Las
instantáneas las difundió un cibernauta japonés y muestran tomates con forma de
tumor, melocotones siameses, berenjenas fusionadas o lechugas gigantes.
Tomates mutantes de Fukushima. |
Berenjenas fusionadas nacidas en los alrededores de Fukushima. |
Sin embargo, estos no son los primeros efectos
detectados del escape nuclear. Apenas cinco meses después del desastre, niveles
importantes de Cesio 137 y 134 fueron aislados en atunes cerca de la ciudad estadounidense de San Diego (California).
Las cantidades son diez veces superiores a las detectadas en años anteriores.
También se encontró un conejo que había
nacido sin orejas vagando por las cercanías de la central.
Lechugas gigantes nacieron en la región luego del escape de radiación. |
Como consecuencia, los animales tenían los ojos
dañados y las alas más pequeñas de lo normal. Además, los científicos
comprobaron que dichas anomalías
genéticas se reproducían entre un 18 y un 34 de las ocasiones, en su segunda y
tercera generación, pese a haberse apareado con mariposas sanas crecidas fuera
de la zona afectada por la radiación.
Melocotones siameses nacieron cerca de Fukushima. |
Terrible contaminación radiactiva
La central de Fukushima se compone
de seis reactores nucleares del tipo
BWR
que juntos constituyen uno de los 25
mayores complejos centrales nucleares del mundo con una potencia total de
4,7 GW. Fue construida y gestionada independientemente por la compañía
japonesa TEPCO.
El 13 de marzo de 2011 el gobierno
aumentó el radio de evacuación de diez a veinte kilómetros, llegando a 170.000 personas evacuadas. El día
viernes 25 de marzo se volvió a aumentar el radio de evacuación hasta los treinta kilómetros desde la central en
vista del aumento de la radiación en los alrededores.
Una grieta en la estructura del
reactor empezó a liberar material radiactivo al mar, haciendo que el contenido en yodo radiactivo fuese en algunos momentos
en las aguas circundantes de hasta 7,5 millones de veces superior al límite
legal y que el cesio estuviese 1,1 millones de veces por encima de esos
límites. Los primeros intentos de sellar la grieta con cemento y otros
métodos fracasaron.
La compañía Tepco, a inicios de
abril de 2011, empezó a verter al mar
11.500 toneladas de agua contaminada radiactivamente para liberar espacio
dentro de la central con objeto de albergar otras aguas aún más contaminadas
del interior de los reactores.
En junio de 2011, se confirmó que los tres reactores activos en el momento de la catástrofe habían sufrido la fusión del núcleo.
En junio de 2011, se confirmó que los tres reactores activos en el momento de la catástrofe habían sufrido la fusión del núcleo.
Agua radiactiva proveniente de Fukushima, captada por un satélite en marzo de 2012. |
Investigadores del Woods Hole
Oceanographic Institution (WHOI) analizaron en junio de 2012 muestras de agua y
animales marinos, comprobando la presencia
de radiación a una distancia de aproximadamente 300 kilómetros de la costa japonesa.
De acuerdo con esta organización, los niveles de radiación son entre cientos y
miles de veces mayores a lo que ordinariamente se registraría.
En agosto de 2012, científicos
japoneses publicaron sus resultados sobre el estudio de mutaciones genéticas en
mariposas del género Zizeeria
expuestas a la radiactividad en la zona cercana a la central nuclear.
En junio de 2013, TEPCO, operadora de la central nuclear nipona Fukushima 1, detectó que el contenido de estroncio es 30 veces más
alto y el de tritio, ocho veces mayor que el normal en las aguas de subsuelo
cerca del segundo bloque de la central situado a 27 metros de la costa del mar.
Maíz de Fukushima con los genes alterados por la radiación. |
La TEPCO de
momento no dio explicaciones exhaustivas sobre las causas del aumento de la
radiación, pero afirmó que no hubo fuga de agua contaminada al mar. Expertos suponen que elementos radiactivos
penetraron en el suelo, y de allí, en aguas subterráneas en abril de 2011, al
producirse un importante escape de agua radiactiva tras la avería en Fukushima
1.
El jueves 18 de julio de 2013, la Compañía
Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha anunciado que se ha registrado una fuga
de "algo parecido a vapor"
en el reactor tres de la central nuclear de Fukushima 1.
La fuga ha sido detectada a las 8.20 horas por uno de los trabajadores de la central a través de las cámaras de seguridad. La fuga no se ha detenido hasta alrededor de tres horas después, si bien la inyección de agua al reactor se ha mantenido estable.
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