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viernes, 17 de julio de 2015

UN CAZADOR DE LA PAMPA AFIRMA QUE SE ENFRENTÓ A TIROS CON UN GRUPO DE EXTRATERRESTRES

El insólito incidente sucedió en el municipio de Luan Toro, provincia de La Pampa, Argentina. Según el único testigo los seres tenían 1,15 centímetros de altura.

El municipio de Luan Toro tiene unos 700
habitantes y es el pueblo donde vive
Alberto Tavernise, que asegura
haber matado a un extraterrestre.
Un vecino de la localidad de Luan Toro concurrió a la Seccional Primera de la Policía de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa, el 27 de enero de 2015 y contó de un enfrentamiento que tuvo con unos seres de un metro con quince centímetros de altura que lo atacaron cuando estaba en un apostadero de caza, esperando la presencia de un venado o algún jabalí.

Tavernise fue entrevistado el 10 de julio por
el diario La Arena, de la ciudad de
Santa Rosa, La Pampa.
Alberto Tavernise tiene 59 años y una historia que él jura y perjura que es verdadera. Sabe que es difícil de creer y que muchos piensan que está loco. De hecho, en su familia le han pedido que no cuente más lo que le sucedió con los extraterrestres.

"Son chiquitos, de 1,15 metros de altura",
denunció el cazador.
Los hechos que relata este herrero domiciliado sobre calle Schmidt de Luan Toro, una población de 700 habitantes situada a 110 kilómetros de Santa Rosa, empezaron a en febrero de 2014 y tuvieron su pico de intensidad la noche del 9 de agosto de 2014. Ocurrieron en un campo a unos 20 kilómetros de Luan Toro, donde Tavernise iba habitualmente a cazar. Es una zona del oeste pampeano donde los reportes por avistamientos de luces extrañas y hechos difíciles de explicar son habituales.

Ubicación del pueblo de Luan Toro,
en La Pampa.
“Siempre venían de la izquierda (del apostadero). Yo sentía el movimiento atrás del apostadero, algo que iba y venía. Pasaban por debajo del apostadero, yo los sentía”, relató Tavernise, cuando fue entrevistado por el diario La Arena, de Santa Rosa, que publicó su inverosímil historia el 10 de julio de 2015. 

Son chiquitos, de 1,15 metros de altura aproximadamente, ojos ovalados, no emiten sonido pero tienen olor, se mueven como autómatas y parece que usaran un traje gris. La huella que dejan en el piso es muy extraña, con tres dedos hacia adelante y una suerte de espolón, que se hunde en el terreno, hacia atrás”, detalló.

El apostadero donde se ocultaba Alberto
Tavernise y desde donde le disparó
a los extraterrestres.
La noche que sintió que «los bichos» lo atacaban, Tavernise observó a cinco o seis seres que querían entrar en la casilla alrededor de las 12 de la noche y disparó con su fusil FAL todo el arsenal que había llevado —más de lo habitual, porque sabía que antes o después el encuentro iba a ocurrir—. Afirma que siempre venía uno primero que él lo llamaba “el explorador” y le disparó aproximadamente 14 ó 15 tiros con el fusil. El ser se tambaleaba como un borracho pero al final cayó boca arriba abatido por los disparos, a unos 40 metros del apostadero del hombre.

Infografía según el relato de Tavernise.
Clic en la misma para aumentarla.
“Me acerqué a cuatro metros y no se le notaba sangre ni nada". Dice que se le vinieron tres más corriendo y ante la situación Tavernise atina a cambiar el cargador, lanza dos bombas de humo, para cubrir la retirada, y se aleja corriendo del lugar, presa del pánico, regresando cuando estaba amaneciendo, apreciando que ya no estaba el cuerpo caído ni los seres. 

Residuos de combustión dejados
por la nave, según comentó Tavernise.
Según Tavernise, el cuerpo del extraterrestre quedó en un campo cercano a Luan Toro. El vecino asegura que no alcanzó a agarrarlo porque ocurrió lo que más temía: bajaron dos naves espaciales y se llevaron el cuerpo. 

El extraordinario incidente se lo contó primero a sus familiares y luego a los vecinos. Días después, un comisario de la policía pampeana se acercó hasta su domicilio para saber si era cierta semejante afirmación y le aconsejó que hiciera la denuncia en la seccional de la ciudad de Santa Rosa.

Tavernise afirma que desde una
distancia de 40 metros derribó a
balazos a un ser gris que tenía 4
dedos en las manos y pies.
En su declaración afirma que era verdad lo que le sucedió y que “eran grises, con ojos grandes, cuatro dedos en los pies y un talón de 15 centímetros, también tenían cuatro dedos en las manos; miden aproximadamente un metro quince centímetros”. Cuando llegó la madrugada pudo ver que «el bicho» ya no estaba ahí. A pocos metros de donde había caído estaban los rastros, evidentes a su entender, del aterrizaje de “dos platos voladores”. Uno a 120 metros del apostadero y el otro a unos 200 metros. En un radio de unos 150 metros a la redonda, el terreno quedó chamuscado e impregnado de una sustancia de color negruzco y contextura gelatinosa. “Bajaron los platos voladores y se llevaron el bicho que yo había matado”, relató Tavernise, siempre seguro de su historia.

Tavernise, el cazador que le disparó a los
aliens, muestra el lugar del aterrizaje
del Ovni.
Tavernise también intuye que fue abducido tres meses después, el sábado 7 de noviembre de 2014, donde observó un “plato volador” arriba de la casilla donde él estaba, y durante una hora y media no recuerda prácticamente nada, y luego declara que aparece sentado en una banqueta del apostadero de caza, donde solo puede ver un ciervo que está tomando agua, en un charco que está a 60 metros de distancia, el cual sale corriendo rápidamente.

Dice que luego estuvo 15 días con los ojos abiertos de noche y de día, ya que no podía cerrar o abrir los ojos del dolor, motivo por el cual fue asistido por un médico neurólogo, clínico y oculista. Así mismo agrega que a raíz de esto “estuvo durante un mes y medio con dolor de cabeza y en los ojos". De todo esto Tavernise formuló la mencionada denuncia policial que vendría a ser el primer registro formal de un crimen interplanetario aunque no aparezca el cadáver.

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