesos de miembros de mastodonte usando martillos y el procesamiento ocurrió en el sitio del entierro hace 130.000 años".

El mastodonte comparado con otros congéneres
de su misma familia. Clic en el dibujo para ampliarlo.
El Dr. Steve Holen, co-director del Centro de Investigación Paleolítica Americana en Dakota del Sur, comentó: "Hemos realizado dos experimentos que rompen huesos de elefante con grandes martillos de roca y yunques. Producimos exactamente el mismo tipo de patrones de fractura que encontramos en los huesos del mastodonte de Cerruti".

Añadió: "Podemos eliminar todos los procesos naturales que rompen huesos como este: estos huesos no fueron rotos por masticar carnívoros, o por otros animales pisoteando este hueso ... los patrones de distribución de los huesos fracturados alrededor del hueso usado como yunque es una evidencia bastante concluyente de presencia humana porque vemos eso experimentalmente también".

Los paleontólogos descubrieron huesos
quebrados con herramientas de piedra de
hace 130 mil años.
"No tenemos evidencia de que se trate de un sitio de matanza o de carnicería, pero lo que sí tenemos evidencia es que la gente estaba aquí rompiendo los huesos de este mastodonte, quitando algunas de las grandes piezas gruesas - probablemente para hacer herramientas - Y también pueden haber sido la extracción de la médula para la alimentación", dijo el Dr. Holen.

“Este patrón de rotura se ha observado en fósiles de mamut hallados en Kansas y Nebraska, donde otras posibles explicaciones como fuerzas geológicas o actividad de carnívoros ha quedado descartada”, añade Holen.

Así sería América del norte hace
unos 140 mil años.
Si las conclusiones del equipo son correctas, los humanos podrían haber llegado a América desde Asia a través de un puente terrestre a través del Estrecho de Bering. Este puente pudo surgir mucho antes de lo que nos dijeron, durante la glaciación de Riss que terminó hace 140.000 años, el nivel de los océanos bajó unos 100 metros. El puente de Beringia entre Siberia y América quedó abierto ya que la profundidad media del océano allí son 50 metros. Esos humanos desconocidos podrían haber accedido al continente americano a pie, siguiendo manadas de animales.

El Dr. Deméré y sus colegas no son los primeros científicos en postular fechas mucho más tempranas para las personas que se asientan en el continente americano. Lo que distingue a los últimos trabajos es que ha sido publicado en una de las más prestigiosas revistas científicas revisadas por los pares en el mundo, Nature.

Los huesos muestran fracturas no naturales
realizadas con alguna herramienta primitiva.
El profesor Michael R. Waters, de Texas A & M University en College Station, describió el nuevo artículo como "provocativo". Dijo a BBC News que es escéptico de la evidencia presentada que los seres humanos interactuaron con el mastodonte en el sitio Cerruti Mastodon.

Otra autoridad en arqueología americana temprana, el Profesor David Meltzer de la Universidad Metodista del Sur en Dallas, Texas, dijo: "La naturaleza es traviesa y puede romper huesos y modificar piedras en una miríada de maneras”.

El sitio de la excavación original, descubierta
a raíz de la ampliación de una autopista
en 1992, cerca de San Diego, California.
Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que "si los resultados se mantienen, esto cambiará todo lo que pensábamos que sabíamos sobre la ocupación humana más temprana de las Américas". Y agregó que los neandertales pudieron ser los primeros colonizadores de América en lugar de los humanos modernos.

El método de datación utilizado por los investigadores para asignar una edad a este material funciona midiendo la desintegración radiactiva del uranio que se incorpora en los huesos con el tiempo. "El tipo de muestras más antiguas con esta técnica son aquellas que contienen uranio como una sustitución primaria en su estructura, como los carbonatos inorgánicos, como los carbonatos de las cavernas o los corales, que toman uranio al tomar el calcio del agua de mar, "Dijo el Dr. Warren D. Sharp, experto en isótopos del Centro de Geocronología de Berkeley en California, a BBC News.

Los arqueólogos crearon
herramientas de piedra y
reprodujeron las mismas
marcas en huesos de
animales.
"Lo que han hecho en este artículo se aplica al hueso, lo cual puede ser un desafío porque los huesos no contienen cantidades significativas de uranio primario, sino que adquieren el uranio cuando se entierran, lo toman de los poros del suelo". Agregó: "Dicho esto, creo que la datación es sólida. Han hecho un trabajo muy cuidadoso. Ellos han fechado múltiples muestras y obtuvieron resultados similares”.

Otra investigadora afirmó que “la evidencia que encontramos en este sitio indica que algunas especies de homínidos estaba viviendo en América del Norte 115.000 años antes de lo que se pensaba anteriormente", afirmó Judy Gradwohl, directora ejecutiva del Museo de Historia Natural de San Diego, cuyo equipo de paleontología descubrió los fósiles.

"Este descubrimiento está reescribiendo nuestra comprensión de cuando los humanos llegaron al Nuevo Mundo y (...) plantea preguntas intrigantes sobre cómo estos primeros humanos llegaron aquí y quiénes eran", agregó.

Humanos hace 130 mil años
trozaban mastodontes. Aquí vemos
a los antropólogos demostrando
como utilizaban las piedras con
los huesos del mastodonte
de Cerutti.
Según los once autores del artículo, en el que participaron dos paleontólogos de la Universidad de Michigan, los huesos, colmillos y molares del mastodonte, muchos de los cuales están rotos, se encontraron enterrados a gran profundidad junto a grandes piedras que parecían haber sido utilizados como martillos y yunques.

Los especímenes recuperados del sitio Cerutti están exhibidos en el museo de San Diego desde ahora, mientras que los modelos digitales 3-D de una selección de muestras pueden ser vistos interactivamente en el Depósito en línea de Fósiles de la Universidad de Michigan.

Ahora se le presenta un dilema a la “Ciencia oficial” porque la inamovible cifra de los primeros humanos en América de 12 mil o 15 mil años deberá retroceder más de 100 mil años.

miércoles, 26 de abril de 2017

DESCUBREN UNA ORUGA QUE COME PLÁSTICO Y LO METABOLIZA

Investigadores en Cantabria, España hallaron además que estos gusanos transformaban químicamente el polietileno en etilenglicol, un compuesto químico líquido y espeso.

Entre cien y cuatrocientos años se necesitan
para degradarse el plástico.
Uno de los grandes problemas de nuestra civilización es la acumulación de residuos plásticos. El polietileno posee una tremenda resistencia y ese es uno de los factores de éxito para su uso industrial, pero a su vez, es la causa de que sea tan difícil deshacerse de los restos de, por ejemplo, los miles de millones de bolsas de este material usadas cada año en el mundo durarán cien años hasta degradarse completamente. En el caso de los plásticos más densos y resistentes, la degradación puede tardar 400 años.

Científicos del (CSIC) Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (España) publicaron un estudio en que el describen una manera de librarse de estos residuos de forma natural, y ese medio tiene forma de un simple gusano de la polilla de la cera.

Ejemplares de gusanos de la cera en
una placa de Petri.
“Descubrimos una larva que es capaz de biodegradar uno de los más plásticos más elásticos, duros y más usados: el polietileno”, explica Federica Bertocchini, autora del trabajo que se publicó el 24 de abril en la revista Current Biology.

Se refiere a la larva de un insecto común, la polilla de la cera (Galleria mellonella), que habitualmente se encuentra en los panales de las abejas. La polilla de la cera o de la miel es un lepidóptero que puede llegar a medir tres centímetros de longitud en su fase larvaria (gusano).

No es la primera vez que se descubre un insecto capaz de devorar el plástico, hace tres años, científicos chinos observaron que la larva de la polilla de la fruta seca o polilla india de la harina o palomilla bandeada (Plodia interpunctella) también podía digerir el polietileno. Pero lo hace a un ritmo mucho más lento, unas dos semanas.

La investigadora Federica Bertocchini
de la Universidad de Cantabria.
La casualidad quiso que el equipo de Bertocchini descubriese que las bolsas que contenían las orugas de la polilla de la cera comenzaban a mostrar varios agujeros. Esto les llevó a estudiar de forma más concreta el comportamiento de estas larvas con el plástico y descubrieron que podían agujerear la bolsa en menos de una hora.

“Hemos comprobado que 100 gusanos de la cera son capaces de biodegradar 92 miligramos de polietileno en 12 horas, algo realmente muy rápido”, reveló la investigadora italiana.

Pero los investigadores hallaron además que estos gusanos transformaban químicamente el polietileno en etilenglicol, un compuesto químico líquido y espeso. Se cree que la larva de la palomilla bandeada también realiza este mismo proceso.

Una larva de  la polilla de la cera
sobre una bolsa de poliestireno.
A pesar de que normalmente las polillas de la cera no comen este material, los científicos opinan que esta habilidad es producto de sus hábitos naturales. La Galleria mellonella deposita sus huevos en colmenas y sus larvas eclosionan y crecen entre la cera de las abejas. Esta cera está compuesta de una mezcla de compuestos lípidos que ingieren como alimento.

El equipo cree que, tanto la digestión de la cera de abeja como del polietileno pueden tener elementos químicos muy similares. “La cera es un polímero, una especie de plástico natural, y tiene una estructura química no muy diferente a la del polietileno”, apunta Bertocchini.

Bertocchini constató que 10 gusanos tardan
30 minutos en agujerear una bolsa.

Clic en la imagen.
Todavía se tienen que investigar los detalles moleculares implicados en todo este proceso, pero los investigadores explican que puede usarse para diseñar una solución biotecnológica que ayude a gestionar los residuos generados por el plástico, una estrategia en la que aún están trabajando.

“El plan es transformar este descubrimiento en una forma viable de librarnos de los residuos plásticos, y trabajar en una solución que salve nuestros océanos, ríos y todo el entorno natural de las consecuencias inevitables de su acumulación”, explica Bertocchini.

Cada año se producen en el mundo 80
millones de toneladas de polietileno.
Sin embargo, también advierte: “Aunque ahora sepamos como biodegradarlo, eso no justifica que sigamos arrojando a propósito residuos de polietileno en nuestro medio ambiente”.

El polietileno es un polímero preparado a partir del etileno, es el material más empleado en la fabricación de bolsas de plástico, y del que cada año se producen en el mundo cerca de 80 millones de toneladas.