El hallazgo sucedió
en Città della Pieve,
localidad de 7.500 habitantes en la provincia de Perugia (región de Umbria), en el centro de Italia.
Uno de los sarcófagos etruscos descubierto en San Donnino Fondovalle por un agricultor. |
Fue
un descubrimiento excepcional y, como ocurre con el hallazgo de muchos tesoros,
completamente casual: un agricultor con
su tractor, de faena en el campo, se llevó el susto de su vida cuando de
improviso el terreno cedió en un campo de la localidad de San Donnino Fondovalle, en la comuna de Città della Pieve. Después, repuesto del miedo ante el
terreno que se abrió a sus pies, descubrió un tesoro etrusco: en
una sepultura subterránea de unos cinco metros cuadrados había dos sarcófagos de grandes dimensiones y dos
urnas con cenizas humanas.
Inmediatamente
dio aviso a las autoridades y los carabineros procedieron a montar guardia en
el lugar para impedir cualquier intento de saqueo. Se trata de una tumba
etrusca de hace aproximadamente unos 2.400 años, completamente sellada e
intacta. Los arqueólogos descubrieron
una cámara rectangular de aproximadamente 5 metros cuadrados, dos sarcófagos, cuatro
urnas de mármol con restos humanos incinerados, una cabeza de mármol de una
joven y varios objetos que se supone que formaban parte de un ajuar funerario
como vasijas votivas, tinajas de cerámica completamente intactas y piezas de
cerámica entre otras.
Los sarcófagos fueron encontrados intactos en una cámara rectangular de 5 metros cuadrados. |
Lugar del hallazgo realizado por el agricultor. |
Al fondo del hueco se ve la tumba etrusca descubierta en Cittá della Pieve, Umbria. |
Los
arqueólogos destacan que el gran relieve
de este material etrusco se
debe a la calidad de los materiales y su buena conservación, lo que se
refleja en que aún son visibles elementos polícromos; en particular, una de las caras esculpidas en la parte
superior de la urna funeraria tiene
aún las pupilas pintadas. Esto permitirá profundizar en la pintura etrusca.
Atención particular se está dedicando también a las inscripciones, una de las
cuales se refiere al propio difunto y es motivo ya de investigación por
la Columbia University de Nueva York.
El origen de los
etruscos
La
civilización etrusca, que floreció en el segundo milenio antes de Cristo en la actual región de Toscana,
extendiéndose después por el centro y norte de Italia, nació de la fusión entre corrientes migratorias
procedentes de Asia Menor y poblaciones indígenas prelatinas. Durante mucho
tiempo se consideró una civilización misteriosa y se habló de «misterio
etrusco», alimentado también por fuentes antiguas. Pero hoy, aunque su
lengua presenta lados oscuros, no puede considerarse ya un pueblo enigmático.
Los dos sarcófagos de grandes dimensiones descubiertos en la provincia de Perugia. |
Arqueólogos trabajando en las dos tumbas etruscas, cerca de Cittá della Pieve, además de los sarcófagos hallaron cuatro urnas de mármol con cenizas. |
Respecto
al origen de los etruscos, ya lo explicó Heródoto,
quien nos habla ya en el siglo V a.C. que habían
migrado del Asia Menor alrededor del año 1000 a.C., como refugiados que huían
de la hambruna que había en Lidia, en las costas de la actual Turquía.
Los arqueólogos bajan al lugar del descubrimiento mediante una escalera. |
Los
etruscos, junto con los griegos de las colonias de la Magna Grecia, fueron el
pueblo de Italia más desarrollado culturalmente. La tradición hace referencia a una “dodecapoli” etrusca, una federación
formada por las doce ciudades más importantes de su territorio (Cerveteri,
Tarquinia, Vulci, Ruselas, Vetulonia, Veyes, Orvieto, Chiusi, Cortona, Perugia,
Arezzo y Volterra) que, reconociendo su unidad étnico religiosa, se reunían
en fiestas anuales que se celebraban en el “Santuario de Voltumna” (Orvieto) en
las que, además del evento cultural, se debatía sobre problemas políticos e
iniciativas comunes.
Los objetos etruscos hallados en el campo de San Donnino Fondovalle fueron expuestos en el Museo Santa María de los Siervos. |
En
el siglo VII a.C. los etruscos se encontraban en pleno apogeo. Se expandieron
hacia el sur (Lacio y Campania) y hacia el norte (llanura del Po). En estos
territorios existían ya núcleos de
población (Roma, Túsculo, Capua, Pompeya, Mantua), pero los etruscos los
elevaron a la categoría de ciudades.
La península itálica en el año 753 a.C. |
Pero,
a lo largo del siglo VI a.C., la colonización griega, hasta entonces centrada
en Sicilia y en el sur de Italia, empieza a extenderse por las costas de la
Galia meridional y por Córcega. Los etruscos van a sufrir una clara competencia
para su comercio. Etruria comienza a
hostigar a la ciudad griega de Cumas; ésta se ve obligada a pedir ayuda a los
griegos de Siracusa (Sicilia). El enfrentamiento supuso una derrota aplastante
para los etruscos, de la que ya no se recuperaron. El poder etrusco inició
su declive. Los pueblos vecinos, poco a poco, obligaron a los etruscos a
replegarse a su propio territorio.
Carruaje etrusco. |
Su
eclosión cultural y política en el siglo VII a.C. se produjo en la región de
Toscana (de tuscus, etruscos en latín), entre los Apeninos y el mar Tirreno y
desde el Arno al Tíber. No obstante, los
rasgos orientales de origen lidio, chipriota o egipcio, que dominan en sus
muchas y lujosas manifestaciones artísticas de esa época (bronce, cerámica,
marfiles, joyas) siguen asombrando a los historiadores.
Quimera de Arezzo, arte etrusco. |
Los etruscos fueron
la potencia hegemónica en Italia, desde el valle del Po hasta el golfo de
Nápoles durante aproximadamente un siglo y medio (VI-V a.C.) que es cuando prácticamente
toda Italia (excepto el sur en poder de los griegos) queda bajo su dominio e
influencia. Los griegos lucharon contra los etruscos y luego Roma que tuvo tres
guerras contra Etruria. Poco a poco, las ciudades etruscas fueron
desapareciendo de la escena histórica a partir del siglo III a.C., absorbidas
en el proceso de unificación política, cultural y lingüística de Italia,
impuesta por Roma.
Escena de una cacería en un mural etrusco. |
Derrotas y final de
los etruscos
En
el año 600 a. C., los foceanos fundan Masilia (actual Marsella), que a su vez
funda muchas otras colonias en las costas de la actual Francia meridional y de
la España nororiental. Cuando los
foceanos se acercaron a Etruria instalándose en Alalia, en el 565 a.C. en las
costas de Córcega, los etruscos se unieron a las cartaginenses contra esas
“recién llegados”.
La Liga Etrusca, compuesta por 12 ciudades y su área de influencia. |
La
batalla de Alalia (hacia 537 a. C.) fue un combate naval entre cartagineses,
aliados con los etruscos, contra los griegos de la colonia focense de Alalia
(actual Aleria), situada al este de Córcega. La flota
etrusco-cartaginesa (estimada entre 100 y 120 naves) se dirigió a Alalia con la
intención de destruirla. A ella se enfrentó una escuadra focense de apenas 60
naves. Los griegos consiguieron suplir la inferioridad numérica con su
superioridad táctica, por lo que lograron destruir la flota enemiga. Sin
embargo, este resultado fue en realidad una victoria pírrica para los griegos,
cuyas pérdidas fueron tan cuantiosas que hubieron de renunciar a su política
expansionista. Se dice que 40 de las 60
naves utilizadas fueron destruidas, y de las restantes muchas quedaron dañadas.
Las pérdidas etrusco-cartaginesas son desconocidas, pero se sospecha que
debieron ser cuantiosas. En tanto, la victoria griega benefició a la colonia de
Marsella.
Batalla naval de Alalia 537 a.C., ilustración de Giuseppe Rava. |
En
poco tiempo la influencia etrusca se debilita en el Lacio, perdiendo su dominio
sobre Roma cuando Tarquino fue derrotado. Otras ciudades latinas se alzarían
contra la dominación etrusca, pidiendo ayuda a Aristodemo, derrotando las
tropas etruscas comandadas por Arunte, hijo de Lars Porsenna de Clusium en los
alrededores de la ciudad de Ariccia en el año 505 a.C.
Colonias griegas y zona de dominio fenicio cartaginés. Clic para agrandar el mapa. |
Otro
hecho dramático fue la expedición de Denis (384 a.C.) contra las costas etruscas
controladas por Caere, que conllevo el pillaje del puerto de Pyrgi y la
destrucción de su santuario, en el cual los
soldados de Siracusa pudieron hacerse con un botín extraordinario y gran número
de prisioneros. Según el historiador Diodoro de Sicilia el botín fue valorado
en 1500 talentos.
En el museo de Arezzo en Italia se encuentra esta escultura con un sacerdote etrusco marcando los límites de una ciudad. |
La organización
etrusca
El
territorio de Etruria coincidió en gran parte con la actual Toscana. Estaba
dividido en ciudades que no formaban parte de una unión política, pero sí
compartían una cultura semejante. Las
ciudades etruscas más importantes, de norte a sur y de este a oeste fueron
Caere, Veyes, Volsinii, Chiusi y Vetulonia, mientras que el resto tuvieron
menor importancia o sólo se consideran etruscas en determinados intervalos de
tiempo.
Caballos alados etruscos, realizados en terracota, hallados en Tarquinia, decoraban la fachada de un templo. |
Felsina
(Bolonia).
Faesulae
(Fiesole).
Velathri
(Volterra).
Arrétion
(Arezzo).
Curtum
(Cortona).
Pupluna
(Populonia).
Vetluna
(Vetulonia).
Rusellae
(Ruselas).
Velzna
(Volsinii /Orvieto).
Vole
(Vulci).
Tarkunia
(Tarquinia).
Caisri
(Caere).
Veies
(Veyes).
Ruma
(Roma).
Ciudades
etruscas fundadas años después fueron:
Pisa
(Pisa).
Tlamn
(Alamonte /Telamón).
Urina
(Saturnia).
Svea
(Sovana).
Volsinii
(Bolsena).
Visentium
(Bisenzio).
Regisouille
(Regisvilla).
Bléra
(Blera).
Hurta
(Orte).
Porto
Clementino (Gravisca).
Soútrion
(Sutri).
Nepet
(Nepi).
Falérioi
(Falerios/Civita Castellana).
Capínna
(Capena).
Pyorgoi
(Pyrgi).
Praineston
(Palestrina).
Satrikon
(Sátrico).
La
vida de la aristocracia en las ciudades era muy semejante a la de sus
contemporáneas griegas, en especial, a las del Asia Menor y del sur de Italia.
Podemos ver cómo empleaban su tiempo gracias a las escenas que adornan las
tumbas etruscas y a las vasijas de estilo griego pero hechas en Etruria. Tenían
una cultura muy avanzada y refinada. Guerreaban,
practicaban todos los deportes comunes en Grecia: carreras, boxeo, lanzamiento
de disco y jabalina, lucha en la palestra, carreras de carros, caza y pesca;
celebraban festivales acompañados de ceremonias religiosas. Les gustaban
los espectáculos gimnásticos, es casi con seguridad que de los etruscos tomaron los romanos la noción de "circo" ya
no para representaciones teatrales o musicales sino para luchas entre
gladiadores: en efecto, entre los etruscos estas luchas solían formar parte de
sacrificios fúnebres a sujetos de la élite, o una "diversión"
realizada con los prisioneros de guerra.
Pintura de una mujer etrusca 500 a.C. |
No
se sabe con exactitud si la vida de las ciudades etruscas se desenvolvía de la
misma manera que las de Asia Menor y el sur de Italia, aunque hay fundadas
razones para creer que probablemente era así. Políticamente, Etruria se
conforma en federaciones de 12 ciudades
unidas por lazos estrictamente religiosos, lo que es llamado Dodecápolis, pero
esta alianza no es política, ni militar y cada ciudad es en extremo
individualista.
Fresco etrusco de una carrera de carros. |
En
Etruria el culto de los muertos tuvo siempre un relieve
particular y un preciso ritual. El hecho de que se hayan encontrado numerosos
sepulcros etruscos se explica porque este
antiguo pueblo itálico creía en la supervivencia de los difuntos. Concebían una
vida tras la muerte y la consideraban idéntica a la terrena, con la diferencia
de que era eterna. Por eso las tumbas se construían con materiales más nobles y más
duraderos que los utilizados en las casas, se colocaba todo aquello que el
difunto había tenido en vida y que no le podía faltar para su vida eterna:
desde los muebles hasta los objetos de uso cotidiano, pasando por su ropa.
Y al final de cada tumba pintaban una puerta,
que sugería que la vida se había cerrado para los ojos físicos, pero permanecía
abierta para el alma.
Ilustración de una ceremonia en una tumba etrusca. |
Los sacerdotes se
denominaban arúspices, y siempre tuvieron una posición de privilegio en la
sociedad.
Los arúspices se especializaban en "interpretar" lo que consideraban
diversos "signos" proféticos: la adivinación a partir de la
observación de los hígados de animales sacrificados, la creencia en que se
podía adivinar el futuro observando los rayos (ceraunomancia) u otros meteoros,
y la "interpretación" con intenciones adivinatorias de los vuelos de
las aves. Existían rituales de todo tipo, tanto dirigidos al estado como a los
individuos, extremadamente minuciosos y formales, al punto tal que son tomados
como ciencia. Los augures o arúspices etruscos tenían fama de infalibles.
Spurina, el augur de Julio César, fue el
que le advirtió de las nefastas influencias de los Idus de marzo.
Hígado de bronce hallado en Piacenza. |
También
conocían las partes del hígado, como en Babilonia, dos mil años atrás, los
mags. Se han encontrado modelos de
hígados en bronce donde aparecen los nombres de cuarenta divinidades. Su
distribución nos recuerda a la de las plantas de los pies que se hace en
reflexología, relacionadas con el resto del cuerpo (lo pequeño como una copia a
escala de lo grande, como si todo en el Universo estuviera diseñado en función
de unos mismos planos, arquetipos o leyes que le darían orden y armonía a la
infinita variedad de objetos existentes).
Tumba etrusca en Populonia. |
Estatua etrusca que representa al niño dios Tages. |
Tages, una especie
de Cristo o enviado divino de los etruscos, les enseñó las ciencias augurales y
les inspiró gran parte de su pensamiento. La sabiduría de Tages pasó a su
discípulo Arruns, quien era inspirado, al parecer, al igual que el Rey de los
romanos Numa, por una ninfa, Vegoia. De lo que se ha logrado conservar nos
quedan frases como:
“No codicies lo que
es de otros.”
“No tengas mala fe
ni lengua engañosa.”
“Si haces el mal a
alguien, algún día sufrirás el mal.”
“Guarda en tu
corazón, no en tu mente, estas enseñanzas.”
Guerrero etrusco con sus armas de bronce. |
Para
los romanos, los etruscos eran unos libertinos, se escandalizaban por la
afición etrusca de bailar, curiosamente el
término histrión, que los latinos usaban para los actores, deriva de hister, el
bailarín etrusco. Injustamente los romanos atribuían a los etruscos un
desenfrenado libertinaje sexual y los describían como gente desprovista de
vergüenza, que se complacía en actos sexuales, que hacía el amor sin cuidarse
de que les vieran y que llamaban al acto descaradamente por su nombre. Eran además
grandes bebedores de vino.
Ellos sabían que su
civilización iba a desaparecer. En sus tradiciones se afirma que su cultura
duraría nueve ciclos, el último de los cuales empezó el 88 a.C. Etruria y Roma
entraron en guerra muchas veces, de hecho, los
romanos surgidos en el 753 a.C. y al parecer su madre patria era Etruria. Ya
que, en efecto, «Roma» proviene
de «Rumón», que en etrusco
quiere decir «río». Y si esto
es verdad, hay que deducir que la primera población de la Urbe la integraban no
solamente latinos y sabinos, pueblos de la misma sangre y del mismo tronco sino
también etruscos, gente de raza, lengua y religión muy diferentes. Es más:
según ciertos historiadores, el propio Rómulo había sido etrusco. De todos
modos, etrusco fue ciertamente el rito según el cual se fundó la ciudad, al
trazar un surco con un arado arrastrado por un buey y una yegua blancos,
después que doce pájaros de buen agüero hubieron revoloteado sobre sus cabezas.
Joven etrusco tocando la flauta doble, detalle de la tumba de los Leopardos en Tarquinia. |
Ya a comienzos del siglo III la propia Etruria había perdido su independencia bajo el poder de Roma, perdiendo también su identidad cultural e incluso su lengua, que fue suplantada por el latín. Roma, el nuevo poder en la península itálica, fue dándole la ciudadanía romana a cada ciudad etrusca que aceptaba su dominio. En el 265 a. C. toda Etruria estaba sometida. Roma absorbió todos los conocimientos de los etruscos y fueron quedando en el olvido, suplantados por el poderío romano.
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