Un humilde guardacostas argentino entabla combate con dos aviones enemigos durante la Guerra de Malvinas.
El 22 de mayo de 1982, en Londres se admitió el hundimiento de la fragata Ardent atacada el día anterior por aviones argentinos y que otro "buque de guerra" no puede desplazarse a raíz de los daños sufridos.
El heroico Cabo Ibáñez del Guardacostas Río Iguazú
El 22 de mayo de 1982, en Londres se admitió el hundimiento de la fragata Ardent atacada el día anterior por aviones argentinos y que otro "buque de guerra" no puede desplazarse a raíz de los daños sufridos.
El heroico Cabo Ibáñez del Guardacostas Río Iguazú
El 22 de mayo a las 8.25 es atacado el navío argentino Río Iguazú por dos aviones Sea Harrier. Es dejado fuera de combate un Harrier y otro es averiado.
Patrullera Río Iguazú en aguas de Malvinas. |
Cuando fue atacada la GC-83 Río Iguazú tenía a bordo 15 tripulantes más 15 soldados que llevaba a Pradera del Ganso. |
Dos Sea Harrier atacaron a la patrullera. |
La Río Iguazú embicada en la costa lo que permitió proteger a los tripulantes en tierra hasta que los rescaten. |
El Capitán Subprefecto Eduardo A. Olmedo, al ver que la nave se asentaba de popa por el ingreso de agua producto de los impactos recibidos, ordenó poner proa a la costa para embicar, tratando de salvarla y poder hacer frente desde una posición más ventajosa (ofreciendo la popa donde se encuentran los montajes de 12,7 mm) a la segunda pasada de ataque de los Sea Harrier.
Fue entonces, cuando el Cabo Segundo José Raúl Ibáñez, maquinista, que en ese momento se encontraba achicando una vía de agua que pronto se tornó incontenible. Dijo que entraba el agua en tal cantidad que el chorro pegaba en el cielorraso de la sala de máquinas. Al subir a cubierta para dar aviso, se encontró con Baccaro y Bengoechea arrastrastrándose por la cubierta y a Benítez muerto al pie de la ametralladora.
A pesar de no contar con ninguna instrucción como ametralladorista, inmediatamente tomó su lugar y comenzó a operar la ametralladora de 12,7 mm –que tenía a cargo Benítez- con la que apuntó y disparó varias ráfagas sobre los aviones atacantes, gritando: ¡Viva la Patria!. Su valor y puntería le permitió impactar en uno de los Sea Harrier que se aproximaba por popa disparando a quemarropa y que se retiró al interior de la isla dejando tras sí una densa humareda, lo que hace pensar que fue derribado. El otro avión, no queriendo tomar de la misma medicina, abandonó el lugar.
Momento en que el Cabo Segundo José Raúl Ibañez impacta en el Sea Harrier. |
Minutos después encalló la embarcación, la tripulación desembarcó y buscó refugió en tierra, se atendió a los heridos y al anochecer fueron evacuados, pudiendo posteriormente rescatar los obuses.
Según los ingleses, los Sea Harrier involucrados en el combate fueron el XZ496 piloteado por el Teniente de Navío Hale (que fue el que realizó el ataque) y el XZ460 comandado por el Capitán de Corbeta Frederiksen que le proveyó de cobertura superior- Por supuesto las fuentes británicas desmienten el derribo de una de las aeronaves.
En Argentina se da por hecho que se abatió un Sea Harrier, presuntamente el de matrícula ZA192 piloteado por el Capitán de Corbeta Batt que resultó muerto, pero fuentes británicas lo ponen en duda, ya que aducen que la pérdida de esta aeronave se produjo –por motivos no claros- un día después, o sea el 23 de mayo. Si se produjo el derribo o no, no quita mérito a la heroica actuación de la tripulación que con medios escasos hizo frente a aviones caza de última generación.
GC-83 Río Iguazú, en Malvinas, varios años después de terminada la guerra. |
Los heridos fueron trasladados en helicópteros de la Fuerza Aérea a Puerto Argentino para sus curaciones y el resto de la tripulación (incluso el personal del Ejército que no tuvo heridos) fue conducido a Puerto Darwin, donde permaneció dos días hasta su regreso a la capital malvinense.
Una hora después del ataque inglés a la patrullera Río Iguazú, otro Sea Harrier fue derribado a las 9.30 de la mañana por la artillería argentina. El avión se pierde en el mar en la zona de Puerto Darwin.
El 24 de mayo, los restos del cabo Benítez fueron inhumados con las honras fúnebres militares, ante la presencia del personal superior y efectivos del Ejército y de la Fuerza Aérea, además de sus camaradas de Prefectura en Darwin.
Los obuses Otto Melara, equipos de comunicaciones y demás vituallas militares que llevaba el guardacostas fueron luego recuperados y trasladados a Darwin mediante helicóptero. Así se pudo completar la misión asignada al Río Iguazú de transportar las armas de apoyo pesadas, que luego tendrían gran protagonismo en los combates por la defensa de Pradera del Ganso o Goose Green.
Los técnicos de la Royal Navy clasificaron al guardacostas como recuperable, pero en una acción desafortunada en la elección del blanco –que deja ver cierta falta de coordinación en los británicos- el helicóptero Lynx XZ691 perteneciente al 815 Sqdn de la fragata clase Leander HMS Penélope le disparó un misil Sea Skua (el 13/06/82, el día anterior a la rendición) que hizo impacto en el puente de la lancha y la dejó inutilizable para siempre. Permaneció embicada en el lugar de los hechos varios años, hasta que – en fecha no determinada – fue liberada del encallamiento y hundida en la bahía.
El Cabo 2º Julio Omar Benítez (1962-1982). Había nacido en Basavilbaso, Entre Ríos e ingresó a la Prefectura Naval Argentina en 1979. |
El Cabo segundo José Raúl Ibáñez, nacido en Libertador, departamento de Esquina, Corrientes, recibió la máxima condecoración existente: "La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”. Los tripulantes que resultaron heridos fueron distinguidos con la medalla “La Nación Argentina al Herido en Combate".
Respecto al valiente Cabo José Raúl Ibañez, se casó en 1984, tiene una hija, Rocío Belén, y dos varones, Hernán y Gustavo Joaquín.
También los 15 camaradas de Benítez, tripulantes de la Río Iguazú recibieron el distintivo “Operaciones en Malvinas" y “Prefectura en Malvinas” y pudieron volver al continente con la frente bien alta, demostrando que el cumplimiento del deber y el juramento a la bandera son algo más que palabras bonitas que se declaman en ceremonias.
Respecto al valiente Cabo José Raúl Ibañez, se casó en 1984, tiene una hija, Rocío Belén, y dos varones, Hernán y Gustavo Joaquín.
También los 15 camaradas de Benítez, tripulantes de la Río Iguazú recibieron el distintivo “Operaciones en Malvinas" y “Prefectura en Malvinas” y pudieron volver al continente con la frente bien alta, demostrando que el cumplimiento del deber y el juramento a la bandera son algo más que palabras bonitas que se declaman en ceremonias.
Antes de venir a invadir las Malvinas los ingleses tendrían que haber leído la frase del general José de San Martín, que dijo: “los argentinos no son empanadas que se comen con un bocado”.
Por lo menos citá las fuentes... Mariano Agostini, editor de patrullerasargentinas.blogspot.com
ResponderEliminar