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martes, 10 de septiembre de 2013

EL ENIGMA DE LA PIEDRA DE DASHKA

Es un mapa a escala donde cada 1 centímetro equivale a 1,1 kilómetros y tiene 120 millones de años.

Ubicación de la actual Bashkortostán.
Este hallazgo contradice las nociones tradicionales de la historia "oficial" humana: una losa de piedra que fue trabajada con herramientas de precisión para hacer un mapa en relieve de la región de los Urales.

Corría el año 1995 cuando el profesor Alexandre Chuvyrov, decide investigar la hipótesis de antiguas migraciones prehistóricas procedentes de China que podrían haberse asentado en las regiones del Norte de Siberia y los Urales.

La enigmática piedra de Dashka.
Pertenecía a la Universidad Estatal de la ex República Autónoma Socialista Soviética de Baskiria, luego rebautizada Bashkortostán. La república declaró su soberanía en la Unión Soviética en 1990, y en 1992 accedió a la independencia plena. Dos años más tarde, Bashkortostán aceptó mantenerse en el marco legislativo de la Federación de Rusia.

Chuvyrov, investigaba en colaboración con la estudiante de posgrado china Huan Kong, y ambos fueron recopilando pruebas que confirmaban dicha hipótesis. En el curso de diversas expediciones a zonas donde se encuentran una serie de cuevas, encontraron diferentes grabados, tallas  rupestres y signos de escritura cuyos caracteres, al ser descifrados, se correspondían claramente con sistemas escritos muy antiguos de procedencia china. Eran testimonio de una cultura temprana, con escritos que en su mayoría eran registros de tratados comerciales y de bodas y defunciones. 

Alexandr Chuvyrov en 1998.
El estudio más detenido de todo este material, les llevó a los archivos del gobernador general de la ciudad de Ufa, en la República de Bashkortostán (Rusia) donde tropezaron con distintos manuscritos de los siglos XVII y XVIII, procedentes de antiguas expediciones científicas rusas a la región de los Urales, en los que se aseguraba la existencia de por lo menos 200 losas con signos y escritura indescifrables en el área de Nurimanov, no lejos de la aldea de Chandar, al noroeste de Ufa

Las entradas antiguas se confirmaban con informes de la investigación del arqueólogo A. Schmidt, que recorrió la región a principios de siglo XX, y que supuestamente también había visto las piedras.

Mapa de la República de
Bashkortostán perteneciente
a la Federación Rusa.
Los buenos resultados de la investigación llevada a cabo, junto con la sospecha de que esas losas de las que se hablaba en los registros de Ufa podían tener una importante relación con el curso de sus trabajos sobre las migraciones chinas, animaron al profesor Chuvyrov a organizar una expedición en 1998 para localizar las misteriosas losas.

Todos los esfuerzos resultaron infructuosos, incluso una exhaustiva búsqueda aérea llevada a cabo sobrevolando en helicóptero las zonas en las que se sospechaba podía encontrarse alguna de las 200 losas. Después de varias tentativas fracasadas, Alexander Chuvyrov comenzó a desconfiar, sospechando que se trataba solamente de una leyenda. Pero su suerte cambió, el destino le reservaba al profesor Chuvyrov una increíble sorpresa.

El mapa de piedra
El 21 de julio de 1999, cuando se retiraba para descansar, Chuvyrov se encontró con el e x-presidente del consejo agrícola local de Chandar, el señor Vladimir Krainov, quien dirigiéndose a él le preguntó: "¿Está usted buscando unas piedras raras? Porque yo tengo una de ellas en mi finca". Atónito por la afirmación del señor Krainov, y aunque con mucha desconfianza, Chuvyrov pensó que no perdía nada echando una ojeada a la losa que su inesperado "colaborador" afirmaba tener en su domicilio.

Huan Kong con la piedra
Dashka, en la casa de campo
de Vladimir Krainov.
Con ojos como platos, el profesor de la Universidad de Bashkiria pudo contemplar, bajo el porche de la casa de campo de Krainov, una enorme losa de piedra de 1,48 metros de alto por 1,06 metros de ancho y 16 centímetros de grosor, con un peso que rondaba fácilmente la tonelada. Demasiado pesada para que ellos dos pudieran levantarla, tuvo que esperar una semana a que llegasen refuerzos desde Ufa. Por fin la piedra fue desenterrada, consiguiendo extraerla suavemente con ayuda de rodillos de madera especialmente diseñados. La losa fue bautizada por Chuvyrov con el nombre de "Daschkin vino" (Piedra de Dashka) en honor a su pequeña nieta nacida pocos días antes.

Chuvyrov, pensando que había encontrado la prueba definitiva de las migraciones chinas que tanto buscaba, hizo trasladar rápidamente la losa a la universidad para proceder a su investigación. Tras limpiarla de tierra, tanto el profesor como el resto de colaboradores observaron que la superficie estaba cubierta por numerosas líneas creando relieves que no tenían nada que ver con los surcos naturales que suelen formarse en las rocas. Dice Chuvyrov, "comprendí que no era una simple pieza de piedra, sino que era un mapa y no un simple mapa, sino uno tridimensional."

Extraña escritura silábico-jeroglífica hallada
en la piedra de Dashka.
Lo que aparecía sobre la superficie de la losa era, ni más ni menos que la representación de un mapa en tres dimensiones, con restos de una escritura totalmente desconocida, escrita verticalmente.

La piedra Dashka no es una piedra natural sino que consta de tres capas muy diferenciadas, dos de las cuales se aplicaron de forma artificial. La primera de ellas, la más firme, de 14 centímetros, estaba compuesta de dolomita, un mineral que toma su nombre en honor del mineralogista francés Deodat Dolomien. La segunda, y más interesante, estaba formada por cristal de diópsido, un silicato de calcio y magnesio aplicado con una técnica desconocida por la ciencia moderna, y era donde se encontraba encuadrado el mapa propiamente dicho, y por último  una finísima capa blanca de 2 milímetros de grosor de porcelana de calcio, a modo de protección  del mapa de la capa intermedia contra los impactos externos. Todo indicaba que para su realización se tendría que haber trabajado con maquinaria moderna, descartando completamente un origen natural y ni tan siquiera una manufactura artesanal.

La piedra de Dashka actualmente se
encuentra en la Universidad Estatal
de Bashkortostán.
La capa de porcelana sobre la superficie de la losa, junto con los signos escritos verticalmente, hizo pensar a Chuvyrov que su procedencia podría estar relacionada con China, y por tanto con los trabajos de investigación que le habían llevado hasta ella. Es harto conocido que la escritura vertical fue utilizada en chino antiguo antes del siglo III. Para verificar estas suposiciones, el profesor Chuvyrov visitó la biblioteca pública imperial de China. Le autorizaron a utilizar la biblioteca durante 40 minutos consultando varios ejemplares raros y antiguos, pero ninguno de ellos contenía una escritura similar a la de la piedra.

Ubicación del Monte Ufa arriba y la ciudad
homónima, capital de Bashkortostán.
Tras reunirse con sus colegas de la universidad de Hunan para contrastar información, acabó descartando totalmente la "pista china". Ni la porcelana empleada en la capa más superficial, ni los signos que aparecían escritos, tenían relación alguna con los utilizados alguna vez en la antigua China. Las inscripciones estaban realizadas en un lenguaje silábico-jeroglífico de origen desconocido que los científicos no lograron descifrar (Chuvyrov afirma, sin embargo, haber descifrado un signo del mapa que significa la latitud de la actual ciudad de Ufa).

La piedra de Dashka coincide con las
fotos satelitales. Aquí el río Belaya.
La siguiente pregunta que se hicieron los científicos fue ¿cuál era el área geográfica que mostraba el mapa? Pronto se hizo evidente que lo que aparecía era la zona fronteriza cerca de la actual ciudad de Ufa. El mapa representaba una región muy concreta de los Urales. Allí aparecían los ríos Blya, Ufimka y Sutolka, accidentes geográficos como el cañón de Ufa extendiéndose como una fractura de la corteza terrestre desde la ciudad de Ufa hasta la ciudad de Sterlitimak. Según el mapa, el río Belaya poseía un lecho de río artificial. En la actualidad, el río Urshak discurre sobre el antiguo cañón. Estos y otros detalles orográficos establecían una escala de 1 cm.: 1,1 Km.

En la piedra, sus dibujantes le dieron
prioridad a los ríos de la zona.
¿Cómo nos las arreglamos para identificar el lugar?  Al principio no podíamos imaginarnos que el mapa fuera tan antiguo. Afortunadamente, el relieve de la Bashkiria actual no ha cambiado tanto en millones de años. Pudimos identificar la cima del monte Ufa, mientras que el barranco de Ufa es el punto principal de nuestras pruebas, porque llevamos a cabo estudios geológicos y encontramos su pista donde debía estar según el antiguo mapa. El desplazamiento del cañón ocurrió a causa de los bruscos empujones de las placas tectónicas que se movían desde el este.

El río Belaya está marcado
en la piedra con precisión

milimétrica.
Pero lo más sorprendente a los ojos de los investigadores eran los trabajos de ingeniería civil: un gigantesco sistema de irrigación de unos 12.000 Km. de longitud, con dos sistemas de canales de 500 metros de ancho, 12 embalses de entre 300 y 500 metros de ancho por 10 Km. de largo y 3.000 metros de profundidad (calculada gracias a la tridimensionalidad del mapa) cada una de ellas. El conjunto iba acompañado de un sinfín de pequeños canales para distribuir el agua por amplias áreas que convertirían a todo este complejo en el más grande del mundo jamás realizado. Para los embalses que suministraban a las diferentes redes de abastecimiento se precisaría la extracción de por lo menos 1 cuatrillón de metros cúbicos de tierra. Sería una unidad seguida de 24 ceros.

Sitios orográficos identificados
en la Piedra de Dashka.
En comparación con ese sistema de irrigación, el Canal Volga-Don parece un arañazo en el relieve actual. Como físico, Alexander Chuvyrov supone que en la actualidad la humanidad es capaz sólo de construir una pequeña parte de lo que aparece en el mapa. No lejos de los canales, se muestran unos terrenos con forma de diamante, cuya finalidad se desconoce.

Sorprendió también la circunstancia de que, a pesar de lo minuciosamente detallado que aparecía el mapa, no se apreciasen carreteras o vías de comunicación terrestres, dando la impresión de que los antiguos pobladores de estas tierras se hubiesen desplazado únicamente por vías fluviales o aéreas.

Una civilización que existió hace 120 millones de años
Fue difícil determinar siquiera una edad aproximada para la piedra. La edad mínima de la que partieron los investigadores se aproximaba a los 3.000 años pero según avanzaban los estudios la fecha iba creciendo paulatinamente. Al principio se llevaron a cabo análisis por carbono-14 (C14), que tiene un período de semidesintegración más corto, con tan solo 5.750 años, luego se escanearon las capas de la laja con el método de datación del uranio-238 (U238), el uranio 238 se transforma en plomo (PB206) mediante una cadena radioactiva cuya duración es de 4.510 millones de años.

El río Belaya en los Montes
Urales. Podría haber sido un
enorme canal artificial hace
millones de años.
Aunque las investigaciones mostraron resultados diferentes, y la edad de la piedra permanecía poco clara. Mientras examinaban la piedra, encontraron dos conchas que se habían incrustado en la superficie para señalar algunos puntos. La edad de una de ellas, la Navicopsina munitus de la familia de las Gyrodeidae, se remonta a 500 millones de años atrás, en tanto que la segunda, Ecculiomphalus princeps, de la subfamilia de los Ecculiomphalinae, tiene cerca de 120 millones de años. ¿Quién podía garantizar que las conchas todavía estaban vivas cuando fueron integradas en el mapa? Quizá estaban ya fosilizadas. Fue concretamente la edad de 120 millones de años la que se aceptó como "hipótesis de trabajo".

"Probablemente el mapa fuera creado cuando el polo magnético de la Tierra estaba situado en la actual zona denominada Tierra de Franz Josef, que era donde estaba hace exactamente 120 millones de años", comentó el profesor Chuvyrov. "El mapa que tenemos va más allá de la percepción tradicional de la humanidad, y necesitaremos mucho tiempo para habituarnos a ello".

Más misterios referentes al mapa pétreo
Los materiales de la "Piedra de Dashka", fueron investigados en el Centro de Estudios Cartográficos Históricos de Wisconsin, EE.UU. Los estadounidenses estaban sorprendidos. Según ellos, un mapa tridimensional de este tipo sólo podía tener un objetivo de navegación. La detección del detalle de superficie con la precisión actual se realiza mediante medición aérea. La infinidad de datos introducidos para compilar un mapa tridimensional necesita de un amplio estudio apoyado por potentes ordenadores capaces de decodificar toda la información volcada  durante su proceso.
Superposición de una imagen satelital sobre 
el mapa de piedra en el sector más estudiado
donde está la capital y el monte Ufa.
La NASA realizó con fotografías del trasbordador espacial un Atlas Mundial tridimensional. Para trasladar las mediciones de altimetría se necesita el poder de las supercomputadoras y equipos de última generación. Decir que un primitivo hombre de las cavernas podría lograr lo mismo manualmente resulta absolutamente ridículo, por lo menos según los expertos estadounidenses.

Cada accidente geográfico de la región está
marcado en la Piedra de Dashka.
En su informe concluyeron que necesitarían varios años para poder finalizar un estudio completo y comenzar a poder contestar la mayor parte de las preguntas que planteaba la "Piedra de Dashka".

Los últimos estudios en los que siguen empeñados el profesor Chuvyrov y el resto de sus colaboradores, parecen indicar que la losa encontrada, es tan sólo una pequeña parte de un gran complejo cartográfico de la antigüedad, una pieza de un mosaico. Y ahora dan como cierta toda la información de los manuscritos que Chuvyrov encontró en el Archivo General de la ciudad de Ufa, relativos a la existencia de al menos 200 losas con signos y escritura indescifrables en el área de Nurimanov.

Alexandr Chuvyrov en la actualidad, sostiene
una réplica pequeña de la piedra original.
Hay algo profundamente misterioso: a pesar de los claros signos de asentamiento de una alta civilización (pensemos en el sistema de irrigación), el mapa en relieve no presenta carreteras ubicadas en rutas terrestres. Quien creó el mapa no se movió sobre tierra, sino sólo en el agua y en el aire. Se ha conjeturado también que los desconocidos cartógrafos no llegaron a vivir allí, sino que eran un grupo de exploradores investigando y mapeando el terreno. ¿Un grupo de exploradores hace 120 millones de años? ¿Quiénes debían ser? ¿De dónde procedían?

El profesor Chuvyrov afirma que no le gusta especular hablando de Ovnis ni de extraterrestres. Por ende, si no fueron extraterrestres los que hicieron ese mapa, fue una civilización olvidada de la que apenas sobrevivió esta losa de piedra con un mapa en relieve.

Por Daniel Verón

Vea aquí un video sobre el misterioso mapa pétreo:

La Piedra de Dashka

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