FEDERICO RUBÍES, EL VIDENTE DE MONJE

Este 24 de setiembre se cumplen cinco años del fallecimiento a los 76 años del sorprendente psíquico argentino, Federico Alberto Rubíes Español. Casi hasta el último mes antes de partir, era consultado telefónicamente de forma constante por gente de todos los pueblos y ciudades de la provincia de Santa Fe sobre los temas más diversos. Y lo que es más interesante, Rubíes les solucionaba la mayoría de sus problemas. Solía decir que “esa era su misión”.

Ubicación del pueblo de
Monje, en la provincia de
Santa Fe.

A setenta kilómetros al norte de Rosario, en el pueblo de Monje, vivió toda su vida Federico Rubíes, un psíquico fuera de lo común. Entre los 2335 habitantes de Monje era muy conocido y sabían que cuando Rubíes pronosticaba algo, se cumplía. Muchos escépticos lo comprobaron varios años después.

Los abuelos de Federico Rubíes eran inmigrantes nacidos en Lérida, Cataluña, España. Cuando nació Federico, el mayor de cuatro hermanos, un 13 de agosto de 1934, a sus padres le llamó la atención que naciera envuelto en “el manto de la Virgen”. O sea, nació envuelto en el amnios que contiene adentro el líquido amniótico y al bebé. Nacer con el manto o el velo es nacer sin que el amnios se haya roto. Un bebé nacido así, según cuenta la creencia popular tendrá facilidad de percibir las cosas ocultas al ojo común. Y más importante, el manto que lo envolvió le permite ver más allá de las personas, ver sus intenciones o su 'segunda cara', por lo que las personas nacidas así son natos jueces de carácter. Con frecuencia, aquellas personas que nacen de este modo tienen con un don o alguna facultad especial. Tienen un nexo de unión o el contacto con otra realidad. También pueden ver las cosas que otros no pueden ver o poseen poderes fuera de lo normal para curar determinadas enfermedades.

Nacimiento de un bebé en el saco amniótico
o parto con el manto de la virgen.

Federico Rubíes afirmaba que su don extraordinario provenía de nacer con el manto y también de que cuando tenía aproximadamente 14 años, jugando, saltó de un techo alto, a la altura de un primer piso, cayendo en el suelo parado y la fuerza del impacto le estremeció toda la columna vertebral y desde entonces comenzó a tener videncias y a desarrollar otros dones.

Era una persona excepcional, cuyas facultades paranormales no dejaban de sorprender al que lo conoció. Él con sus dones era un ejemplo de las capacidades potenciales de los seres humanos. Podríamos colocar a Rubíes junto a los extraordinarios psíquicos Gerard Croiset y Peter Hurkos.

Casa embrujada en la provincia de
Buenos Aires.

Eran incontables las consultas que tuvo a lo largo de su vida sobre casas con actividad poltergeist, ahorros o títulos de propiedad que nadie sabe dónde se guardaron, familias con problemas de salud, personas que deseaban saber su futuro, consultas por animales y personas extraviadas y un larguísimo etcétera.

En una casa de Rosario, hace muchos años había presencias fantasmales, alguien les recomendó a Rubíes, fue a la casa, la recorrió, hizo unas oraciones y nunca más aparecieron fantasmas. Visitó así varias provincias donde le pedían que "cure" la casa donde vivían los que lo habían llamado.

Rubíes en varias oportunidades encontró
documentos y escrituras ocultas a pedido de
familiares de personas fallecidas.

En varias oportunidades fue consultado por familiares de personas fallecidas recientemente (abuelos, padres, hermanos), porque sabían que su progenitor por ejemplo, tenía dinero ahorrado y no lo encontraban. O que su madre fallecida había guardado tan bien los títulos de propiedad que no sabían dónde estaban. Rubíes iba hasta la casa, tomaba en sus manos una prenda del fallecido, cerraba los ojos y a los pocos minutos movía algún mueble en particular y detrás estaba un escondite conteniendo lo que buscaban. Otras veces iba directamente a un lugar de una habitación, levantaba una madera del piso y allí estaban los documentos o el dinero.

Federico Rubíes en su casa de
Monje, en marzo del año 2008. 
Foto de Contacto con la Creación.

Rubíes comentó varias veces que había resuelto seis casos de personas ahogadas en donde no aparecían los cuerpos. Los familiares estaban angustiados y acudían a Rubíes que les decía mirando un mapa en qué lugar se encontraba el muerto. Recuerdo una anécdota sucedida hace muchos años que comentó en una reunión en su casa, fue con un ahogado en el río Carcarañá, luego de varios días se abandonó la búsqueda. Alguien le recomendó a la viuda que visitara a Federico Rubíes. Federico miró en un mapa de la zona y le dijo señalando un punto del río: “Señora, aquí está el cuerpo de su esposo”. Fueron la policía y Prefectura y donde había señalado lo encontraron, atrapado con unas ramas sumergidas.

Lancha de Prefectura Naval en
el Paraná.

Un par de años antes de su muerte, fue consultado por efectivos de Prefectura que buscaban a un ahogado en el río Paraná desde hace varios días y no aparecía. Acudieron a Rubíes que les dijo que lo iban a encontrar al día siguiente a las 12 del mediodía. Le preguntaron en que parte del río sería y Federico les dijo que busquen que iba a aparecer a la hora que les dijo. Al día siguiente, antes de las doce un marinero le preguntó al otro a qué hora iban a encontrar al ahogado. “A las doce”, le respondió. Y sonriendo, el otro le dijo que ya era la hora y no apareció. Justo en ese momento, los ganchos de hierro con los que sondeaban el río, encontraron algo, los subieron y era el ahogado. Esto se lo contaron los propios prefectos a Rubíes.

Rubíes encontró a decenas de personas
extraviadas señalando en un mapa, sin ser
noticia en ningún periódico.

Respecto a personas perdidas, chicas que huyeron de sus casas, hombres con trastornos mentales que desaparecieron de sus hogares, fue consultado decenas de veces terminando en un 90% con un final feliz. Rubíes tomaba un mapa y les decía a los padres, por ejemplo, de una adolescente que se fue por una pelea hogareña, “su hija está en la casa de una amiga que vive por esta zona”, y efectivamente, estaba en un pueblo vecino. De todos estos casos nunca se publicó nada en ningún periódico.

Una anécdota increíble es la de un médico de Rosario que ya tenía turno para operarse y no le garantizaban que sobreviviera mucho luego de la operación, así que decidió ir personalmente a consultarlo a Federico Rubíes. El psíquico de Monje se concentró sobre el enfermo y luego le dijo que volviera a Rosario y que se hiciera nuevos estudios y análisis. El resultado fue que se había curado y ya no necesitaba operarse.

Algunas predicciones de Federico Rubíes
Recordando los vaticinios de Rubíes, algunos de los pronósticos del vidente de Monje se hicieron realidad. Para muchos vecinos del pueblo, en su momento, les parecieron absurdos, pero la realidad indica que Federico tuvo un gran don para predecir el futuro.

Rubíes predijo que iba a llover un día en
que estaba todo el cielo despejado, y llovió.

Comentó Federico que una vez pasaba por la cooperativa del pueblo y le preguntaron cuando iba a llover y les dijo, tal día antes de las seis de la tarde. Llegó el día y se burlaban en el pueblo diciendo que había fallado ya que estaba todo el cielo despejado. Y les recordó que todavía faltaban varias horas antes de las seis. Cuando faltaban unos veinte minutos para que se cumpla el plazo, el cielo se llenó de nubarrones y comenzó a llover. Otra vez había acertado.

Rubíes fue testigo del aterrizaje
de un objeto volador en un
campo de su propiedad,
en una noche tormentosa.

En varias oportunidades Federico vio Ovnis e incluso, una vez hubo un aterrizaje hace muchos años, cuando sus hijos eran pequeños, en una noche de tormenta y lluvia en una quinta de su propiedad, en Monje. Al despegar la nave dejó el tradicional círculo de pasto quemado y en el suelo un extraño objeto que Rubíes atesoraba y raramente lo mostraba a sus conocidos.

Respecto a sus profecías, una de las más notables fue la que hizo con mucha anticipación, a mediados de la década del sesenta, de que “Argentina entraría en Guerra con Inglaterra para recuperar las Malvinas”. Vaticinio que se cumplió en 1982.

El Papa Francisco con Obama en su visita a los
Estados Unidos. Rubíes predijo hace más de
veinte años que habría un papa argentino.

Hace más de veinte años Rubíes enunció que “tendríamos un Papa argentino”, por supuesto, varios de los vecinos se reían de estas palabras. Ahora con Bergoglio en El Vaticano, como el Papa Francisco, la risa se les borró de la cara.

También decía desde hace años que “el mundo se iba a poner cada vez más loco. Todo lo que es malo lo harán pasar por bueno y todo lo bueno le harán creer a la gente que es malo”. Seguramente ahora a nadie le queda ninguna duda que es así.

Un pescador en el arroyo Monje.

“Para Monje le deseo lo mejor y puedo decir que habrá inundaciones en todas partes pero el pueblo no se va a inundar”, esto lo dijo en setiembre de 2006 en una entrevista que le hizo el Canal Cable Color de la localidad de Barrancas. En 2007 desbordó el arroyo Monje y hubo inundaciones en otras partes de la provincia pero el pueblo no se inundó, tal como lo había pronosticado.

En 2009, haciendo las compras en el pueblo (creo que iba hasta la panadería situada a dos cuadras de su casa) vio un camionero que estaba tratando de reparar el motor de su camión. A la vuelta, le preguntó que le pasaba y le dijo que no le arrancaba, que estaba todo bien pero no conseguía que arranque. Rubíes le dijo que suba y que le de vuelta a la llave mientras él colocaba sus manos sobre el capot y cerraba los ojos. Igual no arrancaba hasta que Federico le dijo al chofer, encendélo con la otra mano, y arrancó instantáneamente.

Federico Rubíes y el investigador Carlos
Avellaneda, el 27 de diciembre de 2008.

Algo similar he visto con mis propios ojos, cuando lo visité un domingo de enero de 2010. Al finalizar la sobremesa, en horas de la tarde, el automóvil de una de sus visitas no arrancaba, y por más que lo empujábamos no había suerte. Viene Rubíes y pregunta que pasaba, coloca sus manos en el capot, se concentró, cerró los ojos, le dijo al dueño que encienda el vehículo y arrancó. Estaban de testigos Carlos Avellaneda, su señora Silvia y otras personas.

Además de atender las tareas agropecuarias que le demandaba su campo y un bar que poseía, primero en el pueblo y años después en un predio, el balneario al lado del río Coronda, Federico hizo tiempo para escribir reflexiones, crear canciones, grabar un disco compacto inusual con canciones dedicadas a las madres, a la Argentina, a la humanidad y a los seres extraterrestres. Solía decir que era “el loco de la familia”.

Tapa del disco compacto de Federico Rubíes,
conteniendo nueve canciones de su creación.

Rubíes fue además miembro fundador del Instituto de Profesionales de Parapsicología de la Argentina, donde están guardadas varias conferencias que dio. Asistió a varios congresos de parapsicología dentro del país. Una de sus disertaciones fue calificada por los presentes como la mejor, en el Primer Encuentro de Profesionales de la Parapsicología de la República Argentina, el 13 de junio de 1992, y la tituló "Imágenes plasmadas a través del pensamiento con meditación".

Numerosos oyentes del programa radial Contacto con la Creación que se emite todos los viernes de 20 a 23 horas por AM Libertad en la frecuencia de 1090 Khz, se comunicaron telefónicamente a través de los años con Federico Rubíes y se asombraron que les “adivinara” muchas cosas de su pasado o pronosticándoles el futuro, solamente conversando por teléfono sin siquiera conocer personalmente a la persona o las personas sobre las que lo consultaban.

Numerosos oyentes del programa radial
Contacto con la Creación se contactaron
con Federico Rubíes.

En diciembre de 2009 Rubíes fue entrevistado por quién esto escribe y comentó que “estaban naciendo niños con poderes especiales que en el futuro ayudarán a la humanidad”. Decía que todos tenemos una misión en esta vida y tenemos que descubrir cuál es, la suya era ayudar a los demás.

Federico pidió a los oyentes “que recen y pidan paz a la Patria argentina por los acontecimientos que se avecinan. Para que Dios nos proteja a todos. Hay que estar preparados para el 2016, donde vamos a tener trastornos geológicos, climáticos, políticos y económicos. Después del gran sacudón del planeta viene el Anticristo. Luego, las naves extraterrestres con seres evolucionados se darán a conocer, para evitar la total destrucción. Llegará Jesucristo a salvar el mundo con la justicia divina y universal. Reinará la paz y la luz en la Argentina y en el resto del mundo que sobrevivirá. No habrá más enfermedades y toda la gente será sana y viviendo feliz en total armonía”.

"Reinará la paz y la luz en la Argentina y en el
resto del mundo que sobrevivirá. No habrá más
enfermedades y toda la gente vivirá en total
armonía", pronosticó Rubíes.

Un cáncer óseo fulminante lo desmejoró rápidamente en menos de un mes según comentaron sus hijos. Pasó sus últimas horas en su casa de Monje, estaba en la cama, lúcido rodeado de toda su familia. Federico Rubíes dejó dos hijos y una hija. Falleció el viernes 24 de setiembre de 2010 a las 18 horas.

Conversando con Rubíes en su casa de Monje solía comentarnos: “Estoy feliz por haber solucionado problemas a muchas personas y familias”.

Por Alberto Seoane