Un
nuevo descubierto en Grecia, concretamente en la pequeña isla de Trájilos, al
sur de Creta, podría poner a prueba la historia de la evolución tal como la conocemos.
|
Comparación (f) de una huella humana actual y (g) de una de las huellas de Creta. En (h) foto de un pie humano, (i) foto de una de las huellas del rastro de Laetoli, en Tanzania. |
El hallazgo de huellas que desafían la teoría
evolutiva humana recientemente descubiertas en la isla de Creta (Grecia) puede
poner a prueba la teoría oficial establecida sobre la evolución temprana de
nuestra especie. Las huellas tienen aproximadamente 5,7 millones de años de
antigüedad, en un momento en que investigaciones anteriores ponen a nuestros
antepasados en África con pies parecidos a los de un mono.
Los
pies humanos tienen una forma muy distintiva, diferente de todos los demás animales terrestres. La combinación de
una suela larga, cinco puntas delanteras apuntando hacia delante sin garras, y
un hallux ("dedo gordo") que es más grande que los otros dedos del
pie, es única. Los pies de nuestros
parientes más cercanos, los grandes simios, se parecen más a una mano humana
con un hallux parecido al pulgar que sobresale a un lado.
Los científicos
están desconcertados
En
2002 el paleontólogo polaco Gerard
Gierlinski descubrió en Creta una
hilera de huellas fósiles de apariencia humana. Esto no sería impactante si
no fuera porque dichas señales tienen
una antigüedad de cerca de 5,7 millones de años, lo que se opone frontalmente a
las teorías clásicas sobre el origen de nuestra especie. El motivo es que
se considera que en aquel momento nuestros antepasados solo vivían en África.
Y, además, se supone que estos ancestros tenían pies con una forma más parecida
a las de los monos, y no a las de los humanos actuales.
|
Las huellas de Trájilos, en Creta, tienen 5,7 millones de años y pertenecen a un humano. |
Los
investigadores que describieron este ejemplar argumentaron que es un antepasado directo de homínidos
posteriores, lo que implica que un pie similar al humano aún no había
evolucionado en ese momento.
Las
nuevas huellas tienen una forma inconfundiblemente humana: el dedo gordo del pie es similar al nuestro propio en forma, tamaño y
posición; y la planta del pie es proporcionalmente más corta, pero tiene la
misma forma general. Esto indica sin ambigüedad que pertenecen a un homínido
temprano —algo más primitivo que el que
dejó las huellas de Laetoli, en África—.
Las
pisadas de Trájilos en Creta, están firmemente datadas usando una combinación de foraminíferos
(microfósiles marinos) de lechos subyacentes, además del hecho de que se encuentran justo debajo de una roca
sedimentaria muy distintiva formada cuando el mar Mediterráneo se secó
brevemente hace 5,6 millones de años.
|
Huella de un pie humano de 6 millones de años en Trájilos, Creta. |
Se
sabe que los ambientes parecidos a la sabana se extendían desde el norte de
África hasta alrededor del Mediterráneo oriental. Además, Creta aún no se había separado de la parte continental griega.
El pie humano es
característico. Nuestros cinco dedos de los pies carecen de garras, normalmente
apoyamos la planta del pie plana sobre el suelo, y nuestros dedos del pie
primero y segundo son más largos que los más pequeños. En comparación con
nuestros parientes primates, nuestro
dedo gordo del pie está alineado con el eje longitudinal del pie, no sobresale
a un lado.
|
Estudio de las huellas de Trájilos, en Creta. |
De
hecho, se podría decir que una de las
características que definen ser parte del lado humano es la forma de nuestro
pie. Así que las huellas fósiles con notables características humanoides en Trájilos,
Creta, de 5,7 millones de años de antigüedad cuya investigación fue publicada
en las Actas de la Asociación Geológica, sugieren que los primeros antepasados
del ser humano habitaban el sur de Europa y el este de África.
El
período corresponde a un intervalo de tiempo geológico conocido como el
Mioceno. Las huellas son pequeñas
pisadas dejadas por alguien que caminaba erguido sobre sus dos piernas: hay 29
en total. Varían en tamaño desde los 94 milímetros hasta los 223 milímetros, y
su forma y silueta son muy similares a las de las huellas humanas. Las
huellas de simios no humanos tienen un aspecto muy diferente; el pie se asemeja
a una mano humana, con el dedo gordo adosado a la parte inferior de uno de los
lados de la planta del pie y sobresaliendo lateralmente.
Cuna de la
humanidad
La
"cuna de la humanidad" durante mucho tiempo se ha considerado que se
encontraba en África, sugiriendo la mayoría de los investigadores que fue en
Etiopía donde se originó el linaje humano. Los primeros fósiles conocidos
aceptados como homínidos (miembros del linaje humano) por la mayoría de los investigadores
son el Sahelanthropus tchadensis de Chad
(unos 7 millones de años de antigüedad), el Orrorin Tugenensis de Kenia, de (6
millones de años) y el Ardipithecus kadabba de Etiopía (entre 5,8 y 5,2
millones de años).
|
Ubicación de Laetoli. |
Las
huellas más antiguas conocidas, sin embargo, fueron descubiertas en Laetoli (Tanzania) y proceden del siguiente intervalo
de tiempo geológico, el Plioceno. Su antigüedad es de unos 3,66 millones de
años, y son aún más similares a las humanas que las de Trájilos. Las segundas
huellas más antiguas son las de Ileret, dejadas por un Homo erectus (1,5
millones de años), y son ligeramente diferentes de las pisadas que podríamos
dejar nosotros hoy en día.
Ahora,
con las huellas de Trájilos realmente realizadas
por un antiguo ancestro del ser humano, el rango biogeográfico de nuestros
primeros ancestros aumentaría para abarcar el Mediterráneo Oriental. Creta no era una isla en aquel momento,
sino que se encontraba unida a la Grecia continental, y el medio ambiente de la
región mediterránea era muy diferente al actual.
|
Las huellas de Laetoli fueron descubiertas por Mary Leakey, en 1979. |
El
descubrimiento llega pocos meses después de que otro estudio informara del descubrimiento de los dientes fósiles
griegos, con 7 millones de años de antigüedad, pertenecientes a un simio homínido
bautizado como "El Greco". Este es el más antiguo fósil de un
simio de apariencia humana, lo que ha llevado a algunos a sugerir que el ser humano comenzó a evolucionar en
Europa cientos de miles de años antes de que empezara a evolucionar en África.
Pero muchos científicos siguen siendo escépticos al respecto. La presencia de
homínidos del Mioceno en Europa y África simplemente demuestra que ambos
continentes serían posibles "patrias" para el grupo. En teoría, El Greco
podría ser responsable de las huellas de Trájilos, aunque sin los huesos de
algún miembro o de un pie es imposible saberlo.
Con
este sorprendente descubrimiento, las
huellas africanas de hace 3,6 millones de años en Laetoli dejaron de ser las
más antiguas y abren la polémica sobre la
presencia de humanos como nosotros en Creta antes de lo que revelaba la “Ciencia
oficial”.
Las huellas de
Laetoli en Tanzania
Hasta
ahora la antropología establecía que las
pisadas humanas de hace 3,6 millones de años, conservadas en las cenizas
volcánicas de Laetoli, Tanzania, al sur de África, eran oficialmente las más
antiguas descubiertas hasta la fecha.
|
Las pisadas de Laetoli tienen 3,6 millones de años y son humanas. |
Después
de 38 años de debates y análisis, un equipo de la Universidad de Bownemouth las
ha digitalizado, y sus conclusiones indican que no existe gran diferencia entre los pasos de aquellos hombres del
pasado remoto y los de hoy en día.
“La huella es
sorprendentemente similar a una pisada moderna”, confirmaron los
investigadores al referirse a una de las tres huellas más claras de aquellos
antiguos caminantes de Laetoli. “La
función biomecánica del pie es esencialmente moderna”, concluyeron al estudiar
otra de las pisadas. Su estudio fue publicado en la sección Scientific Report
de la revista Nature.
Las
huellas de Laetoli eran hasta hace poco las más antiguas reconocidas por la
comunidad científica. Sin embargo, existe otra pisada hallada sobre un
trilobite, una especie que vivió hace
500 millones de años, descubierta por William
J. Meister en una expedición de 1968 a Antelope Springs, Utah, Estados
Unidos, destinada a la búsqueda de fósiles. Esta huella de un pie con sandalia es reveladora de una civilización
olvidada y se ha tenido que enfrentar con muchos opositores, tal y como indica
Ernest Conrad, del Centro Nacional
de Ciencias de la Educación de los Estados Unidos: su existencia simplemente destruye la teoría de la evolución del
hombre. Seres humanos caminando normalmente, erguidos, hace 500 millones o 3,6 millones de años, da mucho que pensar.
|
Comparación de las huellas de Laetoli con las de un ser humano actual. A la izq. una pisada humana actual, centro y dcha, distintas huellas de Laetoli. |
El
hombre de Laetoli tal vez fuera el
superviviente de un grupo de seres humanos que habitó la Tierra hace millones
de años. Nuestro planeta sufrió grandes cataclismos en épocas remotas, y
este homínido vivió al final del período Terciario, una época en la que la
Tierra fue pasando de un clima muy cálido, con selvas tropicales en los polos,
a otro tan frío que acabó congelando la Antártida. Un tiempo en que los
continentes, después de desplazarse, alcanzaron las posiciones que ocupan en la
actualidad. Hace 3,6 millones de años,
el planeta se hallaba inmerso en pleno Plioceno, en medio de un cambio de
etapa marcado por algunas importantes extinciones.
El
profesor Matthew Bennett y el Dr. Marcin Budka, de la Universidad de
Bownemouth, crearon en el año 2015 un nuevo software para estudiar las huellas
de Laetoli. El examen de 70 de estas
huellas reveló la existencia evidente de tres caminantes diferentes, así como
un cuarto rastro no previsto, menos visible. Las pisadas, realizadas sobre
cenizas volcánicas húmedas, se extienden
a lo largo de 27 metros.
|
Estampilla que recuerda a la famosa antropóloga Mary Leakey. |
Se
trata de un conjunto de huellas de pisadas
humanas descubiertas por la paleontóloga Mary Leakey en Laetoli (Tanzania) en 1979.
Mary
Leakey, la esposa de Louis Leakey, uno de los antropólogos más importantes del
siglo XX, encontró las huellas humanas sobre ceniza volcánica y su hallazgo fue examinado por expertos en
huellas, antropólogos y otros especialistas que aportaron sus conclusiones
documentales al National Geographic y otras revistas científicas.
Según
los estudios realizados, las huellas, de
unos 18/21 cm. de longitud, podrían pertenecer a tres individuos distintos, con
una altura estimada de entre 1,15 cm. y 1,56 cm. como máximo, considerando
que la diferencia se podría relacionar con el diformismo sexual y con la edad
(se habla de una pareja de adultos y un niño).
|
Análisis de las huellas del segundo caminante en Laetoli. |
Los
problemas comenzaron por el propio aspecto de las huellas, ya que para Leakey tales pisadas eran
prácticamente idénticas a las de hombres modernos, lo que podría causar cierta
sorpresa en términos evolutivos. Con todo, y puesto que según la “Ciencia
oficial” no podían haber humanos anatómicamente modernos en esa época tan
remota, la ciencia optó por vincular las
huellas al único antepasado homínido que pudo haber pisado aquellas tierras en
aquel tiempo, esto es, un australopiteco, aunque no es ningún secreto que la estructura del pie del australopiteco
difiere bastante de la del hombre moderno.
Es sorprendente que
a pesar de que este hallazgo sugiera la existencia del hombre hace millones de
años, los científicos han concluido que pertenecen al Australopithecus, pese a
que las características de este homínido de hace 4 millones de años no
encajaban con las citadas huellas. Mary Leakey, por su parte, dice que las
pisadas podrían pertenecer a un simio cuyos pies guardarían un gran parecido
con los del ser humano.
|
Las huellas de Laetoli revelan que son de humanos no de Australopithecus. |
Si
se hubiera tratado de un hallazgo aislado, la hipótesis oficial tendría
sentido, pero la existencia de utensilios
artificiales localizados también en el periodo precámbrico, contradice su
versión.
Un
equipo de la Universidad de Bownemouth llegó a la conclusión que no existe gran diferencia entre los pasos
de aquellos hombres del pasado remoto en Laetoli y los de hoy en día.
Cuando
el cercano volcán en Laetoli entró en erupción de nuevo, capas posteriores de ceniza cubrieron y conservaron las huellas más
antiguas conocidas de los primeros seres humanos”, que ahora con el
descubrimiento en Creta, se demostró que hubo otros humanos dos millones de
años antes.
El
Dr. Budka, tras medir la extensión de parte del pie y la separación entre las
pisadas de Laetoli, concluyó que uno de
los caminantes mediría unos 130 centímetros de estatura, y otro unos 153
centímetros. Unos datos ligeramente superiores a los obtenidos en estudios
previos.
|
El Dr. Marcin Budka de la universidad de Bownemouth, reconoce que las huellas fosilizadas de Laetoli son casi semejantes a las del hombre actual. |
Los
tres caminantes muestran huellas de pies algo diferentes. Según los
científicos, esto pudo estar provocado por la presión ejercida sobre diferentes
terrenos, y no necesariamente por tratarse de especies diferentes. De hecho, en algunas zonas se nota que las pisadas
de un mismo caminante son más profundas que otras. Además, las diferencias
−advirtieron− podrían explicarse por variaciones individuales en la anatomía
del pie, su tamaño y sexo.
Puede
ser que uno de ellos tuviese un talón más pronunciado y ovalado que el otro,
cuya forma es más redondeada. También el
grado de abducción del dedo pulgar era algo diferente entre ellos, así como la
profundidad lateral media y la profundidad de la parte delantera del pie.
|
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: chimpancé, gorila, orangután, humano, siamang y babuino. La huella humana es inconfundible. |
Las
pisadas de Laetoli −apunta el Dr. Marcin Budka - muestran una línea de huellas
de nuestros primeros ancestros, conservadas en la ceniza volcánica, que nos proporcionan una visión fascinante de
cómo caminaban los primeros humanos. Las técnicas modernas que hemos venido
desarrollando para su uso en escenas de crímenes actuales también pueden
revelar nuevas pistas acerca de estos ancestrales descubrimientos.
El
investigador creacionista Michael Cremo
recogió este caso en su célebre libro Arqueología olvidada (Forbidden Archaeology) que supuso un ataque directo a toda la arqueología
académica y muy en particular a la teoría evolucionista, y lo puso como un
ejemplo más del prejuicio cognitivo y la manipulación que tiende a dar por
buena la teoría de la evolución humana aún a
pesar de las supuestas pruebas contrarias que han ido apareciendo desde hace
más de un siglo. Sin embargo, este caso tiene una curiosa continuación que
debería hacer reflexionar a más de un profesional de la arqueología. Según la
explica el propio M. Cremo en un artículo del libro Todavía te están mintiendo (You
are still being lied to).
El
autor norteamericano acudió en 1999 al Congreso de Arqueológico Mundial
celebrado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde coincidió con el científico Ron Clarke, que había descubierto el
año anterior un esqueleto casi completo de australopiteco en Sterkfontein
(también en Sudáfrica), datado en 3,7
millones de años, exactamente la misma antigüedad que las huellas de Laetoli.
Clarke había reconstruido el pie de ese espécimen según un patrón simiesco,
porque los huesos del pie eran en sí bastante simiescos. Así, por ejemplo, el
dedo gordo era bastante largo y se movía hacia el exterior, algo similar al
pulgar de la mano humana. Asimismo, el resto de dedos —siguiendo el patrón
simiesco oficial— eran bastante más largos que los del pie del humano moderno.
|
Islas de Creta de norte a sur, Stronguili, Makrulo, Mármaro, Kufoonisi y Trájilos. |
Por
otra parte, las huellas de Laetoli no son un caso aislado; existen otros casos de huellas fósiles que no cuadran con las
cronologías aceptadas convencionalmente, si bien la ciencia o no admite
tales pruebas como auténticas —las considera falsificaciones— o considera que
no se han interpretado correctamente, como las famosas huellas de Glen Rose, en
Estados Unidos donde aparecen pisadas
humanas en el lecho seco de un río junto a huellas de dinosaurios. También
tenemos el hallazgo en el municipio de Sullkatiti Lahuacollu de la ciudad de
Jesús de Machaca (Bolivia) de una pisada
de aspecto humano moderno datadas en el periodo Mioceno, con una antigüedad de
7 a 15 millones de años.
Por
tanto, la existencia de huellas de aspecto humano y de objetos manufacturados
hace millones de años, que la ciencia oficial se niega a estudiar, utensilios que
necesitan a un ser inteligente para ser fabricados refuerza la hipótesis de Cremo de que las pisadas de Laetoli son
humanas y no de Australopithecus.
Soluciones alternativas
Para
todos aquellos incapaces de ver más allá de África como "cuna de la
humanidad", estas huellas suponen
un desafío considerable, y no ha sido fácil para los investigadores conseguir
publicar el descubrimiento. Incluso algunos han llegado a cuestionar si las
huellas que se observan son realmente pisadas. Sin embargo, colectivamente,
los investigadores autores de este estudio han
publicado más de 400 artículos sobre huellas, así que tenemos bastante confianza
en que saben lo que hacen.
|
Las huellas fósiles humanas en Trájilos, Creta, de 5,7 millones de años ponen en entredicho la nunca probada teoría de la evolución. |
Aunque
los resultados son polémicos, lo que sugiere que las abundantes evidencias de África Oriental en relación con antiguos
homínidos podría no estar contando toda la historia, es importante tomar en
serio el reciente descubrimiento. El
yacimiento de las huellas de Trájilos o Trachilos merece ser protegido, y
el hallazgo debe ser debatido por los científicos.
Ahora,
las huellas humanas de Laetoli son algo más de 2 millones de años más nuevas. Con el descubrimiento reciente en la isla de Trájilos, Creta,
las pisadas africanas de Laetoli datadas en 3,6 millones de años han perdido la
primacía. Y por otro lado, la cacareada y nunca demostrada teoría de la evolución queda en entredicho.
Más
información aquí sobre la huella hallada en 1968:
La huella humana
hallada en 2008 en una roca de Bolivia: