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jueves, 6 de abril de 2017

UN ARTISTA ANÓNIMO DE HACE 14 MIL AÑOS EN LA BRETAÑA FRANCESA

En un lugar rocoso descubierto en 1987 hasta el momento se han encontrado 45 grabados realmente sorprendentes.

Selección de piedras grabadas
halladas en la Roca de la
emperatriz, Bretaña francesa.
Entre las obras hay toros en relieve y caballos. “En toda la iconografía paleolítica europea no hay un animal resplandeciente similar”, dicen los arqueólogos que trabajan en La Roca de la Emperatriz, en la Bretaña francesa.

En Doulas, al oeste de Francia, en plena Bretaña, hay un pequeño abrigo rocoso de 10 metros de largo, tres metros de profundidad y 2 metros de altura que se conoce como La Roca de la Emperatriz. Situado al pie de un acantilado de 50 metros de altura, este espacio ha sido habitado por seres humanos desde, como mínimo, el Paleolítico Superior, hace 14.000 años.

Puntas de proyectiles de hace
14 mil años, encontrados en la
Roca de la Emperatriz.
Las excavaciones en la Rocher de l’Impératrice se suceden cada verano europeo desde 2013, con la autorización del ministerio de Cultura francés. Y las últimas excavaciones arqueológicas en la zona han propiciado un hallazgo sorprendente. La imagen de un toro resplandeciente con rayos trazados para dar ese efecto forma parte de 45 grabados prehistóricos.

Estos descubrimientos datan de la época de la cultura Aziliense, que supuso toda una “revolución” en Europa Occidental. En esa época, explican los expertos, se abandonó del arte en muros de cuevas típico del Magdaleniense y se pasó a utilizar pequeños cantos rodados. Esa transformación fue más gradual de lo que se pensaba, según atestiguan los descubrimientos de los arqueólogos franceses en La Roca de la Emperatriz, según el estudio presentado en la revista Plos One.

Roca de la emperatriz, sorprendente cabeza
de un equino realizada hace 14 mil años.
Los fragmentos aparecieron hace unos cuatro años. “El sitio arqueológico ha sufrido importantes saqueos y destrucción en los últimos años y esa es la razón por la que no hemos publicado antes los resultados de la investigación, para evitar que se produjeran nuevos destrozos y a la espera de que el sitio recibiera protección”, explica Nicolas Naudinot, profesor adjunto de la Universidad de la Costa Azul.

Ubicación de la Roca de la Emperatriz.
Los grandes cambios en las herramientas de piedra entre el Magdaleniense y el Aziliense revelan una importante evolución, aunque las figuras descubiertas determinan que hubo una continuidad iconográfica donde el toro tenía una importancia especial. Eso sugiere que algunas características culturales como la iconografía no cambiaron tan rápido como la tecnología.

El "toro brillante" con rayos que simulan
el resplandor.
En total, han sido recolectados 4659 artefactos líticos desde 2013. Entre ellos 45 grabados en piedras. En los fragmentos hay más figuras de caballos que de toros. Pero las representaciones de estos últimos muestran un énfasis especial, ocupando un espacio central, delineados con un grabado ancho y profundo. “En el paleolítico europeo no se ha encontrado ningún otro ’animal brillante’ equivalente. Induce a pensar que el toro tenía una simbología muy fuerte (en esa cultura)”, explica Naudinot.

Algunos de los 45 grabados descubiertos
en la Roca de la emperatriz. Clic
para ampliar la imagen.
El impacto visual de la figura se ve potenciado por el color de los trazos con pigmento negro que ha revelado el análisis en el laboratorio. Pero el “toro brillante”, con sus cuernos sinuosos, podría no estar solo, porque los arqueólogos han encontrado un patrón muy similar en otro fragmento más pequeño, probablemente las obras de arte más antiguas en la Bretaña francesa.

La Roca de la Emperatriz fue descubierta en 1987 después que un temporal azotara la parte alta de este abrigo rocoso y arrancara un pino del suelo, dejando al descubierto los restos. En las excavaciones realizadas desde 2013 se han encontrado herramientas de sílex, puntas de flecha, cuchillos y otro tipo de piezas como los grabados. “Nos quedamos impresionados por su belleza y por el control del trazo. Estos animales están muy estilizados y podemos diferenciar los cascos, la melena, si eran potros jóvenes... Es muy revelador “, afirma Naudinot.

Sorprendentes representaciones de caballos
descubiertas en Doulas, al oeste de Francia.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el enclave tenía la función de refugio. Un campamento temporal a 50 kilómetros del mar para preparar actividades de caza en el que podían convivir entre dos y diez personas. “Los grabados son muy importantes porque son parte de un período de ‘transición artística’ ignorado por los investigadores. Entre el magdaleniense, cuando se expresaba un arte más figurativo, y el aziliense con un arte más esquemático y geométrico”, apunta.

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