Los sujetos tenían
que avanzar por 21 laberintos diferentes y para señalar la dirección en la que
moverse, los autores del estudio generaban un fosfeno mediante estimulación
magnética transcraneal. Los cinco
sujetos de ensayo hicieron los movimientos correctos en los laberintos el 92
por ciento de las veces.
En las tres películas de Matrix los personajes están conectados a un mundo virtual donde solamente están despiertos los que se han desconectado de la supercomputadora Matrix. |
En
la trilogía de películas “Matrix”, Keanu Reeves en el personaje de Neo tiene
su cerebro directamente enchufado a un mundo virtual que entidades cibernéticas
han diseñado para esclavizar a la humanidad. El argumento de Matrix es una
fantasía distópica, pero unos investigadores de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, han efectuado
un primer paso en este terreno, fascinante pero también inquietante, de la interacción de humanos con realidades
virtuales a través de una estimulación cerebral directa.
Vista aérea del sector de Ciencias de la Universidad de Washington en Seattle. |
Un sujeto con el equipamiento empleado en los experimentos en la Univ. de Washington. |
Rajesh P. Rao experimentando con la estimulación magnética transcraneal o TMS por sus siglas en inglés. |
Los sujetos tuvieron que avanzar por 21 laberintos diferentes, para señalar la dirección en la que moverse, los científicos generaban un fosfeno mediante EMT. |
La realidad virtual
actualmente se capta llevando puestos cascos con gafas y auriculares, pero en
última instancia es nuestro cerebro el que genera lo que aceptamos como
realidad, tal
como argumenta Rajesh P. Rao, del
equipo de investigación.
Los 5 sujetos del ensayo hicieron los movimientos correctos en los laberintos el 92% de las veces. |
Neo despertando de su coma inducido por la Matrix. |
Mediante la TMS se traslada al cerebro la información necesaria para resolver los laberintos. |
"Básicamente estamos intentando proporcionar un sexto sentido a los humanos" afirma Darby Losey quién aparece en la foto. |
En
teoría, cualquier sensor de una amplia gama de ellos en el cuerpo de una
persona (desde cámaras a medidores de distancias por láser, infrarrojos o
ultrasonidos) podría trasladar
información sobre lo que rodea o se aproxima a una persona en el mundo real a
un estimulador cerebral directo que proporcione a esa persona señales útiles
para guiar sus acciones.
Este experimento podría ser el inicio del fin de la privacidad de nuestros pensamientos y el comienzo de la inducción externa de nuestro cerebro para realizar acciones no generadas por él mismo.
Este experimento podría ser el inicio del fin de la privacidad de nuestros pensamientos y el comienzo de la inducción externa de nuestro cerebro para realizar acciones no generadas por él mismo.
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