Una flota aliada conformada por naves del Reino Unido, Australia, Holanda y
Estados Unidos queda destrozada con 2 cruceros
hundidos, 3 destructores hundidos, 1 crucero dañado y 2.300 marinos muertos.
Los japoneses apenas tuvieron un destructor averiado.
Expansión japonesa en 1942. Clic para ampliar el mapa. |
Java es
el corazón del imperio colonial holandés. La
misión del 16º ejército japonés era tomar la isla. Los Aliados habían
formado a toda prisa una fuerza mixta, que tomó el nombre de ABDACOM (American,
British, Dutch, Australian), con Cuartel General en Bandung, a 180 Km., por vía
aérea, de Batavia, la capital, en el centro de la isla. Su Comandante en Jefe
era el general británico Sir Archibald
Wavell (1883-1950),
que ya había sido derrotado en 1941 en el Norte de África por Rommel, y que
recibió instrucciones de Winston
Churchill y de Roosevelt, de mantener a toda costa, “la barrera de
Malasia”.
A mediado de febrero de 1942 el general
Wavell comunicó al Primer Ministro Churchill que la defensa de Java era una
causa perdida. Borneo, Célebes, Bali, y Ambon estaban bajo control japonés.
Aunque en Sumatra y Timor todavía se estaban librando combates, ya se preveía que el resultado no sería
favorable para la causa aliada.
El varias veces vencido general inglés Archibald Wavell. |
Vale recordar que Wavell no pudo evitar
que Singapur, Malasia y Birmania caigan
en manos japonesas. Sin embargo, a pesar de todas sus derrotas frente a alemanes
y japoneses, en 1943 fue nombrado Virrey de la India, cargo en el que
permaneció hasta 1947.
En las horas anteriores a la batalla
con los japoneses, las perspectivas no eran buenas para los aliados. Estaban
poco cohesionados, ya que los barcos
provenían de cuatro Armadas y no compartían una doctrina militar común. Además,
la coordinación entre el Mando Aliado Naval y las Fuerzas Aéreas era
deficiente.
El Comandante de
la fuerza naval aliada en Java, era el Vice-Almirante Conrad E. L. Helfrich, hombre enérgico y combativo, el cual
consideraba, a pesar de todo, que la isla podría ser defendida con éxito, a
condición de presentar batalla a la marina japonesa, y de golpear a los convoyes
de tropas destinadas al desembarco. En efecto, dos grandes convoyes nipones se encontraban navegando hacia los dos
extremos de la isla, cargados de infantería.
Vicealmirante Conrad Helfrich. |
El 26
de febrero, el vicealmirante Helfrich
recibió finalmente la oportunidad de intentar detener a los japoneses en el
mar. Dos aviones aliados reportaron la presencia de un convoy japonés de 40
transportes a menos de 350 km de Java oriental. Los transportes eran escoltados
por un crucero ligero y siete destructores,
pero dos cruceros pesados, un crucero ligero y otros siete destructores se
encontraban cerca para asistir en caso de problemas. Helfrich ordenó al Contraalmirante
holandés Karel Doorman hacer
frente a esta amenaza, haciendo uso de quince
barcos de guerra fondeados en Surabaya.
La fuerza de invasión japonesa que
se dirigía a la parte oriental de Java estaba comandada por el Vicealmirante Takeo Takagi, que gozaba de fama de ser un hábil
táctico. Superada numéricamente, la fuerza de Doorman fue hostigada en la noche por
la flota de Takagi, y no logró hundir los transportes nipones, su objetivo
primario, perdiendo importantes navíos junto con su comandante.
El destructor holandés Kortenaer hundido el 27 de febrero de 1942 durante la batalla del Mar de Java. |
A las 17.08, el crucero pesado
británico HMS Exeter, de 8.400 toneladas es alcanzado por un proyectil de 203
mm en la sala de calderas, se vio obligado a reducir su velocidad y a salirse
de la formación. Minutos después, el destructor holandés Kortenaer de 1640 toneladas
fue impactado en el centro del buque por un torpedo disparado por el crucero
pesado Haguro, se quebró en dos y se hundió
inmediatamente, perdiendo 59 miembros de su tripulación de 171 hombres. El
destructor inglés HMS Encounter rescató
113 sobrevivientes del buque atacado pero uno murió a bordo.
El destructor británico HMS Electra fue hundido muriendo 119 tripulantes. |
El destructor británico HMS Júpiter entró a un campo de minas y tras chocar con una se hundió. |
El De Ruyer, crucero holandés hundido junto al contraaalmirante Karel Doorman. |
Imagen del crucero liviano holandés Java, en mejores tiempos. |
Durante
la batalla 152 torpedos fueron disparados desde buques japoneses, solo tres
encontraron sus blancos. En esta batalla
perdieron sus vidas 937 hombres de la marina holandesa.
Esta batalla fue desastrosa para la defensa
de Java. Se llevó la vida de 6339 marinos de ambas partes
y la pérdida de cinco buques aliados y otro averiado. En menos de doce
horas se perdió la mitad de la flota aliada que solo dañó únicamente a un
destructor enemigo.
Batalla
del Estrecho de Sonda
El 28 de febrero continúa la Batalla
del Mar de Java, al suceder al día siguiente se la conoce también como Batalla del Estrecho de la Sonda.
El crucero pesado USS Houston fue hundido el 28 de febrero de 1942. |
El 28 de febrero, ambos
cruceros zarparon de Batavia al anochecer, para intentar cruzar el estrecho de
Sonda y escapar de Java. El capitán del Perth, Hector
Waller, asumió el mando de la formación, al ser el oficial de mayor
rango. Waller desconocía que un convoy japonés
había entrado en el estrecho, y que estaba escoltado por una poderosa flota.
El crucero HMAS Perth hundido por los cruceros pesados Mogami y Mikuma el 28 de febrero de 1942. |
A las 11:26 de la noche, el crucero Perth empezó a arder, y a la medianoche
del 1º de marzo recibió el
impacto de un torpedo a estribor. Casi de inmediato fue alcanzado por otro
torpedo, y luego empezó a recibir múltiples impactos de cañón y torpedo. El crucero escoró y se hundió con la pérdida de 328 vidas.
El crucero pesado Mikuma. |
Crucero pesado Mogami. |
El general Hitoshi Imamura (1886-1968). |
Detalle de las operaciones japonesas entre diciembre de 1941 y febrero de 1942. |
Sin apoyo aéreo y marítimo
relevante, la defensa aliada recayó completamente en las tropas terrestres. Los defensores contaban con 9 mil soldados ingleses
y australianos y 17 mil voluntarios neerlandeses, así como 126 mil nativos al
mando del General Poorten. La rendición aliada era inminente.