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lunes, 12 de octubre de 2015

LOS CHINOS CARTOGRAFIARON AMÉRICA EN 1421

Zheng He (1371-1435) fue un militar, marino y explorador chino, especialmente conocido por sus siete expediciones navales, realizadas entre 1405 y 1433. Durante sus viajes exploró el Sudeste asiático, Indonesia, Ceilán, la India, el Golfo Pérsico, la Península Arábiga y el este de África hasta el canal de Mozambique y se afirma también que habría llegado al continente americano para cartografiar todas las tierras conocidas por orden de su emperador.

El almirante Zheng He que
realizó siete expediciones
navales por el mundo
entre 1405 y 1433.
Cada día son más contundentes las evidencias de que los chinos viajaban reiteradamente a América desde hace siglos. Sin embargo, la “Historia oficial” sigue negando cualquier llegada de grupos humanos a América que no sea a través del cacareado estrecho de Bering, hace diez o doce mil años.

En el siglo XV entre 1405 y 1433 fueron épicos los periplos de la flota china al mando del Almirante Zheng He (también llamado Cheng Ho) con sus subalternos los capitanes Hong Bao, Zhou Man, Zhou Wen, y Yang Qing, en el comienzo del reinado del emperador Zhu Di que armó una flota que constaba de 300 navíos la cual navegó y mapeó todas las costas del planeta.

Lo asombroso de esta flota es que estaba compuesta de navíos de construcción de madera los cuales llegaban a medir según los registros 122 metros de largo (eslora) por 45 de ancho (manga) y con una capacidad de más de 1000 tripulantes, dimensiones colosales comparadas con la de los navíos europeos de esa misma época.

Vale destacar también que el predecesor inmediatamente anterior a Cristóbal Colón en la llegada a América fue el marino Alonso Sánchez de Huelva que cruzó en medio de una terrible tormenta el Océano Tenebroso en 1483 y descubrió unas tierras que hoy se llaman América. A su regreso en 1484, muy enfermo, en la isla de La Gomera, Islas Canarias, le confesó su descubrimiento a un navegante desconocido, que se haría famoso el 12 de octubre de 1492. 

Presencia china en la América precolombina
Se hallaron en las rocas escrituras chinas de la época Hang (1700-1100 a.C.) encontradas en México, según informó Mike H. Xu, Profesor de estudios chinos de la Texas Christian University.

El país de Fu Sang Guo sería América.
En China se conservan noticias sobre una expedición de 3000 jóvenes chinos de ambos sexos que en una flota de treinta barcos comandada por el sacerdote Chu Fu, que se pronuncia Qufu, en el año 219 a.C. en el Reinado de Chin Shihuang Ti primer emperador de China, partieron del antiguo Golfo de Chilli en el Mar Amarillo y viajaron a la Isla de los Inmortales, al país de Fu Sang-guo. Según el autor japonés Toshio Okuno, partiendo de Lianyungang cruzando el Mar Amarillo, hasta la isla de Kyushu y luego hasta Shikoku en la isla de Honshu donde encuentra como prueba de su llegada y de sus desembarcos el símbolo de Chin grabado en piedra, es posible que así sea, pero no es creíble que se hallan quedado en un lugar tan cercano a China y que no se corresponde con Fu Sang-guo, que era su lugar de destino, el mismo símbolo de Chin identificado por T. Okuno aparece en toda América por lo que se deduce que esta navegación no terminó en Japón, sino que continuó a Fu Sang-guo que sería América.

La tradición china habla también de un monje budista, Hui Shin o Hui Shan, que en el 485 después de Cristo ya estuvo predicando en la península del Yucatán. Lideró una expedición de varios años de duración al País de Fu-Sang-guo, partiendo de Liao-Tung se dirigió al norte a Japón y luego más al este al País de Ta Han donde los días son cortos y sus habitantes viajan en botes de pieles, seguramente las Aleutianas y Alaska, y desde allí rumbo sur hasta llegar a Fu-Sang-guo, posiblemente México o Ecuador y norte de Perú donde se encuentra una nutrida toponimia de origen chino. Este budista regresó a China en el año 499 de nuestra era, dejando un dibujo de Fu Sang-guo que se encuentra en la enciclopedia china San-ts’ai t’u-hui, representando a un hombre ordeñando un animal exclusivo de América, una llama o vicuña en el país de Fu Sang-guo. Por lo que se puede presumir por el dibujo es que la expedición de este monje llegó hasta la región andina central de Sudamérica.

El francés De Guignes después de leer los textos del escritor chino Ma-Twan-Lin llegó a la conclusión que Fu-Sang-guo estaba en México.

Otro dato de la presencia china es que los aborígenes de Columbia Británica tenían máscaras cuyos ojos estaban hechos de monedas chinas que tenían una perforación en el centro. Los indios Hurones en Canadá, afirmaban que muy lejos en tierras occidentales habitaba un pueblo que no tenían barbas y que venían a comerciar a sus tierras en grandes navíos.

En la costa de Ecuador, en la cultura Valdivia, apareció un estilo cerámico asociado con la cultura japonesa de Yomón, fechado hacia el 3000 antes de Cristo.

El fundador de la cultura Moche, en Perú, aproximadamente en el año 100 d.C. fue un hombre llamado Naymlap o Naylamp o Namlap, llegó a Lambayeque desde el otro lado del mar con su mujer principal llamada Ceterni o Ceterne, muchas concubinas y un séquito de unos cuarenta oficiales. Adoraban a un ídolo de jade traído desde su tierra lejana.

Resulta desconcertante la similitud de vestimentas (como las armaduras de pequeñas placas), adornos, joyas y tejidos de los Moches con sus similares Chinos.

Y no se puede considerar casual que se encuentre la Ciudad de Chan-Chan en el norte de Perú donde en los mapas Ptolemaicos figura “Fondeadero de los Chinos” y Catigara o Catay-Gara (Ciudad de Catay) teniendo en cuenta que es Chan-Chan el antiguo nombre de la Ciudad de Cantón.

El valle donde se fundaron estas culturas, Moche-Chimú, tiene varias formas de pronunciación al igual que los nombres de sus fundadores, se lo llama Chejmer como forma más antigua o Chimor o Chimo o Chimú. Lo que demuestra que los estudios lingüísticos no son nada confiables y que el uso de los nombres ha quedado librado al criterio y parecer de cada autor. Como en tantos otros casos que ya hemos visto y que seguiremos viendo. El nombre Chimú, los sucesores de los Moches en el 900 d.C. hasta el 1470 está referido a gente del soberano Chin.

Tanto en el Sudeste asiático con en las áreas andina y mesoamericana se conoce una deidad o símbolo telúrico caracterizada por sus dientes de felino y un corte en forma de V en lo alto de la cabeza.

Se han localizado 89 nombres peruanos que tienen un significado en chino, y también 118 nombres geográficos peruanos que tienen su equivalente en nombres geográficos chinos.

Frente a la costa de Palos Verdes, California, se han hallado cerca de cuarenta anclas de piedra chinas fechadas entre el 1000 a. C. y el 1500 d. C., lo cual indica un comercio activo apoyado en la pesca. En 1975 fueron descubiertas y extraídas del fondo del mar en el sur de California, en la Bahía de Monterrey, estas antiguas anclas de forma cilíndrica y horadadas longitudinalmente, algunos las catalogaron como pertenecientes a pescadores Chinos.

Entre 1539 y 1576, las autoridades españolas divisaron y decomisaron juncos chinos que patrullaban las costas mexicanas del Pacífico; en una ocasión, en Guatulco, fueron vistos mercaderes vestidos de seda intercambiando productos con los nobles locales (P. Fr. Gregorio García, Historia de las Indias 4.23). En relación a estos encuentros se pueden agregar que el encuentro lo protagonizó Francisco Vázquez Coronado en los Mares de Nuevo México, eran cuatro proas embutidas de oro y plata, al modo de las naves de China y Japón, y cascos de naves chinas encontrados en el Mar del Norte por Pedro Menéndez de Avilés.

En Perú se conservan dibujos de barcos de dos puentes y hasta tres mástiles, con capacidad de maniobra equivalente a la de las carabelas de Colón. Los españoles encontraron en los mares del imperio inca grandes balsas para navegación de altamar, de treinta metros de largo y sesenta toneladas de desplazamiento, con varios mástiles rígidos o articulados, y velas fijas y de deriva capaces de navegar contra el viento. Dichas balsas se reunían en flotas enormes; el cronista Pedro Sarmiento de Gamboa describe una expedición de Topa Inca Yupanqui a las islas del Pacífico (probablemente las Galápagos) en la cual desplazó veinte mil soldados.

Los cordones anudados “Quipo”, de los reinos de la costa del Pacífico en Sudamérica son un antiquísimo sistema chino de anudar cordones mucho antes de que entre ellos se conociera la escritura; colocando los nudos a cierta distancia, utilizando colores diferentes y mediante precisas convenciones se creaba un código de señales que sustituían formas de contar y de escribir”. Lo sorprendente es que igual sistema se encontró entre los incas, tan evolucionado que servía de registro público para los anales y las cuentas del Estado, las observaciones astronómicas, los tributos e impuestos, e incluso como medio de comunicación, puesto que servía para transmitir, a largas distancias, noticias y mensajes. Entre los incas se llamó quipus o quipos, y entre los chinos se llamó el método qi pui, “memorizar a espalda”.

Los primeros cultivos de arroz aparecen en China, en Hunan desde los años 8200-7800 a.C., esto se sabe gracias a los resultados del análisis con carbono 14. Pasó a Tailandia en 4.500 a.C, para luego expandirse a Camboya, Vietnam y al sur de la India. Desde esos lugares se trasladó por medio de sus especies derivadas hacia otros países asiáticos, como Corea, Japón, Myanmar, Pakistán, Sri Lanka, Indonesia y Filipinas. En América, antes de Colón existía un arroz silvestre llamado "Zizania aquatica" sin importancia real en la dieta indígena pero esparcido por todas las costas del Pacífico. Análisis de ADN demuestra que fue introducido desde China. Con la llegada de los europeos se introdujo la especie de consumo común en Europa "Oryza sativa". Colón lo trajo en su segundo viaje y se sabe que los primeros intentos de aclimatación conocidos se realizaron en 1512 y probablemente el arroz se extendió desde La Española al resto de las Antillas y al continente. Fueron los portugueses quienes lo introdujeron en sus colonias brasileñas.

Se cree que el maní es originario de Sudamérica. En efecto, fue cultivado por los indígenas por primera vez en la zona costera de Perú durante siglos antes de que los europeos lo encontraran. El arqueólogo estadounidense Tom Dillehay descubrió los restos de maníes de 7840 años en Paiján y en el valle de Ñanchoc, Perú. Los aborígenes peruanos lo utilizaban como moneda, fuente medicinal y símbolo de estatus, además de alimento. Sin embargo, aparece el maní en tumbas chinas. Una demostración de que fue llevado a Asia como un alimento exótico.

Los viajes de Zheng He (Continuará) 

1 comentario:

  1. Si la informacion entregada sirve para conocer mas aun sobre nuestros origenes de donde ellos provengan me parece un acierto, pero si se va ha utilizar nuevamente para lo de Colon y etc etc etc...no tendria mucho valor

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