La multa fue
anunciada ayer a los tres fabricantes de electrónica por pactar precios e
intercambiar información de las baterías de ion de litio recargables que
producían, y que se utilizan habitualmente en teléfonos móviles y computadoras.
La Comisaria europea de la Competencia, la danesa Margrethe Vestager. |
Samsung también
participó en el pacto ilegal pero ha esquivado la sanción económica
porque confesó a Bruselas la existencia
del cartel monopólico, contrario a las reglas europeas en materia de
competencia.
La
comisaria europea de Competencia, la
danesa Margrethe Vestager, ha
justificado la multa en que «millones de europeos» utilizan productos que
llevan incorporadas este tipo de baterías, por lo que el cartel tuvo una «incidencia en los precios» que pagaron por sus
artículos electrónicos.
Aunque
las reuniones para pactar los precios y coordinar la estrategia se produjeron
fuera de la Unión Europea entre 2004 y 2007, el resultado afectó a los consumidores europeos, por lo que el Ejecutivo
comunitario decidió actuar, según ha explicado la comisaria.
Las
cuatro empresas afectadas han reconocido su participación y han aceptado pagar
la multa, aunque Samsung ha sido eximida
del pago por haber sido la primera en delatar la existencia de la asociación
ilícita para manipular los precios. Sanyo deberá pagar 97,15 millones de euros
(tras una reducción del 30% por la cooperación), Panasonic de 38,9 millones de
euros (tras una rebaja también del 30%) y Sony de casi 30 millones de euros
(tras perdonarle el 50%).
En
setiembre de este año, Vestager anunció
la multa más alta de la historia de la UE. Una factura de 13.000 millones de
euros, más intereses, a Apple por los impuestos no pagados en Irlanda entre
2003 y 2014.
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