Rex W. Tillerson promueve la explotación
por fracking en todo el mundo, pero sin embargo, la rechaza cerca de su propiedad
valuada en más de 5 millones de dólares.
El rancho de Rex W. Tillerson, de 83 hectáreas, valuado en más de 5 millones de dólares. |
Con un puñado de sus ricos conciudadanos, hace meses que este ciudadano americano miembro del CFR y del Grupo Bilderberg, se opone al proyecto de construcción de una torre de agua de 160 pies (50,6 metros) cerca de sus mansiones. El 25 de febrero de 2014, Tillerson, un elocuente defensor del fracking hidráulico presentó una demanda para quitar una torre que extrae agua para... ¡el fracking hidráulico!.
La torre para proveer el agua necesaria para el fracking que se está erigiendo a poca distancia de la mansión del CEO de ExxonMobil. |
La
controversia debería haber permanecido local, excepto por el hecho que el infeliz propietario, Rex Tillerson, no
es otro que el jefe de ExxonMobil, la mayor productora de gas natural de Estados Unidos y una de las empresas petroleras más poderosa del mundo, la
cual utiliza la controvertida tecnología de extracción, el fracking, para la
obtención de gas.
Rex W. Tillerson ha invertido más de 31 millones de dólares en la explotación de fracking, pero no lo quiere cerca de su casa. |
La torre de agua, que pertenece a la compañía rival Cross Timbers Water Supply Corporation,
“venderá
agua a las compañías exploradoras de gas y petróleo para fracturar [sic]
formaciones de esquisto, lo que generaría tráfico, con camiones de gran
tonelaje en la [carretera] FM 407, creando molestias de ruido y nuevos peligros
en el tráfico”, dice la demanda.
Tillerson
no ha tenido piedad en otros lugares del mundo explotando gas con el
controvertido método del fracking, invirtiendo
más de 31 mil millones de dólares (22,5 mil millones de euros) en la extracción de gas de esquisto.
En su intento para impedir la instalación de la torre de agua, Tillerson expone lo que sufren las personas que tienen cerca una explotación de fracking. Hay que imaginar la cantidad de torres de agua que plantó la petrolera que preside, ruido y trastornos ecológicos del subsuelo en más de 40 países del mundo donde Exxon tiene inversiones.
En su intento para impedir la instalación de la torre de agua, Tillerson expone lo que sufren las personas que tienen cerca una explotación de fracking. Hay que imaginar la cantidad de torres de agua que plantó la petrolera que preside, ruido y trastornos ecológicos del subsuelo en más de 40 países del mundo donde Exxon tiene inversiones.
Tillerson, poderoso jefe de la Exxon, miembro del CFR y del Grupo Bilderberg recibió un poco de su propia medicina. |
Se
entiende: desde el año 2007, han sido
abiertos no menos de nueve sitios a menos de dos kilómetros de su propiedad.
El diario Wall
Street Journal indica que cuando Tillerson
actúa como CEO de Exxon, y no como un propietario de un inmueble, arremete
contra las críticas al fracking y contra aquellos que se oponen y proponen su
regulación. Por ejemplo, ha llegado a decir en 2012 que "este tipo de regulación normativa
disfuncional está reteniendo la
recuperación economía de Estados Unidos, el crecimiento y la competitividad a
nivel internacional". La producción de gas natural "es
tan solo una tecnología antigua que está siendo aplicada, integrándole algunas
nuevas tecnologías", dijo en otra entrevista, "por
lo que los riesgos son muy manejables".
Así luce una explotación de fracking cercana a la casa donde vive Tillerson. |
Las operaciones de Exxon de gas y petróleo y sus consecuentes vertidos [no previstos] no sólo minan el valor de las propiedades, sino que los vertidos contaminantes han arrasado casas y destruido regiones enteras.
Exxon, le
paga un sueldo a Tillerson de 40,5 millones de dólares por año, y se está
manteniendo por el momento fuera del enredo legal ya que él protesta contra la
empresa de fracking como ciudadano particular. Por lo visto, Tillerson ha recibido un poco de su propia medicina.
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