Más de 250 ballenas
pilotos fueron masacradas el 23 de julio de este año en Dinamarca, tal como
sucede todos los años, a pesar que la caza de ballenas está prohibida en
Dinamarca y en la Unión Europea. Siete
activistas fueron detenidos por intentar parar la terrible matanza que reúne a los
dinamarqueses.
Esta innecesaria matanza de ballenas se repite año tras año en las islas Feroe. |
Lo
más increíble de esto es que los feroeses lo hacen por puro placer de matar, los animales quedan muertos en
la costa tiñendo el mar de rojo con su sangre y cuando llega la noche los cuerpos que no se faenaron los dejan que se pudran en la playa. Este año, siete de los integrantes de
la organización ecologista Sea Sheperds fueron detenidos y golpeados por la policía al intentar detener esta carnicería.
El resto filmó este acto de puro sadismo que se repite todos los veranos del hemisferio norte y que la mayoría
de los medios masivos de comunicación ni siquiera mencionaron a pesar de que
está prohibida la matanza de ballenas.
El sangriento festival de Grindadráp de 2015 acabó con la vida de 253 cetáceos en menos de 24 horas. |
Todos
los veranos entre los meses de julio y
agosto tienen lugar una sangrienta matanza de ballenas en el Atlántico Norte,
en las Islas Feroe que denominan ‘Grindadráp’ (en feroés, el grind es la ballena piloto o calderón). La
tradición reúne a los jóvenes feroeses y a los dinamarqueses y también a personas
de otros países nórdicos que desean participar de la masacre de estos cetáceos,
ya que a cualquiera se le permite
participar en la matanza. Los
residentes han acabado con las vidas de más de 250 cetáceos en menos de 24 horas.
Los feroeses les infieren heridas en todo el cuerpo a estos mamíferos provocándoles una dolorosa muerte. |
Los
animales son rodeados con lanchas motoras y empujados hacia las playas, los
cetáceos asustados quedan varados en aguas poco profundas donde la población acaba con ellos con lanzas y
machetes en un cruel y brutal festival del horror.
Los
pobres mamíferos son atrapados con
garfios y ganchos por el orificio nasal que tienen en la parte superior y luego
con machetes, hachas, arpones y otros elementos punzo cortantes les infieren
heridas en todo el cuerpo provocando
en los animales una innecesaria y dolorosa muerte.
Los participantes de esta barbarie no hacen distinción de ballenas preñadas, madres con sus crías u otros animales como delfines, todos son masacrados. |
La
organización Sea Shepherd, que ha vigilado este evento desde 1985, ha
denunciado que la matanza ha contado con
la colaboración de la Marina danesa. En las Islas Feroe defienden que la
falta de biodiversidad en la región hace necesaria esta caza para la
alimentación de sus habitantes, además de argumentar que es una fiesta
tradicional pero que hace años perdió su
sentido porque cada vez hay menos ballenas para matar. Lo curioso es que la caza ya no proporciona proteínas
esenciales para los isleños, que les llegan desde Dinamarca y también disfrutan
de un alto nivel de vida derivado del turismo y las exportaciones pesqueras a
Europa y Estados Unidos.
Una parte de las ballenas piloto masacradas en las islas Feroe. |
La
organización ecologista contabilizó el 23 de julio los cadáveres de 111 ballenas cerca de la playa de Nólsoy y otras 142 cerca de la capital de las Feroe,
Tórshavn. Hace décadas, cuando se hacía esta matanza ritual anual que se ha
practicado desde 1584, morían masacradas en las playas unas 900 ballenas piloto
y el récord fue el año 1992 con 1572
ejemplares cazados. Ahora apenas logran matar a algo más de 250 ejemplares,
comprobándose también que el tamaño se ha reducido, siendo ejemplares de ballenas
piloto de tres toneladas, en promedio.
Un joven feroés todo ensangrentado está feliz por haber matado a ballenas asustadas. |
Los
participantes de la tradicional barbarie no
hacen excepciones y exterminan familias completas: ballenas embarazadas, madres
y sus crías, ninguna se salva de una muerte terrible y angustiosa.
Los
feroeses explican que esto es una “diversión”
que forma parte de sus raíces. Ellos sostienen que para iniciarse en la vida
adulta, un muchacho debe matar a un delfín o una ballena.
La
ONG Sea Shepherd para la conservación de la fauna marina, ha liderado campañas
para oponerse a la masacre en las Islas Feroe. Miles de personas han firmado peticiones, sin embargo, son ignoradas
por el Gobierno de Dinamarca.
Vea aquí el video de la matanza de julio de 2015:
pendejos mata ballenas
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