Durante el ataque alemán
estalla un barco cargado de municiones, hundiéndose junto a éste otros 16
barcos más en menos de una hora, en lo que se conoce como el segundo Pearl Harbor.
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Bombardeo de barcos aliados en el puerto de Bari el 2 de diciembre de 1943. |
El
ataque aéreo a Bari fue el 2 de diciembre de 1943 y además de los hundimientos, resultaron dañados otros 12 buques, 7 de
ellos gravemente. Se perdieron unas 38.000 toneladas de cargamentos para el
frente y los aeródromos aliados (munición, víveres, equipamiento, combustible),
entre ellos 10.000 toneladas de planchas de acero destinadas a dichos
aeródromos. Por su parte, los alemanes solamente perdieron un bombardero
Junkers-Ju 88. En tanto que Japón bombardeó el 5 de diciembre de 1943 los
muelles Kidderpore de Calcuta, India, causando daños considerables a este
puerto colonial británico.
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El puerto de Bari en llamas el 2 de diciembre, estaba bajo jurisdicción británica. |
El
puerto de Bari, en Italia, estaba bajo jurisdicción británica, pues era la base principal de suministros para el 8º
Ejército Británico, pero la ciudad también alojaba el cuartel general de la 15ª
Fuerza Aérea norteamericana. Murieron más de 1.000 soldados y marineros aliados
y un número desconocido de civiles italianos, que algunas fuentes los cifran
igualmente en el millar. Esta derrota fue ocultada por los Aliados hasta el año
1967.
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Una formación de Junkers Ju-88. |
Desde
el inicio de la invasión de Italia por los Aliados, en septiembre de 1943, el
puerto de la ciudad de Bari, con una población de 250.000 habitantes, adquirió
una gran importancia estratégica, convirtiéndose en el principal centro logístico de mercancías y suministros en el Mar
Adriático. Partiendo de Bari, los víveres, municiones y equipamiento para
las tropas marchaban hacia la Línea Gustav más al norte, donde los alemanes
resistían en una cruenta y sangrienta batalla que se estaba alargando por meses.
Por ello, el puerto italiano habitualmente solía estar atestado de barcos
amarrados en sus muelles, normalmente cargueros de mercancías y tropas, o
navíos militares, llegando casi al 100% de su capacidad útil. Todo ello hacía
que, además del habitual material de
guerra, los barcos anclados en Bari transportasen combustible de aviación,
bombas y municiones.
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Dos de los barcos hundidos en Bari, el SS John L. Motley y el SS John Bascom. |
Uno
de esos cargueros, un buque norteamericano de los llamados "Liberty
Ships", el SS John Harvey, había llegado al puerto italiano el 26 de
noviembre de 1943, conteniendo una peligrosa carga: 1350 toneladas de bombas de gas mostaza, que llegaban en el más
absoluto secreto - incluso su capitán, Edwin
F. Knowles, y la mayoría de la tripulación del carguero, salvo un pequeño
grupo de expertos en el manejo de materiales tóxicos, desconocía que
transportaba realmente -, y que debían tenerse en reserva, por si los alemanes
decidían recurrir al uso de armas químicas. La autorización de atracar el navío
allí se saltaba por completo todas las normas de seguridad, ya que un material
químico de esas características tan peligrosas tenía prohibida la entrada en
puertos no homologados. Bastaría que un pequeño ataque aéreo dañase al barco
para que se desatase una gran tragedia. Por si fuera poco las medidas de seguridad en el puerto de Bari eran prácticamente
inexistentes, ya que los aliados no consideraban la posibilidad de un ataque
aéreo alemán. La Luftwaffe se encontraba muy debilitada y dispersa en Italia,
por lo que las luces del puerto permanecían encendidas durante toda la noche
para facilitar las labores de carga y descarga, y apenas existían baterías
antiaéreas para defender su cielo. Aquella cadena de errores conduciría al
desastre.
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En la foto arde el USS Pumper, en el bombardeo del puerto de Bari. |
Desconociendo
el arma secreta que portaba el SS John Harvey, la Luftwaffe, tras
comprobar mediante un vuelo de reconocimiento que la seguridad en el puerto de
Bari era prácticamente nula, decidió bombardearlo con la finalidad de golpear
duramente las líneas de suministros aliados hacia el frente. La tarde del 2 de diciembre de 1943, un
total de 105 bombarderos Junkers Ju-88 despegaron desde la base de Foggia con
dirección al puerto de Bari. Unos aparatos volaron directos atravesando la
península italiana y otros paralelos junto a la costa de Yugoslavia para
despistar a los observadores enemigos. Además uno de los aviones lanzó tiras de aluminio sobre los radares para
confundir a los operadores. La aproximación al objetivo fue un éxito, pues
cuando el centenar de bombarderos germanos aparecieron sobre Bari a las 19:25
horas, todo el puerto estaba desprevenido.
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En el puerto de Bari el SS John Harvey en llamas. |
Bombardear
Bari fue un juego de niños para los pilotos alemanes. Sin apenas ser molestados
por las baterías antiaéreas, los bombarderos alemanes apuntaron y soltaron
tranquilamente sus bombas sobre sus objetivos. Las explosiones en el puerto se sucedieron una tras otra, y una de las
bombas impactó sobre un oleoducto, causando su rotura y provocando un incendio
que se propagó por el puerto y los muelles. Los navíos aliados fueron
alcanzados uno tras otro en un apocalipsis de explosiones y de marineros
saltando al agua para escapar de las deflagraciones y los incendios. Un
carguero con 5000 toneladas de municiones, el SS John L. Motley se
incendió y saltó por los aires. Mientras, el SS John Harvey, que no
había recibido ningún impacto, fue alcanzado por las llamas de los buques
vecinos. Sus tripulantes no abandonaron el barco y trataron de sofocar el
fuego, pero de repente el buque estalló,
desintegrándose en una gigantesca bola de fuego con forma de hongo (fotografía
inferior), que mató en el acto a su capitán y a los 76 miembros de su
tripulación.
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El desastre de Bari fue de tal magnitud que los Aliados decidieron ocultarlo por 24 años. |
Tras
la explosión del SS John Harvey, un extraño olor se extendió por las instalaciones
portuarias. Algunos de los supervivientes recordarían que comenzaron a tener
problemas para respirar y que notaban un "olor a ajo". El gas se
había mezclado con el aceite que flotaba en las aguas del puerto, e impregnaba
el humo de los incendios que envolvía el área. Por tanto, no sólo era
respirado, sino que también impregnaba los cuerpos de los marineros que se
encontraban en el agua. Y no sólo ellos, la fuga del letal gas también se
extendió a la misma ciudad de Bari a continuación, causando igual efecto entre
su población civil. A los afectados por
el gas, empezó a quemárseles la piel, a tener problemas respiratorios y a morir
entre insoportables espasmos de dolor. Se estima que a consecuencia del
ataque murieron más de 1.000 soldados y marineros aliados y un número
desconocido de civiles italianos, aunque algunas fuentes los cifran igualmente
en el millar.
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Ilustración del bombardeo al puerto de Bari donde se hundieron 17 barcos y 12 más quedaron seriamente averiados. |
En
poco menos de una hora, fueron hundidos
un total de 17 buques aliados de diversas nacionalidades, resultando dañados
otros 12, 7 de ellos gravemente. Se perdieron unas 38.000 toneladas de cargamentos para el frente y los aeródromos aliados
(munición, víveres, equipamiento, combustible…), entre ellos 10.000
toneladas de planchas de acero destinadas a dichos aeródromos. Por su parte, los alemanes solamente perdieron un
bombardero Junkers-Ju 88. El puerto quedó inutilizado hasta febrero de
1944, lo que quizá fue determinante para el fracaso de las operaciones lanzadas
por el general norteamericano Mark W.
Clark en el mes de enero, pues no pudo contar con el aporte necesario de
suministros para su V Ejército. La 15ª
Fuerza Aérea también sufrió retrasos en su despliegue, lo que provocó el
aplazamiento de una ofensiva combinada contra Alemania hasta febrero de 1944. Fue una de las
incursiones más devastadoras de la Luftwaffe durante toda la guerra. Los norteamericanos suelen referirse en voz
baja a esta incursión aérea como el "segundo Pearl Harbor".
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El puerto de Bari quedó devastado. Se guardó el secreto de esta tragedia hasta 1967. |
Los
corresponsales de guerra vieron cómo los censores suprimían de sus artículos
cualquier tipo de alusión al ataque sufrido. El secretismo que rodeaba a la
letal carga transportada por el SS John Harvey tendría una consecuencia
más: los médicos encargados de curar
tanto a los soldados como a los civiles heridos tras el ataque no conseguían
comprender por qué tantos de ellos no podían abrir los ojos, sufrían erupciones
en la piel que daban paso a graves quemaduras y complicaciones respiratorias,
reaccionaban negativamente a los tratamientos para sus heridas convencionales, y morían en medio de grandes dolores.
Tardarían días en darse cuenta de la verdadera causa de esas muertes. Cuando se
empezaron a tomar medidas realmente efectivas el daño ya estaba hecho.
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En 1986 el gobierno británico tuvo que admitir oficialmente que las víctimas de Bari estuvieron expuestas al gas mostaza que estaba en uno de los buques. |
El empecinamiento
en “guardar el secreto” provocó muertes que hubiesen sido fácilmente evitables
si se hubiesen tomando medidas elementales desde el principio, como por
ejemplo, desinfectar y cambiar de ropa a los pacientes, ya que los afectados y
los que estaban alrededor habían pasado horas inhalando gases tóxicos de sus
propias ropas contaminadas. Se estimó un mínimo de 628 bajas militares provocadas por los efectos de la inhalación del
gas mostaza, con 83 muertes confirmadas, sin embargo los investigadores reconocen muchas más que no pueden ser rastreadas.
Las bajas entre los civiles italianos son desconocidas es muy probable que
fueron bastante mayores ya que ellos nunca supieron a lo que se enfrentaban
realmente, falleciendo posteriormente al no ser sometidos a un tratamiento
adecuado.
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Un barco explota en el muelle de Bari el 2 de diciembre de 1943. |
Terminada
la Segunda Guerra Mundial, los efectos del bombardeo sobre Bari se notaron en
las siguientes generaciones. El gas
mostaza liberado en la ciudad permaneció durante décadas, enfermando por ello
muchas personas que irían muriendo con el paso del tiempo o tendrían secuelas
gravísimas. A pesar de todo Washington ocultó la tragedia, siendo
desclasificados los primeros archivos en 1967, fecha demasiado tardía. Hasta
1986, es decir, más de 40 años después, Bari no fue desinfectada totalmente del
gas mostaza. Ese mismo año, el gobierno británico admitió oficialmente que
las víctimas del raid habían estado expuestas al gas mostaza, y tuvo que pagar indemnizaciones económicas
con efectos retroactivos a 600 marineros supervivientes de la tragedia por las
lesiones y secuelas sufridas.
En el Lejano
Oriente, en diciembre de 1943
Primer
bombardeo japonés diurno sobre la ciudad india de Calcuta, provocando
muchísimos muertos. Los japoneses concentran sus bombardeos el 5 de diciembre en los muelles Kidderpore de Calcuta,
causando en dos oleadas daños 'considerables' a este puerto colonial británico.
El comunicado oficial admitió 500
víctimas civiles (un tercio de muertos), y 14 militares (1 mortal). En
realidad, alrededor de 350 personas murieron. Los japoneses perdieron un
caza y un bombardero y reivindican 8 destruidos y 2 probables. Los británicos admitieron cinco pérdidas.
En la costa
atlántica
Erwin Rommel es designado el 12
de diciembre de 1943 comandante en jefe del Grupo de Ejércitos B, encargado de proteger las defensas costeras que se
extienden desde Holanda hasta el Golfo de Vizcaya.
(continuará)
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