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lunes, 20 de julio de 2015

NUNCA CAMINARON POR LA LUNA

Ya transcurrieron 46 años del supuesto alunizaje del Apolo 11 y cada vez hay más certezas que el hombre nunca caminó por la superficie lunar. Se le hizo creer a la humanidad que habían viajado 356 mil kilómetros de la Tierra a la Luna.

Logo del Apolo 1 donde
murieron sus tres astronautas.
Desde el 20 de julio de 1969 hasta la actualidad no ha dejado de crecer el número de escépticos que aseguran que los norteamericanos jamás pisaron la Luna. Se le hizo creer a toda la humanidad que en un año y medio se iba a poner un hombre en la Luna. El programa Apolo tuvo 17 misiones en total y comenzó con la misión Apolo 1 que sufrió un trágico accidente en tierra el 27 de enero de 1967, cuando los astronautas Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee mueren asfixiados dentro del módulo de comando como consecuencia de un súbito incendio.

Tripulación del Apolo 7: De izquierda a
derecha, Donn Eisele, Walter Schirra
y Walter Cunningham.
Las Apolo 2, 3, 4, 5 y 6 fueron sin tripulación, orbitando el planeta Tierra. El 11 de octubre de 1968, un año y nueve meses luego de la explosión del Apolo 1, se produce la primera misión tripulada que fue la Apolo 7, que colocó a una tripulación de tres hombres en órbita alrededor de la Tierra y su regreso luego de 163 órbitas.

Los astronautas del Apolo 8: De izquierda a
derecha, el comandante Frank Borman,
William Anders y James Lovell. Tal vez
participaron del primer fraude lunar,
porque hubieran muerto en caso de
orbitar la Luna.
El 21 de diciembre de 1968, despegó la Apolo 8 que sería el primer fraude lunar que aumentaría con los sucesivos vuelos al espacio. Según la NASA, hizo 10 órbitas a la Luna, algo que incluso con la tecnología actual es imposible, ya que para ir a la Luna la nave tuvo que atravesar el cinturón de Van Allen cuyas radiaciones mortales los hubieran matado. 

Cinturón de radiación de Van Allen.
Los cinturones de radiación que rodean la Tierra, constan de electrones y protones que proceden de los rayos cósmicos y del viento solar capturados en una región que se extiende alrededor del planeta Tierra y comprende unos 48.000 a 64.000 km antes de llegar al espacio exterior propiamente dicho.

Diagramas de los módulos de
comando de las Apolo.
El cinturón que en realidad son tres, forma un fuerte campo electromagnético que aumenta cerca de los polos de la Tierra y las partículas se mueven de un lado a otro en recorridos helicoidales entre los polos norte y sur de la Tierra. La mayor parte de los protones de alta energía se encuentran en el cinturón interior a una altitud de 3.200 km; los electrones están más concentrados en un cinturón exterior que se extiende a muchos radios de la Tierra en el espacio.

Infografía de las supuestas maniobras
lunares del Apolo 11. 
Para los seres vivos, la radiación tiene efectos dañinos por ejemplo, la radiación absorbida se mide en grays, y si se recibe una cantidad de radiación superior a 40 Gy produce un deterioro severo en el sistema vascular humano, que desemboca en edema cerebral, trastornos neurológicos y coma profundo. El individuo muere en las 48 horas siguientes. Cuando el organismo absorbe entre 10 y 40 Gy de radiación, los trastornos vasculares son menos serios, pero se produce la pérdida de fluidos y electrolitos que pasan a los espacios intercelulares y al tracto gastrointestinal. El individuo muere en los diez días siguientes a consecuencia del desequilibrio osmótico, del deterioro de la médula ósea y de la infección terminal.

La sombra de Aldrin, marcada con la flecha
verde, es bastante más larga que la de
Armstrong. No es posible si la única luz
es la del sol.
Si la cantidad absorbida oscila entre 1,5 y 10 Gy, se destruye la médula ósea provocando infección y hemorragia. La persona puede morir cuatro o cinco semanas después de la exposición. Los efectos de estas radiaciones en el tejido irradiado pueden degenerar e incluso desarrollar un cáncer. Curiosamente ninguno de todos los astronautas del proyecto Apolo murió de cáncer.

Foto de la misión Apolo 12, el astronauta Alan
Bean sosteniendo un contenedor de muestras.
El vuelo de la Apolo 9 supuestamente probó los trajes espaciales que se utilizarían en el futuro alunizaje y se hicieron maniobras de ensamble con el módulo lunar "Spider" que se fue alejando del módulo de mando hasta una distancia de 160 kilómetros según informó la NASA. 

La Apolo 10 supuestamente realizó 31 órbitas a la Luna y practicó una simulación de alunizaje con el módulo "Snoopy". Hoy no es creíble nada de estas maniobras.

Fotos del Apolo 12, una hilera de reflectores
se ven reflejados en el casco del astronauta. 

Clic para aumentar la imagen.
Nueve meses después del viaje de la Apolo 7, la NASA hace despegar el 16 de julio de 1969 desde Cabo Cañaveral el cohete Saturno V, llevando supuestamente a los astronautas fuera de la atracción terrestre.

Neil Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin fueron los que supuestamente “caminaron” por la Luna el 20 de julio de 1969 y Mike Collins estuvo todo el tiempo en órbita. Cuando en realidad orbitaba la Tierra y al mundo se retransmitía una película filmada con anterioridad en alguna base secreta norteamericana.

En total, se simularon 6 alunizajes (Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17) entre 1969 y 1972. La Apolo 13 tuvo toda clase de problemas. La NASA repetía una y otra vez que el proyecto Apolo era todo un éxito. Es curioso que un programa “exitoso” se suspenda teniendo aún tres misiones pendientes (Apolo 18, 19 y 20).

Foto del Apolo 15, el astronauta tiene una leve
sombra que permite apreciar su traje. La
bandera en el módulo debería estar a oscuras
y sin embargo está iluminada.
Analizando todas las fotos de los seis alunizajes se encuentran muchas anomalías o irregularidades que solo son posibles si los alunizajes se hicieron en un estudio de cine. Hay muchas sombras luces, reflejos y más anormalidades negadas por la NASA. 


El módulo lunar Antares del Apolo 14. Entre las
anormalidades que se observan es que no hay
cráter debajo de la tobera, y hay presencia
de otra iluminación además de la solar.
La Computadora de Guía de la Apolo (Apollo Guidance Computer, AGC), supuestamente guió a Neil Amstrong y Edwin Aldrin durante el primer descenso en la Luna. Según informaron, el AGC con 32 Kilobytes en la computadora de la nave, el AGC hizo su trabajo para todas las misiones Apolo, teniendo bajo su control los 15.000 kilos de la nave espacial, en órbita a 3.500 kilómetros por hora alrededor de la Luna, incluso hizo que los módulos de todas las misiones tomaron suelo de forma segura a metros de una ubicación determinada, y los guió de nuevo al retornar al encuentro con la nave de mando en órbita lunar. El arcaico computador solo tenía 32 Kb de almacenamiento de memoria y 2 kb de memoria operativa, lo que en pocas palabras es nada. Durante la fase de alunizaje se encargaba de integrar los datos del radar altimétrico, controlar el impulso del motor principal y de los 16 motores de estabilización, mantener las antenas continuamente orientadas hacia la Tierra y calcular la trayectoria para regresar a la nave nodriza en caso de emergencia. Todo a la vez y con sólo 32 Kilobytes.


La NASA afirmó en esos años que el AGC era capaz de ejecutar hasta 8 tareas a la vez. Eso permite afirmar que esa tecnología no servía para tan arriesgada maniobra, como es un alunizaje, por ende, jamás bajaron en la Luna. Era cien mil veces menos potente que cualquier teléfono celular actual y funcionaba a la lentísima velocidad de menos de un MHz, concretamente 0,043 MHz. Para tener una comparación, las primeras computadoras IBM PC-XT funcionaban a una velocidad de 4,77 MHz.

Computadora de 32 Kb de las misiones Apolo.
Con este arcaico computador jamás
hubiera sido posible el alunizaje.
Así que tenemos que esta computadora guió por primera vez el módulo Águila hacia un gran cráter con enormes rocas a su alrededor. Sabiendo que no quería tocar suelo allí, Armstrong tomó el control manual del módulo lunar mientras Aldrin pedía los datos de radar y de ordenador para guiar al módulo lunar Eagle (Águila) a un aterrizaje seguro con los 30 segundos de combustible que quedaban. El módulo de aterrizaje pesaba 15 toneladas, aun así no deja en la Luna huellas tan profundas como las de las pisadas de los astronautas. Ni siquiera el poderoso cohete propulsor del módulo de aterrizaje deja rastros debajo de él. La tobera ni siquiera hizo un pequeño cráter en el suelo lunar.

Respecto al módulo que se posó en la Luna, el módulo lunar Águila, esa especie de insecto monstruoso que nos ha mostrado repetidas veces la NASA, con sus medidas y peso, es imposible que pudiera llevar el combustible necesario para las maniobras de alunizaje y despegue en una gravedad del 64% de la terrestre.

Aparece otro enigma: el Rover lunar
En la misión Apolo 15, los astronautas Scott e Irwin emplearon por primera vez un LRV (Vehículo Explorador Lunar o "Lunar Roving Vehicle", que recorrió una distancia total de 28 kilómetros. El vehículo era dos metros más largo que el módulo Águila y el gran misterio resulta sobre cómo apareció en la superficie del satélite. Si los astronautas utilizaban las famosas escalerillas que apenas les servían para pasar ellos, la pregunta es ¿por cuál compuerta bajaron el vehículo que vuelvo a repetir, no cabía en el módulo? La NASA respondió que viajó plegado y fue desplegado por los astronautas cuando se hallaban en la Luna.

Alunizaje del Apolo 15, se observa el módulo y
el rover. La bandera de Estados Unidos debería
estar en total oscuridad.
Tres Rover volaron con los Apolo 15 en julio de 1971, con la 16, el 16 de abril de 1972 y la 17 el 17 de diciembre de 1972. El peso en la tierra del Rover del Apolo 17 era de 209 kgs. Aunque se le podía cargar (y así se hizo supuestamente) un peso suplementario de 454 kgs. en repetidas ocasiones, consistente en dos astronautas con 181 kg, cada uno, 100 de instrumental y 28 de muestras, lo que hacía un total de 698 kg. que en la superficie de la Luna correspondía a unos 116 kgs.

Extravío de 13.000 cintas originales de los viajes a la Luna
En febrero de 2004 con motivo de aproximarse el 35º aniversario del “primer alunizaje”, la NASA reconoce el extravío de los videos originales de tres horas de grabación correspondientes al alunizaje de Apolo 11, filme de exhibición restringida dentro de la NASA en su momento.

En 2006, un científico de la Organización para la investigación científica e industrial de la Comunidad Británica de Naciones CSIRO, John Sarkissian, radicado en Australia desde hace unos diez años, intentó encontrar todas las filmaciones del programa Apolo. Sarkissian inició un estudio sobre la participación de la Estación australiana de Parkes en las transmisiones desde la Luna para la misión Apolo y tenía planes de digitalizarlas, para lo cual solicitó las cintas a la NASA y se enteró de que éstas se habían perdido. Las cintas perdidas contienen grabaciones originales de los seis alunizajes.

Así se descubrió que 698 de las 700 cajas que guardaban las cintas de vídeo originales (captadas por el Observatorio Honeysuckle Creek australiano el 21 de julio de 1969) del viaje del hombre a la Luna se encontrarían en paradero desconocido. La desaparición de 698 cajas conteniendo las 13.000 cintas originales de las misiones Apolo aumenta la sensación de fraude y dan pie a los defensores de la teoría de la conspiración contra la humanidad.

No hay pruebas de los seis alunizajes
En 2006, la sonda de la Agencia Espacial Europea, SMART-1 llegó a la órbita lunar con la idea de crear mapas topográficos de localizaciones reales lunares. Esta sonda equipada con una cámara de alta resolución lo suficientemente potente como para fotografiar los restos de las misiones Apolo dejados sobre la superficie lunar, buscó en las coordenadas de los sitios “históricos” donde caminó el hombre. La SMART-1 finalizó su misión en agosto de 2006. Por supuesto, no pudo encontrar nada de los seis aterrizajes efectuados por la NASA. Ni siquiera de los tres Rover que fueron dejados en la superficie lunar.

La propia NASA no consideró la caminata lunar como un logro histórico
En abril de 2009, la agencia espacial norteamericana propuso que se podía votar por Internet entre los 10 avances logrados por la agencia norteamericana hasta el 21 de abril con motivo del 50° aniversario de la creación de la agencia.

La encuesta online para elegir los mayores logros de la Agencia espacial en sus 50 años de vida, permitía opinar vía Internet y elegir entre una lista proporcionada por la propia NASA de diez investigaciones diferentes consideradas por la agencia espacial como los mayores éxitos desde su creación hace 50 años. Los logros que puso online la NASA entre 10 posibilidades, no incluyeron la llegada del hombre a la luna como el mayor logro de la NASA.

Llama poderosamente la atención que los científicos de la NASA omitieran deliberadamente incluir en la encuesta algo tan “maravilloso” como la llegada del hombre a la Luna. El alunizaje del Apolo 11 en julio de 1969, no figura en la encuesta de la propia NASA, ni ninguno de los otros supuestos alunizajes que terminaron con el Apolo 17.

Si Rusia y China afirman que en 2029 recién tendrán la tecnología suficiente para poner un hombre en la Luna, eso significa que los alunizajes de las Apolo entre 1969 y hasta 1972 fueron un fraude.

Por Alberto Seoane

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