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martes, 22 de mayo de 2012

LA PATRULLERA RÍO IGUAZÚ ENFRENTA A DOS SEA HARRIER Y DERRIBA A UNO

Un humilde guardacostas argentino entabla combate con dos aviones enemigos durante la Guerra de Malvinas.

El 22 de mayo de 1982, en Londres se admitió el hundimiento de la fragata Ardent atacada el día anterior por aviones argentinos y que otro "buque de guerra" no puede desplazarse a raíz de los daños sufridos.

El heroico Cabo Ibáñez del Guardacostas Río Iguazú
El 22 de mayo a las 8.25 es atacado el navío argentino Río Iguazú por dos aviones Sea Harrier. Es dejado fuera de combate un Harrier y otro es averiado.

Patrullera Río Iguazú en aguas de Malvinas.
Las tareas encomendadas al guardacostas de la Prefectura Naval Argentina por el Comando Naval Malvinas, iban desde tareas de reconocimiento, a tareas de abastecimiento logístico a las distintas guarniciones diseminadas por las islas, patrullaje, barridas de radar, practicaje de los buques que ingresaban a Puerto Argentino (para guiarlos fuera de las zonas minadas), interceptación de comunicaciones, misiones de búsqueda y rescate.

Cuando fue atacada la GC-83 Río Iguazú
tenía a bordo 15 tripulantes más 15
soldados que llevaba a Pradera del Ganso.
El 22 de mayo, en lo que sería su última misión, el guardacostas abandonó la rada de Puerto Argentino. Su tarea consistía en el transporte de 15 hombres de la batería A del Grupo Aerotransportado 4 del Ejército Argentino. También llevar dos obuses Otto Melara de 105 mm, piezas que debieron ser desarmadas y alojadas bajo cubierta, para no hacer peligrar la estabilidad de la nave. El destino Goose Green (Ganso Verde o Pradera de Ganso).

Dos Sea Harrier atacaron a la patrullera.
A las 8:25 horas sobre la Bahía Choiseul (Isla Soledad) fue sorprendido y atacado por dos aviones Sea Harrier en vuelo rasante que le efectuaron disparos con sus cañones de 30 mm. Varios proyectiles acertaron en el “GC-83” Río Iguazú causando averías en el timón, destruyendo el tablero de electricidad y provocando una vía de agua en el casco que derivó en la inundación de la sala de máquinas. La salida de servicio del tablero de eléctrico trajo como consecuencia que no pudieran usarse con eficacia las bombas de achique.

La Río Iguazú embicada en la costa lo que
permitió proteger a los tripulantes
en tierra hasta que los rescaten.
El Cabo Segundo Julio Omar Benítez que operaba una de las ametralladoras, es abatido con un impacto en el tórax. La otra, a cargo del Ayudante de Tercera Juan José Baccaro, quedó fuera de servicio. Tanto Baccaro, como el Cabo Segundo Carlos Bengoechea, también fueron heridos y perdían mucha sangre, junto al Oficial Principal Gabino González.

El Capitán Subprefecto Eduardo A. Olmedo, al ver que la nave se asentaba de popa por el ingreso de agua producto de los impactos recibidos, ordenó poner proa a la costa para embicar, tratando de salvarla y poder hacer frente desde una posición más ventajosa (ofreciendo la popa donde se encuentran los montajes de 12,7 mm) a la segunda pasada de ataque de los Sea Harrier.

Fue entonces, cuando el Cabo Segundo José Raúl Ibáñez, maquinista, que en ese momento se encontraba achicando una vía de agua que pronto se tornó incontenible. Dijo que entraba el agua en tal cantidad que el chorro pegaba en el cielorraso de la sala de máquinas. Al subir a cubierta para dar aviso, se encontró con Baccaro y Bengoechea arrastrastrándose por la cubierta y a Benítez muerto al pie de la ametralladora.

Momento en que el Cabo
Segundo José Raúl Ibañez
impacta en el Sea Harrier.
A pesar de no contar con ninguna instrucción como ametralladorista, inmediatamente tomó su lugar y comenzó a operar la ametralladora de 12,7 mm –que tenía a cargo Benítez- con la que apuntó y disparó varias ráfagas sobre los aviones atacantes, gritando: ¡Viva la Patria!. Su valor y puntería le permitió impactar en uno de los Sea Harrier que se aproximaba por popa disparando a quemarropa y que se retiró al interior de la isla dejando tras sí una densa humareda, lo que hace pensar que fue derribado. El otro avión, no queriendo tomar de la misma medicina, abandonó el lugar.

Minutos después encalló la embarcación, la tripulación desembarcó y buscó refugió en tierra, se atendió a los heridos y al anochecer fueron evacuados, pudiendo posteriormente rescatar los obuses.

Según los ingleses, los Sea Harrier involucrados en el combate fueron el XZ496 piloteado por el Teniente de Navío Hale (que fue el que realizó el ataque) y el XZ460 comandado por el Capitán de Corbeta Frederiksen que le proveyó de cobertura superior- Por supuesto las fuentes británicas desmienten el derribo de una de las aeronaves.

GC-83 Río Iguazú, en Malvinas, varios
años después de terminada la guerra.
En Argentina se da por hecho que se abatió un Sea Harrier, presuntamente el de matrícula ZA192 piloteado por el Capitán de Corbeta Batt que resultó muerto, pero fuentes británicas lo ponen en duda, ya que aducen que la pérdida de esta aeronave se produjo –por motivos no claros- un día después, o sea el 23 de mayo. Si se produjo el derribo o no, no quita mérito a la heroica actuación de la tripulación que con medios escasos hizo frente a aviones caza de última generación.

Los heridos fueron trasladados en helicópteros de la Fuerza Aérea a Puerto Argentino para sus curaciones y el resto de la tripulación (incluso el personal del Ejército que no tuvo heridos) fue conducido a Puerto Darwin, donde permaneció dos días hasta su regreso a la capital malvinense.

Una hora después del ataque inglés a la patrullera Río Iguazú, otro Sea Harrier fue derribado a las 9.30 de la mañana por la artillería argentina. El avión se pierde en el mar en la zona de Puerto Darwin.

El 24 de mayo, los restos del cabo Benítez fueron inhumados con las honras fúnebres militares, ante la presencia del personal superior y efectivos del Ejército y de la Fuerza Aérea, además de sus camaradas de Prefectura en Darwin.

Los obuses Otto Melara, equipos de comunicaciones y demás vituallas militares que llevaba el guardacostas fueron luego recuperados y trasladados a Darwin mediante helicóptero. Así se pudo completar la misión asignada al Río Iguazú de transportar las armas de apoyo pesadas, que luego tendrían gran protagonismo en los combates por la defensa de Pradera del Ganso o Goose Green.

Los técnicos de la Royal Navy clasificaron al guardacostas como recuperable, pero en una acción desafortunada en la elección del blanco –que deja ver cierta falta de coordinación en los británicos- el helicóptero Lynx XZ691 perteneciente al 815 Sqdn de la fragata clase Leander HMS Penélope le disparó un misil Sea Skua (el 13/06/82, el día anterior a la rendición) que hizo impacto en el puente de la lancha y la dejó inutilizable para siempre. Permaneció embicada en el lugar de los hechos varios años, hasta que – en fecha no determinada – fue liberada del encallamiento y hundida en la bahía.
El Cabo 2º Julio Omar
Benítez (1962-1982).
Había nacido en
Basavilbaso, Entre Ríos
e ingresó a la Prefectura
 Naval Argentina en 1979.
El fallecido Cabo segundo Julio Benítez fue promovido “post mortem” al grado de Cabo 1º, distinguiéndose su accionar con la medalla “La Nación Argentina al Muerto en Combate”.

El Cabo segundo José Raúl Ibáñez, nacido en Libertador, departamento de Esquina, Corrientes, recibió la máxima condecoración existente: "La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”. Los tripulantes que resultaron heridos fueron distinguidos con la medalla “La Nación Argentina al Herido en Combate".

Respecto al valiente Cabo José Raúl Ibañez, se casó en 1984, tiene una hija, Rocío Belén, y dos varones, Hernán y Gustavo Joaquín.

También los 15 camaradas de Benítez, tripulantes de la Río Iguazú recibieron el distintivo “Operaciones en Malvinas" y “Prefectura en Malvinas” y pudieron volver al continente con la frente bien alta, demostrando que el cumplimiento del deber y el juramento a la bandera son algo más que palabras bonitas que se declaman en ceremonias.

Antes de venir a invadir las Malvinas los ingleses tendrían que haber leído la frase del general José de San Martín, que dijo: “los argentinos no son empanadas que se comen con un bocado”.

1 comentario:

  1. Por lo menos citá las fuentes... Mariano Agostini, editor de patrullerasargentinas.blogspot.com

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