UNA PALOMA CON EL ALA FRACTURADA LLEGA POR SÍ MISMA A UNA CLÍNICA VETERINARIA EN RUSIA

El ave -que resultó ser de pura raza- no solo no tuvo miedo de los médicos, sino que caminó por su cuenta hacia sus manos y dejó que lo examinaran.

La paloma llegó a la clínica veterinaria
por sus propios medios.

Un equipo de médicos veterinarios de la ciudad rusa de Omsk operó a un pájaro que, según lo informaron, llegó a la clínica por sí mismo e incluso "llamó a la puerta" para pedir ayuda. La increíble historia fue dada a conocer en la red social rusa de VK por Polina Smislova, especialista que participó en la operación.

Según esta doctora, se trata de una paloma que literalmente "llamó a la puerta" de la clínica. El personal encontró al insólito cliente al escuchar unos golpes ligeros en la puerta de vidrio de la entrada. Afuera, vieron una solitaria paloma blanca como la nieve con rayas negras en sus alas. Su ala parecía gravemente herida, por lo que los médicos decidieron hacer una radiografía para verificar si estaba fracturada.

Frank tenía fractura de húmero y la doctora
Polina Smislova la operó inmediatamente.

El caso es que el ave, que luego resultó ser un palomo, obtuvo el nombre de Frank, no solo no tuvo miedo de los médicos, sino que, por el contrario, caminó por su cuenta hacia sus manos y dejó que la examinaran.

Tenía fractura del hueso húmero, se hizo claro que el 'paciente' necesitaba ser operado, por lo que varios veterinarios unieron sus esfuerzos para ayudar a Frank y el equipo logró llevar a cabo una cirugía exitosa.

Actualmente la paloma Frank está bien
cuidada en una tienda de mascotas.

Según Smislova, el caso no fue complicado: era una fractura cerrada, sin fragmentaciones o desplazamientos. Ahora Frank se siente ya bien y casi está listo para volar. "Así es como le dimos a otro pájaro la oportunidad de regresar al cielo", escribe la doctora. 

No obstante, Frank permanece hasta la fecha en la clínica. Quienes lo atienden están seguros de que pertenece a una raza pura. Suponen que debía vivir en un palomar y no estar acostumbrado al frío, por lo que temen dejarlo volar afuera, según detalló Smislova a un medio local. Cuando termine de recuperarse (ya lleva cinco semanas), será trasladado a una tienda de mascotas donde se le cuidará hasta que aparezcan sus dueños.