RECORDANDO AL PIONERO ARIEL CIRO RIETTI, EL INVENTOR DEL PRIMER AUTO A ENERGÍA SOLAR

Falleció hace once años, el 22 de junio de 2001 a los 78 años de edad. Fue un inventor e innovador argentino injustamente olvidado.

Ciro Rietti en su taller.

A pesar de la adversidad, siempre fue un optimista que veía la luz al final del túnel. Nuestro inventor nació el 27 de abril de 1923 en la ciudad de Buenos Aires. Su madre fue maestra y su padre, Ciro T. Rietti fue un profesor en química y biología que trabajó junto a Luis Federico Leloir y colaboró con el premio Nobel Bernardo Hussay por más de veinte años.

A los 14 años Ciro Rietti se convirtió en piloto de planeadores. En 1944 cursó las carreras de instructor de vuelo, piloto profesional y mecánico profesional de aviones en la Escuela Nacional de Aeronáutica.

Ciro Rietti, bautizado como el
"Señor Sol" en una de las últimas
entrevistas que concedió.

Luego cursa la carrera de Ingeniería mecánica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Además fue campeón de aeromodelismo de la Argentina y Uruguay. Fue quién organizó el aeromodelismo en las escuelas del país. Su espíritu incansable lo llevó lo llevó a cursar las carreras de instructor de vuelo de avión a motor, piloto profesional y mecánico profesional. Desde muy chico creó un “circo aéreo” y hacía acrobacias con avionetas. Esa experiencia le sirvió para hacer una compañía dedicada a la publicidad aérea: escribía anuncios en el cielo con el humo del avión. Realiza giras por el interior del país fomentando la creación de aeroclubes.

También sus inquietudes lo llevaron a desempeñarse como director de la revista Avia, la publicación de aviación más antigua de Iberoamérica.

Su pasión por el espacio lo llevó a fundar con el ingeniero Teófilo Tabanera la Sociedad Argentina Interplanetaria para propulsar el desarrollo de los vuelos al espacio. Además, fue uno de los impulsores de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales en la Fuerza Aérea Argentina, creada en 1960, donde se desempeñó como secretario.



Rietti en la biblioteca del grupo
CODOVNI, ubicada en un sector
de su casa y que poseía más de
mil libros y cientos de revistas.

Entre tanto, en 1950 compra en Estados Unidos tres helicópteros Belt G47, los primeros que hubo en Argentina. Luego funda la Compañía Argentina de Helicópteros, la primera que existió en el país, de la que fue presidente, y dirigió también la primera Escuela de pilotaje de helicópteros del país.

Paralelamente, Rietti se dedicó a investigar el fenómeno Ovni, y su incansable ansia de conocimiento lo llevó a fundar el 5 de julio de 1956 el famoso grupo CODOVNI (Comisión Observadora de Objetos Voladores No Identificados). Otro cofundador de esta institución fue Cristian Vogt (autor de El misterio de los platos voladores). Era el primer grupo civil argentino que trataba de investigar al fenómeno Ovni.

Su mente abierta le permitió discernir que era perfectamente lógico pensar que si nuestra cultura podía viajar al cosmos, otras civilizaciones más adelantadas podían venir hasta aquí. Representó al país como investigador, en Europa y Estados Unidos.

Ariel Ciro y su detector de objetos voladores no identificados

Podríamos decir que Ciro Rietti era como el inventor “Giro Sintornillos” de los personajes de Disney.

Detector de Ovnis inventado por Ciro Rietti,
se activaba cuando había una variación
del campo electromagnético.

Entre sus innumerables creaciones no hay duda que su invento más excéntrico fue un detector de ovnis. Rietti estaba convencido que los denominados platos voladores utilizaban la energía electromagnética.

En 1968 presentó públicamente un detector de su invención, que hacía sonar una alarma al registrar pequeñas variaciones geomagnéticas, que según Rietti serían producidas por los objetos voladores. Expresó entonces que "El contacto entre civilizaciones Terrestres y Extraterrestres, al producirse, podrá sumar civilizaciones siempre y cuando la investigación científica haya producido una adecuada preparación técnica y filosófica tendiente a una mayor felicidad para los seres inteligentes del Cosmos."

El Golondrina V, otra creación de Ciro Rietti.

Desde 1970 hasta 1974, junto con Virgilio Mira y la colaboración de Juan Chourroux construyeron el avión Golondrina V en pleno barrio de Caballito, en Buenos Aires. Virgilio Mira había nacido en Italia en 1890, emigró con sus padres a la Argentina y en 1915 se recibió de piloto. Fue todo un pionero de la aviación argentina y un genial inventor.

A la izquierda, en primer plano,
Virgilio Mira al lado de Ciro Rietti.

En 1920, Mira construyó el Golondrina I con el que recorrió casi todo el país. En tanto que el Golondrina V, se construyó en la terraza de Rietti y tuvo que ser bajado a la calle mediante una grúa.

Era un pequeño y versátil aeroplano monoplaza que tenía un motor Continental de 65 HP y fue probado luego en la Base Aérea de Morón con excelente rendimiento. Podía volar desde Buenos Aires a Mar del Plata (400 km.) en dos horas, gastando 32 litros de nafta.

Pionero en el desarrollo de la energía solar

En ese año de 1975 fundó el Primer Laboratorio Solar de Investigaciones Científicas, y colocó una lámpara en la puerta de su casa que funcionaba con energía solar y alumbraba permanentemente a los peatones día y noche.

El "Ariel-Ra" circulando por las calles de
Buenos Aires, el conductor es Rietti y el
copiloto es Jorge Luis Borges.

Rietti diseñó el primer auto eléctrico solar. El mismo, se construyó en la azotea y antes de circular en octubre de 1977 por las calles de Buenos Aires, debió ser bajado hasta el suelo por una gigantesca grúa. En el “Ariel-Ra”, primer vehículo argentino impulsado a energía solar, Rietti logró que viajaran celebridades como Juan Manuel Fangio, Oscar Gálvez, Arturo Illia y Jorge Luis Borges entre otros.



El "Ariel-Ra" perfeccionado.
Puede desarrollar hasta 60
kilómetros por hora con una
autonomía de 100 kilómetros.

El "Ariel Ra", se anticipó en diez años a los primeros vehículos a energía solar que circularon en una carrera en Suiza, donde participaron 73 prototipos.

En 1981 perfeccionó su automóvil, que además de captar la energía del Sol por medio de celdas solares de silicio, obtiene energía de la gravedad y de la inercia para su propulsión. Puede circular a una velocidad máxima de 60 km. por hora y tiene una autonomía de 100 kilómetros.

En 1984, a los sesenta años de edad, contrajo matrimonio. Rietti tenía que operarse del corazón a raíz de un infarto cardíaco. Antes de que lo intervinieran decidió resolver una materia pendiente: Contrajo enlace con la docente Beatriz Alicia Fernández.

Rietti, minutos antes de operarse
del corazón, se casó con la
maestra Beatriz Fernández.

Rietti, en la foto, sostiene la libreta y estrecha la mano del juez, quien al igual que la novia y los médicos que oficiaron de testigos aparecen con las clásicas batas de terapia intensiva. Su corazón quedó operativo en un tercio y los médicos le auguraron pocos años de vida. Sin embargo, Rietti con su espíritu valeroso logró burlar el diagnóstico médico y vivió 17 años más difundiendo sus conocimientos a quién quisiera escucharlo. En 1987 con su mujer crean la Fundación Universal Solar Rietti, en la calle Lezica 3948, donde dedicaron ambos sus esfuerzos a difundir ante cientos de alumnos, la importancia de la energía solar como fuente no contaminante de energía y de vida.

Ciro Rietti muestra los paneles solares
instalados en su casa.

Desde esa fecha hasta ahora, la Fundación organizó 6 Tours del Sol con vehículos solares auspiciados por la municipalidad de Buenos Aires. "La energía del Sol es barata, limpia y no contaminante", repetía Rietti. La última innovación de Ciro antes de fallecer fue la invención de un ascensor solar que instaló en su propia casa. Actualmente, continúan a cargo de las actividades de la Fundación, Beatriz Alicia Fernández de Rietti y el señor Hernán D. Argüelles.



Ciro Rietti y Beatriz Fernández.

Rietti no paraba nunca de realizar proyectos o invenciones, sin embargo, todas las ganas que tenía de realizar cosas, se truncaron el 22 de junio de 2001, cuando falleció de muerte natural por un paro cardíaco, a los 78 años. Ese día había trabajado en su taller con toda normalidad. Lamentablemente, ningún medio de comunicación se hizo eco de su desaparición.



Rietti afirmaba que existen armas
que provocan "catástrofes naturales"
que en realidad son artificiales, para
destruir y endeudar a los países.

Una de sus reflexiones desde la década del 70’ que en su época llamaron la atención fue la siguiente: “hay ‘catástrofes naturales’ que están siendo provocadas artificialmente, y a los países pobres se le envían terremotos, huracanes o se los inunda. Luego ese país tiene que pedir plata prestada para reconstruir todo ¿Sí?: ¡Ya perdió libertad! Se trata de las armas más modernas que existen.". Y lo subraya con una frase lapidaria: "El esclavo debe ser pobre, bruto y enfermo".



Quienes hacemos el programa radial Contacto con la Creación, queremos dedicarle en nuestro blog, un justo reconocimiento para quién creía, más que nada en lograr un mundo mejor para todos.

Seguramente, desde la dimensión en donde se encuentre, Ariel Ciro Rietti continuará su infatigable lucha por preservar al único planeta que tenemos.

Por Alberto Seoane