La construcción en
secreto de naves aéreas circulares por parte de los alemanes durante el Tercer
Reich fue el tema que el 1° de diciembre abordaron en una charla los
investigadores rosarinos Daniel Wetzel y Raúl Luis Pirini.
Los alemanes en secreto, construyeron naves aéreas circulares durante la Segunda Guerra Mundial. |
Presentados
por el reconocido investigador Guillermo
Aldunati, conductor del programa radial Más
Allá del Límite, la disertación se realizó a partir de las 19.30 horas en
un bar de la calle San Lorenzo, de la ciudad de Rosario, ante un público
numeroso de entendidos en el tema. Los
dos estudiosos hablaron sobre algunos de los prototipos de aeronaves con forma
discoidal que ya habían comenzado a diseñarse antes del inicio de la Segunda
Guerra Mundial y proyectaron un audiovisual de unos 45 minutos sobre este tema
apasionante.
Raúl Pirini durante la disertación. |
Cabe
destacar, aunque no lo aclararon los disertantes, que Alemania a partir de 1933 vivía una época de progreso en todos los
campos: había pleno empleo (antes de eso había 6,5 millones de
desocupados), cada alemán que se casaba era propietario de su propio hogar, el país poseía las primeras autopistas del mundo, los autos más rápidos, la primera televisión (durante los
Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de entretenimiento, la
industria farmacéutica de primer nivel, los
aviones más veloces (entre ellos los primeros aviones a reacción de la
historia), y de mayor autonomía de vuelo, los mejores submarinos, la mejor cohetería, etc. Y en secreto, sus científicos venían desarrollando varias
líneas de investigación para desarrollar aviones circulares, como los llamaban
en esa época y diversos sistemas
para propulsarlos.
Ilustración del Haunebu I. |
Alemanes en la
Antártida
Explicó
Wetzel que la Expedición Antártica
Alemana 1938/39, poseía motivos geoestratégicos para tomar posesión de un
sector antártico.
El buque Schwabenland viajó en 1938 a la Antártida para construir una base polar alemana. |
Destacó
que la Argentina tiene una presencia continua
en su sector antártico desde 1904 y dónde ya han nacido 77 personas en bases
antárticas argentinas.
El
17 de diciembre de 1938 el barco Schwabenland, con el Capitán de
Navío Alfred Ritscher (1879-1963) como líder de
la expedición, partió rumbo a la Tierra
de la Reina Maud, donde llegó el 20 de enero de 1939.
El
3 de febrero el hidroavión Boreas,
con Ritscher a bordo, descubrió un área del continente libre de hielos y con pequeños lagos, lugar que fue bautizado
como “Oasis Schirmacher” en honor al piloto del avión. Se
tomaron 11.600 fotografías aéreas que permitieron confeccionar detallados mapas de los montes
Wohlthat y de las montañas Alexander von Humboldt.
El Schwabenland, durante el lanzamiento de un hidroavión en la Antártida en 1939. |
De
los 350.000 Km² fotografiados más de la mitad fueron cartografiados. La región
explorada, con una superficie de 600.000
Km², fue denominada Neu-Schwabenland, “Nueva Suabia”, en honor al barco
de la expedición. Esta expedición se abocó a la tarea de preparar el terreno para la instalación de una base antártica (llamada Nuevo
Berlín) donde se armaron los prototipos de Haunebu que se probaron en la
Antártida y años después fueron llevados a Alemania. Hay rumores que la
base aún estaría en funcionamiento operada en secreto por alemanes que no
quisieron rendirse a los Aliados. Actualmente,
la base alemana Neumayer III se ubica en el noroeste de Nueva Suabia.
Terminada
la guerra, los Aliados estaban intrigados sobre las operaciones alemanas en el
sector de Nueva Suabia. Esa fue la razón de la mentirosa “campaña científica” del comandante Richard Evelyn Byrd (1888-1957),
al frente de un total de 15.000 hombres a bordo de 13 navíos.
Daniel Wetzel y Raúl Pirini destacaron que conocieron personalmente a los científicos alemanes que crearon el Haunebu II y a algunos de sus tripulantes. |
El
almirante Richard Byrd (que ya había
estado en el Polo Sur en 1929), realizó el
mayor despliegue militar de toda la historia
antártica, cuando la Armada estadounidense lleva a cabo la Operación
High Jump (Salto en alto) en la temporada 1946/47.
Esta
expedición, parte de la Guerra Fría, estaba organizada por Byrd y se componía de 4.700 hombres armados y 13 barcos, entre los que se encontraban un portaaviones, dos buques portahidroaviones, un crucero, varios
destructores, dos rompehielos, petroleros, buques de transporte y un submarino.
Antes de zarpar, Byrd afirmó que la duración de la expedición había sido
calculada en por lo menos un año, pero a
los tres meses de haber partido de los Estados Unidos, la flota ya estaba
regresando.
Logo de la expedición antártica alemana de 1938-1939. |
Es
un secreto a voces que se trató de una
monstruosa operación militar encubierta. Es también un secreto a voces que cerca de 200 militares murieron –según los
informes oficiales- en “accidentes”. La expedición también sufrió inmensas
pérdidas materiales militares. Byrd advirtió que “la mayor amenaza llega ahora del Polo Sur porque observamos naves aéreas
que podían volar a velocidades impresionantes”.
Los
conflictos diplomáticos sobre la Antártida finalizarían pacíficamente con la firma del Tratado Antártico el 1 de
diciembre de 1959 por los 12 países que habían llevado a cabo actividades
científicas en el continente helado. El Tratado entró en vigor en 1961 y ha
sido aceptado por muchas otras naciones.
Hilbert, el gran
genio
Wetzel
explicó que la base del funcionamiento
de los aviones discoidales alemanes está en la matemática elaborada por el
genio alemán David Hilbert, nacido el 23 de enero de 1862, en Königsberg
(Kaliningrado), Prusia Oriental y fallecido el 14 de febrero de 1943 en Gotinga,
Alemania). Este matemático alemán, reconocido
como uno de los más influyentes del siglo XIX y principios del XX estableció y desarrolló
la infraestructura matemática necesaria para la mecánica cuántica y la
relatividad general. Fue uno de los fundadores de la teoría de la
demostración, la lógica matemática y la distinción entre matemática y
metamatemática. Un ejemplo famoso de su liderazgo mundial en la matemática es su presentación en 1900 de un conjunto de
problemas que establecieron el curso de gran parte de la investigación
matemática del siglo XX.
David Hilbert (1862-1943) con sus fórmulas dio paso a la base para la informática teórica de Alan Turing. |
Alrededor
de 1909, Hilbert se dedicó al estudio de ecuaciones diferenciales e integrales;
su trabajo tuvo consecuencias directas en partes importantes el análisis
funcional moderno. Para poder llevar a cabo estos estudios, Hilbert introdujo el concepto de un espacio
euclídeo de infinitas dimensiones, llamado más tarde espacio de Hilbert. Su
trabajo en esta parte del análisis proporcionó la base de importantes
contribuciones a la física matemática en las dos décadas siguientes, aunque
en direcciones que por entonces no se podían anticipar. Más tarde, Stefan
Banach amplificó el concepto, definiendo los espacios de Banach. El espacio de Hilbert es por sí misma la
idea más importante del análisis funcional, que creció a su alrededor durante
el siglo XX.
En
1912, Hilbert estudió la teoría cinética de los gases y pasó luego a la teoría elemental de radiación y a la
teoría molecular de la materia. Incluso tras el estallido de la guerra en 1914,
continuó celebrando seminarios y clases.
En
octubre de 1914 David Hilbert formuló las ecuaciones de la Teoría general de la
Relatividad. El 20 de Noviembre de 1915,
Hilbert presentó su ponencia ante la Real Sociedad de Ciencias de Göttingen.
El 25 de noviembre (es decir, cinco días
después de la ponencia de Hilbert), presentó Einstein lo que vendría a
conocerse como la versión definitiva de sus ecuaciones sin mencionar a Hilbert.
David Hilbert expuso la Teoría General de la Relatividad ante la Academia de Ciencias de Gotinga, 5 días antes que Einstein. |
Los
trabajos de Hilbert se anticiparon a varios avances en la formulación
matemática de la mecánica cuántica. Su
trabajo fue clave para el de Hermann Weyl y John von Neumann sobre la
equivalencia matemática de la mecánica de matrices de Werner Heisenberg y la
ecuación de onda de Erwin Schrödinger, y su espacio de Hilbert juega un papel
importante en la teoría cuántica. En 1926, von Neumann mostró que si los
estados atómicos se entendiesen como vectores en el espacio de Hilbert,
entonces se corresponderían tanto con la teoría de función de onda de
Schrödinger como con las matrices de Heisenberg.
En la tumba Hilbert su epitafio reza: "Debemos saber, sabremos". |
Entre
los alumnos de Hilbert se encuentran Hermann
Weyl, el campeón mundial de ajedrez Emanuel
Lasker, Ernst Zermelo y Carl Gustav
Hempel. John von Neumann fue
asistente suyo.
En
la tumba de David Hilbert en Göttingen, se puede leer su epitafio: Wir müssen wissen, wir werden wissen
('Debemos saber, sabremos').
Los discos
voladores del Reich
Wetzel,
mencionó diferentes diseños de objetos volantes alemanes, como los Haunebu. Hubo
varios modelos que fueron probados, entre ellos, los ultrasecretos Haunebu I, Haunebu II, Haunebu III, el Vril I, Vril II
y la Andrómeda.
Ilustración de submarinos y discos alemanes en la Antártida. |
Al
terminar la guerra la producción de todas las naves fue abortada, entre ellas “Die Glocke”, o la “campana”, que fue
hallada en una mina abandonada próxima a la frontera checa, en los Sudetes o
Baja Silesia. “La Campana” era el desarrollo de un aparato protegido por
tropas especiales alemanas bajo la égida de un “Spezial Kommando” constituido
por científicos altamente especializados y la “crema” de los oficiales de las
SS, que trabajaban furiosamente, casi
sobre el final de la guerra, en el desarrollo de un dispositivo
antigravitatorio, espacio temporal que les iba a permitir ganar el conflicto
bélico.
El extraño invento conocido como "Die glocke", hallado en una mina abandonada cerca de la frontera checa. |
El vehículo aéreo Haunebu II llevaba cuatro tripulantes y podía volar a 11.500 kilómetros por hora. |
Wetzel concluyó que los objetos voladores originales se encuentran ocultos en Nueva Suabia. |
Su
reflexión fue que si existió esa tecnología en la antigüedad, no puede
afirmarlo, pero lo cierto es que existen
planos de naves discoidales construidas por técnicos e ingenieros alemanes
durante la Segunda Guerra Mundial.
Nave de combate Vril desarrollada en 1942 y 1943. |
Corte esquemático de la nave nodriza Andrómeda, de 140 metros de largo. |
Todas
estas aeroformas circulares que fueron construidas por Alemania les llevaban más de 50 años de adelanto
tecnológico a los Aliados. Varias de estas naves tan avanzadas eran capaces de
alcanzar el espacio exterior.
En una base secreta de Nueva Suabia aún permanecerían ocultos los objetos voladores alemanes. Hacer clic en el mapa para ampliarlo. |
Como
conclusión, científicos alemanes en
apenas 12 años (1933-1945), consiguieron avances científicos (especialmente
aeronáuticos, astronáuticos y bélicos) de una magnitud inimaginable que aún
permanecen ocultos por las grandes potencias.
Por Alberto Seoane
Danke Schön auf deine wörter
ResponderEliminarMuy completo e interesante. Con esta revelación se le acaba el curro a la gente de Roswell/Nuevo México. Area 51.
ResponderEliminarQuerría saber cuando se repite esta exposición de estos investigadores, para poder presenciarla. Desde ya, muchas gracias.
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