HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


lunes, 4 de noviembre de 2013

EL EXTRAÑO ESTEGOSAURIO DE CAMBOYA

En el templo de Ta Prohm, que forma parte del más grande templo de la ciudad de Angkor Vat, construida en el siglo XII d.C. en Camboya, aparece esculpido un estegosario.

Monjes budistas frente a Angkor Vat.
Angkor Vat es el nombre de un conjunto de más de 80 monumentos del imperio Jemer (o Khmer) situados en la actual Camboya y construidos entre los siglos VII y XIV. Angkor se convirtió en el siglo X en el corazón del Imperio Jemer (iniciado por Jayavarman II, quien reinó hacia el 802-850), cuando se convirtió en la capital del país durante el reinado de Yasovarman I (que reinó desde 889 a 900), y fue el que le dio el nombre de Yasodharapura. Logró su cenit con su expansión en los siglos XI y XIII a territorios que están actualmente en Vietnam, Tailandia y Laos.

En rojo el Imperio Jemer
en el 900 d.C.
El templo de Ta Prohm se empezó a construir a principios del siglo XII bajo el mandato de Suryavarman II (reinó entre 1113 y 1150) y todo Angkor es considerado el mayor conjunto arquitectónico religioso jamás construido rodeado por una muralla de más de 13 kilómetros que protegían esta ciudad perdida cubierta por la selva.

Todo es magnífico, templos con maravillosas torres y relieves, destacando el sitio de Angkor Vat construido por Suryavarman II a principios del siglo XII y Angkor Thom, por Jayavarman VII (hacia 1130-1219), a finales del mismo siglo, quién terminó el templo del “estegosaurio”. Angkor Vat es el mayor templo jemer y está dedicado al dios Visnú. Tiene una estructura piramidal, un gran foso cuadrado y 5 torres cónicas con forma de capullo de flor de loto. La torre más alta tiene una altura similar a su contemporánea catedral de Notre Dame (París). La disposición del conjunto recuerda el sagrado monte Meru, junto al Himalaya. Sus maravillosos bajorrelieves reflejan la influencia de la religión hindú y budista, seguramente debida a los comerciantes indios. Estos bajorrelieves cuentan leyendas hinduistas y existen muchas inscripciones en sánscrito, idioma sagrado de la India. Angkor Thom es un gran cuadrado de 3 Km. de lado con un gran foso, una gran muralla y muchos templos en sus alrededores. Tiene 5 puertas de entrada con el rostro con una ligera y peculiar sonrisa de, al parecer, una fusión de la cara de Jayavarman VII con la de Buda. El mismo rostro aparece en los 4 lados de las 54 torres.

El estegosaurio que la “Ciencia oficial” no puede explicar
En el templo que nos interesa, el de Ta Prohm o Ta Prohmhay, hay cientos de círculos de piedra decorativa que rodean animales conocidos, como los monos, venados, búfalos de agua, loros, lagartos, etc. Sin embargo, un animal que tal vez no sea tan familiar para la mayoría de nosotros está representado en una columna  junto a la entrada del templo de Ta Prohm, se trata de una criatura que tiene un sorprendente parecido con una especie de dinosaurio conocido como  estegosaurio”. Y, por supuesto, si hay una talla de un estegosaurio en un antiguo templo,  apoya la creencia de que los dinosaurios y los humanos vivieron juntos.

Los Jemer esculpieron este animal en el siglo XII.
Obviamente, todo indica que los estegosaurios sobrevivieron a la extinción en las inmensas selvas del sudeste asiático y fueron retratados en el siglo XII. El estegosaurio era un gran herbívoro cuadrúpedo, por lo que no representaba un gran peligro para los humanos, salvo por su enorme tamaño de 4 metros de altura, 9 metros de largo y 3 toneladas de peso.

Así eran los estegosaurios.
Ante quienes niegan la coexistencia de dinosaurios y humanos, lo cierto es que la figura está allí. La prueba irrefutable de que la civilización jemer tenía conocimientos sobre los dinosaurios o incluso cazó estegosaurios, tal vez para alimentar a la población de Angkor. La columna prueba que convivieron con ellos, porque en esa columna el resto de representaciones están dedicadas a animales habituales en la fauna de Camboya y fácilmente identificables.

Esta criatura está junto a venados, monos,
búfalos, loros, lagartos, etc.
Lo que se pregunta el observador es si realmente los jemer conocían la existencia de esta especie que habitó la tierra hace unos 156 a 144 millones de años, supuestamente extinguida a finales del período jurásico. Fue un gigantesco saurio que pobló los continentes de América del Norte y Europa durante el Jurásico. El que está representado en el templo de Angkor debería ser un pariente de la misma familia que el estegosaurio, el huayangosaurio, que habitó en Asia en la misma época que su pariente occidental.

Ampliación del estegosaurio.
El animal tallado en Camboya muestra las placas a lo largo de su columna vertebral tal como las tendría un estegosaurio. Si se extinguió hace 144 millones de años, resulta llamativamente misterioso este animal tallado en el templo de Ta Prohm. Este templo, originalmente llamado Rajavihara, fue construido por mandato del rey Jayavarman VII, para que sirviera como monasterio y universidad budista.

El parecido con un dibujo de
estegosaurio es más
que casual.
La importancia de este templo se pone de manifiesto si decimos que albergó a unas 12.500 personas en su época de esplendor, según registros que se hallaron. Pero todo tiene su ocaso: hacia el siglo XV, con la caída del imperio khmer, fue abandonado y progresivamente olvidado.

Recién a principios del siglo XX, los franceses darían los primeros pasos para la conservación y restauración de esta obra monumental. Y entre miles de bajorrelieves y tallas, se encontraría nada menos que la figura de un estegosaurio.

El extraño animal aparece junto
a la fauna de la zona.
La figura se halla presente en una esquina donde, a modo de lista taxativa, se muestran los animales que eran comunes a la zona y a la época: monos, búfalos de agua, aves, ciervos, etc. Está justo a la entrada de una de las puertas.

Los científicos, entretanto, han hecho lo imposible para restarle importancia al asunto. Un grupo se pronunció, aún a falta de pruebas positivas, por la teoría de que se trata de una falsificación, hoy se sabe que no es falso, el relieve permanece así esculpido desde el siglo XII. La indefendible teoría científica de la falsificación exige una concienzuda obra de ingeniería para sustituir una piedra tallada original por una falsificación de precisión milimétrica en sus características.

Todo indica que los antiguos camboyanos
conocieron a estegosaurios vivos.
Otros, en cambio, prefieren pensar que los khmer encontraron un fósil de estegosaurio y, con los escasos conocimientos de la época, reconstruyeron una imagen del animal en vida. Esta teoría atribuye avanzados conocimientos de paleontología a una sociedad que no los tenía.

Otros académicos, molestos por este hallazgo, dicen que el artista trató de representar un jabalí, una vaca, un rinoceronte, un hipopótamo, un cocodrilo u otro animal, con un fondo de hojas de palmeras, cualquier criatura con tal de no afirmar que es un estegosaurio.

Los científicos ven una vaca, un jabalí, un
hipopótamo, un rinoceronte, cualquier animal
con tal de no afirmar que es un estegosaurio.
La ciencia no es infalible ni nada que se le parezca. Ya le hicieron creer a todo el mundo que los estegosaurios se extinguieron en el jurásico y en julio de 2009, se descubrió en España una huella de este animal que data del período Cretácico (hace unos 140 millones de años). Dejando en claro que los estegosaurios no se extinguieron en el Jurásico (como se afirmaba hasta ahora), sino que pasaron al período siguiente, el último de la Era Secundaria y tal vez sin depredadores pudieron sobrevivir en las impenetrables selvas de Camboya. Además, hasta hace relativamente poco tiempo, se indicaba que los estegosaurios habían vivido en América del Norte exclusivamente. Luego, al descubrirse restos y huellas en Europa, se admitió que su hábitat era mayor.

El olvido y el descubrimiento
Tras la invasión de los tailandeses en 1431, la ciudad que tenía un millón de habitantes, estuvo sitiada siete meses, cayó y sus habitantes fueron masacrados. Luego Angkor fue prácticamente abandonado durante 500 años y la selva fue invadiendo los templos y rompiéndolos con sus raíces en una lucha lenta entre lo natural y lo artificial.

Otros detalles que contiene
la escultura del templo
de Ta Prohm.
En 1604, el misionero portugués Quiroga de San Antonio descubrió la ciudad pero en Europa reaccionaron con escepticismo sobre el informe de la magnificencia de la ciudad. En 1672, un misionero francés, el padre Chevreuil, también llegó allí y comprobó que era una ciudad impresionante. A mediados del siglo XIX, el naturalista francés Henri Mouhot, llegó accidentalmente a Angkor en 1861, la ciudad estaba abandonada, casi cubierta por la vegetación.

A principios del siglo XX los franceses empezaron a limpiar muchos templos hasta que fueron expulsados en 1975 tras la sangrienta revolución de Pol Pot. La guerra civil respetó los templos más que las vidas humanas y dejó los campos de Camboya llenos de minas que explotan al paso de cualquier persona. Las tareas de desactivación perduran aún hoy. El lugar, que cubre más de 100 km cuadrados, desde 1992 forma parte del Patrimonio cultural de la Humanidad. Los mayores enemigos de Angkor han sido el turismo masivo y los saqueadores que roban partes de los templos para venderlos en el mercado negro internacional de antigüedades.

Por Alberto Seoane

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