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lunes, 18 de abril de 2016

A 110 AÑOS DEL DEVASTADOR TERREMOTO DE SAN FRANCISCO

El gran terremoto de 1906 fue un poderoso sismo que sacudió principalmente a la ciudad de San Francisco (Estados Unidos) en la mañana del 18 de abril de 1906 dejando más de 3.000 muertos. El terremoto fue de una magnitud de entre 7,9 y 8,3 grados y su epicentro estuvo según los expertos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, sobre la costa de Daly City y al suroeste de San Francisco.

La ciudad de San Francisco en ruinas, 
foto aérea del 28 de mayo de 1906. 
Clic para ampliar la imagen.
Los temblores principales empezaron a las 05:12 de la mañana a lo largo de la falla de San Andrés. La mayoría de los casi 400.000 habitantes de San Francisco dormían cuando se produjo la catástrofe. Sus edificios se derrumbaron, los tejados se desplomaron, las calles se levantaron haciendo reventar las tuberías. El terremoto cesó, pero a los diez segundos se inició el segundo de los seis que asolaron la ciudad. El epicentro se localizó en la falla de San Andrés, a tan solo doce kilómetros del centro de San Francisco.

San Francisco, el día del terremoto,
el 18 abril de 1906.
El sismo se dejó sentir sobre la costa del Pacífico desde Oregón hasta Los Ángeles y hacia el interior se sintió hasta Nevada. Después de eso se produjo un incendio que junto al terremoto se considera la catástrofe natural más importante de los Estados Unidos.

En un principio se dio la cifra de 478 fallecidos, pero en la actualidad se sabe que el desastre fue más catastrófico, y que las autoridades de la época lo subestimaron, sobre todo en las zonas de habitantes chinos. Las cifras aproximadas arrojan al menos tres mil muertos, la mayor parte de los cuales fueron dentro de la ciudad de San Francisco, pero hubo 189 fallecidos en otras zonas de la Bahía de San Francisco. Algunos de los principales lugares que también estuvieron muy afectados por el sismo fueron Santa Rosa, San José y en el área de Redwood City y Universidad de Stanford.

Caballos muertos en las calles de San
Francisco por el terremoto del 18
de abril de 1906.
Se calcula que entre 225.000 y 300.000 personas perdieron sus hogares de un total de 400.000 habitantes. La mitad se refugió al otro lado de la Bahía de Oakland. Los periódicos de la época informaron de cómo el Parque de Golden Gate, el barrio de Pahandle y las playas de entre Ingleside y North Beach estuvieron recubiertas por tiendas improvisadas. Hubo más muertos y daños por el gran incendio que se desató después, que por el sismo en sí, muy similar al Terremoto del Gran Kanto que destruyó Tokio y Yokohama, Japón el 1 de septiembre de 1923 (105.385 personas murieron y otras 37.000 quedaron desaparecidas).

San Francisco, detalle de la ciudad arrasada,
41 días después del terremoto de 1906.
La ciudad conocida como la 'París de América' no sólo sufrió uno de los terremotos más destructivos de la Historia sino que además, los incendios que se produjeron en los días siguientes dejaron reducida a cenizas toda la urbe. "San Francisco ha desaparecido. No queda nada salvo el recuerdo", escribió el novelista nacido en la ciudad Jack London, poco después de la tragedia que se abatió sobre la que entonces era la novena urbe más grande de Estados Unidos, principal puerto de la costa Pacífica y centro financiero del oeste.

San Francisco nació como ciudad minera tras
la Fiebre del Oro de 1849, los incendios del
terremoto de 1906 duraron cuatro días.
Después del terremoto, un ingeniero llamado Herman Schussler, exploró la falla de San Andrés que corta a través de la montaña de la cordillera de la costa. En 1908, testificó ante una corte de Distrito Norteamericana de San Francisco acerca de lo que vio.

"La característica más notable fue que las montañas del este se acercaron cuatro pies y medio a las montañas del oeste", explicó Schussler ante la corte. Piensen en eso. En sólo un minuto las montañas enteras se habían movido unos pies.

Una locomotora volcada por el
violento sismo de San Francisco.
"Si San Francisco hubiera estado en o cerca de la falla no habría quedado nada de ella", continuó Schussler.

Una superficie equivalente a 21 kilómetros cuadrados quedaron reducidos a cenizas y 28.000 edificios se derrumbaron con el terremoto. Después del sismo y de los incendios, más de 500 manzanas de la ciudad de San Francisco estaban en ruinas. Más de la mitad de la población de la ciudad quedó sin hogar. La gente vivía en tiendas de campaña y otros albergues, y cocinaban al aire libre. Con todo, a pesar de la devastación, no tardó mucho para que la gente comenzara a recoger los escombros.

Una grieta en una calle adoquinada
de San Francisco, el 18 de abril de 1906.
"San Francisco está comenzando a levantarse de sus cenizas nuevamente", escribió Samuel Fortier, profesor de UC Berkeley, una semana después del terremoto y de los fuegos. "No hay falta de confianza", añadió. "El valor de la gente es simplemente notable. Los miles de personas que han perdido casi todo lo que poseían están maravillosamente alegres, y raramente se oyen lamentos".

Las primeras fotos del terremoto
de San Francisco fueron publicadas
en los periódicos norteamericanos.
Hasta entonces, San Francisco había vivido tiempos esplendorosos, y en cuestión de 50 años, desde su nacimiento como ciudad minera tras la Fiebre del Oro de 1849, se había metamorfoseado en un centro urbano de primera magnitud. Era “la ciudad más pecaminosa del continente", escribió Herbert Asbury en su libro The Barbary Coast (La Costa Bárbara).

Pero algo maligno debía de haber en el ambiente la noche del 17 de abril, cuando se respiraba lo que se conoce en California como 'tiempo de terremotos': soplaba un aire cálido y agradable inusual para la época. Muchos aprovecharon esta brisa veraniega para arreglarse con las mejores galas y acudir a la ópera. El tenor napolitano Enrico Caruso, uno de los más famosos cantantes de ópera de todos los tiempos, representaba esa noche 'Carmen', un extraño presagio de lo que iba a ocurrir unas horas después.

Más de 500 manzanas de San Francisco
quedaron en ruinas.
A las 05.12 de la madrugada del día 18 de abril se produjo el temblor. Pero más dañino que el terremoto en sí, de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter, fueron sus réplicas y los incendios que se desataron poco después y de forma natural en algunas zonas de la ciudad donde las instalaciones de gas saltaron por los aires.

San Francisco, abril de 1906, los
sobrevivientes hacen cola para recibir pan.
En otros lugares, los desastres fueron intencionados. Algunos propietarios prendieron fuego a sus propiedades, aseguradas contra incendios pero no contra los daños ocasionados por un temblor.

Con las principales cañerías dañadas, los bomberos fueron incapaces de detener las llamas, que pronto alcanzaron el distrito financiero y desde ahí no tardaron en llegar a lo alto de las colinas y sus acaudaladas mansiones.

Así se veía lo que quedaba de San Francisco,
el 18 de abril de 1906.
El terremoto, el peor desastre natural que ha sufrido una ciudad estadounidense en materia de temblores, fue tan fuerte que se sintió en el estado de Oregón, al norte, y en Los Ángeles, al sur de California.

Parte de la notoriedad que el fenómeno adquirió en todo el mundo se debe a que ésta fue la primera catástrofe natural captada en fotografías, gracias en parte a las primeras cámaras populares que Kodak había sacado al mercado seis años atrás.

San Francisco, el 18 de abril de 1906 la
estatua del científico Jean Louis Rodolphe
Agassiz cayó desde la fachada del edificio
de Zoología de la Universidad de Stanford.
Por otra parte, la sismología estaba entonces en pleno apogeo, y había identificado en 1893 parte de lo que hoy se conoce como la falla de San Andrés. El terremoto de San Francisco se trató de un desastre anunciado por los sismólogos y cuya huella se asemeja en parte al ocurrido en 2005 en Nueva Orleans tras el paso devastador del huracán 'Katrina'.

Al momento del sismo la población de San
Francisco rondaba los 400 mil habitantes.
La Oficina Meteorológica había registrado 16 pequeños terremotos en 1905, y el jefe de bomberos, Dennis Sullivan, había advertido pocos meses antes de que la ciudad reuniera todas las condiciones para quedar reducida a cenizas. "Esta ciudad está en medio de una falla -dijo Sullivan en 1905-. Uno de estos días habrá un temblor que dejará fuera de combate al sistema de incendios, y tendremos un fuego. ¿Qué haremos entonces? Habrá que combatirlo con dinamita". Las predicciones de Sullivan se cumplieron a rajatabla, y en tres días San Francisco quedó irreconocible.

El 18 de abril de 1906 las grietas 
aparecieron en muchas calles de 
San Francisco.
Durante más de cuatro días un intenso incendió arrasó la ciudad de San Francisco, haciendo que los destrozos fuesen aún mayores. Fue tal la fuerza del terremoto que sus pérdidas económicas y materiales son estimadas en más de 400 millones de dólares (de aquella época).

Sin embargo, la ciudad fue capaz de salir a flote a un ritmo formidable y, de paso, poner sus infraestructuras a punto para los desafíos del siglo XXI. Como señaló recientemente su alcalde, Gavin Newsom, "nos hemos levantado de las cenizas del gran terremoto para convertirnos en una gran potencia económica y un centro cultural".

Así quedó el Ayuntamiento de San Francisco
luego del terremoto de 1906.
Aunque no cabe duda de que la ciudad recuperó con creces su lustre, ese halo de fragilidad acompaña a San Francisco todavía hoy y, posiblemente, forme ya parte de su espíritu para siempre.

La magnitud con que se calificó el terremoto de San Francisco ha sido calculada en estudios recientes. La cifra de 8.3 fue determinada por Richter en 1958. Sin embargo, los sismógrafos utilizados para ello estaban ubicados en Europa, a demasiada distancia del lugar del seísmo. David Wald, Hiroo Kanamori, Donald Helmberger y Thomas Heaton del Cal Tech y USGS estudiaron los datos obtenidos de las ondas sísmicas producidas en el terremoto de 1906 y llegaron a la conclusión de que la magnitud fue de 7.7.  Wayne Thatcher, Grant Marshall y Michael Lisowski del U.S.G.S. reevaluaron los datos anteriores y posteriores al terremoto de 1906, así como los efectos producidos en una zona tan amplia y determinaron una magnitud de 7.9°.  Este asunto todavía parece seguir siendo causa de disputas entre los científicos. Los datos de terremotos antiguos son escasos, en ocasiones, de no muy buena calidad debido a las escasas estaciones sismológicas existentes. Además, en ocasiones tampoco resulta fácil determinar la magnitud de un terremoto de nuestros tiempos, por lo que sin duda la magnitud del terremoto de San Francisco seguirá siendo causa de desacuerdo y lo peor, es que es muy alta la probabilidad de que vuelva a producir en cualquier momento.

San Francisco en la actualidad,
el puente de Golden Gate.
Los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) han advertido a los habitantes de San Francisco de que en cualquier momento un devastador terremoto puede destruir la ciudad. Según los científicos, San Francisco está situado sobre la falla tectónica de San Andrés, de unos 1.300 kilómetros de longitud entre las placas del Pacífico y de América del Norte.

Los científicos creen que las consecuencias del desastre que está por venir serán mucho más graves, tomando en cuenta que durante el último medio siglo la población de San Francisco se ha multiplicado por cien.

A continuación dos documentales sobre el terremoto del 18 de abril de 1906:





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