Desde que existe el
ser humano no dejado de matar a sus semejantes. No hay pueblo que no tenga en
sus tradiciones batallas y guerras entre humanos o contra dioses y semidioses. Desde
que se registran los sucesos del hombre, prácticamente no ha pasado un solo día
sin provocar derramamientos de sangre.
Homo Sapiens vs. Homo Neanderthalensis (24.000 a.C.
14.000 a.C.)
Hace 24.000 años, los Homo
Sapiens llegaron a Europa y se encontraron con los Homo neanderthalensis al
compartir las mismas regiones cuando las condiciones climáticas eran benignas. Los Neandertales, que llevaban unos 190.000
años evolucionando en el continente europeo, se extinguieron en tan sólo 10.000
años por el asedio del hombre moderno, que causó probablemente la extinción
de estos ancestros al perseguirlos a regiones cada vez más desoladas,
propiciando la endogamia de su reducida población, y con ello su agotamiento
genético.
Guerra de Kurukshetra (3.102 a.C.)
Otros afirman que sucedió hace 12.000 años. Fue una guerra, en la
cual un gran número de antiguos reinos participaron como aliados de los clanes
rivales de los Kuru y Pandava. La
localización de la batalla fue Kuru-kshetra
(campo de los Kuru), en el actual estado de Haryana, en el Norte de la India.
Pintura de la gran batalla de Kurukshetra, más de tres mil años antes de Cristo. |
Guerra
entre Umma y Lagash (2.454 a.C.-2425 a.C.)
Hace 4.500 años, las ciudades
sumerias de Lagash y Umma se enfrentaron en una guerra que duró más de un
siglo, la primera de la que tenemos testimonios escritos. Lagash y Umma eran
dos de las principales ciudades-estado del país de Sumer. Eannantum, sexto rey de Primera dinastía de Lagash derrotó a Umma,
Uruk, Ur, Ki-Utu, Kish y Mari. Gobernó sobre todo Sumer. Sus conquistas dejaron
como mínimo 3.600 muertos.
Batalla
de Uruk (2.271 a.C.)
Es uno de los encuentros más
decisivos en la empresa de conquista de Sumeria por parte de Sargón I de Acad. Hubo 8040 muertos. Durante su campaña
militar Sargón atacó la ciudad de Uruk y la destruyó. Los sobrevivientes
huyeron y se unieron a una fuerza de una cincuentena de ciudades sumerias al
mando de Lugalzagezi de Umma antiguo rival de Sargón. El rey de Umma fue
capturado y llevado a Nippur encadenado del cuello.
El rey Naram Sin pierde 120.000 Hombres (2254 a.C.)
El rey de
Acad, Naram Sin, descendía de la dinastía
acadia que comenzara Sargón. Era hijo del tercer rey de la misma Manishtushu,
que bautizó a su hijo Naram-Sin («Aquél al que ama el dios Sin»). Comenzó su reinado con una gran
sublevación de más de veinte reyes mesopotámicos a los que venció con
contundencia. A partir de ahí Naram-Sin se lanzaría a la conquista del mundo
conocido, extendiendo sus dominios desde Elam al mar Mediterráneo. Conquistó Siria,
la región de Alepo y descendió hasta el Sinaí, que fue quitado a Egipto. Tales
fueron sus triunfos que ordenó esculpir la estela de Naram-Sin y se
autoproclamó dios.
Conquistas de Sargón y Naram-Sin. Click para ampliar la imagen. |
Destrucción de
Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim (2025 A.C.)
Estas
ciudades del valle de Sidim fueron
borradas del mapa con todos sus habitantes por “fuego divino”. El rey de
Sodoma era Bera y el de Gomorra era Birsha.
Sinab era el rey de Adma y el de Zeboim era llamado Semeber. Donde estaban estas ciudades hoy se ubica el Mar
Muerto. Como mínimo murieron 50 mil
personas.
Moisés
mata a los idólatras (aproximadamente 1300 a.C.)
Moisés
baja del Monte Sinaí y ve que los
hebreos adoran un becerro de oro, rompe las tablas de la Ley, llama a
aquellos que toman el lado de Jehová y ordena el exterminio a cuchillo de los
idólatras. Cerca de 3.000 son sacrificados. El mandamiento “no matarás”, era súbitamente olvidado por quien
traía la noticia de su obligatorio cumplimiento.
Bajorrelieve en Abu Simbel que representa a Ramsés II derrotando a sus enemigos. |
Fue un combate de infantería y
carros en la que se enfrentaron las fuerzas egipcias del faraón Ramsés II
y las de Hatti o hititas de Muwatallis. La batalla ocurrió en las
inmediaciones de la ciudad de Qadesh, en lo que hoy es territorio sirio, y,
tras haber comenzado con ventaja para sus enemigos, se saldó con un gran éxito
egipcio, aunque con numerosas pérdidas. Los hititas eran una confederación que
mandó a la batalla a 3.700 carros y
40.000 infantes. Los egipcios por su parte pusieron 2.000 carros y 16.000 hombres. Los egipcios sufrieron la peor
parte. Es la primera batalla registrada que generó un tratado de paz
documentado, el Tratado de Qadesh, dieciséis años después.
Los
israelitas masacran a los habitantes de más de 60 ciudades (alrededor de 1270
a.C.)
Bajo Moisés, logran vencer a Sehón rey de Hesbón “y destruimos todas las ciudades, hombres mujeres y niños; no dejamos
uno solo”, dice en Deuteronomio Cap. 2 vers. 34.
Siguen con su avance y derrotan a Og rey de Basán según está escrito en Deut. Cap. 3 vers. 4-6: “Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les
tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og rey de Basán.
Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras,
sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a
Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños”. Se
calculan unos 63.000 asesinatos.
Guerra de Troya (1250 a.C.-1240 a.C.)
Los griegos movilizaron 50 mil guerreros para combatir a 30 mil troyanos. |
Los hebreos llegan a Canaán (1240 a.C.)
Las tribus nómades hebreas, tras deambular
de un lado para otro, cruzan el río
Jordán para iniciar la conquista de la región de Canaán o Palestina. El
protagonista de la conquista fue Josué,
hijo de Nun, que era “el jefe de seguridad” de Moisés. Se trató de un proceso
muy violento, entre los que llegaban del desierto para tomar las
ciudades-estado con una cultura mucho más desarrollada.
Cuando
tomaron la ciudad de Jericó, tal como relata la Biblia, mataron a cada hombre,
mujer y niño. Cortaron las cabezas de sus víctimas y las clavaron en estacas y
las dejaron expuestas. Las demás culturas que habitaban la región
fueron casi exterminadas con el paso de los años. Moabitas, amonitas, filisteos, jebuseos, cananeos, heveos, amorreos,
gergeseos, araceos, madianitas, etc. eran las etnias que había en esa tierra y
se calcula que en ese tiempo, Canaán tenía una población de 200.000 habitantes
aproximadamente.
La
masacre de la ciudad de Hai (alrededor de 1240 a.C.)
30.000 guerreros israelitas entran
en la ciudad de Hai, en Canaán o Palestina y pasan a filo de espada a sus
12.000 habitantes y la incendian. A
continuación, Josué conquistó las ciudades de Maceda, Libna, Laquis, Eglón,
Hebrón y Debir. En todas ellas, al igual que en Jericó o Hai, la totalidad de
sus habitantes fue pasada a cuchillo. Después de que los israelitas venciesen
a Jabín, rey de Hazor, fueron 31 reyes asesinados con sus respectivas
ciudades, completando la conquista de “la tierra prometida”, se completó
la conquista de “la tierra prometida”. Se calcula más de 57.000 muertes.
Campaña
de Asurbanipal (668 a. C. 630 a.C.)
Asurbanipal matando un león. Relieve hallado en su capital Nínive. |
Guerras
entre etruscos y griegos (540 a.C.- 480 a.C.)
Los
etruscos se aliaron con los cartagineses en el 545 a. C. contra de los
helenos, y esta alianza obtuvo una importante victoria en la batalla naval de Alalia, alrededor del
537 a. C. La flota etrusco-cartaginesa (estimada entre 100 y 120 naves) se
dirigió a un reciente asentamiento griego, Alalia,
en Córcega con la intención de destruirla. A ella se enfrentó una escuadra
focense de apenas 60 naves. Los griegos consiguieron suplir la inferioridad
numérica con su superioridad táctica, por lo que lograron destruir la flota
enemiga. Sin embargo, este resultado fue en realidad una victoria pírrica para
los griegos, cuyas pérdidas fueron tan cuantiosas que hubieron de renunciar a
su política expansionista. Se dice que
40 de las 60 naves utilizadas fueron destruidas, y de las restantes muchas
quedaron dañadas. Las pérdidas etrusco-cartaginesas son desconocidas. Tras
ella, los etruscos retuvieron Córcega y
los cartagineses Cerdeña, pero Cartago, que se veía más poderosa que la
Liga Etrusca, salió ganando en el resto del reparto del poder. Esa batalla
marcó el fin de la Edad de la Colonización griega.
Cartago
siguió luchando contra los helenos, y en
el 480 fue derrotada por una alianza entre los dorios de Siracusa y los
focenses de Massilia. Esto privó a los etruscos de un poderoso aliado. En
el 480 a. C., se dio la batalla de Himera, una colonia griega al norte de
Sicilia, entre griegos y cartagineses, venciendo los griegos, comandados por la
ciudad de Siracusa, coincidiendo con el decaimiento del comercio etrusco.
Los etruscos, que ya empezaban a sufrir sublevaciones en las
aldeas latinas que dominaban, quisieron salir de sus dificultades acabando con
lo que parecía ser la fuente de sus problemas: la ciudad griega de Cumas. Así, en 474 a.C, Etruria envió su flota naval a
conquistar la poderosa ciudad portuaria de Cumas, fundada en la península
itálica por los griegos en el 1054 a.C. Hierón
I,
tirano de Siracusa, se alió con Aristodemo,
el tirano de Cumas para defenderse contra la expansión etrusca hacia el sur.
Con su ejército greco-siciliano pasó al continente y venció al de la Liga
Etrusca en la batalla de Cumas. La batalla de Cumas fue una batalla
naval en el 474 a.C. entre los navíos de Siracusa y Cumas contra la flota
etrusca en el golfo de Nápoles. Después
de su derrota, los etruscos perdieron gran parte de su influencia política en
Italia. Se perdió el control del mar y sus territorios fueron asumidos por
los romanos, samnitas y galos. Los etruscos más tarde se unieron a la fallida expedición ateniense contra Siracusa en el 415
a.C., que terminó con la derrota en 413 a.C. lo que contribuyó aún más a su
desprestigio.
Guerras
greco-púnicas (600 a. C. -265 a.C.)
Fueron
una serie de conflictos armados entre Cartago y las polis de la Magna Grecia,
encabezadas por Siracusa, por el control de Sicilia y el Mediterráneo
occidental.
Colonias fenicias y de la Hélade. |
La
Primera guerra siciliana (480 a. C.)
Hacia el 480 a.C. Gelón, tirano de Siracusa, respaldado en
parte por otras polis griegas, intentó unificar la isla bajo su mandato. Cartago
no podía quedarse de brazos cruzados ante esta amenaza, y pasó a la ofensiva
aprovechando la invasión persa de Grecia.
Los griegos lucharon duramente contra etruscos y cartagineses por el control del Mediterráneo. |
La
Segunda guerra siciliana (410 a.C. - 340 a.C.)
Alrededor del año 398 a.C. se aunaron una
serie de circunstancias que desembocaron en la Segunda Guerra Siciliana.
En el 410 a.C., Cartago se había
recuperado de las serias derrotas de la guerra anterior. Justo un año después
de su embarazosa derrota en Hímera, Cartago había conquistado la mitad del
norte de la moderna Túnez, fundando y fortaleciendo sus colonias en el norte de
África, como Oea y Leptis, hoy Trípoli. Cartago también había patrocinado a Aníbal Magón, el nieto del derrotado
Amílcar, y comenzó los preparativos para apoderarse de Sicilia. En 409 a.C.,
Aníbal Magón se encontraba en Sicilia con sus fuerzas. Tuvo éxito en la captura
de las ciudades menores como Selinus,
moderno Selinunte, donde se libró la primera batalla de la llamada Segunda
Guerra Siciliana. El sitio se prolongo diez días y triunfó Aníbal Magón (de la
familia Magónida,
no el famoso Aníbal de la familia Bárcida)
sobre los griegos dorios de Selinunte.
Hubo 16.000 muertos y 6.000 prisioneros griegos. Magón también saqueó
Hímera, con un saldo de 3.000 muertos y
3.000 prisioneros ejecutados, donde su abuelo había sido derrotado 79 años
antes, antes de regresar triunfalmente a Cartago con el botín de guerra. Pero
el principal enemigo de Cartago en Sicilia, Siracusa, permaneció intacta, y en
el 405 a.C., Aníbal Magón llevó a cabo una segunda expedición, esta vez para
reclamar la isla en su totalidad. Esta vez, sin embargo, encontró con una
resistencia feroz y mala fortuna. Durante el sitio de Agrigento, las fuerzas
cartaginesas fueron devastadas por la peste, con 6.000 muertos y el propio Aníbal
Magón sucumbió a ella. Aunque su sucesor, Himilcón, amplió con éxito la campaña, capturó la ciudad de Gela, recuperó
la fortaleza cartaginesa de Motia, en poder de Dionisio I, el nuevo tirano de Siracusa, y capturó Mesina. Por
último fue sitiada la propia Siracusa. El asedio comenzó con gran éxito en 397
a.C., pero en el 396 a.C., una vez más, la peste asoló las fuerzas
cartaginesas, y el asedio se abortó. En los siguientes sesenta años, las
fuerzas griegas y cartaginesas participaron en una serie de constantes
escaramuzas y fueron víctimas de la peste. En 340 a.C., Cartago fue arrinconada
por completo en la esquina sudoeste de la isla, y una precaria paz reinó en la
isla. En tanto, los cartagineses aprovecharon para armar un gran ejército
compuesto de libios y reclutaron mercenarios de entre los íberos, celtas y
ligures. También se ocuparon de construir barcos de guerra. Transportaron
sus fuerzas a Sicilia que desembarcaron en Lilibea (actualmente Marsala). Los
generales cartagineses Asdrúbal y Amílcar estaban al mando de un
ejército de invasión. Las tropas sumaban en total, incluyendo las fuerzas
previamente estacionadas ya en Sicilia, más de setenta mil infantes;
caballería, carros de guerra, y parejas extra de caballos no menos de diez mil;
doscientos barcos de guerra; y más de mil mercantes transportando caballos,
armas, comida y demás cosas.
Del lado greco-siciliano pusieron a Timoleón de Corinto, que no se
desalentó, sin embargo, aunque conocía el tamaño de las fuerzas enemigas
mientras él se veía reducido a un puñado de soldados. Timoleón reunió a sus
mercenarios inmediatamente, junto con los siracusanos y sus aliados, convocó
una asamblea general, y exhortó a su audiencia con las palabras adecuadas a
hacer frente al combate decisivo. Cuando todos aplaudieron e hicieron
aclamaciones, urgiéndole a conducirlos de inmediato contra los bárbaros, hizo
campaña con no más de doce mil hombres en total, de los cuales 1000 eran
jinetes y el resto infantería.
Timoleón de Corinto venció a más de 10 mil cartagineses. |
Timoleón llegó cerca de Selinunte, y obtuvo una
victoria decisiva en el río Crimiso. Hubo una dura lucha, pero como los griegos eran superiores en
valor y en entrenamiento, se
produjo una gran matanza de bárbaros. El resto comenzó a huir. Más de
diez mil soldados cartagineses fueron muertos y no menos de quince mil fueron
hechos prisioneros. La mayoría de los carros fueron destruidos en la
batalla pero doscientos fueron capturados. El tren de bagaje, con las acémilas
y la mayoría de los vehículos, cayó en poder de los greco-sicilianos. La
mayoría de las armas se perdieron en el río, pero mil corazas y más de diez
mil escudos fueron llevados a la tienda de Timoleón. La batalla dio como
resultado también el acopio de gran cantidad de riquezas, porque los
cartagineses llevaban consigo abundancia de copas de oro y plata; estas, así
como el resto de propiedades personales que eran muy numerosas a causa de la
riqueza de los púnicos, Timoleón permitió que los soldados las conservaran
en su poder como premio por su valentía. La victoria consiguió muchos años
de paz para los griegos en Sicilia.
En la propia Cartago, cuando las nuevas de la magnitud
del desastre llegaron, todos decayeron de ánimo y enviaron embajadores
experimentados a Sicilia con instrucciones de hacer la paz sobre las
condiciones que fueran posibles. Timoleón recibió a los embajadores
y negociaron con él sin demora, les aseguró la paz sobre la condición de que
todas las ciudades griegas fueran libres, que el río Licos o Halycos, fuera la
frontera de sus respectivos territorios, al oeste del mismo estaban los escasos
territorios de Cartago en Sicilia y en el tratado los púnicos no
prestarían ayuda a los tiranos que estaban en guerra con los siracusanos.
En este tiempo, también, Timoleón capturó y ejecutó a
Postumio el Etrusco, quien había estado interrumpiendo con sus piraterías el
tráfico marítimo con doce naves corsarias, y había entrado en Siracusa como una
ciudad amiga. Así pues, habiendo establecido la paz en todas
partes a lo largo de Sicilia, hizo posible que las ciudades experimentaran un
enorme incremento de su prosperidad.
La
Tercera guerra siciliana (315 - 307 a. C.)
En 315 a.C. Agatocles, el tirano de Siracusa, se
apoderó de la ciudad de Messana,
actual Mesina. En 311 a.C. invadió la última factoría cartaginesa en Sicilia,
lo cual rompió los términos del vigente tratado de paz, y sitiaron Akragas, hoy
Agrigento. Amílcar, nieto de Hannón, capitaneó con éxito el contraataque
cartaginés. En 310 a.C., ya tenía bajo control la mayor parte de los
territorios de Sicilia y había sitiado la mismísima Siracusa.
Agatocles con 14 mil griegos venció a dos ejércitos en las afueras de Cartago. |
Después de que Agatocles pidiera la paz, Cartago disfrutó de un breve período de
control de Sicilia, que finalizó con la guerra con Pirro (280 a.C.-275 a.C.),
llegado de Epiro. Roma, a pesar de su
proximidad a Sicilia, no participó en las Guerras Sicilianas de las 5ª y 4ª
centurias antes de Cristo, debido a sus campañas de liberación de los etruscos
y la conquista de la península Itálica.
Guerras entre las ciudades-estado griegas (500
a.C.-146 a.C.)
Las luchas entre las polis griegas
entre el 500 a.C. y 146 a.C. donde se calcula que hubo 305.000 combatientes muertos.
Guerras
Médicas (499 a. C. -449 a. C.)
El ateniense Milcíades venció a los persas en la batalla de Maratón. |
La Segunda Guerra Médica comenzó en 480 a.C. cuando Jerjes I intentó someter a Grecia. En
la Batalla de las Termópilas acaba
con Leónidas y sus 300 espartanos,
más 1000 guerreros de otras regiones. Pero Jerjes perdió 10.000 persas. Poco
después el ateniense Temístocles con 180
trirremes derrota a la poderosa flota persa en la batalla naval de Salamina. Al año siguiente llega otro
poderoso ejército medo de 300.000 hombres, según Heródoto que es derrotado por 110.000
griegos bajo el mando de Pausanias
en la llanura de Platea. Mardonio, el comandante persa murió en
combate, al igual que 51.000 de sus
soldados que fueron hechos trizas por las tropas griegas, que por una vez y
sin que sirviera de precedente, habían aunado esfuerzos y combatido juntas. Los
griegos hicieron 3.000 prisioneros. 43.000
medos huyeron siendo hostigados en su recorrido por los montañeses. En ese mismo
día, 60.000 persas son derrotados en la
playa de Micala, Jonia y sus barcos incendiados.
En el año 467 a.C. se inicia la Tercera y última Guerra Médica con la
derrota del ejército persa en la batalla del río Eurimedonte. Los griegos estaban al mando de Cimón, hijo de Milcíades que se
anticipó a la flota persa-fenicia y la atacó en su propia base en el sur
de Turquía, capturando o destruyendo 200 trirremes. La guerra continuó con
pequeñas victorias griegas y en el 448 a. C. Pericles firma la paz con Artajerjes I. Los griegos con su valor y estrategia impidieron que el imperio
aqueménida conquistara Europa, los griegos pagaron un alto precio en vidas pero
lograron triunfar.
Ester
ordena la matanza de los seguidores de Amán (474 a.C.)
En el imperio persa, Ester, la
concubina del rey Jerjes I, obtiene
la autorización para matar a los
seguidores del ministro Amán. En un día fueron degolladas 75.000 personas en
las 127 provincias persas.
Campaña
de Alejandro Magno en Oriente y Egipto (334 a.C.-323 a.C.)
El Imperio de Alejandro Magno en el 323 a.C. |
Guerras
de Pirro (280 a.C.-275 a.C.)
Pirro (318 a.C. -272 a.C.) era el
rey de Epiro y también ostentó
la corona de Macedonia brevemente en dos ocasiones. Es considerado uno de los
mejores generales de su época, y uno de los grandes rivales de la República
Romana durante su expansión.
Los habitantes de Tarento le rogaban
que en nombre de todos los griegos italianos enfrentase a la República Romana. Viajó a Italia en 280 a.C. llevando consigo
un ejército griego de 20.000 infantes, 3000 jinetes, 2000 arqueros, 500
honderos y 20 ó 50 elefantes, según las fuentes. Previamente había enviado
a Milo, uno de sus generales, con un destacamento de 3000 soldados.
Derrotó a Roma en la batalla de Heraclea de Lucania, que había durado
un día completo, y fue probablemente la llegada del anochecer lo que salvó al
ejército romano de 30.000 hombres de una destrucción completa. Durante el
combate, en el que los elefantes tuvieron un papel decisivo para la victoria de
las fuerzas de Pirro, resultaron muertos
14.880 romanos y 1310 resultaron prisioneros. Los romanos también perdieron 246
jinetes. Mientras en el bando griego hubo alrededor de 13.000 bajas.
Pirro, rey de Epiro. |
En 278 a.C. le pidieron desde
Siracusa que los ayudara a vencer a los cartagineses. Consiguió grandes éxitos
iniciales, expulsando a los cartagineses y conquistando la ciudad fortificada de
Erice, en un asedio en el cual fue el primero en subir las escalas y se
distinguió como de costumbre por su coraje. Fue proclamado rey de Sicilia, título que destinó a su hijo Heleno
(en herencia de su abuelo, pues era hijo de la hija de Agatocles). Durante su
estancia en la isla, conquistó la mayor parte de la Sicilia púnica, pero no
pudo capturar la ciudad cartaginesa de Lilibea. En el 276 a.C. Pirro asedió la
ciudad y expulsó a los cartagineses de sus otras posesiones, pero los púnicos
enviaron suministros por el mar, y Pirro hubo de levantar el sitio a los dos
meses.
En el otoño de 276 a. C.
fue atacado por una flota cartaginesa, perdiendo setenta de los barcos de
guerra que había obtenido en Sicilia. En el 275 a.C. se enfrentó a los romanos
y fue derrotado en la batalla de
Benevento, murieron 11.000 de sus mejores griegos y 9.000 romanos. Pirro se vio obligado a retirarse y llegó a
Epiro a finales de 274 a. C. tras una ausencia de seis años. Trajo de vuelta sólo 8000 infantes y 500
jinetes.
Guerras
de los Romanos (477
a.C. Hasta el 456 d.C.)
La península itálica en el 400 a.C. |
Desde su crecimiento como ciudad,
Roma estuvo en permanente guerra con sus vecinos. Ya sea contra los sabinos,
ecuos, o contra los etruscos con los que
libraron tres guerras del 477 a.C. al 396 a.C. o los samnitas con otras
tres guerras (343 a.C. al 290 a.C.) o enemigos exteriores como los volscos
derrotados en el 338 a.C. Finalmente, la ciudad cayó en el 456 en poder de los
pueblos germánicos.
Guerras
Púnicas (264 a.C.-146 a.C.)
La Primera Guerra Púnica entre romanos y cartagineses por el dominio
del Mar Mediterráneo tuvo lugar entre el 264 a.C. y el 241 a.C.): 400.000 muertos, la mayoría romanos.
Segunda
Guerra Púnica (218 a.C. -202 a.C.)
Se destaca aquí la batalla de Cannas (o Cannæ) que tuvo lugar el 2 de agosto del
año 216 a. C., entre el ejército púnico, comandado por Aníbal Barca, y las tropas romanas, dirigidas por los cónsules Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo. Desarrollada en la
ciudad de Cannas, en Apulia, al sudeste de Italia, la batalla terminó con la
victoria del ejército cartaginés, a pesar de la acusada inferioridad numérica
de éstos. Tras la misma, Capua y varias otras ciudades estado italianas
abandonaron el bando de la República romana. Aunque la batalla no supuso la
victoria final cartaginesa en la Segunda Guerra Púnica, se la recuerda como uno
de los más grandes eventos de táctica militar en la historia, y la más grande derrota de la historia de
Roma. En toda esta guerra murieron 300.000 hombres, un tercio en Italia y otro en
Hispania, el resto se reparte en los demás frentes de batalla.
Tercera
Guerra Púnica (149 a.C.-146 a.C.)
Así era el plano de la ciudad de Cartago, que tenía medio millón de habitantes cuando fue destruida por los romanos. |
Guerras
Ilirias (229 a.C.-168 a.C.)
Las Guerras Ilirias fueron cuatro y enfrentaron a Roma
con las tribus de Iliria.
Guerras
Macedónicas (215 a.C-179 a.C.)
Fueron tres guerras que enfrentaron a Filipo V de Macedonia y a su hijo
Perseo contra Roma. Terminó con 20.000
macedonios muertos y 11.000 prisioneros. Las pérdidas romanas fueron muy
inferiores.
La Batalla de
Magnesia (190 a. C.)
Fue una guerra romana
contra Antíoco III, eufemísticamente
llamado el Grande, de la Dinastía Seléucida. En esta batalla los romanos
pasaron por encima de 53.000 de sus soldados y no frenaron hasta
garantizarse el control de Grecia y asegurarse la estabilidad de la inestable
Asia Menor.
Guerras
serviles o Rebelión de los esclavos (135 a.C.-71 a.C.)
Kirk Douglas en el papel de Espartaco, en la película homónima de 1960 dirigida por Stanley Kubrick. |
Guerra
Cimbria (113 a.C.-101
a.C.)
Los cimbrios
eran un pueblo germánico que se enfrentó a Roma dejando 275.000 a 310.000 muertos de ambos bandos. Los cimbrios fueron
prácticamente exterminados. Tito Livio
dice que solo quedaron vivos 100 mil prisioneros.
Guerra Social (91 a.C.-88 a.C.)
Roma se
enfrenta a sus antiguos aliados en la península Itálica que termina con 300.000 muertos.
Guerras Mitridáticas (89 a.C.-63 a.C.)
Contra
Mitrídates el Grande que reinaba en Ponto, Asia Menor. La primera se llamó Vísperas asiáticas (88 a. C.) muriendo 80.000 a 100.000
ciudadanos romanos ejecutados. En la segunda (83 a.C.), los romanos fueron
derrotados y la Tercera Guerra
Mitridática (74 a. C. -65
a.C.) terminó con 300.000 pónticos y
100.000 armenios muertos.
Guerra de las
Galias (58 a.C. -51
a.C.)
Durante
la Guerra de las Galias, Julio César
conquistó 800 ciudades, subyugó 300
tribus celtas y germanas y un millón de personas fueron vendidas como
esclavos y entre 400.000 y un millón de celtas murieron en
el campo de batalla y en múltiples incursiones. El Imperio Romano, durante siete siglos, exterminó y esclavizó
a millones de personas. Miles de estos esclavos fueron obligados a luchar a
muerte en los juegos públicos, convirtiéndose así en gladiadores.
La matanza de los niños ordenada por Herodes, pintada en un códice medieval del siglo X. |
Instigada por Herodes I el
Grande (73 a.C.-4 a.C.), rey de Judea. Este episodio es conmemorado el 28
de diciembre. La crueldad de Herodes pasaría a la posteridad por un suceso que
tuvo lugar durante su reinado: la
matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por
él. Como es bien conocido, los Magos de Oriente fueron conducidos por la estrella hasta el lugar en el que había nacido
el Mesías, en Belén, y allí adoraron al niño y le ofrecieron sus presentes.
Entonces Herodes, envió a matar a todos
los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el
tiempo que había precisado por los magos. Se especula con que el número de bebés asesinados osciló entre
3.000 y 15.000.
El desastre de
Teutoburgo (9 d.C.)
Arminio, un caudillo germano desafió a Roma. Se envió al general, Publio Quintilio Varo, para que
mantuviera la paz en la región. Así, Varo fue nombrado jefe del ejército romano
en Germania, al mando de cinco legiones. Varo había sido gobernador de Siria. Mediante
estudiadas tretas, Arminio logró atraer a tres de las cinco legiones hacia un
lugar que él conocía muy bien, el bosque de Teutoburgo. Las fuerzas comandadas por Varo, que sumaban unos 20.000 hombres sin
contar los familiares de los soldados, se adentraron en el bosque de Teutoburgo
en busca de los rebeldes germanos. Casi todos fueron exterminados, incluido
Varo. El joven oficial Casio Querea,
que pasaría a la posteridad por matar al emperador Calígula, dirigió la huida
de un grupo de legionarios, quienes escaparon de la trampa mortal en la que
Arminio había convertido el bosque de Teutoburgo, amparados en la oscuridad de
la noche y le contaron a Augusto lo que sucedió. Los germanos también mataron a
civiles (esclavos personales, las familias de los oficiales, comerciantes de
todo tipo y hasta prostitutas), se
calcula que los muertos pudieron ascender a más de treinta mil. La masacre
de Teutoburgo fue, por lo tanto, una de las derrotas militares más rotundas de
toda la Historia.
Persecución a los cristianos (30-313)
Más de 100.000 cristianos martirizados en el Imperio
Romano.
Una reina celta en Britania desafió a Roma. 70.000 romanos y aliados
y 80.000 britanos rebeldes murieron según Tácito.
Guerras judeo-romanas (66-135 d.C.)
Hubo tres, la
primera del 66 al 73 d.C. tuvo 600.000
muertos según Tácito. La segunda fue la Guerra de Kitos (115-117) con 240.000 muertos en Chipre y 200.000 en Cirene.
La tercera fue la Rebelión de Bar Kojba
(132-135) con 580.000 muertos.
Batalla del Monte Graupius (84 d.C.)
Tuvo lugar en la zona de los montes Grampianos, en Escocia, en el marco
de la conquista romana de Britania. En dicha fecha, un ejército romano formado
por unos 20.000 hombres, al mando de Julio
Agrícola (gobernador de Britania), venció a unos 30.000 miembros de las
tribus caledonias, al mando del jefe Calgaco, causándoles unas diez mil bajas (según recoge el historiador
Cornelio Tácito, fuente principal de las informaciones sobre la batalla y yerno
y biógrafo de Agrícola) a cambio de tan sólo 360 bajas propias. En concreto, el relato de Tácito aparece en su
obra De vita et moribus Iulii Agricolae.
Guerra de Marco Aurelio contra Partia (161-166)
Terminó con 400.000 persas muertos y 100.000
esclavizados.
Rebelión de los Turbantes Amarillos (184-205)
Costó la vida de 3 a 7 millones de chinos.
El emperador Teodosio ejecuta a los Tesalonicenses
(390)
El gobernador de la ciudad griega de Tesalónica metió en la cárcel
a un auriga del circo, muy querido de la multitud. El pueblo no estaba
dispuesto a renunciar a las exhibiciones que ofrecía cada vez que se celebraban
carreras en el circo. Así pues, los fanáticos seguidores del auriga se
amotinaron, asaltando los edificios públicos. En la algarada, el gobernador fue asesinado por las turbas
enardecidas, así como el propio jefe militar de la zona y algunos magistrados.
El auriga fue liberado por sus seguidores más radicales. Teodosio, tuvo noticia
de lo que estaba ocurriendo en Tesalónica. El emperador se dejó arrebatar por
la ira: «Ya que toda la población es
cómplice del crimen, que toda ella sufra el castigo». Cuando los
tesalonicenses se hallaban en el circo para asistir a la reaparición del
auriga, los pretorianos cerraron todas las salidas del recinto. Comenzó
entonces una degollina brutal, en la que los soldados asesinaron metódicamente
a todos los espectadores. La carnicería
se prolongó a lo largo de cuatro horas, sin ninguna distinción de edad,
sexo o grado de implicación en la revuelta. La arena del circo quedó regada con la sangre de entre 7.000 y 15.000
inocentes.
Entre los años 400 a.C. y 500
d.C. los romanos perdieron más de 885.000
hombres en los campos de batalla.
Consistió en invasiones,
guerras civiles, hambrunas, pestes, ruina económica y baja en la tasa de la
natalidad el imperio pudo perder unos siete
millones de habitantes.
Rebelión en Constantinopla (532)
Así como hoy
existen aficionados a equipos deportivos, en Constantinopla existían dos
facciones que pugnaban en las carreras de carros, los “azules” y los “verdes”. Casi toda la población de la ciudad
pertenecía a alguno de los dos bandos. El emperador Justiniano apoyaba a los
“azules”. En enero del año 532 el emperador recargó con impuestos a los
ciudadanos para recaudar dinero y pagarle a los persas y a los bárbaros para
pacificarlos. Los “verdes” organizaron
una rebelión en el Hipódromo, que se fue extendiendo por toda la ciudad
atacando y destruyendo edificios públicos. Justiniano estaba a punto de huir de
la ciudad pero su esposa Teodora mantuvo la calma y lo retuvo. Ordenó a los
generales Belisario y Narsés terminar
con los disturbios. Reunieron a los rebeldes en el hipódromo con el argumento
de negociar y allí mataron a 30.000 de ellos.
La Revuelta de An-Lushan (755-763)
Entre 755 y 763 el líder
militar An-Lushan, étnicamente de origen centroasiático, príncipe Lan de Yan, que
vivió durante la dinastía Tang en China, instigó una rebelión contra el poder
imperial. Como consecuencia de la represión murieron 35 millones de personas.
El propio An Lushan fue asesinado
por su propio hijo cuando contaba con 54 años.
Entre
1096 y 1444, la Europa católica lanzó múltiples expediciones armadas
denominadas cruzadas con la excusa de
recuperar Tierra Santa pero motivadas por los intereses expansionistas de la
nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del
papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente. En ellas se marchó
contra los musulmanes, pero también contra los cristianos orientales, rusos y
bizantinos, contra el movimiento de los cátaros en el sur de Francia y contra
los judíos. Una de las peores matanzas fue la que sucedió tras la toma de
Jerusalén en 1099 por los caballeros cruzados. Todos los musulmanes de la ciudad fueron
asesinados, incluyendo mujeres, niños y ancianos. Murieron asesinados 40.000
civiles. Lo mismo sucedió con los judíos que habitaban en la ciudad que fueron
quemados vivos dentro de su sinagoga. Se calcula que las diversas
matanzas y guerras llevadas a cabo por los cruzados produjeron 5
millones de muertes a lo largo de tres siglos y medio.
Achacando la presencia de los cruzados a Isaac II y su hijo, éstos
fueron depuestos durante una revuelta popular. El trono recayó en Alejo Ducas, que fue coronado con el
nombre de Alejo V. Su primera medida
fue estrangular a Alejo IV y molerle los huesos a mazazos. Los cruzados
recibieron con preocupación la noticia de que su deudor había desaparecido. El
nuevo Basileus no les debía nada, por lo que la visión de los 200.000 marcos de
plata prometidos se iba esfumando por momentos. Entonces los codiciosos 10.000 cruzados asaltaron las murallas el viernes
8 de abril de 1204. Habían construido torres de asedio y las habían
acoplado a la proa de los barcos, para que los asaltantes pudieran enfrentarse
a los defensores a su misma altura. Pero fueron rechazados. El segundo día de
lucha no fue mejor para los cruzados. Éstos utilizaron grandes escaleras para
trepar hasta lo más alto de la muralla, pero los asaltantes eran rechazados
violentamente. Los cuerpos sin vida de los cruzados iban cayendo desde lo alto
de las murallas, como un sangriento aviso a los cruzados que trataban de
escalar los muros. Al tercer día los cruzados rebasaron la muralla por varios
puntos y no tardaron en inundar las calles de la ciudad. Viendo imposible
resistir, una delegación del clero de Santa Sofía se dirigió al campamento
occidental para presentar la rendición, confiados en poder evitar el saqueo.
Pero fue inútil, los cruzados c[orrieron hacia los
palacios y las iglesias, que custodiaban toneladas de riquezas. Los formidables
tesoros que encontraron les dejaron sin habla. Los cruzados se lanzaron al robo y al saqueo, destruyendo todo lo
que no tenía valor. El botín se reunió en tres iglesias especialmente
seleccionadas por su enorme tamaño.
En el año 1207 se unificaron las tribus
mongolas y avanzaron hacia Asia, Medio Oriente y Europa. La iniciativa fue de Gengis Khan, fundador del primer Imperio mongol, el imperio más extenso de la
Historia. Bajo su liderazgo como Gran Khan, los mongoles comenzaron una oleada de conquistas que extendió su
dominio a un vasto territorio, desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico,
y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina. En la primera fase
de esta expansión, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia,
como el de los kirguises en 1207, el reino Xia Occidental entre 1206 y 1209; el
reino uigur en 1209, el Imperio Jin del norte de China, entre 1211 y 1215,
saquea Pekín, el Imperio tanguta, el Kanato de Kara-Kitai en 1218 y el Imperio
corasmio entre 1218 y 1223. Solamente Gengis Khan (1162-1227), entre los años
1215-1227
masacró a 4 millones de personas. Kublai Khan, entre los años 1252-1279,
lo superó, asesinando a 19 millones de
personas. En 1258 Hulagu Khan, nieto de Gengis y hermano de Kublai conquistó el
Califato Abásida que culminó en la toma,
saqueo e incendio de Bagdad. Una semana duró la matanza y destrucción: los
mongoles arrasaron y destruyeron mezquitas, palacios, bibliotecas y hospitales.
Debieron morir cerca de 200.000
personas.
El 30 de marzo de 1282, cuando las
campanas de las iglesias de Palermo llamaban al oficio de vísperas, se produjo
un levantamiento del pueblo de Palermo, que masacró la guarnición francesa
(angevina) presente en la ciudad. El levantamiento se extendió a otras
localidades de la isla, como Corleone y Mesina, hasta que se expulsó
completamente de la isla a los franceses. Los sicilianos llamaron en su ayuda
al rey Pedro III de Aragón. Pedro III podía alegar en favor de su causa los
derechos de su mujer Constanza, hija del rey Manfredo, de la casa de Hohenstaufen, que gobernó en Sicilia y Nápoles
hasta su derrota y muerte a manos de Carlos I de Anjou en la batalla de Benevento.
Costaron la
vida de 10 a 20 millones de personas en Medio Oriente, India, Asia y Rusia. Se calculan en 30 a 40 millones de chinos
muertos, 2 millones de húngaros, 2 a 4 millones de persas y musulmanes. En
cuanto a la población rusa en 1300 eran
de 7 a 7,5 millones se redujo a 500 mil tras la invasión tártara dirigida por
los mongoles, cerca de 3 millones de ucranianos, rusos y polacos fueron
esclavizados por los mongoles.
Se desarrollaron contra los
seguidores de Juan Huss (1370-1415) y
Jerónimo de Praga (1360-1416) ambos murieron quemados en la hoguera por
el clero pensando que así terminaban con los disidentes. Pero sus
seguidores se multiplicaron, eran los husitas, un movimiento cristiano reformista
que fue mal visto por la Iglesia Católica. Para exterminarlos se organizaron
verdaderas carnicerías y los husitas se defendieron con toda clase de
armamentos, hubo al menos 40 sangrientas
batallas en el nombre de dios. El
Papa Martín V (1417-1431) personalmente se propuso exterminar a los
husitas. Cuando se firmó la paz habían muerto 150.000
cristianos.
(Continuaremos la historia de estas masacres hasta la actualidad en otro artículo. Tengan paciencia).
Masacre de Verden (782)
Carlomagno ordena decapitar a 4.500 líderes sajones.
Las Cruzadas (1096-1444)
Se calcula que los caballeros Cruzados produjeron 5 millones de muertes. |
Masacre de los Latinos (1182)
La Masacre de los Latinos
tuvo lugar en Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, en mayo de 1182.
Fue una matanza a gran escala de
católicos o comerciantes "latinos" y sus familias, quienes en ese
tiempo dominaban el comercio marítimo y el sector financiero de la ciudad.
Aunque no existen datos exactos, se estima que gran parte de la comunidad
latina, unas 60.000 personas, fueron
exterminadas o se vieron forzadas a abandonar la ciudad. Las comunidades genovesas
y pisanas fueron las más afectadas por las matanzas, y unos 4.000
sobrevivientes fueron vendidos como esclavos al Imperio Otomano.
Bizancio
saqueada por los venecianos (1204)
Un usurpador bizantino, Alejo
IV Angelo, hermano menor del gobernante del momento, Alejo III Angelo
sobornó a los integrantes de la Cuarta Cruzada compuesta mayoritariamente por venecianos
con la intención de que no vaya a Jerusalén y se desvíe hacia Constantinopla
para reponer en el trono de Bizancio a su padre, Isaac II. A cambio de la ayuda de los Cruzados venecianos, Alejo IV
se comprometía a pagarles 200.000 marcos
de plata y participar en la Cruzada con 10.000 hombres, además de mantener
a perpetuidad un regimiento de quinientos caballeros en el Santo Sepulcro. El Dux de Venecia y el jefe de la expedición,
Bonifacio II de Monferrato, acogieron con agrado esa propuesta, ante ellos se
les abría una oportunidad única para entrar como conquistadores en la
legendaria capital del Imperio bizantino.
La flota cruzada navegó rumbo al Bósforo. Al vislumbrar en la
lejanía las murallas de la majestuosa ciudad, el 23 de junio de 1203, los
cruzados no pudieron ignorar el hecho de que en dos mil años nadie había conseguido conquistarla, pese a que había
sufrido una veintena de grandes asedios (persas, ávaros, árabes, búlgaros,
eslavos, etc). Alejo III al ver a la poderosa flota de 210 navíos se dio a la fuga, abandonándolo todo, incluso a
su esposa. Alejo IV tomó el poder y pudo así reponer en el trono a su padre, Isaac
II. Para dar tiempo al nuevo monarca a reunir la suma con la que tenía que
pagar el inestimable servicio realizado por los cruzados, éstos se dedicaron a saquear las mezquitas que
habían sido levantadas en la ciudad con el beneplácito de los últimos emperadores.
Pero las acciones de los cruzados, que se extendieron a otros puntos de la
ciudad, provocaron las quejas de sus habitantes. Alejo IV acabó rogándoles que
se retiraran fuera de las murallas para no ocasionar mayores problemas. Éstos accedieron
a trasladar su campamento al exterior pero el tiempo iba pasando y los nuevos
gobernantes de Bizancio se mostraban remisos a pagar su deuda. El enojo y la
frustración comenzaron a hacer mella en el espíritu de los cruzados corrompidos.
La tensión entre los habitantes de Constantinopla y sus indeseables huéspedes
fue creciendo, hasta que se hizo insoportable.
La Cuarta Cruzada en vez de ir hacia Jerusalén, se desvió y saqueó Constantinopla. |
Tras dar rienda suelta a su codicia, desataron sus peores instintos,
violando, mancillando, asesinando y decapitando por doquier. Fueron miles los bizantinos
que vieron segada su vida por la furia de los cruzados, incluyendo mujeres y
niños. Las calles de Constantinopla
quedaron anegadas en sangre. La ciudad fue saqueada durante tres días. No se
libró ni una iglesia ni un monasterio. La
Biblioteca de Constantinopla fue destruida. Los
cronistas se hicieron eco de las atrocidades perpetradas por los
conquistadores, miles de civiles
fueron asesinados a sangre fría. Miles de mujeres, incluso monjas fueron
violadas por el ejército de los cruzados, barrios
enteros quedaron reducidos a escombros humeantes y Constantinopla quedó
prácticamente inhabitable. Alejo V huyó en un barco de pesca y nunca más se supo
de él.
Los
pocos que pudieron escapar de la masacre huyeron al interior del país,
especialmente a la ciudad de Nicea, aliada de Constantinopla y los que pudieron
se fueron a Italia, Hungría, Rusia, Francia o Alemania. Los cruzados francos,
venecianos, alemanes, de Flandes y de varias ciudades de Italia se
instalaron en algunos palacios e iglesias. Todo el oro, la plata, las piedras
preciosas o el Tesoro del Estado, además de las reliquias religiosas o los
altares de las iglesias, fue robado y llevado a países occidentales, siendo
vendido al mejor postor. El paso de los
cruzados había acabado con la gloria de la gran urbe y con los tesoros
artísticos y arquitectónicos que había en ella. La que poco antes era una
ciudad arrogante, orgullosa, altiva e invulnerable, ahora no era más que una
ciudad fantasma. Se dijo que la cantidad total de
Constantinopla fue saqueada unos 900.000 marcos de plata. Una
vez establecidos en Constantinopla, los cruzados fundaron un estado cruzado
conocido como Imperio Latino, con capital en la misma ciudad. Los cruzados se
proclamaban como los sucesores cristianos del Imperio Bizantino. Balduino IX, conde de Flandes, fue
coronado como su primer emperador el 16 de mayo de 1204, a pesar de las
pretensiones de Bonifacio de Montferrato. El Imperio Latino finalizaría en
1261, cuando Miguel VIII Paleólogo reconquistó Constantinopla, derrocando al
último emperador latino, Balduino II. Había
500.000 habitantes en 1204
en Constantinopla, y solo tenía 35.000 en 1261. La
ciudad nunca recuperaría el antiguo esplendor aunque sobreviviría hasta 1453.
Las Matanzas de los Mongoles (1206-1472)
Durante el siglo XIII, las
distintas y múltiples invasiones llevadas a cabo por los mongoles al mando de Gengis Khan y Hulagu en el Asia Central produjeron la cifra de al menos 30
millones de muertos, en su mayoría musulmanes, aunque algunas fuentes cifran en 60 millones. La población de la región,
originalmente de sesenta millones, se redujo a diez millones, debido a las
muertes y a los refugiados que huyeron a otras comarcas.
Gengis Khan, fundador del imperio mongol. |
La Masacre de los Cátaros (1209)
En 1208, el representante papal Pedro de Castelnou fue asesinado,
supuestamente por orden del conde de Toulouse Raimundo VI, partidario de los cátaros. El papa pronunció entonces
un anatema contra el noble tolosano y declaró sus tierras «entregadas como presa». Esto equivalía a una llamada
directa a todos los condes, barones y caballeros de su reino para acudir a la
confiscación de las posesiones de aquéllos que simpatizasen con la causa
albigense o cátara. Había comenzado la Cruzada contra los cátaros. El 22 de
Julio de 1209, las tropas de Simón de Montfort sitiaron Béziers, con el
propósito de entrar en la ciudad y extirpar de ella la herejía cátara. El
obispo de Béziers, que se encontraba entre las tropas de Simón de Montfort, se
acercó a las murallas de la ciudad, ofreciendo la paz a sus habitantes si
entregaban a todos los cátaros, fuesen estos hombres, mujeres o niños. Pero la
población de Béziers se negó a entregarlos, al considerar esta injerencia una
afrenta al modo de gobernarse de la ciudad. El representante de los sitiados
respondió al obispo que, antes de acceder a esa exigencia, «preferían ahogarse
en el mar». Cuando la mayoría
de habitantes de Béziers habían sido pasados a cuchillo, comenzó el ansiado
saqueo. Este debía ser llevado a cabo por los nobles, que debían encargarse
de repartirlo entre las tropas, pero los mercenarios que integraban el ejército
de Simón de Montfort preferían ser ellos mismos los que dispusiesen de lo
conquistado. La discrepancia degeneró en una sangrienta disputa entre los
propios cruzados, que acabaría con el incendio de la ciudad por parte de los
nobles, tras ponerse a salvo fuera de las murallas y dejando dentro a los
mercenarios.
Béziers quedó reducida a cenizas, convirtiéndose en una enorme
pira en la que fueron incinerados los cuerpos de sus habitantes, sin distinción
entre herejes y leales al papa. Se
calcula que a entre 20.000 y 40.000 se les arrebató la vida en esta masacre.
Guerra de las Vísperas Sicilianas (1282)
Se
conoce así a la matanza
de 2000 franceses
en Sicilia en el año 1282, que acabó causando el fin del reinado de Carlos I de Anjou en la isla,
sustituido por la influencia de la Corona de Aragón.
Pintura sobre Las Vísperas Sicilianas, de Francesco Hayez (1846). |
Se afirma que la chispa que encendió
la rebelión en Palermo fue el ultraje
que unos franceses perpetraron a unas damas sicilianas. Un agravio
adicional resultó del traslado del centro del poder de Palermo a Nápoles, lo
que relegó a la antigua capital a un papel secundario. Pero lo que más
resentimiento causaba hacia los franceses era su actitud arrogante y despótica.
La organización del reino se basaba en una clase dirigente casi exclusivamente
francesa. Esta llenó Sicilia de soldados y funcionarios que trataban tanto al
pueblo como a la nobleza autóctona con desprecio, ofendiendo su honor continuamente.
La versión tradicional sitúa la
chispa que encendió la revuelta en la plaza frente a la iglesia del Espíritu
Santo de Palermo, en la que se festejaba el lunes de Pascua y numerosos
habitantes de la ciudad se habían reunido para asistir a los oficios
vespertinos. En la plaza, junto al
templo, llegó un grupo de franceses borrachos. Uno de ellos, un sargento, se
dirigió a una joven casada y empezó a molestarla. Su esposo, furioso, sacó un
cuchillo y le apuñaló. Los demás franceses acudieron a socorrerle y a
vengarle, pero los palermitanos, más numerosos, los rodearon y les dieron
muerte justo en el momento en que las campanas de la iglesia y las de toda la
ciudad empezaban a tocar. Iniciada la
rebelión, la ira popular recorrió las calles de Palermo. Al grito de "¡Muerte a los franceses!",
los habitantes de Palermo asesinaron a los cerca de 2.000 franceses que se
encontraban en la ciudad, incluyendo a ancianos, mujeres y niños. Llegaron a
asaltar conventos en busca de clérigos. En las jornadas siguientes el
levantamiento se extendió, en primer lugar, por las villas y ciudades cercanas,
y después, por toda la isla. Únicamente Mesina se mantuvo del lado de los franceses,
aunque finalmente se unió a los pocos días a la rebelión.
Masacre de los Genoveses (1303)
Se conoce como la masacre de los
genoveses al enfrentamiento armado que se produjo en septiembre de 1303 en
Constantinopla entre la colonia de mercaderes genoveses residentes en la ciudad
y las tropas almogáraves enviadas por el Reino de Aragón. Las fuentes
historiográficas divergen sobre cómo y quiénes provocaron el enfrentamiento,
pero coinciden sobre el resultado del mismo: los almogávares masacraron a unos 3.000 genoveses.
Guerra
de los Cien años (1337-1453)
Fue un conflicto armado que duró en
realidad 116 años, entre los reinos de Francia e Inglaterra. Uno de los
personajes más famosos en esta contienda fue Juana de Arco. La guerra terminó después de más de 22 batallas
alternando los triunfos hasta llegar a la victoria final de Francia con la
batalla de Castillon. Murieron en total
unos 59.000 soldados del lado inglés y unos 53.000 del lado francés.
Masacres de Tamerlán Timur (1369-1405)
El imperio mongol en el momento de su mayor expansión. |
Batalla
de Nicópolis (1396)
La Batalla de Nicópolis tuvo lugar
en dicha ciudad búlgara el día 25 de setiembre de 1396 y enfrentó a las fuerzas
del Imperio otomano contra una coalición de húngaros-franceses, con derrota de
estos últimos. La mayoría del ejército
de 15.000 hombres fue destruido; una pequeña parte escapó, incluido
Segismundo I de Hungría. Unos 3.000
prisioneros fueron ejecutados.
Guerras
Husitas (1420-1434)
Una escena de las Guerras Husitas. Sobre los carros se situaban los Husitas. |
Batalla
de Varna (1444)
La Batalla de Varna tuvo lugar el 10
de noviembre de 1444 cerca de Varna en el este de Bulgaria. En esta batalla el Imperio
otomano bajo el mando del sultán Murad II derrotó a los
ejércitos polaco y húngaro al mando de Vladislao I de
Hungría
y Juan Hunyadi.
Un gran ejército otomano de
alrededor de 60.000 guerreros avanzó sobre Varna y le salieron a enfrentarlo
20.000 cruzados. Los cristianos
sufrieron de 11.000 a 13.000 bajas. Los otomanos perdieron de 8.000 a 20.000
soldados. El ejército otomano estaba tan destrozado que fueron incapaces de
perseguir al ejército cristiano y continuar la campaña en la Europa central.
Muchos de los prisioneros europeos fueron asesinados o vendidos como esclavos.
Masacre
de la población cristiana de Constantinopla (1453)
La caída de Constantinopla a manos de los turcos fue una
verdadera masacre. Donde habían vivido más de medio millón de almas, después de
hambrunas y la peste de 1448, quedaban apenas
40.000 y apenas había entre 5.000 a 7.000 soldados para la defensa. Ante los preparativos de un inminente asedio, 700 italianos comandados por Pietro
Davanzo, huyeron en la noche del 26 de febrero en media docena de barcos.
La caída de Constantinopla en 1453. |
El sultán Mehmet II
con un poderoso ejército de entre
160.000 y 300.000 hombres sitió completamente la ciudad. Mediante un
inmenso cañón de nueve metros de longitud y otra docena más de menor
tamaño, comenzó a demoler las murallas exteriores o de Teodosio. Las tropas otomanas entraron en la ciudad el 29
de mayo, después de dos meses de asedio, con el batir de
tambores penetran a través de las brechas de las murallas que se
derrumban y realizan el rebasamiento de los genoveses, venecianos y los
defensores españoles, masacraron a todos y cada uno con sus
sables. El emperador Constantino XI se vistió de soldado y luchó hasta su última
gota de sangre en las murallas (se dice que mató a la hiperbólica cifra de 600
asaltantes). Fueron violadas y decapitadas todas las mujeres (entre ellas
4.000 monjas) incluso los bebés. Durante
tres días se sucedieron el pillaje y los asesinatos. Salvo
las catedrales y otros edificios notables, la ciudad fue quemada y los soldados
crucificados y empalados. Se destruyeron
todos los altares, todas las campanas se fundieron, y todas las iglesias se
convirtieron en mezquitas y bazares. Unos pocos
centenares de sobrevivientes fueron encadenados juntos para venderlos en el
mercado de Ankara. Era el final de una civilización única, romana, helénica y
cristiana, que jamás volvería a resurgir.
Las masacres de Vlad Tepes (1456-1459)
Vlad
III, segundo de
tres hermanos, heredó de su padre el nombre y el apodo. Vlad II fue gobernador
del pequeño Estado de Transilvania. El
sobrenombre de Dracul le vino, precisamente, por su significado (dracul
proviene de la voz latina draco, que significa «dragón» y también en Rumania es
sinónimo de “Diablo”). El sufijo «-a» en rumano equivale a la denominación
de «hijo de», se traduciría como Vlad «Hijo del Dragón» o «Hijo del Diablo».
Vlad III nació en 1431 en Sighisoara, Transilvania, aunque luego gobernaría en
el sur de Rumania. El 3 de julio de 1956, el conde Vlad Drácula establecerá un
reino de auténtico horror, venganza y barbarie. Además, en este periodo
comienza a ser conocido por otro sobrenombre que atiende a su tristemente
célebre manera de ajusticiar a los reos. El
empalamiento fue el perverso método de ejecución que distinguió sus actuaciones
ejemplarizantes y Tepes (El Empalador) el apodo que le acompañó hasta su
muerte.
En su lucha por unir Rumania Vlad
III encontró que existían muchos personajes que ansiaban su cargo. Así, en
medio de conspiraciones, sospechas de traición e interminables luchas, pone en marcha una política de eliminación
de todo aquello que suponga una amenaza para él y para sus planes de orden en
el Estado.
En 1459 lanzó un ataque contra la ciudad de Brasov, 3.000 habitantes de Brasov fueron
calcinados en la hoguera. En 1460 capturó a Dan III, que intentó derrocar a
Vlad. Lo obligó a cavar su propia tumba, a asistir vivo y consciente al oficio
religioso de su propio funeral e, inmediatamente después, fue decapitado.
Otro episodio destacado en las belicosas hazañas del
«héroe» rumano tiene que ver con una cita que le propone el sultán Mehmed II
por mediación de un griego llamado Catavolinos. El turco quiere que vaya a
Giurgiu para despachar un asunto concerniente a fronteras. Drácula, en efecto,
acude a la entrevista pero con un plan secreto. A una señal del voivoda, un
ejército oculto atacaría por sorpresa al destacamento enemigo. De esta forma
consiguió hacer prisioneros a su jefe, Hamza-beg,
y al griego Catavolinos. A las afueras de Tirgoviste se instaló un bosque de
estacas. En cada una de ellas fue ensartado un soldado apresado; las dos más
altas fueron destinadas al turco y al griego. Giurgiu y gran parte de la margen
derecha del Danubio acabaron en manos de Vlad. El balance de esta batalla queda
detalladamente reflejado en una carta que el mismo Drácula remite a Matías, rey
de Hungría, fechada el 11 de enero de 1462. En dicha misiva el príncipe cuenta:
«Han muerto 23.809 hombres, además de los 884 quemados en sus casas y cuyas
cabezas no han podido ser presentadas».
Esta intrigante frase, así como la exactitud de las
cifras reflejadas, se deben a que los combatientes tenían encomendada la tarea
de reunir escrupulosamente todas las cabezas cortadas de sus enemigos. De
manera que, si sumamos las cantidades de caídos en el ejército contrario,
tenemos que en aquella batalla las huestes del Empalador consiguieron acabar
con 24.693 turcos.
Las crónicas hablan de crueldades tales como la de
hacer enterrar hasta la cintura a varios de sus servidores para después
atravesar sus torsos con flechas. Los horripilantes crímenes del Hijo del
Dragón parecían no tener límites. En una
ocasión, pidió que le trajeran desde Vurcia a 400 niños para enseñarles la
lengua de Valaquia; el verdadero destino de aquellos inocentes fue el horno
donde fueron encerrados y quemados. De la misma zona de Vurcia llegaron los
600 hombres que fueron empalados tras
ser apresados cuando se dirigían a otros territorios.
También fueron tristemente celebres
sus sangrientos banquetes. Nada más inaugurar su segundo y más continuado
reinado, Vlad invitó a 200 boyardos (nobles
terratenientes eslavos) asesinos de su padre y de su hermano mayor, a una gran
fiesta. Terminada ésta, todos los comensales fueron apresados. Las mujeres y
ancianos fueron empalados y el resto enviados como esclavos a construir un
castillo a orillas del río Arges. En otra ocasión, fueron mendigos los
invitados. Tras la comida les quemaron vivos dentro del edificio en el que se
encontraban. Eliminó la pobreza acabando con los pobres. Esto se fue repitiendo
con todos los mendigos en cada comarca de su principado. Llegaron a morir 3600.
Por último, la leyenda habla de otro
tétrico banquete que tuvo lugar cuando compareció ante Vlad Tepes un gitano acusado de robar. Drácula ordenó que fuera
cocido vivo en una gran olla y después, obligó a todos los componentes de su
familia a comerlo. Lo mismo le ocurrió a un tal Zegano que, tras negarse a
ahorcar a un ladrón, provocó las iras del noble, que hizo que lo cocieran y lo
dio a comer a sus conciudadanos. En otra ocasión, Vlad reunió a los trescientos gitanos de una comarca, mandó que asaran a los
tres líderes para que los demás los comieran o, a cambio, se alistaran al
frente turco; si no, todos serían asados. Los gitanos optaron por lo segundo.
Y hablando de magnos festines, se sabe que este
príncipe siniestro se deleitaba cenando
rodeado de muertos y agonizantes. Ello constituiría una analogía entre el
Drácula histórico y el vampiro. El príncipe rumano disfrutaba mojando pan en la sangre de sus víctimas, que recogía en
cuencos para tenerla disponible en su mesa. Después engullía el pan
ensangrentado, una parte básica en su dieta saturada de proteínas.
En la lista de atrocidades atribuidas al príncipe de
Valaquia se encuentran suplicios de la más diversa índole: decapitaciones, mutilaciones de narices, orejas, órganos sexuales o, en
el caso de algunas mujeres, pezones; vaciado de ojos; enterramientos o cremaciones
en vida; atormentados que morían cocidos en ollas hirvientes; torturados que
eran desollados vivos y todo un largo etcétera de sufrimientos que asustan
tanto por su número como por su naturaleza.
Una caravana de comerciantes
alemanes en su ruta desde Serbia hasta Hungría no paró en Valaquia a comerciar
con Vlad. Éste, al enterarse de la falta de respeto hacia él y su pueblo, mandó capturar la caravana y asesinar a los
600 comerciantes que la componían exceptuando a dos; a uno de ellos le sacó los
ojos y al otro le cortó la lengua y los hizo volver con las cabezas de los
comerciantes a Serbia.
Pero sin duda, el modo de ejecución más practicado en el reinado de este sanguinario
guerrero fue el empalamiento. Este servidor del horror se cuidaba de que
las puntas de las estacas donde iban a ser ensartados aquellos desdichados
estuviesen redondeadas. Ordenaba lubrificarlas abundantemente con aceites para
que el fatídico palo penetrara en las entrañas de la víctima empujando y
moviendo de su sitio los órganos internos sin desgarrarlos, lo que producía
espantosos dolores en el martirizado. Los verdugos perseguían con esto la más
lenta de las agonías, evitando así una muerte «demasiado» rápida o instantánea.
Aunque los grabados del siglo XV nos muestran a reos que son atravesados por el
vientre o por el pecho, también lo hacían por la boca. Sin embargo, el método
empleado habitualmente era el de introducir la fatal vara por el ano del
sujeto. Poco a poco, el cuerpo se iba clavando más y más hasta que la víctima
moría lentamente por la punzada y su exposición a los agentes meteorológicos. Supuestamente,
entre 40.000 y 100.000 personas murieron
de esta manera, o a través de otros métodos de tortura, a manos de los
hombres del Empalador que murió en 1476. Con frecuencia, Vlad los dejaba
pudriéndose los cuerpos durante meses. En 1461, un ejército turco que pretendía invadir Valaquia se volvió atrás,
aterrado, cuando encontró a más de 23.000 prisioneros turcos, húngaros,
rumanos, búlgaros y colonos alemanes y sus familias empalados allí mismo, descomponiéndose
en lo alto de sus estacas, a ambas orillas del Danubio. Vlad Țepes es considerado un
héroe nacional en Rumania.
La Conquista de América (1492-1810)
Se calcula que antes de la
llegada de los europeos existían en América unos 90 millones de indígenas. La
conquista de América por los europeos y la expoliación de ésta por sus
herederos criollos ha provocado, aproximadamente, la muerte por guerras y enfermedades de alrededor de 20 millones de personas hasta
la independencia, entre matanzas, represiones y las múltiples enfermedades
derivadas del encuentro intercultural.
Batalla de Mohács (1526)
Fue la derrota del ejército húngaro
comandado por el joven rey Luis II de Hungría, a manos del ejército otomano, al
mando del sultán Solimán el Magnífico. Esta batalla tuvo lugar el 29 de
agosto de 1526 en Mohács, a 170 km al sur de Budapest. Cinco reinos le hicieron frente a Solimán que avanzó hacia el norte con un
ejército formado por unos 65.000 soldados, 45.000 de ellos regulares, tomando Belgrado
(donde ejecutó a 500 prisioneros) y alcanzando la frontera húngara. La batalla
apenas duró dos horas. Las fuerzas húngaras fueron prácticamente aniquiladas y
el mismo rey murió en la batalla. Murieron
20.000 hombres de Hungría. Los turcos tuvieron solo 1500 muertos.
Mongoles provocan matanza en la India (1526-1707)
Unos 20 millones de naturales de la India mueren
asesinados por el Imperio Mongol.
Las Guerras de Religión en Francia
(1562-1598)
Las guerras entre católicos
y los protestantes franceses de doctrina calvinista o hugonotes, entre
1562-1598, causaron la muerte de al menos 3 millones de seres humanos.
Entre las masacres más recordadas se encuentra “La noche de San Bartolomé” (el 24 de agosto de 1572) en París
cuando una gran cantidad de hugonotes (protestantes franceses) fueron
asesinados por los bandos católicos. Las rebeliones se extendieron por varias
ciudades francesas, muriendo más de 30 mil
personas en todo el país en sólo una noche en toda Francia.
Masacre de Novgorod (1570)
El zar Iván el
Terrible en 1570 basándose en acusaciones infundadas emitidas por el
arzobispo de Novgorod descargó un golpe cruel y terrible sobre esta antigua
ciudad provocando un número de muertes indeterminado de miembros de la buena
sociedad de Novgorod, algunos ajusticiados por su propia mano, extremidad que
gustaba de exhibir y junto a la que utilizaba una extensión artificial en forma
de temible mazo de hierro del que sobresalía un espantable bastón del que nunca
se separaba. Años después, y como sintiese una enfermiza antipatía por esta
misma ciudad de Novgorod, volvió a atacar
a la misma a sangre y fuego, produciendo una auténtica matanza entre toda la
población durante las cinco semanas que duró la ocupación.
La ciudad vio aterrorizada cómo acabaron pereciendo cerca de 60.000 de sus habitantes. No
obstante, y como solía hacer en ocasiones semejantes, tras esta orgía de sangre
el Zar sintió la necesidad ineludible de entrar a rezar en el convento de San
Nicolás, en la misma diezmada ciudad de Novgorod. Aparentó en aquel templo un
sincero arrepentimiento de sus crímenes que, a la postre, resultaba temporal.
Novgodod fue saqueada, incendiada y arrasada hasta los
cimientos. La ocuparon durante cinco semanas y comenzaron asesinando a todos
los hombres y ancianos. Las mujeres fueron
torturas y ejecutadas y las niñas de entre 10 y 15 años utilizadas como
esclavas sexuales durante esos 35 días. Después de la matanza, la hambruna
y las epidemias extendieron más muerte por el territorio.
Ese mismo año continuaron en Moscú las matanzas y las
ejecuciones en masa. Un gran número de
familias de nobles fueron completamente exterminadas, incluyendo a los
sirvientes y campesinos a su servicio, y las torturas alcanzaban a todos.
Muchos eran ahogados, estrangulados o azotados hasta la muerte, también eran
habituales los empalamientos o las víctimas quemadas vivas o asadas a fuego
lento.
Persecución cristiana en Japón (1587-1865)
La llegada de los primeros
sacerdotes católicos en Japón se inició a comienzos de 1549, principalmente por
jesuitas patrocinados por el Reino de Portugal. Muy poco tiempo después
comenzaron a llegar sacerdotes pertenecientes a las órdenes mendicantes como la
de los dominicos y los franciscanos, patrocinados por España. En 1587 se dicta
el primer edicto de persecución contra los cristianos en Japón. En 1597 un
grupo de cristianos fueron ejecutados mediante crucifixión el 5 de febrero en
Nagasaki. Se los conoce como los 26 mártires de Nagasaki. Se calcula que
durante el inicio del siglo XVII al menos 5.500
cristianos fueron asesinados. En 1637 estalló una rebelión de cristianos y
uno de los líderes fue el adolescente cristiano Amakusa Shiró. Cerca de 37.000
rebeldes fueron muertos durante los combates, la mayoría de ellos cristianos.
En 1867 se terminaron las persecuciones y se le permitió a la Iglesia Católica
abrir un templo en Nagasaki. Se descubrió que habitaban clandestinamente
30.000 cristianos en la región. En todo este periodo murieron asesinadas entre 210.000 y 300.000
personas.
Guerras civiles en Rusia (1598-1613)
Provoca 5 millones de muertos.
Cacería de Brujas en Europa (1600-1699)
De 60 mil a 80 mil víctimas en toda Europa mueren
quemadas o por ahogamiento, torturas y enfermedades.
Manchúes conquistan China y caída de
la dinastía Ming (1616-1644)
La dinastía Ming reinó
entre los años 1368 y 1644. La conquista manchú de China (1618-1644) produjo la
muerte de no menos de 25 millones de personas. Comienza una nueva
dinastía, la Qing.
Guerra de los Treinta Años (1618-1648)
Afectó principalmente
a Alemania, movilizó cerca de un millón de combatientes. Murieron de 3 a 11,5 millones de civiles.
Guerras civiles de Inglaterra y Escocia (1639-1651)
Dejó 268.000 muertos.
Guerra Civil de Irlanda e Invasión Inglesa (1641-1653)
616.000 muertes.
Expansionismo Mongol (1646-1707)
El emperador Aurangzeb Alamgir se enfrenta a 100.000
guerreros hindúes y musulmanes. En la India mueren 2.600.000 personas en
guerras, rebeliones y represalias.
Rebeliones en Polonia (1648-1657)
Deja un saldo de 4 millones de víctimas.
Asedio de Candia (1648-1669)
En la isla de Creta mueren 120 mil soldados turcos y
30.000 soldados y civiles venecianos.
Masacre de Drogheda (1649)
El 11 de
setiembre de 1649, Oliver Cromwell,
masacró a 2.800 patriotas irlandeses sitiados en la ciudad de Drogheda, al
norte de Dublín. Además asesinó a unos 4000 civiles, entre ellos 300 mujeres.
Rebelión de Cosacos (1667-1671)
En Rusia estalla esta revuelta que deja 100.000
muertos.
Guerra Franco-Holandesa (1672-1678)
Deja 342.000 muertos.
Gran Guerra Austro-Turca (1683-1699)
Provoca 384.000 muertes en total.
Guerra de la Liga de Augsburgo (1688-1697)
680.000 muertes.
Gran Guerra del Norte (1700-1721)
Entre Suecia Finlandia y Estonia contra Rusia,
Polonia, Lituania, Dinamarca, Noruega, Sajonia, Prusia y otros países. Dejó más
de 464.000 muertos. El 66% son civiles muertos por la represión.
Guerra de Sucesión Española (1701-1713)
Murieron de 400.000 a 500 mil soldados y de 100.000 a
200 mil civiles.
Reconquista Irania de Persia (1722-1727)
Dejó 261.000 muertos.
Segunda Guerra de Sucesión Polaca (1733-1738)
Entre 88.000 y 98.000 muertos.
Guerras Ruso-Turcas (1736-1791)
De 200.000 a 236.000 muertos.
Invasiones Afgano-Persas de la India (1738-1761)
Dejó 223.000 soldados muertos. Las víctimas civiles de
varias masacres perpetradas nunca fueron contabilizadas.
Guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748)
También conocida como Guerra de Silesia dejó 360.000
muertos.
Guerra de los Siete años (1755-1763)
Dejó 1.500.000 muertos.
Guerra Zungar (1755-1757)
Zungaria fue anexada al Imperio chino y deja un saldo
de 600.000 muertos. Es la actual provincia china de Xinjiang.
Guerra Ruso-Circasiana (1763-1864)
El Imperio Ruso
se enfrenta en sucesivas ocasiones con los circasianos del Cáucaso provocando 3.450.000 muertes de ambos
bandos.
Guerras de Mysore (1766-1799)
En la primera que duró
desde 1766 hasta 1769 murieron 4.000
hindúes como mínimo y 2250 británicos. En la segunda (1780-1784), murieron 10.000 guerreros de Mysore y 3.100
soldados británicos. En la tercera (1789-1792), murieron 2.250 soldados británicos. En la cuarta (1798-1799), murieron más de 7.400 personas.
Genocidio en Bengala (1769-1773)
Desde 1757 la Compañía
Británica de las Indias Orientales administra la economía de Bengala y para reducir la población provoca la muerte
de 10 millones de bengalíes por desnutrición y enfermedades.
Rebelión Szchwan (1771-1776)
En China estalla esta revuelta que deja 120.000
muertos.
Independencia de los Estados Unidos (1775-1783)
Mueren 40.000 soldados y marinos independentistas.
También fallecen 48.000 colonos, nativos y esclavos. Francia pierde 10.000
soldados y marineros. Mueren 5.000 soldados y marineros españoles. Del lado
británico mueren 42.000 soldados, 7.500 mercenarios de Hesse-Cassel, y 500
guerreros algonquinos e iroqueses.
Genocidio de indígenas en Norteamérica (1775-1890)
370.000 muertos (20.000 colonos blancos).
Guerras Anglo-Marathas (1775-1818)
Hubo tres guerras que entre
los ingleses y esta Confederación hindú. La primera finalizó en 1782. La
segunda estalló en 1802. La tercera en 1817. Dejaron un saldo de 400.000 muertos en total, entre británicos e hindúes.
Guerras
Cafres (1779-1879)
En Sudáfrica se suceden nueves Guerras Cafres entre los nativos y
los Bóers y británicos. Las muertes eran tantas que no se han contabilizado. Se
calcula que murieron más de 65.000 aborígenes, 1.000 bóers y 16.000 británicos,
entre otros.
Rebelión
indígena de Perú (1780-1783)
Tupac
Amaru II organiza
una gran rebelión en el Virreinato del Perú que provoca entre 80.000 y 100.000
muertes.
Colonización
de Nueva Zelanda (1780-1840)
En la invasión británica de Nueva
Zelanda murieron más de 140.000 maoríes
y unos pocos europeos a causa de la guerra y enfermedades. Había 240.000
maoríes en 1770 y quedaron 100.000 en 1840 cuando finalizó la “Guerra de los
Mosquetes”. En 1845 comienzan las Guerras
Maoríes que finalizarán en 1872 con 60.000
maoríes muertos y 700 colonos y soldados británicos caídos en las mismas. En
1896 quedaban apenas 40.000 maoríes.
Colonización
de Australia (1788-1921)
Fue otra verdadera carnicería que
terminó con la masacre de la mayor parte
de la población nativa, que ascendía a 300.000 habitantes en 1788. Los 5.000 aborígenes de Tasmania fueron
exterminados entre 1800 y 1877. En
los combates también murieron 2.000 colonos británicos.
Masacres durante la Revolución francesa (1789-1794)
La
Revolución Francesa, casi siempre se pinta como un suceso positivo en la historia
mundial, lo que no se dice es que fue una verdadera carnicería. El 70% de los guillotinados era gente
campesina y del pueblo. Mujeres y niñas desde los dos hasta los 90 años
eran violadas por grupos y luego les cortaban las gargantas. Se les desnudaba y
eran colocadas en enormes montones de cadáveres junto con los hombres ya
asesinados. Muy seguido, los cadáveres eran puestos en posiciones sugestivas y
obscenas antes de ser quemados o enterrados. En el oeste de Francia y en la
región de la Vendée fueron masacradas 400.000 personas, campesinos,
mujeres, niños y ancianos por ser católicos.
Del 2 al
7 de setiembre de 1792 se realizaron más de 1.400 ejecuciones, en su mayoría, prisioneros militares,
prostitutas, sacerdotes y detenidos políticos que fueron despedazados por
hordas de “voluntarios” pagados y se les dio todo el vino que pidieran.
Entre
junio de 1793 y julio de 1794 se vivió la etapa conocida como El Terror donde se guillotinó a 45.000 personas, en su mayoría inocentes. Otras 11.000 personas murieron en prisión
por inanición, enfermedades o asesinados. Los revolucionarios franceses
cometieron el más grande genocidio de su tiempo en Europa.
Independencia de
Haití (1791-1804)
La Revolución haitiana fue la
primera revolución de América Latina, que culminó con la abolición de la
esclavitud en la colonia francesa de la isla de Santo Domingo también llamada
La Española, y la proclamación de la República de Haití. Aunque ocurrieron
cientos de revueltas de esclavos en el Nuevo Mundo la revuelta de esclavos de
Santo Domingo iniciada en 1791 fue la única en conseguir una independencia
duradera bajo un estado libre. Sin embargo, las potencias de esa época no reconocieron inmediatamente la
independencia de Haití y no perdonaron la revolución de los esclavos; se le
impusieron bloqueos económicos y no se ayudó al desarrollo del estado. Incluso
la propia Francia, que desde 1789, proclamaba las consignas de Libertad,
Igualdad y Fraternidad, envió varios ejércitos para someter a los negros
haitianos y continuasen siendo esclavos. La igualdad entre los hombres tampoco
se aplicaba a los mulatos. Para ellos no
tenía validez la Declaración de los Derechos del Hombre, demostrando que la
Revolución Francesa fue una gran farsa de la masonería.
En 1794, Inglaterra envió una poderosa expedición de 60.000 hombres para
apoderarse de la colonia francesa. Muchos esclavos se pusieron del lado de los
británicos, otros seguían leales a Francia y otros no estaban con ninguno de
los dos bandos. En 1798, los británicos abandonaron la isla de La Española
completamente derrotados por los ex esclavos. En 1802 Francia envió un poderoso
ejército de 24.000 hombres para someter a los sublevados en la isla. Tras una
gran batalla, fueron vencidos y se reinstauró la esclavitud. La guerra continuó
y la colonia se independizó de Francia con el nombre de Haití.
Generó de 345.000 a
375.000 muertos. Entre ellos, unos 45.000 soldados británicos y 75.000 soldados
franceses. Unos 40.000 colonos blancos, franceses de nacimiento, fueron
ejecutados.
Continúa la
Revolución Francesa (1793-1794)
263.000 asesinatos.
Guerras napoleónicas (1794-1815)
Costó la vida de 4 millones de soldados europeos (incluyendo 1,7 millones de franceses). Murieron un millón de civiles, entre ellos 600 mil franceses.
Rebelión del Loto
Blanco (1796-1805)
Mueren
100.000 rebeldes en China.
Rebelión
de Irlanda (1798)
Murieron
28.000 irlandeses independentistas, 1500 soldados británicos y 1000 civiles
irlandeses leales a los invasores.
Estranguladores
Thugs (1800-1838)
Provocaron en la India 500 mil asesinatos comprobados por
estrangulación. Los thugs mataban en honor a Kali.
Rebelión
de Egipto (1805-1811)
Provocó 56.000 muertos. De ellos, 5000 eran soldados ingleses.
Guerras Ruso-Turcas
y de Crimea (1806-1878)
Dejaron
1.520.000 muertos.
Guerra de la
Independencia Española (1808-1814)
Fue
una guerra larga y destructora: Francia
perdió unos 200.000 hombres y España entre 300.000 y 500.000.
Guerra
Anglo-estadounidense de 1812 (1812-1815)
20.000 muertos.
Guerra Gurka en Nepal (1814-1816)
Murieron 5.000 británicos y 20.000 guerreros gurkas.
Campañas de Shaka (1816-1828)
Costó la vida
de 1 a 2 millones de personas.
Birmania (1823-1887)
Durante la 1ª
Guerra Birmana (1823-26) murieron 15.000
británicos, 10.000 soldados birmanos y 5.000 civiles. En la Segunda
(1852-1853), murieron 15.000 soldados
británicos y 12.000 birmanos. En la Tercera (1885-87), murieron 4.000 británicos y 2.500
birmanos. Inglaterra movilizó 20.000 hombres y los birmanos a 50.000
combatientes.
Afganistán (1838-1919)
En la Primera Guerra Afgana (1838-1842) murieron
12.000 civiles británicos y 5.000 soldados del Imperio. También 7.000 guerreros
afganos. En la Segunda Guerra Afgana
(1878-1880), murieron 15.000 soldados en total de ambos bandos. En la Tercera, en 1919, murieron 3.000, entre
ellos 2000 británicos y europeos.
Pakistán (1843-1895)
Hubo en total unas 9.062 muertes de las cuales 2.562
corresponden a soldados británicos.
Guerras Sikhs (1845-1849)
En la primera (1845-46) murieron 16.000 sikhs como mínimo y 4.000
británicos. En la segunda (1848-49), murieron
10.000 sikhs y 2000 británicos.
Motín de los Cipayos
(1857)
Murieron 19.000
soldados.
De ellos 2000 soldados británicos en combates y masacres. Otros 9.000 soldados
ingleses por enfermedades. Y 8.000 soldados y civiles hindúes en combates y
masacres.
Rebelión Taiping (1851-1864)
La Rebelión Taiping fue una
guerra civil con grandes connotaciones religiosas y sociales, que ocurrió en el
sureste de China entre los años de 1851 y 1864, en las que se enfrentaron las
fuerzas imperiales de la dinastía Qing y el Reino Celestial de la Gran Paz, un
estado revolucionario teocrático gobernado por un místico cristiano
autodefinido como Mesías (inclusive declarándose hermano menor de Jesucristo y
enviado de Dios para erradicar el culto al demonio). Las fuentes más fiables
establecen en 20 a 25 millones las muertes provocadas por esta
confrontación.
Rebelión
de Panthay (1856-1873)
En China,
murieron 1 millón de personas.
Guerra Anglo-Persa (1856-1857)
Murieron 500
británicos y 1.500 persas.
España invade Marruecos (1859-1860)
España moviliza 35.000 soldados, mueren 4000 de ellos y 6.000 marroquíes como mínimo.
Guerra Federal en Venezuela (1859-1863)
Mueren 150.000
personas.
Rebelión Miao en China (1860-1872)
Dejó 75.000
muertes.
Rebelión Dungan
(1862-1877)
Enfrentó a las tribus musulmanas del oeste chino,
apoyados por Rusia, y los ejércitos Qing. Costó la vida de 8 a 12 millones de personas. Se calcula que la población de la
provincia de Shaanxi paso de 13 a 7 millones.
Bután
(1864)
Hubo 7.000 muertos
discriminados en 2.000 soldados
británicos y 5.000 guerreros de Bután.
Guerra de la Triple Alianza (1864-1870)
Argentina,
Uruguay y Brasil atacan a Paraguay. 440.000
muertos a 1.200.000. Paraguay perdió del 60% al 85% de su población total y al
90% de la población masculina.
Guerra Anglo-Etíope (1867-1868)
Mueren 1.000 guerreros etíopes y 400 soldados británicos.
Guerra de los Diez años en Cuba (1868-1878)
Mueren 40.000 guerrilleros cubanos, 60.000 civiles y
90.000 españoles.
Revolución Septembrina (1868)
En España se produce esta
sublevación que deja 1.600 muertos.
Guerra Franco-Prusiana (1870-1871)
Mueren 528.000 civiles y 202.000 soldados de ambos
bandos.
Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
En España se vuelve a
derramar sangre entre hermanos generando
50.000 muertos.
Rebelión de Aceh (1873-1914)
Holanda hace frente a una
revuelta matando entre 25.000 y 125.000
nativos. También mueren 2.300 soldados holandeses en combate y otros 23.000
holandeses por enfermedades de la selva.
Masacre de Bulgaria (1876)
15.000 cristianos son asesinados por los
turcos.
Hambruna en la India (1876-1879)
Los ingleses deciden hacer
un genocidio y Lord Lytton lo lleva
a cabo murieron de 6,1 a 8,2 millones de
hindúes.
Guerras Zulú (1878-1887)
En Sudáfrica los zulúes movilizan 60.000 guerreros
para resistirse a los ingleses, en la primera guerra (1878-1879) mueren 8.000
guerreros zulúes y 2.430 soldados británicos. En la Segunda Guerra en 1887 se
movilizan 120.000 zulúes y mueren 40.000 de ellos y del bando británico 2.000
soldados. En 1906 estalla una rebelión entre los zulúes y fueron masacrados
2.000 guerreros por los ingleses.
Guerra del Pacífico (1879-1883)
Chile invade
Bolivia y Perú: 14.000 muertos.
Primera Guerra Bóer o de Transvaal (1880-1881)
Los ingleses movilizan en
Sudáfrica 50.000 soldados frente a 10.000 bóers. Mueren 8.000 británicos y 3.000 bóers.
Francia invade Túnez (1881)
Mueren 1000 personas.
Guerras Mahdístas (1881-1899)
Provocó 93.000 muertes, de ellas 10.000 eran de
soldados británicos.
Ocupación de Egipto (1882)
Inglaterra movilizó 17.000
soldados. Hubo más de 2080 de ambos
bandos.
Guerra chino- francesa (1884-1885)
Mueren 2.100 soldados franceses y 10.000 combatientes
chinos.
Nigeria (1886-1906)
Mueren más de 15.000 personas, entre ellas 3.000
soldados británicos.
Primera Guerra de Melilla (1893)
España mantiene su posesión
colonial en Marruecos movilizando 25.000 soldados y milicianos. Termina con 1272 muertos de ambos bandos.
Zimbabwe (1893-1896)
Se producen dos guerras
llamadas Matabele en la primera que
estalla en 1893 mueren 2.000 soldados británicos, 3.000 guerreros matabeles y
7.000 guerreros mashomas. La segunda estalla en 1896 y mueren 1.000 británicos
y 2.000 matabeles como mínimo.
Segunda Guerra de Cuba (1895-1898)
Mueren 9.000 guerrilleros cubanos, 170.000 civiles,
45.100 españoles y 5000 norteamericanos.
Hambruna en la India (1896-1900)
Nuevamente los británicos
deciden eliminar por inanición a los habitantes. Víctor Bruce es el responsable de las muertes de 6,5 a 8,4 millones de nativos del país.
Guerra
de Canudos (1896-1897)
La guerra de Canudos (o campaña
de Canudos) fue un conflicto entre el ejército brasileño y los integrantes
de un movimiento popular de contenido socioreligioso liderado por Antonio Conselheiro. Transcurrió entre
1896 y 1897, durante los primeros años del Brasil Republicano, en la entonces
comunidad de Canudos, en el interior del estado de Bahía, en la región Nordeste
del país. La Guerra de Canudos propiamente dicha duró un año y, según la
historiografía, se movilizaron más de diez mil soldados de 17 Estados
brasileños, distribuidos en cuatro expediciones militares. Se calcula que murieron más de 30 mil personas, culminando con la
destrucción total de la ciudad que sirvió de escenario.
Uganda (1897-1901)
Mueren 24.000 nativos y 5.000 británicos.
Somalia (1898-1920)
Finaliza con 100.000 muertos, entre ellos 200 soldados
británicos.
Exelente, nunca habia leido tanta muerte en un mismo lugar.
ResponderEliminarBien, por este trabajo. Y apenas empiezan otro nivel de cifras, en el siglo XX. y más exactas.
ResponderEliminarfalta la pacificacion de la araucania 1870
ResponderEliminarMuchas gracias por el gran trabajo realizado. Excelente tarea.
ResponderEliminarÁnimo.
Es evidente que el infierno está aquí y que sobra sitio en el cielo.
Da que pensar tanta crueldad en el ser humano(?).
Habría que agregar el actual genocidio de niños en el vientre de sus madres, la mayor matanza de toda la historia de la humanidad.
ResponderEliminartu tendrías que haber sido un aborto
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