HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


miércoles, 6 de junio de 2012

A LOS 91 AÑOS RAY BRADBURY EMPRENDIÓ SU MÁS LARGO VIAJE

Considerado uno de los padres de la ciencia ficción, fue autor de clásicos como Fahrenheit 451 y Crónicas marcianas. Su hija Alexandra confirmó el deceso este 6 de junio por la madrugada, en la casa familiar de Los Ángeles, en los Estados Unidos. El fallecimiento también fue confirmado por su biógrafo, Sam Weller.

Ray Bradbury hablaba del futuro, pero
desde su compromiso con el presente.
"Si tuviera que hacer una declaración, diría que lo quiero y lo extraño. Espero escuchar a todos contando cosas y recuerdos de él. Influyó a tantos artistas, escritores, maestros, científicos, y es siempre reconfortante escuchar sus historias. Su legado descansa en su monumental obra, presente en libros, en películas, en la televisión y en el teatro, pero más importante que todo, en la mente y en los corazones de cualquiera que lo leyó, porque leerlo era conocerlo. Era el chico más grande que he conocido", le aseguró su nieto, Danny Karapetian, al sitio web Io9.com, especializado en relatos de ciencia ficción.

"Al buscar un pasaje para recordarlo, acabo de tomar mi ejemplar de El hombre ilustrado, mi preferido entre sus libros. La introducción se titula: 'Bailar para no estar muerto', y tiene grandes reflexiones acerca de la muerte", agregó.

Crónicas marcianas fue
uno de sus éxitos.
"Soy actor, algo de lo que él siempre estuvo orgulloso. Y una vez me dijo, después de haber obtenido el papel para una obra: '¡Estás viviendo mi vida! ¡Estás haciendo todo lo que yo siempre quise hacer, pero no pude!' Era una gran fuente de estímulo en mi vida, pero lo que más me fascinó siempre fue el impacto que causaba en los otros. Cómo sus historias levantaban el ánimo de las personas y las salvaban de veranos solitarios. ¿Quién no se enterró nunca en una historia de Bradbury, perdiéndose en su meticulosa, pero para nada forzada metáfora?", concluyó, notablemente emocionado, su nieto.

Bradbury no fue sólo un escritor de novelas y cuentos para entretener un rato, contando curiosidades acerca de cómo podría ser un futuro posible. Hablaba del futuro, pero desde su compromiso con el presente, desde la preocupación que el causaba el rumbo que estaban tomando las cosas en su tiempo.

Una escena de la película Fahrenheit 451.
De eso se trata Fahrenheit, llevada al cine por el genial director francés François Truffaut. En esa brillante distopía, Bradbury imagina que en un mundo no tan lejano en el tiempo, los bomberos se dedicaría a quemar los libros en vez de a apagar incendios. El objetivo sería evitar que las personas tuvieran imaginación y libertad para decidir qué pensar y qué hacer frente a sus pensamientos. Por eso la solución que se presentaba era que todo aquel que conservara un mínimo de rebeldía memorizara un libro. Uno solo, pero de principio a fin. Así se podría preservar algo de la tremenda potencialidad de la cultura.

Un talentoso de la fantasía
Ray Douglas Bradbury había nacido en Waukegan, Illinois, el 22 de agosto de 1920. Tercer hijo de Leonard Spaulding Bradbury, dedicado a instalar líneas telefónicas, y Esther Marie Moberg Bradbury.

Su familia se mudó varias veces desde su lugar de origen hasta establecerse finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Posteriormente se propuso formarse de manera autodidacta a través de libros, comenzando a realizar sus primeros cuentos. Sus trabajos iniciales los vendió a revistas, a comienzos del año 1940.

En 1946 conoció a Maggie McClure, quien trabajaba en una librería. Un año después Ray y Maggie contrajeron matrimonio, el cual duraría hasta el 2003, año en el cual falleció Maggie.

Trabajó también como argumentista y guionista en numerosas películas y series de televisión, entre las que cabe destacar su colaboración con John Huston en la adaptación de Moby Dick para la película que éste dirigió en 1956.

Se consideraba a sí mismo "un narrador de cuentos con propósitos morales". Sus obras a menudo producen en el lector una angustia metafísica, desconcertante, dado que reflejan la convicción de Bradbury de que el destino de la humanidad es "recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiadores para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad."

Un clima poético y un cierto romanticismo son otros rasgos persistentes en la obra de Ray Bradbury, si bien sus temas están inspirados en la vida diaria de las personas. Por sus peculiares características y temáticas su obra puede considerarse como exponente del realismo épico, aunque nunca la haya definido de este modo.

Si bien a Bradbury se le conoce como escritor de ciencia ficción, él mismo declaró que no era escritor de ciencia-ficción sino de fantasía y que la única novela de ciencia ficción que ha escrito es Fahrenheit 451.

Existe un asteroide llamado (9766) Bradbury en su honor.

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