Uno de los maestros de la
ciencia ficción y de la fantasía, se fue a los 96 años pero nos deja infinitas
ideas inolvidables dentro del género del que fue uno de los grandes maestros.
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Jack Vance falleció en Oakland, el 26 de mayo de 2013 a los 96 años. |
Vance
ha creado sociedades y razas galácticas totalmente creíbles, mundos fantásticos
con religiones, rituales, armas, comidas e incluso juegos sociales, con sus
normas y costumbres. Además, era capaz
de explicarlas en un par de páginas,
cuando cualquier otro escritor hubiera necesitado varios capítulos para
hacerlo.
El autor de más
de 60 libros, entre ellos Hombres y
Dragones o El último castillo fue
«una de las voces más distintivas e infravaloradas de la literatura americana»,
según The New York Times.
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Hombres y dragones, de Jack Vance. |
Se supo ayer por la web personal que tenía este
creador de mundos que el pasado día 26 de mayo de 2013, había fallecido el gran Jack Vance, a los 96 años de edad, en
Oakland, Estados Unidos.
«Jack Vance ha dejado este mundo en la tarde del
domingo 26 de mayo, finalizando así una larga, rica y productiva vida.
Reconocido por la amplia mayoría como escritor, su familia y amigos también
conocieron a un generoso, de enorme corazón, resistente, agradable, trabajador,
optimista y persona sin pretensiones cuya curiosidad, capacidad de
asombro y gran amor a la vida fueron inspiración también para ellos mismos.
Escritor, amigo, padre y abuelo — no habrá ningún otro como Jack Vance», reza
el encabezado de la web.
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El último castillo, una obra realmente digna de Vance. |
Una de sus novelas más conocidas es Hombres
y dragones (The Dragon Masters) del año 1966, donde presenta un combate de estilo medieval y
describe a humanos que luchan contra extraterrestres,
aunque confían en algunos de ellos con apariencia de lagarto que tienen
prisioneros.
El último castillo escrito en 1967, se ambienta en un imaginario planeta Tierra donde los
humanos viven como aristócratas en refugios equipados con altas tecnologías y
donde los extraterrestres son sus
sirvientes. La
humanidad es la alta aristocracia en un mundo en el que los que trabajan son esclavos de cuatro razas alienígenas, hasta
que una de esas cuatro razas, los Meks,
se rebela y comienza a destruir los castillos de los humanos. La mayoría de los
nobles no reaccionan a la revuelta de los Meks, prefiriendo morir en lugar de
luchar.
Sólo uno de ellos, Xanten
del castillo de Hagedorn, decide actuar atacando a los Meks. Debe buscar a
otros humanos que piensen como él y quieran actuar también. Finalmente, después
de una corta pero dura batalla, Xanten y sus aliados salen victoriosos y envían
a los Merks supervivientes a su planeta nativo, Etamin 9.
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Los cuatro tomos de la saga de La Tierra moribunda iniciada en 1950. |
En la
saga de La Tierra moribunda, escrita en 1950, Vance
cuenta los últimos días del planeta Tierra, cuando el sol está apagándose, y la
luna cayó. El planeta está dominado por
la magia más que por la tecnología. Seres inimaginables pueblan bosques y
desiertos, y eso al fin y al cabo es lógico, millones de años de evolución y
algún que otro experimento extravagante han creado entes tan sorprendentes como
amenazadores. Y en medio de todo esto está Cugel. Ladrón profesional y ocasional
vendedor de talismanes se ve envuelto en un feo asunto con un mago de carácter
poco afable y se ve obligado a recorrer ¡por dos ocasiones! la Tierra Moribunda
de punta a punta. Eso da oportunidad a Vance
para recrear situaciones a veces hilarantes y a veces tenebrosas, pero de
ningún modo aburridas. Todos los libros se pueden leer tranquilamente por
separado, y la lectura de todos ellos únicamente dará una idea más precisa de
lo que es La Tierra Moribunda. El primer
volumen son historias de magos, sin relación con el mentado Cugel, y el cuarto también, Rhialto el prodigioso. Un
detalle: el sistema de magia del popular juego de rol Calabozos y Dragones está
basado en el sistema creado por Jack Vance para esta saga.
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Mapa de la saga de La Tierra moribunda. Hacer clic para ampliarlo. |
Vance fue elogiado por el
escritor de Juego de Tronos (Game of Thrones) George R.R. Martin y el cofundador de Microsoft, Paul Allen, entre muchos otros.
"Él tuvo una gran influencia en mi y en mi
trabajo, y en los últimos cincuenta años ha estado entre mis escritores
favoritos", escribió Martin en su blog. Para
Martin La Tierra moribunda era una
obra de un nivel similar a "La Era Hiboria" (Hyborian Age) de Robert E. Howard, el creador de Conan el
Bárbaro o la "Tierra Media" en las que se ambientan algunas
historias de J. R. R. Tolkien: "uno de los mejores escritos
fantásticos de todos los tiempos".
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Jack Vance en sus últimos días. |
Por su parte, Allen escribió
en su Twitter: "Maravillosa persona
y un irónico genio creativo, mi escritor favorito de ciencia-ficción. ¡Echa un
vistazo a sus libros!".
Entre sus premios destacan el premio Hugo
de 1963 por Hombres y dragones (The Dragon Masters). En 1966 obtiene el Premio Nébula por El último castillo y nuevamente en 1967 el Hugo a la Mejor novela corta por El último castillo. Obtuvo el
Premio Mundial de Fantasía (World Fantasy), en 1984 en reconocimiento a su
carrera. En 1997 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA,
en 1998 obtiene el Premio Utopía (Francia) por la labor de una vida y en 2001
entró en el Salón de la Fama de la
ciencia ficción. Ganó en 2010 el premio Hugo al mejor libro de
ensayo por su autobiografía This is me, Jack Vance (¡Este soy yo, Jack Vance!).
Su vida
John Holbrook
Vance
(28 de agosto de 1916 – 26 de mayo de 2013), más conocido por su seudónimo Jack Vance, fue un escritor de fantasía
y ciencia ficción nacido en San Francisco, California (EE. UU.).
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Jack Vance y su esposa Norma Ingold en 1946. |
Nació
en San Francisco y creció en esa ciudad, posteriormente, después de que sus padres
se separaran, vivió en
una granja cerca de Oakley, en el delta del río Sacramento, en el norte de
California, que era propiedad de sus abuelos maternos.
Su abuelo
llegó a California, desde Michigan, con la fiebre del oro.
Tras pasar por la universidad de Berkeley, se graduó
en 1942, trabajó en una fábrica de conservas y en un astillero naval en Pearl Harbour, Hawái, por 56 centavos la hora,
que abandonó poco antes del ataque japonés a Pearl Harbor, de acuerdo a su
sitio web.
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Jack Vance visitando Stonehenge, en Inglaterra. |
Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en
la marina mercante. En 1945, a los 29
años, publica por primera vez un cuento en una revista.
En 1946 se casa con Norma Genevieve Ingold y viven en una casa construida por Vance. Vance
trabajó como marino, agrimensor, ceramista y carpintero antes de poder
dedicarse por completo a la escritura en 1970. Jack, Norma y su hijo realizaron
numerosos viajes alrededor del mundo, viviendo en sitios como Tahití, Italia o
una casa-barco en Cachemira.
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El Planeta Grande le sirvió a Vance para iniciar sus futuras sociedades interplanetarias. |
En el año 1952 publica El planeta grande, por entregas en la revista Startling Stories, para pasar a ser editado como libro en 1957. Se trata de un mundo colonizado por todo tipo de inadaptados, en busca de un lugar donde establecerse al margen de la ley. Hasta allí llega el astronauta Claude Glystra con la misión de realizar un informe para la Tierra sobre la situación del planeta. Su nave ha sido saboteada y debe recorrer caminando 40 mil kilómetros hasta el lugar donde está la embajada terrestre. Vive aventuras de ritmo frenético, atravesando paisajes exóticos y deslumbrantes, perseguido por un tirano de nombre Bajarnum que desea conquistar el planeta. Conoce sociedades y ecologías extrañas, tramas y personajes curiosos.
Se adivina en el texto ese futuro “creador de mundos”, pero todavía sin desarrollar. El planeta grande esta poblado desde hace 500 años por toda clase de humanos, unos se adaptaron a vivir en los árboles, otros se hicieron nómadas, otros caníbales, otros son los opulentos habitantes de Kirstendale, otros los videntes de Myrtlesse, por citar algunos. Sin tratarse de una de las mejores creaciones de Vance, puede leerse todavía con agrado y realmente el tamaño del planeta es lo de menos en esta novela de aventuras. En 1975, Vance escribió Showboat World, que completa esta historia.
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Pao, un planeta que modifica su
lenguaje para evitar ser invadido. |
En 1958 escribe Los Lenguajes de Pao, una obra excepcional dentro de
la producción de Vance. La novela, trata,
por primera vez en la ciencia ficción, un tema de sociolingüística al amparo de
las teorías que establecen que el entorno, y principalmente el lenguaje,
condicionan las capacidades y las percepciones de los seres humanos.
Pao
es un planeta que será invadido sin que
sus habitantes opongan ninguna resistencia, precisamente a causa de un lenguaje
que les mantiene en la pasividad y el individualismo. Para lograr la
liberación se hace necesario cambiar de mentalidad, y por lo tanto de lenguaje.
Así se modifican las lenguas que se hablan en Pao, buscando una gramática
simple y directa para los guerreros, otra adecuada al desarrollo industrial, y
otra destinada a producir comerciantes y políticos.
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Los reyes estelares son una raza de criaturas, no humanas, que se disfrazan
para adquirir poder sin
importar todas las
vidas humanas que se pierdan para adquirirlo. |
Pero el Panarca de Pao puede legítimamente preguntarse hasta qué punto los nuevos lenguajes,
distintos según el usuario, pueden modificar la característica central de Pao,
y hasta qué punto sus nuevos súbditos pueden todavía ser considerados paoneses.
Y todo ello sin dejar de preguntarse por los verdaderos intereses de
Palafox, asesor del Panarca en esta liberación por la sociolingüística de un
planeta asediado.
En 1965, Vance comienza el ciclo de los Príncipes Demonio que
consiste en cinco libros que comienzan con El Rey estelar. Esta serie lo es por el hilo conductor de las peripecias de un personaje,
el asesino galáctico Kirth Gersen. El
futuro que se nos narra en los cinco libros que conforman el ciclo de los
Príncipes Demonio es uno poco usual respecto a las reglas de la Ciencia-ficción.
Toda la información nos llega por fragmentos de los libros supuestamente
escritos en ese mundo. Gracias a ellos sabemos que hay un gobierno universal llamado la Oikumene, con un monarca en la
Tierra; los mundos fuera de su ámbito (que no son pocos) son llamados el Más
Allá y son considerados una área fuera de la ley y por lo tanto peligrosa.
Existe un medio universal de transporte interestelar llamado Interfisión Jarnell,
pero como suele suceder en las obras de Vance la especulación científica no es
un recurso necesario. Se ha establecido un cuerpo de policía común, la PCI
(Policía Coordinada Interplanetaria) que hace labores de espionaje en el Más
Allá, mediante los agentes llamados “comadrejas”; e irónicamente ello ha creado
la única organización de ese lado de la galaxia: el cuerpo anti comadrejas. Hay
una moneda universal llamada UCL (Unidad de Curso Legal) que supuestamente es
infalsificable.
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Vance desarrolla en esta historia sorprendente la presencia de parásitos etéricos que dominan nuestros cerebros. |
Los Reyes Estelares son
una raza de criaturas, no humanas, que se disfrazan a la perfección como
humanos. Pero humanos con una diferencia. El poder es su único objetivo; un
objetivo que buscan sin importarles el precio que haya de pagarse con vidas
humanas. Kirth Gersen buscaba a uno de ellos, un especial Rey Estelar, que
asesinó a sus padres muchos años atrás. Todo lo que Gersen sabía, es que el
nombre de ese Rey Estelar era el de Attel Malagate. Volando de un mundo a otro en
espacios sin fin por la Galaxia, Gersen persiguió sistemáticamente a su Rey
Estelar y finalmente le encontró.
En Cerebros de la Tierra (The Brains of Earth, 1966) aparece el Vance
más denso donde la acción transcurre inicialmente en el planeta Ixax, habitado por dos
clases de seres, los tauptu y los chitumih. Los chitumih estaban
dominados por una criatura negra peluda, similar a una gran oruga con púas sobre
la parte superior de sus cuellos, invisible a simple vista, un amenazante monstruo de ojos saltones llamado nopal, un parásito. Un tauptu dominado
por este parásito se convierte en chitumih, un ser lleno de odio hacia todo.
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La famosa Saga del Planeta de la aventura. |
El autor se permite
disquisiciones científicas sobre las fuerzas que interactúan en la naturaleza y
como podrían afectar a poderes como la telepatía en la humanidad si no
estuviésemos parasitados por una de las especies alienígenas tal como descubre
el personaje de Paul Burke con la ayuda del doctor Ralph Tarbert y el extraterrestre Apiptix.
Y descubren que el problema no es el parásito nopal, sino otro mucho más
poderoso de nombre gher. Este relato publicado con
otros cuentos de Vance en el libro Los mundos de Jack Vance tiene los personajes
bien perfilados, hay romance, la acción no decae y tiene un final feliz. No se
le puede pedir más a una obra.
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Un guerrero de la raza Chasch, reptiles bípedos, divididos en varias razas y culturas. |
En 1968 comienza
la saga Planeta
de la aventura
(1968-1970). La nave Explorador IV
llega al planeta Tschai siguiendo una señal emitida hace doscientos años. Al
acercarse, la nave es destruida por un misil, y sólo se salva la nave de
exploración, que aterriza en un árbol. Tras el paso de unas naves que se llevan
el cohete, aparecen los Emblemas, una tribu de humanos nómadas. Uno de sus
magos degüella a uno de los tripulantes, pero el jefe, Traz Onmale, salva al otro, quedando Adam
Reith, un explorador terrestre perdido en el inmenso,
complejo e indómito mundo de Tschai. Es llevado a la aldea como esclavo de Traz.
Poco antes de recuperarse por completo, se besa con una chica, y un guerrero le
golpea y denuncia. Antes de que le castren, lucha con él, ganando su emblema.
Poco después, otro guerrero, apuntándole, mata a la chica. Tras la segunda
lucha y asesinato, se integra en la tribu a regañadientes. Un eclipse entre las
dos lunas supone que Traz debe morir, pero Reith le convence para que abandone
su emblema y huya. Avanzan por la estepa hasta llegar a una ciudad en ruinas,
donde salvan a un hombre-Dirdir,
Anacho, de una criatura phung. Los tres se unen a una caravana,
siguiendo la señal de la nave de Reith, y mientras intenta salvar a una esclava
de unas sacerdotisas. La caravana es atacada por la raza de los chasch verdes y los supervivientes se
refugian en la ruinosa ciudad, que es regida por el brutal Naga Goho y sus Gnasthers. A 30 km al oeste de Pera se encuentra
Dadiche, una ciudad de los chasch azules
donde se encuentra la nave. Reith va disfrazado a Dadiche para recuperar la
nave. La encuentra, pero es detectado y debe escabullirse.
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Un hombre Dirdir. |
Atrapado en el planeta, deberá ingeniárselas para
conseguir recuperar la nave o bien hallar una alternativa que le permita volver
a su hogar. Persiguiendo este objetivo, Reith
irá recorriendo el planeta haciendo interesantes descubrimientos sobre las
especies que lo habitan ya sean razas colonizadoras o autóctonas.
Las aventuras se irán sucediendo de forma desbocada, a
veces precipitada, no permitiendo al lector apenas ni un momento de recreación
o tranquilidad. El mundo de Tschai se nos presentará como un entorno hostil en
todo momento donde tres razas colonizadoras muy diferentes entre sí se
encuentran en constante pugna por el territorio bajo la atenta mirada de una especie
autóctona pero casi desconocida. Estas cuatro razas principales, los Chasch, reptiles bípedos, que a su
vez están divididos en varias razas y culturas, los Wankh,
criaturas anfibias casi incapaces de comunicarse con las otras especies,
los DirDir, cuya apariencia
recuerda vagamente a aves, forman una cultura de cazadores y guerreros y los Pnume, misteriosos seres semejantes a insectos que se
ocultan en los pasajes subterráneos del planeta y tienen una cultura de ocultamiento.
Estas cuatro razas, serán a la vez los títulos de cada una de las cuatro
novelas dándonos a conocer la sociedad de aquella que dé título a la novela
cuando las aventuras de nuestro protagonista lo llevan hasta su territorio. Como nota curiosa y algo patente desde el
inicio de la novela, todas estas razas que llegaron a ese planeta en tiempos
remotos, utilizarán al hombre como esclavo, lo cual inducirá una gran
indignación en el protagonista, orgulloso de su humanidad, y motivará alguno de
sus actos más heroicos.
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Adam Reith deberá enfrentar innumerables peligros
en el planeta Tschai. |
Cada una de las razas que conoceremos resultarán
extrañamente complejas y a la vez subdivididas en subrazas lo que dará más
riqueza y cierta complejidad al texto. Incluso los humanos serán divididos y
clasificados formando sociedades muy diferentes unas de otras. Sin embargo,
estas múltiples divisiones, subdivisiones, diferencias culturales, sociedades y
costumbres no llegarán a entorpecer la lectura gracias a la clara línea
temporal que mantiene el autor en todo momento impidiendo que los conceptos se
mezclen. Otro aspecto a reseñar que el autor también trata con maestría es el
nivel tecnológico que nos presenta pues abarcará desde la mecánica más simple
hasta las tecnologías futuristas más avanzadas, es decir, "palos y piedras
contra armas láser". Este aspecto y la forma en que el autor lo hace
creíble, hará más interesante si cabe la narración.
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El Planeta de la aventura, fue
llevado a la historieta en 1998. |
Hablando de los personajes, en primer lugar se destaca
su protagonista: Adam Reith. Desde el
principio mostrará un carácter valiente, inteligente, honorable, determinado,
luchador y sobre todo, dominado por un instinto de supervivencia tan afilado
como el escalpelo de un cirujano. Nunca lo veremos flaquear y, aunque tendrá
dudas en algunos momentos, jamás nublarán su juicio sino que le harán más
fuerte. Básicamente, el típico héroe de novela de aventuras.
Recuerda a John Carter, el guerrero terrícola creado
por Rice Burroughs que vivió increíbles aventuras en Marte. Los dos personajes
principales que acompañarán a Reith durante casi todas sus aventuras, Traz y
Anacho, tampoco destacarán precisamente por su complejidad. En general, resultarán ser los escuderos del héroe que lo seguirán estén más o menos de
acuerdo con él dejándose guiar a la que vez que aportan sus habilidades, posesiones
y conocimientos. La ayuda de ambos permitirá a Reith conseguir sus objetivos e
intercambiar información mientras el lector va descubriendo lo que estos
personajes nativos esconden.
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El protagonista de esta novela es Gastel Etzwane. |
Lo que es indudable es que esta obra de Vance ha
tenido una repercusión que no todas las novelas alcanzan. Esta repercusión
propició que en el año 1998 se creara
una versión en comic que incluye 8 números de 50 páginas cada uno (aprox.)
donde se relata al completo la historia de Tschai. La adaptación, realizada
por Jean David Morvan resulta
excelente a todos los niveles y apenas difiere de la historia contenida en los
libros más que en vagas nimiedades. Quien no tenga ganas de leer las novelas,
la alternativa de la historieta, a diferencia de lo que ocurre con otras
adaptaciones de este tipo, resulta un sustituto más que digno e incluso en
algunos aspectos, más interesante. Personalmente, lo recomiendo
encarecidamente.
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La trilogía de Alastor. |
En 1971 creó lo que se conoce como la Trilogía de los hombres libres o Ciclo Durdane
con tres obras: El hombre sin rostro
(1971), Los valerosos hombres libres
(1972) y Los asutra (1973). Relata
las peripecias de Gastel Etzwane que
debe enfrentarse a unos extraños bárbaros, los Roguskhoi que asolan el país de
procedencia de nuestro héroe; Shant, en el planeta Durdane, colonizado por
humanos nueve mil años atrás.
Antes la pasividad del Hombre sin Rostro, máxima autoridad del país, Gastel
Etzwane decide intervenir, resuelve el problema, y esto le lleva a
descubrir que los Roguskhoi son el aparente producto de unos alienígenas más
extraños aún; los asutra, especie
parasitaria que necesita de otras para desplazarse eficientemente y potenciar
sus habilidades mecánicas. Etzwane es capturado por los asutra y llevado
a su planeta del que escapa para volver a Durdane tras asombrosas y
emocionantes peripecias. Aunque como finalmente se descubre, no todo es como
parecía ser.
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Trullion, el planeta también conocido como Alastor 2262. |
En
1973 escribe la Serie Cúmulo estelar o Ciclo de Alastor, ambientada en el
cúmulo galáctico de este nombre. Las novelas se ambientan en tres de los planetas
situados en esa zona del espacio: Trullion, Marune, Wyst, con culturas
separadas pero una única autoridad que los mantiene unidos de manera más o
menos firme (el Connatic gobernador y el ejército, conocido como "The
Welm".
En 1974, se estrena la película Bad Ronald, que está
basada en una historia de Vance sobre un adolescente que mata accidentalmente a
una chica y conspira con su madre para esconder el cadáver en su casa, fue
retransmitida en televisión.
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Madouc, el tercer tomo de Lyonnese, obtuvo el premio World Fantasy 1990. |
En el año 1983, Vance inicia otra trilogía
conocida como de Lyonesse,
con las siguientes obras: El jardín de Suldrun (1983), La Perla Verde (1985) y Madouc (1990). La acción
transcurre en las míticas islas Elder (desde las que navegaron hasta Bretaña
los antecesores del rey Arturo). Sus magos, hechiceros, brujas, hadas,
demonios, trolls y otros sorprendentes personajes son tan reales como los
reyes, princesas, caballeros, campesinos y el resto de humanos que pueblan tan
vívidamente estas páginas.
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Glawen Clattuc tiene
que evitar que Cadwal,
su mundo natal, sea superpoblado y
contaminado. |
En Lyonesse
III: Madouc, la diabólica aparición de dos terribles hechiceros amenaza con
destruir el poderío de Murgen, mago supremo de las islas Elder, y pone en
peligro el futuro de las mismas islas. El ambicioso rey Casmir de Lyonesse planifica
una guerra sangrienta, mientras la
princesa Madouc y otros audaces aventureros emprenden la búsqueda del Santo
Grial. Jack Vance emparenta así el mundo de Lyonesse con la leyenda en torno al
desconocido paradero del Santo Grial y concluye
la ya famosa trilogía con Madouc, un broche de oro que mereció con toda
justicia, el Premio Mundial de Fantasía (World Fantasy) de 1990.
Incansable,
lanza la serie Crónicas de Cadwal, con tres libros: Estación Araminta (1988), Ecce y la vieja Tierra (1991) y Throy (1992). Aquí, su
protagonista, Glawen Clattuc, Clattuc, nacido en Estación Araminta, que se
enfrenta a maldades sin nombre en sus esfuerzos para que su planeta natal,
Cadwal, permanezca en el estado salvaje en el que lo encontró su descubridor, evitando que los retorcidos planes de unos,
en apariencia, bienintencionados reformadores lo conviertan en otro mundo
superpoblado y contaminado.
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La biografía de Jack Vance, publicada en 2010. |
En
los cuatro volúmenes que componen esta edición (aunque Vance la escribiera en tres libros, está en cuatro en español, con
aventuras que harán las delicias de los seguidores de Vance), Glawen, con la ayuda de su padre Scharde,
pasa de adolescente taciturno a adulto arrojado e imperturbable. Cadwal es un
mundo sorprendente. Conservado como
Reserva Natural por parte de la Sociedad Naturalista de la Tierra, de la que Rudel Neirmann, su primer explorador,
formaba parte, se rige por la Carta, el documento mediante el que la
Sociedad establece los términos en los que se debe regir la presencia humana en
el planeta y como debe ser explotado para mantener íntegro su estado primitivo.
Apenas mantiene unos pocos asentamientos humanos. La Estación Araminta, núcleo
principal y administrativo del planeta basa su economía en el turismo, atraído
por la primitiva naturaleza del planeta, y una limitada producción agrícola,
basada fundamentalmente en el cultivo de la vid, que produce exquisitos caldos
que se exportan con gran éxito.
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Jack Vance tocando el banjo, en 1979 en la ciudad de San Francisco. |
Pese a los deseos de la
Sociedad, mantener una economía autosuficiente con la exigua y muy limitada
población de la Estación Araminta era inviable, y poco a poco fueron llegando al planeta trabajadores con los que cubrir
los trabajos más necesarios, para evitar que estos interfirieran en la ecología
del planeta, fueron instalados en Lutwen, un atolón cercano, en el que, con
el tiempo, acabó formándose una sociedad paralela a la de la Estación y de un
morboso interés turístico debido a la peculiar personalidad de los yips, sus habitantes.
Por último, queda Stroma. Un
asentamiento situado en un agreste paraje de uno de los continentes de Cadwal,
destinado en un principio a los visitantes ocasionales de la Sociedad, pero que
con el tiempo acabó adquiriendo entidad propia. Todos estos elementos son causa
de constantes tensiones, en las que Galwen
se ve inevitablemente involucrado. Múltiples son las dificultades con las que
se encuentra en su camino: su propia familia, en que la que el origen de su
madre no fue bien recibido por algunos de sus integrantes, el entorno escolar y
social, siempre difícil durante el paso de la adolescencia a la madurez, la situación política entre La Estación,
Lutwen y Stroma, las divisiones entre las facciones más tradicionales de la
Sociedad y las menos reglamentistas, todas estas circunstancias imbricadas y
fuente de continuas conspiraciones e inconvenientes.
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Ports of Call publicada en
1998, es la historia de un
yate espacial que transita
por distintos mundos. |
Vance era gran amigo de los escritores
fantásticos Frank Herbert y Poul Anderson, los tres compartieron
una casa-bote en el delta del río Sacramento. Los Vance y los Herbert vivieron
juntos en México una temporada. Vance padecía diabetes y seguía una estricta dieta.
Amante
de la música, Vance tocaba la corneta, el ukelele y la armónica. Su debilidad
era el jazz. Era ciego desde la década de
los 80, pero continuó escribiendo con la ayuda un programa informático especial
y de su hijo John y su esposa Norma, fallecida en marzo de 2008.
Vance
mencionó que en su infancia leyó a Edgar
Rice Burroughs, Julio Verne, Robert W. Chambers, Lord Dunsany, entre otros
autores que fueron quienes con sus historias lo influenciaron para
dedicarse a escribir.
Publicó
más de 60 libros, también escribió centenares de cuentos y varias novelas
de misterio firmadas con su nombre completo, John Holbrook Vance, así como tres
obras bajo el pseudónimo Ellery Queen, y otras como Jhon van Sede o
Jay Kavanse, según informa la página oficial www.jackvance.com, creada
por sus familiares.
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Lurulu, del año 2004, es el último libro que escribió Vance. |
Quedan un total de 60 títulos (entre novelas, novelas cortas, relatos y relatos cortos) que
siguen estando sin traducir al castellano (el 45% de los 160 títulos que abarca
toda la carrera de Jack Vance hasta el momento, incluidas 14 novelas policiales
o de misterio).
Dos de sus más curiosas novelas, aún sin
traducción son Ports of Call
(1998) y Lurulu (2004), ambas
historias están relacionadas. Tratan acerca de un viaje protagonizado por Myron Tany y su familia en un yate
espacial. La nave es propiedad de su excéntrica tía abuela. Como capitán, debe
guiar a la nave a exóticos planetas para restaurar la salud que perdió su tía. La
acción transcurre en un remoto futuro del espacio llamado Gaean Reach donde
aparecen mundos tecnológicos colonizados por humanos como Alphanor y otros, como Thamber, que están aparentemente
inhabitados.
Vance es menos
conocido en Estados Unidos que en Europa, particularmente en Francia, Holanda y Suecia donde se venden todos sus libros.
Aunque de forma algo tardía, Jack Vance ha
logrado ganar el reconocimiento que merece su obra, y tras cincuenta años
dedicados a la escritura, sus libros
están siendo constantemente reeditados en todos los idiomas.
Vance es un escritor al que siempre resulta gratificante
leer y volver a leer, un narrador cuyo
dominio del lenguaje constituye un legado del siglo veinte para las
generaciones futuras.
Por
Alberto Seoane