El 11 de marzo de 2004 hubo una masacre en la
ciudad de Madrid, el balance final fue de 191 muertos y 1.800 heridos.
Diez
bombas hicieron explosión casi al mismo tiempo en cuatro trenes de cercanías repletos de trabajadores y estudiantes de la
periferia de Madrid que, como cada mañana, se desplazaban al centro de la
ciudad. La número 11 por una falla técnica no explotó.
Este martes, cuando se
cumplen diez años de los atentados del 11 de marzo de 2004, se celebró una ceremonia conmemorativa de
Estado en la madrileña Catedral de la Almudena en recuerdo a las víctimas. Asistieron
desde El Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía, junto con la Infanta Elena
y la Princesa de Asturias hasta el presidente Mariano Rajoy y gran cantidad de
funcionarios, sumando 900 asistentes en la catedral.
A
diez años de las 10 explosiones todavía quedan muchas dudas sobre quiénes
estuvieron detrás de la masacre. Pese a que en un
principio casi todas las miradas apuntaban a la organización separatista vasca
ETA por su largo historial de atentados con bomba en el país, una teoría que
fue impulsada con fuerza por el gobierno, ese mismo día comenzó a hablarse de
un posible ataque islamista de alguna célula vinculada a Al-Qaeda. Sin embargo,
hoy todo indica que un servicio secreto estuvo detrás de los atentados,
probablemente el Mossad.
A las 7.37 horas una bomba explota en cercanías de la
estación de Atocha. Apenas un minuto después se producen otras dos
explosiones en el mismo tren. El caos y el desconcierto invaden los andenes y
escaleras mecánicas de la terminal. Son las 7.38 cuando explotan otras dos
bombas en un convoy en la estación de El Pozo y otra en Santa Eugenia.
A las 7.39, cuatro explosiones más destrozan otro tren a 500 metros de Atocha. En apenas tres minutos, 10 bombas que
marcaron el mayor atentado terrorista perpetrado jamás en España. Quedaban
tres días para las elecciones generales en las que se elegiría al presidente
que iba a sustituir al conservador José María Aznar, del Partido Popular, y a
nadie se le escapaba entonces que el atentado tendría consecuencias políticas
claras.
Los Reyes de España durante la ceremonia fúnebre de hoy en la catedral de la Almudena. La homilía estuvo a cargo del cardenal Antonio María Rouco Varela. |
Diez años después todavía permanece parte de aquel
ruido mediático principalmente porque, como en cualquiera de los grandes
atentados registrados en occidente (Nueva York 11-S o Londres 7-J), en los de Madrid también existen detalles
sin esclarecer, sobre todo si los autores actuaron por motus propio o
alguien dio la orden.
La versión oficial
Según la investigación judicial, un grupo de radicales
islamistas colocó trece mochilas bomba
-tres no explotaron- en cuatro trenes de cercanías de Madrid en la estación
de Alcalá de Henares.
El juez del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, "no podemos decir a ciencia cierta quién ordenó la masacre", señaló. |
Las
bombas, que contenían tornillos y clavos para hacer de metralla estaban
fabricadas supuestamente, a base de dinamita -conseguida en una mina de
Asturias (norte)- y un detonador que era activado por un teléfono celular, en
concreto la alarma despertadora.
Uno de los vagones del 11-M donde explotó una de las bombas. |
Al día siguiente, según la versión oficial, se encontró más bien por casualidad una de
las mochilas que no hizo explosión en El Pozo.
La tarjeta telefónica que había en esa bolsa fue la principal pista que llevó a la policía a
un apartamento en la ciudad de Leganés, a las afueras de Madrid, donde se
resguardaba una supuesta célula
islamista que la sentencia de la Audiencia Nacional considera los autores.
El 3 de abril, la policía rodeó a los presuntos
responsables. Éstos los recibieron con disparos primero y, en el momento del
intento de asalto de los agentes, el
departamento estalló en una enorme explosión que acabó con las vidas de siete
sospechosos y con la de un subinspector.
En el apartamento, la policía encontró cintas de vídeo en las que reivindicaban los
atentados y que es muy probable pudieron ser plantadas para inculpar a los
ocupantes del piso.
Hasta aquí, el relato es el de los hechos considerados
probados por las autoridades judiciales españolas, después de una investigación plasmada en un sumario
que tiene más de 100.000 folios y que descarta cualquier vínculo de ETA.
El presidente José María Aznar, insistía en que había sido la ETA. |
Pese a que entre los funcionarios judiciales y
policiales que llevaban la investigación oficial fue imponiéndose la hipótesis
de los musulmanes, el presidente José
María Aznar (1996-2004) seguía insistiendo en expresar sus dudas de que hubiera sido ETA
incluso tiempo después.
Esa versión fue alimentada sobre todo desde el
periódico El Mundo y la cadena de
radio COPE -propiedad de la Iglesia Católica- que pasaron años insistiendo en
vincular a la organización vasca con los atentados, llegando a acusar a la policía de falsificar pruebas
para que nada vinculara al 11-M con ETA.
En la COPE, el entonces periodista estrella Federico Jiménez Losantos llegó a
hablar de una conspiración del entonces
opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para que su candidato, José
Luis Rodríguez Zapatero, ganara las elecciones.
El 14 de marzo de 2004, tres días después de ser
golpeados por los atentados, los españoles fueron a las urnas y el candidato socialista fue elegido nuevo
presidente, pese a que el PP estaba por delante en las encuestas hasta que
ocurrió el atentado.
Además, el diario El Mundo contaba con las
confesiones de José Emilio Suárez
Trashorras, exminero condenado a 34.715 años por haber facilitado los explosivos de los
atentados, y que implicaba no sólo a ETA
sino también al PSOE.
El
marroquí, presunto autor material de los ataques, negó pertenecer a Al Qaeda y dijo ser víctima de una venganza por no
haber querido dar información a las autoridades.
"Me
dio el teléfono y nunca le llamé. Esta persona, dos o tres días después de la
detención (tras los ataques del 11-M), me dijo (...) 'si hubieras colaborado con nosotros no te hubiera pasado esto'",
aseguró.
Pero todos coinciden en que no se puede determinar
ni la naturaleza ni la cantidad de explosivo que estalló en los trenes.
También concluyen que las muestras analizadas son insuficientes y se
encuentran en un grado pésimo de conservación como para poder concluir
nada seguro sobre ellas.
Los peritos de parte critican que la mayoría de las evidencias haya sido lavada con agua y acetona tras
los análisis practicados hace tres años, tras los atentados.
Por otro lado, destacan las piedras (M-9-9) que
tapaban el artefacto explosivo en la vía del AVE han dado positivo en DNT.
También, un gel de naturaleza no
explosiva contenido en una bolsa cerrada (M-10-3-B), que dio positivo en
nitroglicol y DNT cuando en origen no lo tenían. En la muestra M-10-3-A,
que es cocaína contenida en una bolsita de plástico, se detectan restos de
nitroglicol y DNT.
Según el perito con DNI 12151358-K, el más crítico con
el trabajo de la policía y con las condiciones en las que se han practicado los
nuevos análisis, "la nitroglicerina
que aparece en la muestra M-1 no proviene de una dinamita
"contaminada" con este compuesto, ni con el DNT, sino de una dinamita
que lo contenía como componente".
La obsesión por el titadyne viene de que ETA tenía en su poder cierta
cantidad de ese explosivo. Pero la obstinada realidad
es que en los trenes explotados se
encontraron rastros de Goma 2 ECO que son los explosivos que utiliza un
servicio secreto como el Mossad.
Los vecinos del inmueble lo recuerdan perfectamente «porque
fue por el 11-M cuando entraron los pintores al departamento, ya que los
anteriores inquilinos habían sido detenidos por la Policía».
Cuando llegó la policía, el 4 de abril de 2004, el departamento explotó por la detonación de 20 kilos de dinamita, muriendo todos sus ocupantes. En el desescombro del piso aparecieron explosivos, detonadores y numerosos
restos humanos. Se dijo en un primer
momento que habían sido tres los suicidas, pero pronto fueron apareciendo
restos humanos de más cadáveres. La
cifra oficial de muertos, sin contar con el miembro del GEO que dio su vida en
acto de servicio fue de siete. Siete eran las personas de las cuáles se
habían encontrado restos cadavéricos.
Pero dando por bueno ese razonamiento, ¿qué hay del
octavo habitante del piso? Abdelmajid
Bouchard, ¿recuerdan? Bouchard está en la misma situación que sus compañeros
de vivienda, con dos salvedades: la primera, que él bajó a tirar la basura, se cruzó con un agente de Policía y echó a
correr, escapando de la muerte; la segunda, que a Bouchar sí hay un testigo
que dice haberle reconocido en los trenes, si bien su testimonio carece de fuerza, ya que el testigo cambió su testimonio
en la vista oral por no tener claro si al magrebí que vio era Abdelmajid
Bouchar o Jamal Zougam.
Por ejemplo, los
acusados de conseguir los explosivos, los hermanos Toro, Antonio y Carmen, fueron
declarados inocentes de todos los cargos que pesaban contra ellos. Durante
cuatro años se les vendió a los españoles una compleja trama asturiana que,
según se decía, era la responsable de haber suministrado los explosivos a los
autores de la masacre. Ese entramado estaba compuesto por Iván Granados,
Gabriel Montoya, Raúl González, Antonio y Carmen Toro, Emilio Suárez
Trashorras, Javier González. Todo fue una historieta para mantener entretenido
al público.
Los hechos sugieren que Antonio Toro era cuando menos
un protegido de los servicios de seguridad españoles, aunque nadie haya
reconocido aún una hipotética condición de confidente de éste, al contrario que
en el caso de Trashorras, el esposo de Carmen, la hermana de Antonio Toro. Los
medios de comunicación ahondaron en el pasado de Antonio, explicando cómo las relaciones de su cuñado con el
comisario “Manolón” evitaron la entrada del exminero en prisión en el marco de
una operación por tráfico de explosivos en el año 2000 y logrando que Antonio
cumpliera sólo seis de los veinticuatro meses a los que había sido condenado.
Con frecuencia las piezas encajan en el 11-M mucho más
fácilmente de lo que la gente piensa. Se decía, antes del juicio, que Toro también trabajaba, presumiblemente,
para los servicios de seguridad. Llegado al juicio mostró en todo momento una
tranquilidad pasmosa, contemplando inmutable la falta de elocuencia del abogado
que le habían asignado. Y tal y como vino, se fue. Libre de cualquier condena
al igual que su hermana.
Mucha gente cree que la investigación oficial del 11-M ya ha concluido. Con la sentencia, buena parte de la sociedad cree que el caso está cerrado o casi cerrado, a la espera de que se celebren los recursos de casación en el Tribunal Supremo. Ni qué decir tiene que esta mayoría de la gente desconoce que existen varios sumarios más abiertos relacionados directamente con los atentados del 11-M. Al fin y al cabo, es normal que la gente se despreocupe de estos extremos y dé por sentado que, tal y como dijo José Luis Rodríguez Zapatero en la Comisión de Investigación del 11-M, “todo está claro”. Al fin y al cabo, ya hay una sentencia. ¿O no?
Sólo unos pocos son capaces de responder que de los casi treinta imputados que llegaron
al juicio, de las más de ciento quince personas que fueron detenidas durante la
instrucción, sólo tres han sido condenadas bien por la autoría material del
atentado, bien por colaboración necesaria en ésta.
El segundo es un magrebí que, en las mismas
conversaciones telefónicas que durante el juicio esgrimía la Fiscalía para
condenarle, se mofaba del Islam y de sus
amigos religiosos. Paradigma del islamismo radical, vaya. Éste, bastante
menos conocido, Otman el Gnaoui, nacido en Tetuán, fue
condenado a 42.944 años por la autoría del atentado.
De esta forma, cuando se celebró el juicio por los
atentados en la Audiencia Nacional, sólo llegaron 23 muestras de los focos
de explosión.
Por su
profesionalismo de sangre fría, los atentados con bomba de Madrid el 11 de
Marzo de 2004 dejaron todas las marcas de una
operación de bandera falsa del Mossad Israelí. Uno de los aspectos más
interesantes de este particular ataque de “terror islámico” fue un caso extraño
en el que el plan tuvo un resultado
totalmente opuesto al esperado.
Por estas razones el Mossad eligió el 11 de marzo de 2004,
tres días antes de las elecciones generales para perpetrar su ataque sin previo
aviso en los trenes de Madrid, en los cuales viajaban muchos trabajadores
de clases bajas e inmigrantes.
Gracias a la forma meticulosamente
psicopática en la cual el Mossad lleva a cabo su trabajo, simplemente no había
manera de que Aznar convenciera a la población española de que ETA era la
responsable porque, como ya mencionamos, el Mossad había preparado muy bien un detallado camino de pistas de
“evidencia” que señalaban a los “Terroristas Islámicos” incluyendo versos
ubicuos del Corán en furgonetas estacionadas y que además los “terroristas” se
habían hecho volar en pedazos en un departamento 3 semanas luego de los
ataques. Todo muy oportuno.
En una gran demostración de poder
del pueblo, 11,4 millones de españoles
salieron a las calles, casi el 30% de su población total. Como resultado,
en las elecciones que tuvieron lugar dos días después, el gobierno socialista
de José Luis Zapatero ganó de forma
arrasadora, en unas elecciones de mayor participación en toda la historia de
España. En la misma semana Zapatero
confirmó que las tropas españolas se retirarían de Irak.
3) Los trenes fueron desguazados dos días después del
atentado. Esto es destrucción deliberada
de pruebas. ¿Por qué permitió el juez que se desguazaran? Igual se hizo con los
objetos personales de las víctimas. ¿Estaba todo claro? ¿Por qué lo permitió el
presidente Aznar?
12) Con el ánimo de cerrar el caso herméticamente y de
aparentar que no podía quedar un resquicio para la duda, los responsables
policiales y judiciales exageraron el resultado de la “investigación” hasta lo
grotesco: 100.000 folios de sumario, 116 imputados, 400 “pruebas” y 200 perfiles
de ADN. Pero atención: aunque pueda parecer increíble, a pesar de este
gigantesco volumen de información inventada, no hay que ser un lince para deducir que la supuesta mochila que no
estalló, el uso de móviles, el artefacto del AVE, la cinta de video junto a la
mezquita, la operación de Leganés, la implicación de una red de tráfico de
explosivos desde Asturias y absolutamente todos los demás aspectos de la
“investigación” oficial no son sino colosales patrañas cuyo único objetivo es
ocultar la verdadera identidad de los criminales del Mossad y fabricar una
explicación aceptable para la opinión pública. El tiempo demostrará que ni las
personas que se dice que murieron en el piso de Leganés (¿quiénes eran?, ¿qué
se hizo con ellos?, ¿qué se inhumó en los nichos del cementerio de Leganés?) ni
ninguno de los detenidos tiene nada que ver con la comisión de los atentados. El
carácter de confidentes y delincuentes comunes de algunos de éstos se explica
simplemente por la necesidad que tenía la Policía de recolectar “culpables”
entre delincuentes que podían ser procesados por otros motivos y que por tanto
no iban a quedar libres rápidamente. El PP, a pesar de sus titubeos iniciales,
contribuyó decisivamente a la construcción de esta explicación oficial.
17) El automóvil “plantado” Skoda
Fabia y la furgoneta Kangoo, a la que inspeccionaron ocularmente sin ver nada
en su interior, perros incluidos, y luego
resultó – una vez trasladado el vehículo al llamado complejo policial de
Canillas- que en la Kangoo había abundantes objetos tales como detonadores,
dinamita y una cinta coránica.
20) En
uno de los testimonios en el juicio, un Geo que intervino en Leganés, señaló
que había pedido un intérprete para hablar con los “terroristas” ¿Cuál fue la respuesta del comisario de
turno? Que no hacía falta porque “los de dentro” hablaban en castellano
(teóricamente, claro, si es que no estaban ya durmiendo el sueño de los
justos). Pero, un momento, ¿cómo
sabía ese comisario que los del piso de Leganés hablaban castellano? ¿No se
supone que la policía
desconocía la identidad de las personas que moraban esa
vivienda? ¿O es que tal vez si lo sabían? ¿Y por qué dijeron los GEOS en el
juicio que usaron gas lacrimógeno antes de la explosión, si los forenses
declararon no haber encontrado ninguna señal “de inhalación de gas” en los
restos de los “terroristas”?
22) Resulta
sorprendente, por otra parte, la rapidez
superlumínica con que se produjo la ceremonia fúnebre del agente Torronteras
(sin esperar a las 24 horas reglamentarias que establece la Ley, puesto que
se hizo a las 18 horas); ¿por qué tanta prisa? ¿Esto no era ilegal? ¿Una
ceremonia con escasa pompa y boato de Estado cuando en otros caídos frente a
ETA los publicitaron hasta la náusea días y semanas enteras? ¿Iba
el subinspector de los GEO en la caja mortuoria que se introdujo en el nicho
sin nombre el día del sepelio? ¿Qué pasó realmente el 3 de abril de 2004 en
aquel piso de Leganés?
24) Imputaciones y declaraciones
contradictorias de testigos en el juicio del 11-M, que actuaron conforme al
guión establecido, algunos de los cuales declararon en contra de
los acusados (falso testimonio) para beneficiarse personalmente. Por ejemplo, una rumana ilegal en España que primero fue rechazada como víctima, un año después es presentada como testigo acusando a Jamal Zougam, de ser el autor del atentado, siendo condenado a cumplir 42.922 años de cárcel. En tanto, la rumana recibió 48.000 euros y se volvió a su país donde se construyó una casa.
El 11-M fue
provocado por un servicio de inteligencia extranjero con complicidad de los
servicios españoles. El objetivo final, igual que los atentados a las Torres gemelas, al Pentágono y el atentado del
metro de Londres es hacer que la
población odie a los musulmanes y apoyen la invasión de Irak. Es casi
seguro que el atentado del 11-M lo hicieron los mismos que del 11-S y que el 7-J.
Existen múltiples similitudes entre los 3 atentados,
el 11-S, el 11-M y el 7-J. Ni hay imágenes de los terroristas (a pesar de existir
cámaras cerca), tenemos furgonetas que aparecen
con coranes u otras pistas islamistas, tenemos explosivos militares, tenemos la
prensa agolpada para difundir la noticia al mundo (el 11M coincidía cerca
de unas elecciones generales y el 7J el día después de ser nombrada Londres
ciudad olímpica en 2012, en NY y Washington siempre hay prensa mundial). 3 eventos para crear el enemigo árabe que
amenaza a occidente y al cual tenemos que combatir. El pretexto para
iniciar dos guerras (Irak y Afganistán) y poder hacer más en un futuro (Siria, Irán,
Pakistán, etc.). Para finalmente crear un Nuevo y terrorífico Nuevo Orden
Mundial.
La conspiración
Uno de los elementos fundamentales de quienes refutan
la tesis oficial fue poner en duda una
de las mochilas que no fue activada porque supuestamente el explosivo no estaba
dentro cuando fue encontrada y sí en la comisaría a la que después fue
trasladada.
El asturiano José Emilio Suárez Trashorras le confesó a sus padres que "había mentido por dinero". |
En 2006, el diario El País publicó una
transcripción de una conversación que Trashorras mantuvo en la cárcel durante
una visita de sus padres a los que parecía confesarles que había mentido por dinero. Posteriormente, en una reciente
entrevista con El Confidencial, el minero reconocía que "lo de implicar a ETA en el 11-M fue
una tontería" y aseguraba haber dado versiones "para distraer".
Por su parte, El
Mundo dice en un editorial que se considera atacado "por no conformarse con la verdad oficial",
afirma haber sabido "reconocer algunos errores" pero dice que su "intención es seguir indagando en
la búsqueda de la verdad".
Y aunque la confrontación de versiones mediáticas en
torno al caso no ha parado diez años después, cada vez hay más dudas en torno a la autoría de los ataques.
Este lunes, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del conservador
Partido Popular -que está de nuevo en el gobierno-, consideró
"evidente" que la masacre fue
obra de yihadistas y descartó la autoría de ETA.
Pero aunque el caso ya fue juzgado, aún hay detalles
que se desconocen, como quiénes fueron
los que llevaron en una furgoneta Renault Kangoo las mochilas hasta Alcalá de Henares y las
colocaron en los trenes o quién es el octavo fallecido en el piso de Leganés.
Entre las incógnitas que persisten, sigue sin estar
del todo claro si se trató de un grupo
de "lobos solitarios" o respondían a instrucciones de alguna
estructura superior.
El magistrado de la Audiencia Nacional, Javier Gómez
Bermúdez, presidente del tribunal que juzgó el caso, considera que no hubo "una orden directa de Al Qaeda
de cometer el atentado", ni en los procedimientos usados.
"Que
se votara dos días después fue nuestra desgracia", sostiene Pilar Manjón, presidenta de la
Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, que perdió en el atentado a su
hijo de 20 años. "Nos convertimos
en molestos para la clase política. El PP nos vio como culpables de su fracaso
político. Y el PSOE marcó distancia con nosotros, como si temiera que cuidarnos
los haría sospechosos."
Un atentado de falsa bandera
Todo indica que no fueron ni miembros de la Eta ni miembros
de Al Qaeda.
Uno de los acusados por los ataques del 11-M afirmó
que quedó implicado "por venganza". Se trata del marroquí Jamal Zougam,
principal sospechoso de haber “colocado” los explosivos en uno de los trenes.
Dice que lo acusaron por no colaborar
con la policía. También el sirio Basel
Ghalyoun, otro presunto terrorista, negó
su participación en los hechos.
"Estoy en prisión por la cara", declaró Jamal Zougam en el 5º aniversario del atentado del 11 M. |
"Me
han sentado en un juicio por un atentado
con el que no tengo nada que ver. Pudiera ser por venganza. Todavía no sé por
qué estoy en este juicio", dijo Zougam en la Audiencia Nacional por el
caso del 11-M.
Zougam, nacido en 1973 en Tánger, relató cómo en dos ocasiones le
ofrecieron la posibilidad de convertirse en confidente de la policía y del
Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para informar de los movimientos de la
comunidad musulmana en la capital de España. Pero las dos veces se negó a
hacerlo.
La
primera de ellas fue tras ser interrogado a petición de las autoridades francesas, que seguían una supuesta red islamista en
los meses previos a los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Y
La segunda fue cuando unos policías le
ofrecieron beneficios para él y su familia a cambio de información sobre los
movimientos de sus compatriotas en Madrid.
"Me
propusieron trabajar para ellos y les dije que no valía para ese trabajo",
explicó Zougam, quien detalló que un
hombre le insistió de tal manera que accedió a quedarse con su teléfono y a
llamarle si se enteraba de algo.
El 11-M fue el atentado más grande en toda la historia de España. |
Por
esta razón, continuó: "Entendí que
era una venganza, porque yo no tenía nada que ver con este atentado ni con
ningún otro".
Como
ya hicieron los tres procesados anteriores en declarar, Zougam negó cualquier relación con ataques o con
grupos armados islamistas y condenó la matanza del 11-M.
"Condeno
este atentado rotundamente. No estoy de
acuerdo ni con este atentado, ni con ningún atentado que termine con la vida de
personas inocentes por motivos religiosos, políticos u otros",
manifestó Zougam que fue condenado a 42.917 años de prisión.
Para
tratar de hacer más creíble la hipótesis “musulmana” se intentó involucrar a un
sirio, de nombre Basel Ghalyoun,
otro de los 29 acusados por los ataques. También él dijo que no participó en los ataques y aseguró que fue reconocido
por medio de "una foto manipulada".
Ghalyoun,
de 26 años fue señalado en una primera
rueda de reconocimiento por uno de los pasajeros de los trenes atacados, que
luego no pudo reconocerlo en una segunda rueda.
"Este
testigo sólo señaló a mi foto, del año 2000
cuando tenía 20 años, y es muy antigua y diferente en el momento de mi
detención", afirmó.
"Esta
foto está manipulada, está muy enfocada, está
manipulada a través de un programa informático", explicó el acusado.
Los peritos que analizaron los explosivos del 11-M, incapaces de ponerse de
acuerdo
El informe de los ocho peritos sobre el
explosivo del 11-M no coincide. Como era de esperar, los cuatro peritos designados por las partes difieren de lo que
sostienen los cuatro de la Policía y la Guardia Civil (dos de cada cuerpo).
Las imágenes de las víctimas de la estación de Atocha dieron la vuelta al mundo. |
Los peritos de Policía y Guardia Civil y uno de parte
(cinco en total) apuntan a que el
explosivo usado por los terroristas el 11 de marzo es Goma 2, aunque ninguno se
atreve a asegurar que sea Goma 2 ECO, como dicen el juez instructor, Juan del Olmo, y la fiscal, Olga
Sánchez. La presencia de dinitrotolueno (sustancia ajena a la Goma 2 ECO y
presente en la Goma 2 EC) en la mayoría de las muestras impide determinar qué
tipo de "goma" estalló.
Sin embargo, tres de los peritos de parte sostienen
que no hay base científica para
decantarse por la Goma 2 y apuntan incluso a la posibilidad de que la dinamita
que estalló en los trenes fuera Titadyn, el explosivo francés robado y
usado frecuentemente por ETA.
Aunque el documento aglutina 2.397 folios, las
conclusiones quedan recogidas en 222. Cada perito expone su interpretación de
los análisis practicados desde el pasado mes de febrero a 97 muestras de
explosivo. Algunas de ellas proceden de los focos de explosión y otras están
intactas (no explosionadas), como el
explosivo de la mochila de Vallecas, la Renault Kangoo, la vía del AVE, las
muestras patrón de Goma 2 ECO enviadas por la fábrica MAXAM S.A. (Unión
Española de Explosivos) o la muestra del Titadyn incautado a dos etarras el 28
de febrero de 2004. Entre las pruebas realizadas, cromatografía de gases y
espectrometría de masas.
Respecto a los explosivos "intactos",
la Guardia Civil apunta que "su composición analizada es compatible con la
de una dinamita Goma 2 ECO u otras dinamitas goma de base nitrato amónico y
nitroglicol".
Dinitrotolueno
y nitroglicerina
Las conclusiones de los peritos se centran, sobre
todo, en justificar la aparición de dinitrotolueno (DNT) en la mayoría de
las muestras y nitroglicerina (NG) en nueve muestras no explosionadas. Los
peritos de parte apuntan a su relevancia en la composición resultante y los de
Policía y Guardia Civil lo consideran agentes contaminantes fruto del paso del
tiempo o de las condiciones de almacenamiento de las pruebas.
Una prueba del 11-M, metralla en el dispositivo desactivado en el parque Azorín. |
Precisamente, la Policía rescata las pruebas
practicadas entonces y ratifica su validez. La diferencia de los
resultados obtenidos ahora les sirve para justificar que el paso del tiempo y
el tipo de almacenaje han deteriorado su composición.
La policía y la Guardia Civil apuntan a otros
fenómenos como pruebas de ese deterioro. Por ejemplo, que hay tres muestras de
un mismo cartucho intacto (colocado en la vía del AVE) con diferentes
resultados. Una (la M-10-1-C), conservada por los Tedax de la Policía, ha dado
positivo en DNT, y las otras dos (M-9-5 y M-10-2), conservadas por la Guardia
Civil, han dado negativo. Estas dos son las únicas muestras de explosivo no
explosionado que no registran DNT y la Guardia Civil lo atribuye a que estaban guardadas en tubos de cristal herméticos
tipo 'Falcon', en vez de en bolsas de plástico y sobres de papel, como el resto
de pruebas.
De las "bien conservadas", señalan que los
componentes son los mismos, y sustancialmente en los mismos porcentajes, que
los de una dinamita Goma 2 ECO. Para uno de los peritos de parte,
identificados sólo por su número de DNI, en este caso, el 12151358-K, no hay "ninguna explicación
científica" para justificar esta disparidad.
Evidencias del 11-M guardadas en tubos "Falcon" donde las muestras no pierden sus propiedades. |
Por lo demás, los dos peritos de la Policía Nacional,
que firman un informe conjunto, no
entran a explicar su tesis sobre que el explosivo de los terroristas fuera Goma
2, como dicen.
Para la Guardia Civil, la presencia de DNT en 24 de las 26 muestras de explosivo
"intacto" y la existencia de nitroglicerina en nueve de ellas se debe
a una contaminación. El bajo porcentaje de estas sustancias, señalan, hace
que queden descartadas de la composición original. La existencia de grandes
cantidades de nitrato amónico y nitroglicol es lo que tiene valor para la
Guardia Civil.
Respecto a los focos de las explosiones, los peritos de la Guardia Civil, que
también firman sus conclusiones juntos, dicen que en ellos se detectó DNT,
sustancia ajena a la Goma 2 ECO. Sin embargo, la atribuyen a la porosidad
de las bolsas en las que estaban guardadas las muestras.
Nitroglicerina
en el polvo de extintor
La muestra más polémica es la de polvo de extintor
tomada en uno de los vagones que estallaron en la estación de El Pozo (M-1). Es
la única evidencia recogida en los focos
que no ha sido lavada con agua y acetona. Y tiene nitroglicerina (un 0.034
%), que es uno de los componentes del Titadyn. Además, contiene otros de
elementos de esta dinamita, como el dinitrotolueno (0.0022 %) y el
dinitroglicol (0.014 %).
Primera muestra del 11-M, el polvo del extintor de incendios de la estación El Pozo, contiene nitroglicerina. |
Por ello, el perito con DNI 1.457.157 concluye que
"la presencia conjunta en la muestra M-1 de DNT, dinitroglicol y
nitroglicerina, componentes de Titadyn, indica que es altamente probable que
este explosivo haya estallado en el foco nº3 de la estación de El Pozo. Además,
descarta que el explosivo sea Goma 2 ECO por la existencia de DNT
"en gran parte de las muestras de focos analizadas".
El perito con DNI 26722108-H concluye directamente que
"en las estaciones se utilizó un explosivo cuya composición se asemeja
más a la muestra de Titadyn de referencia, analizada en esta pericia, que a
las muestras de Maxam (Goma 2 ECO), analizadas igualmente en la misma".
Para el perito 22 411 749 C, la composición cualitativa de los focos y los
resultados de la muestra M-1 no permiten identificar el tipo de material que
explosionó en los trenes.
Entre las conclusiones objetivas, encontramos que "los componentes explosivos volátiles
que forman parte de la composición del Titadyn (nitroglicol, nitroglicerina y
dinitrotoluenos), difunden a través de las bolsas de polietileno, pero no
de los tubos de plástico tipo 'Falcon'".
Por último, cabe destacar la metenamina
detectada en los análisis. Policía y Guardia Civil justifican su presencia
porque surge como reacción química en el
cromatógrafo de gases en el que se practica una de las pruebas. Sin
embargo, los peritos de parte señalan que la ausencia de dicha sustancia en
parte de las muestras hace imposible determinar su origen y apuntan que el laboratorio de Policía "no tiene un
método fiable y contrastado para determinar la metenamina en explosivos".
Ninguno de los peritos que intervinieron en el juicio del 11-M se pusieron de acuerdo sobre el explosivo utilizado. |
El que fue Jefe Provincial de Madrid de los
Tedax en 2004, realizó un testimonio cuanto menos revelador en el juicio del
11-M. Según este policía, después de toparse con una de las mochilas “trampa”
de Atocha, él y sus colegas Tedax pensaron que, viendo el estado en que habían
quedado los trenes, podrían contener un
explosivo de alta potencia (el militar C4, para entendernos) señalando además
esos Tedax algunas cuestiones de orden técnico (la velocidad de detonación del
C4 andaría por los “6000 m/s de potencial de detonación” mientras que la
Goma 2 ECO estaría 3000/4000 m/s).
El Jefe del Tedax afirmó que: “estos explosivos plásticos, el C4, tienen una
característica, y es que al detonar provocan un denso humo negro, pero en el
caso de la mochila de Atocha el humo no fue negro sino más bien blanco, que es
señal de estar fabricado con nitratos”, remarcando, de nuevo, a
preguntas de una letrada, que el humo de la explosión del C-3 y C-4 es "totalmente negro". Según el jefe del Tedax “en este caso nos llamó poderosamente la
atención porque todos estábamos esperando ver un humo negro y sólo vimos humo
gris tirando a claro”. Inclusive otro tedax de la policía que
intervino en Atocha tenía también la opinión de que se trataba de “alto explosivo”.
Así pues, de acuerdo con lo
declarado por el Jefe del Tedax, y viendo el famoso y único video que captó imágenes de la explosión
de los trenes, desde una escalera mecánica en la estación de Atocha,
sus afirmaciones desmontarían total y absolutamente (sin querer)
la patraña de la goma 2 Eco, la dinamita, la nitroglicerina o el titadyne y
confirmaría en todos sus extremos la única teoría a la que nadie, desde ambas
tesis mentirosas (ETA-Al Qaeda), ha querido agarrarse: el uso de explosivo
militar C4 en los atentados y, por ende, dejaría la puerta
abierta a la participación activa de un
servicio secreto extranjero en los atentados terroristas.
La teoría más
plausible en el atentado del 11-M, como la causante primera y última de las
explosiones de los trenes de Atocha, es la utilización, muy profesional, de explosivo militar (C4). Porque, ya se tratase de Goma 2 ECO o de Titadyn, estos explosivos nunca hubieran roto por sí solos la
estructura de la base de los vagones, ni hubieran abierto los mismos como si se
hubiera utilizado un abrelatas. Pero claro, esto último del C-4 no le convenía al
tribunal y el fiscal jefe Javier
Zaragoza, dijo literalmente en el juicio del 11-M…” ¡qué más da el tipo de explosivo que se utilizase!”, lo importante, según el
ínclito Zaragoza, es que los sujetos que estaban en la jaula blindada de la AN
eran los “culpables”. Asombroso sentido
de la “justicia” más bananera, tercermundista y prevaricadora.
Usados como carne de cañón
Los supuestos terroristas suicidas inmolados en un
departamento del barrio de Leganés llevaban
unos 20 días residiendo en la calle Carmen Martín Gaite, número 40, de Leganés.
El departamento en Leganés donde se "suicidaron" los presuntos terroristas. |
¿O sea, que antes de que los
"terroristas" fuesen a vivir allí, el departamento estaba arrendado a
otros sospechosos...?
Según cuentan, el departamento de los terroristas,
el número 2 del primer piso, estaba maldito. «Los anteriores arrendatarios
eran unos colombianos que fueron detenidos bajo la acusación de
narcotraficantes», afirma el dueño de una de las viviendas más próximas.
Los vecinos comentaron que la Policía asaltó hace varios meses la vivienda para
detenerles «y montaron una operación también muy espectacular», relatan.
Pero resulta que antes de éstos, hubo otros, que igualmente abandonaron la casa
un día esposados. «Al parecer, también eran traficantes de drogas y la
Policía se los llevó». Así que los vecinos del departamento maldito
estaban desde febrero pendientes de quién entraba en la casa, con la
esperanza de "tener mejor suerte".
Era un departamento en el
que las fuerzas de seguridad ya habían efectuado varios operativos. ¡¡Se
pintó!! ¡¡Se arregló!! Luego lo alquilaron los supuestos "terroristas suicidas" para refugiarse después de su acción criminal el trágico
11-M. ¿Muy raro no?
Infografía del ataque policial al departamento de Leganés. |
Según el informe policial de la inspección ocular del
piso de Leganés, el cadáver de uno de los terroristas apareció "con
el pantalón puesto al revés"; así lo refleja textualmente el
sumario.
¿Se le ocurre a alguien algún motivo por el cual un
terrorista quisiera pasarse varias horas con los pantalones mal puestos en
aquel piso rodeado? ¿No encontró, entre
las 14:15 momento en que fueron rodeados y las 21:03 (seis horas y cuarenta y
ocho minutos), ni un sólo instante para ponerse bien los pantalones?
Así quedó el departamento de Leganés luego de la detonación de 20 kilos de dinamita. Hubo 34 vecinos heridos. |
¿Estaba ese “terrorista” vivo antes de que estallara
aquel piso? ¿Estamos seguros de cuántos “terroristas” vivos había en
ese piso antes de que volara por los aires?
La ley española obliga a realizar la autopsia a los cadáveres de toda muerte violenta para poder certificar la causa y las circunstancias del fallecimiento. Así, el artículo 343 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que, aun cuando por la inspección exterior puede presumirse la causa de la muerte, se procederá a la autopsia del cadáver por los médicos forenses.
La ley española obliga a realizar la autopsia a los cadáveres de toda muerte violenta para poder certificar la causa y las circunstancias del fallecimiento. Así, el artículo 343 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que, aun cuando por la inspección exterior puede presumirse la causa de la muerte, se procederá a la autopsia del cadáver por los médicos forenses.
Sin embargo, a los restos de los supuestos suicidas del piso de Leganés no se les
realizaron las correspondientes autopsias sino una serie de estudios que nada
tienen que ver con los preceptos que establece la Ley. Esta irregularidad
motivó que el juez Del Olmo
solicitara, el 27 de marzo de 2006, que se procediera a la redacción de los
correspondientes informes de autopsias para incorporarlos al sumario, cosa que
ya no fue posible debido al estado de
descomposición de los cadáveres.
Aunque la identificación de éstos también es motivo de
controversia, nos limitaremos a aceptar sin más las identidades que se
corresponden con tales restos según la Policía. Se trataría, analizando los
cuerpos de estos siete presuntos suicidas, de Jamal Ahmidan “El Chino”, Serhane
Ben Facket “El Tunecino”, Rachid Oulad Akcha, Mohamed Oulad Akcha, Abdennabi
Kounja, Asrih Rifaat Anouar y Allekema Lamari. No existe ningún testimonio de ningún testigo que haya declarado haber
visto a ninguno de estas siete personas en los trenes que fueron objetivo de
los terroristas en la mañana del 11 de marzo de 2004. No se ha encontrado
allí ningún tipo de prueba o indicio de que ellos colocaran las bombas. De
hecho, dando por buena toda la versión oficial y aceptando como válidas todas
las pruebas e indicios presentados, no
existe ningún dato que vincule directamente a ninguno de estos sujetos con la
autoría material del atentado. Se nos ha dicho que algunos de ellos eran
islamistas radicales. Que otros planeaban atentar en España. Que algunos
adquirieron explosivos en Asturias. Pero ningún
dato demuestra fehacientemente que ellos colocaran las bombas.
Sin embargo, entre los hechos probados de la sentencia
del primer juicio del 11-M, los miembros
del tribunal no tienen ningún reparo en incluir, abiertamente, la autoría
material del atentado a cargo de estas siete personas. Dice el tribunal,
sin justificarlo de ningún modo, que es un hecho probado que los siete
habitantes del piso de Leganés fueron, junto con otros, los que colocaron las
bombas del 11-M, asesinando a 192 personas e hiriendo a más de 1500. Habrá quien
crea que el hecho de que se suicidaran
en un piso al ser cercados por la Policía es motivo suficiente como para
afirmar que está probado que esos siete hombres colocaran aquellas doce (trece,
según la versión oficial) bombas. Aunque atente contra la lógica, quieren
que la gente se lo crea.
Abdelmajid Bouchard cuando fue detenido por el 11-M. |
Pues bien, el marroquí Bouchard fue capturado en Serbia, con pasaporte falso iraquí. Pero no fue condenado por la autoría material del atentado. No sabemos si como
premio a su hazaña atlética o a la suerte demostrada por haber salvado la vida.
El hecho es que mientras se afirma que sus siete compañeros de piso colocaron
las bombas en los trenes, el tribunal considera que no está probado que Bouchard pusiera ninguna de las mochilas, a pesar de
que se encontraron huellas suyas en documentos en el piso que explotó de la
calle Martín Gaite, así como ADN suyo, etc. y de que un testigo, aunque con
dudas, afirmó haberle visto en los trenes.
Abdelmajid Bouchard fue condenado por una serie de
delitos menores, no relacionados directamente con la autoría del 11-M,
enfrentándose a una condena de 18 años
de cárcel.
Pero la historia de Bouchard y el favoritismo judicial
del que disfruta no terminan aquí. Algunas asociaciones de víctimas solicitaron
que se ampliara la condena de Bouchard, acusándole de nuevo de haber sido autor
material de los atentados. El razonamiento de estas acusaciones, como la de
Doña Pilar Manjón, es evidente: si se
considera hecho probado que los siete inquilinos de Leganés colocaron las
bombas, Bouchar será, con más motivo, otro autor material del atentado.
Sin embargo, la Fiscalía ha desestimado todos estos
recursos que perseguían ampliar la condena del marroquí. Los argumentos de la
Fiscalía a la hora de encarar estos recursos en el Tribunal Supremo, son al
mismo tiempo obvios y peregrinos. Dice
la Fiscalía que el que hubiera ADN de Bouchard en restos de alimentos en el
piso, o huellas suyas en documentos de identidad allí encontrados, no prueba
que él colocara las bombas. Es obvio y también es cierto. Pero podría
aplicarse el cuento la Fiscalía en cuanto a los otros siete habitantes del
piso. Y tal vez el juez Bermúdez también tendría que reflexionar
acerca de la doble paradoja de Bouchard y sus compañeros.
Cualquiera diría que la Justicia no siempre es tan
imparcial como debiera. E incluso hay por ahí quien se atreve a preguntar ¿quién
es Abdelmajid Bouchard? ¿Cómo consiguió salir de España? ¿Por qué en Belgrado tenía un pasaporte falso iraquí cuando lo lógico hubiera sido que usara otra nacionalidad más discreta? ¿Es acaso un agente del Mossad?
Los asturianos también están implicados
Para quienes han seguido el juicio del 11-M las
condenas pueden resultar más o menos sorprendentes, pero por lo general se
puede decir que eran previsibles. Son otros hechos los que han provocado que en
este caso hay gato encerrado.
Una de las víctimas del 11-M yace en las vías. |
De todos los personajes de la llamada “trama asturiana”,
hay tres que reunían unas condiciones óptimas para captar la atención de
aquéllos que no se conformaban con los titulares de prensa: Javier González “el Dinamita”,
Antonio Toro Castro y José Emilio Suárez Trashorras. Había indicios
considerables de que los dos primeros trabajaban para los servicios de
seguridad del Estado. Con el tercero, Trashorras, los indicios se convirtieron
en certezas y a su controlador, el comisario de estupefacientes de Avilés,
Manuel García “Manolón” no le quedó más remedio que reconocer la condición de confidente policial de Trashorras. Por
tanto, se ponía el dedo en la llaga sobre estos personajes, señalando algunos
de los hitos policiales que marcaban el pasado de estos sujetos.
Así, Javier González había sido condenado, años atrás,
por suministrar cientos de kilos de dinamita a Terra Lliure a través de ETA.
Sin embargo, tal condena fue saldada sospechosamente con una multa económica de
cuantía raquítica. Antonio Toro traficaba, según varios testigos, con dinamita.
Y muchos le consideraban realmente el “jefe de la banda” de Emilio Suárez. Sin
embargo, sus relaciones con el propio Manuel García le sacaron de más de un
apuro y le ayudaron a salir de la cárcel en momentos claves de su vida
delictiva. Su pasado como Caballero Legionario y sus relaciones privilegiadas con miembros de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado le proporcionaron a él y a su cuñado, Suárez Trashorras,
el manto necesario para resguardarlos de cualquier persecución policial que
pudiera dar al traste con sus negocios de tráfico de explosivos, coches robados
o sustancias estupefacientes.
Primera plana del diario El País de Madrid. |
Testigos claves testificaron que Antonio Toro (y no
Suárez Trashorras) era quien traficaba con dinamita. Rafá Zouhier también declaró que en su estancia en la prisión de
Villabona era Antonio Toro Castro el que le ofreció grandes cantidades de
explosivos. Y por si fuera poco, según la propia Policía, Toro se encontraba en Madrid el propio 11 de marzo de 2004. Toro y su
hermana estuvieron presentes en las reuniones en los MacDonald’s en los que se
supone que tuvo lugar la compraventa de explosivos relacionados –según la
versión oficial- con el 11-M.
A pesar de todos estos indicios, ni Antonio ni Carmen Toro han sido condenados en el juicio del 11-M.
Entiende el tribunal que el posible delito de tráfico de explosivos de Antonio
ya fue juzgado en un caso anterior, el caso de la Operación Pípol y no le
considera colaborador necesario en los delitos de asesinato.
Los 192 muertos del 11-M siguen pidiendo justicia. |
Su cómplice Suárez
Trashorras fue condenado a casi 35.000
años de cárcel, acusado de haber colaborado en el asesinato de casi doscientas
personas, mientras que los Toro salieron libres de esos mismos cargos. Lo
paradójico es que dentro de lo que era la trama asturiana, el esquizofrénico
Trashorras no estuvo en las reuniones de los MacDonald’s con los supuestos
terroristas, ni le ofreció explosivos a testigos o delincuentes como Zouhier,
ni era considerado por nadie como “el jefe de la banda”. Pero como en muchos
otros grupos, entre los confidentes policiales todavía hay clases.
Mucha gente cree que la investigación oficial del 11-M ya ha concluido. Con la sentencia, buena parte de la sociedad cree que el caso está cerrado o casi cerrado, a la espera de que se celebren los recursos de casación en el Tribunal Supremo. Ni qué decir tiene que esta mayoría de la gente desconoce que existen varios sumarios más abiertos relacionados directamente con los atentados del 11-M. Al fin y al cabo, es normal que la gente se despreocupe de estos extremos y dé por sentado que, tal y como dijo José Luis Rodríguez Zapatero en la Comisión de Investigación del 11-M, “todo está claro”. Al fin y al cabo, ya hay una sentencia. ¿O no?
El problema nace cuando se le pide a uno de esos
ciudadanos que escarbe un poco en dicha sentencia. Cuando se le pregunta a
alguien, escogido al azar, por algún detalle concreto de la misma. No hace
falta irse a los matices propios de expertos o de gremios especializados. Basta
preguntar cosas sencillas y claves en el proceso. El ejemplo más claro es esa
pregunta tan curiosa que casi nadie responde con exactitud: ¿cuánta
gente ha sido condenada en el juicio por haber cometido el 11-M o por haber
colaborado en la comisión de este horrible atentado?
En la investigación del 11-M quedaron muchos misterios sin resolver. |
Este extremo, aunque llamativo, no es en sí mismo
determinante. A fin de cuentas, la sentencia afirma (sin aportar ninguna prueba
ni ningún razonamiento jurídico) que los
siete suicidados del piso de Leganés (y una octava persona cuya identidad ni
siquiera se aclara) fueron autores materiales de la masacre. Así que habrá
quien, con razón, diga que siete más tres, ya suman diez. Y diez es una cifra
aceptable de culpables oficiales.
El problema, radica en lo que sucede cuando se le
indica a este hipotético ciudadano que profundice en las interioridades de la
sentencia. La cuestión no es que sólo
hayan sido condenados tres de los veintinueve acusados que comenzaron el juicio
en la Casa de Campo. Lo paradójico no es cuántos, sino quiénes son estos tres
condenados.
Las únicas personas condenadas por haber cometido los
atentados del 11-M o haber prestado una colaboración necesaria a los autores de
los mismos son tres personas:
El primero es un pobre exminero asturiano esquizofrénico que trabajaba como
confidente para el Cuerpo Nacional de Policía y cuyo
controlador, el Comisario de Estupefacientes de Avilés, Manuel García, declaró
durante la vista oral que daba la impresión de que su controlado le controlaba
a él (sic). Este exminero (y delincuente común), llamado José Emilio Suárez Trashorras, es uno de los nombres más conocidos
por los españoles en relación con el 11M. Sin embargo y a pesar de todo lo
publicado, ¿cuántos conocen su condición de confidente policial? Trashorras fue condenado, entre otros
delitos, por colaboración necesaria en el atentado del 11M y sentenciado a
cumplir una condena de 34.715 años. Católico, por si alguien tiene dudas acerca
de una supuesta faceta religiosa del sujeto.
El marroquí Otman el Gnaoui, fue condenado a 42.944 años. |
El tercero es un
marroquí del que no consta ningún contacto personal ni telefónico con los
anteriores ni tampoco con los siete supuestos autores que fallecieron en el
piso de la calle Martín Gaite de Leganés y que según todos los testimonios,
aunque era religioso, su comportamiento no tenía nada de radical. Se trata en
este caso de Jamal Zougam, condenado a
42.922 años por haber cometido el atentado del 11-M. Zougam es el único de los detenidos
que llegó al juicio como imputado.
Nos basta, por el momento, constatar la paradoja de
los principales condenados del 11-M: los
únicos tres condenados por haber cometido –o ayudado a cometer- aquella
terrible matanza de tintes islamistas son precisamente lo más alejado a unos
fanáticos yihadistas. Por el contrario, la sentencia del 11-M ha condenado a
un católico esquizofrénico español y
confidente de la Policía, a un marroquí “moderadamente religioso” y
desvinculado de cualquiera de los miembros de la supuesta trama y a otro
marroquí del que lo único que está claro es que quienes profesan la fe islámica
con fervor son motivo de mofa y desprecio para él.
Juzgue el lector si con estos tres hombres en prisión se ha hecho justicia o no por las explosiones
y muertes del 11-M.
Desaparecen todas las pruebas
En el juicio del 11M se reveló que el ex comisario
jefe de los Tedax Manzano, admite que destruyó buena parte del material
recogido el 11-M.
Juan Jesús Sánchez Manzano consideró como
simples "objetos" lo que los agentes recogieron en los focos de las
explosiones y que sólo pasaron a
considerarse "muestras" los que fueron seleccionados por una perito.
Según ha añadido, todo aquello que no
fue considerado como "muestra" se destruyó posteriormente.
El excomisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano admitió en el tribunal que hizo desaparecer casi todo el material recogido el 11-M. |
Durante las tres horas en las que Sánchez
Manzano prestó declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 43
de Madrid, el ex comisario jefe de los
Tedax no supo aclarar por qué algunas de las muestras que sí había seleccionado
y analizado la perito tampoco llegaron a la Audiencia Nacional.
La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, acusan
al excomisario y a un perito de la Policía de delitos de falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y
encubrimiento por ocultación de pruebas durante la investigación de la
masacre.
Sánchez Manzano fue el máximo responsable de los
agentes encargados de la desactivación de las bombas de los atentados de
Madrid, y el que se hizo cargo de las muestras de los explosivos. Según la
querella, su actuación dificultó conocer la naturaleza de las bombas y,
por lo tanto, la autoría exacta de los
terroristas.
En julio del 2006, el juez de la Audiencia Nacional Juan Del Olmo, le llamó a declarar
debido a que desde la unidad de los Tedax se había remitido una mochila que
no era la que supuestamente se encontró en uno de los tres sin estallar.
Por ello, la Asociación interpuso la demanda con el fin de
"esclarecer" todas las "dudas" acerca de los atentados de
Madrid, según se señala en la querella.
Durante el juicio por los atentados, la agrupación de
víctimas solicitó juicio del 11-M solicitaron la deducción de testimonio contra
aquellos funcionarios públicos cuya labor estuvo "muy lejos" de ser
reflejo de la "magnífica profesionalidad" desarrollada por los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en clara alusión a Sánchez Manzano.
El Mossad es acusado de ser el autor del atentado
del 11 de marzo de 2004
El australiano Joe Vialls (1944-2005) fue uno de los más
incisivos investigadores independientes de algunas de las operaciones
terroristas de falsa bandera que se produjeron desde los años ochenta hasta que
aconteció su muerte en 2005. Tan solo cuatro días después de la masacre de
Madrid, el 15 de marzo de 2004, Vialls realizó un análisis de los
hechos en la capital española que a la mayoría de los españoles les hubiera
parecido inimaginable en aquellos momentos y también ahora.
No
estamos hablando de vascos de andar por casa o musulmanes con turbante (en este caso, musulmanes escasamente
devotos del Corán). Esta,
dice Vialls, fue
una operación muy profesional, organizada en territorio español por sujetos o
equipos “durmientes” que conocían perfectamente Madrid y con toda
probabilidad habían vivido en esta ciudad la mayor parte o incluso la totalidad
de su vida. Estos “organizadores” facilitaron la entrada a un equipo
profesional vinculado a algún tipo de “Fuerzas Especiales” seleccionado
expresamente para este “trabajo”.
Algunos de los pasajeros heridos por las explosiones del 11-M. |
Según
Vialls las únicas personas con suficiente experiencia para un trabajo como
este, donde el total desprecio por la
vida humana es necesario para llevarlo a cabo con éxito, son los agentes
del Mossad.
Como
señala acertadamente el historiador suizo Daniele
Ganser (supongo
que otro ‘conspiranoico’ para los arquitectos de las patrañas terroristas
“islamistas”), autor del riguroso y documentadísimo Los
Ejércitos Secretos de la OTAN, y a propósito de la
OTAN-Gladio y las falsas banderas: “esto
no es Roswell -el caso del extravagante “extraterrestre” de la localidad
californiana- ni otras teorías conspirativas rebuscadas tan populares para la
generación de Internet. Esta es la historia de un movimiento real, que la
historia ha probado [en
referencia a diversos atentados ocurridos en los años 70 y 80], y que ha
operado en territorio europeo".
Todos sospechan que los autores del 11-S, 11-M y 7-J no fueron los musulmanes. |
Las explosiones en Madrid ocurrieron
el jueves 11 de marzo del 2004, aproximadamente un año después de que 1 millón de españoles se sumaron a otros 30
millones alrededor del mundo en protesta contra la inminente invasión a Irak y
en un contexto de rechazo abrumador sobre la presencia de tropas españolas en
Irak.
Los planificadores del Mossad
estaban indudablemente convencidos de que un
ataque sin previo aviso involucrando un gran número de civiles Españoles y
atribuido a “Al-Qaeda” no solo afectaría el pensamiento de la opinión pública
española forzándola a alinearse detrás de la guerra contra el terror y en
contra de los “terroristas islámicos”, sino que también aseguraría un nuevo
mandato del Primer Ministro y partidario de la causa de la guerra, José María
Aznar (tres días antes de que la invasión a Irak comenzara el 19 de Marzo
de 2003, Aznar se reunió con Bush y Blair en las Azores para un largo y tendido
fin de semana de conversaciones sobre cómo vender mejor a las masas la invasión
a Irak).
La fiscal Olga Sánchez interpretaba en el atentado del 11-M "un claro simbolismo cabalístico judío ortodoxo". |
Lo extraño es que los ataques ocurrieron exactamente 911 días
después de los ataques del 11-S en Nueva York y Washington y esto fue
interpretado por la fiscal Olga Sánchez
como un claro simbolismo Cabalístico Judío ortodoxo. De todas maneras, como hemos
dicho, el ataque no tuvo la respuesta que el Mossad esperaba. Mientras que el
Mossad dejó cuidadosas pistas apuntando a “Terroristas Islámicos”, la población española, lejos de culpar a
Al-Qaeda, culpó a Aznar y a su gobierno por haber despertado la ira de los
“Terroristas Islámicos” al enviar tropas españolas para participar en la
cruzada sangrienta en Irak, por sobre la voluntad de los españoles.
Otro dato interesante de este evento
es que parece bastante claro que el
gobierno de Aznar estaba en total desconocimiento de que el ataque iba a
suceder – (El Mossad operó aparentemente con completa independencia, lo
cual requiere una significativa influencia y control) – ya que apenas ocurrido,
el gobierno, sin evidencia alguna, intentó culpar al grupo separatista vasco
ETA. Esto se debió a que las autoridades pensaron que era poco probable que se
tratara del Mossad, visto y considerando el clima político y social del momento.
Monumento de Atocha a las víctimas del 11-M. |
El gobierno español tuvo pues que
lidiar con una doble explosión, ya que no solo los medios fueron provistos de
“pruebas” de que “terroristas islámicos” habían llevado a cabo el ataque, sino
que además el gobierno de Aznar quedó
expuesto por haber mentido a la población española al hacer responsable casi
inmediatamente a ETA.
Monumento a las víctimas del 11-M en Alcalá de Henares. |
Así que el Mossad no obtuvo el
resultado esperado tras los atentados en Madrid. Sin embargo, los ataques están lejos de ser el último
intento de Israel por alinear a la población española tras los objetivos sionistas.
30 hechos que no quieren que sepas del 11-M
1) Las explosiones de los trenes fueron controladas a distancia y, posiblemente,
disponiendo de una visión en conjunto de la ubicación de los trenes.
2) Es casi seguro que los explosivos no estaban en las mochilas sino adosados, debajo de los
vagones.
Documento que ordena la destrucción de los vagones. Clic para ampliarlo. |
4) Los cuatro trenes que estallaron viajaban con
retraso aquella mañana, ¿por qué? El
nivel de puntualidad de esta línea es diariamente del 100 %. Pero ese día, algo
extraño estaba ocurriendo.
5) Las
cámaras de seguridad de las estaciones de tren utilizadas por los terroristas
no captaron a ninguno de los sospechosos. Saltó en el juicio que no
grababan permanentemente, salvo, curiosamente, unas imágenes que captaron las
explosiones de los trenes desde unas escaleras mecánicas, en la estación de
Atocha.
6) La famosa mochila encontrada en Vallecas no tenía
nada que ver con lo que estalló en los trenes, se puso ahí adrede para llevar a la policía por un determinado camino
de investigación.
7) Informes de expertos presentados en su momento
demuestran que la supuesta reivindicación
que hizo Al Qaeda de los atentados fue una falsificación.
8) Los supuestos terroristas que supuestamente
participaron en la matanza no eran suicidas. Sin embargo, días después de los
hechos se inmolaron en una vivienda de Leganés (Madrid). Se supo que aquella explosión del departamento pudo haber sido
controlada y que, por tanto, no respondería al intento de suicidio colectivo.
9) Las autoridades españolas fueron adecuadamente
discretas sobre todo el asunto del departamento de Leganés, Madrid, afirmando inicialmente que "un
terrorista" había aparentemente cometido suicidio en el apartamento,
seguido, una hora más tarde por una demanda de "tres terroristas"
cuando bomberos se habían permitido una cantidad apropiada de tiempo para
recuperar más de los imaginarios cuerpos.
Dentro de 12 horas las autoridades españolas estaban declarando que "Todos
los terroristas (siete) incluido el líder" habían muerto en la explosión,
quitando así, completamente, pulcramente el componente de miedo inducido.
10) Debe decirse que la solución "Operaciones
Especiales" a esta amenaza masiva nacional fue ingeniosa. ¡Falsificando el
explosivo suicidio de los imaginarios terroristas nombrados por Estados
Unidos e Israel, España castró
completamente todos los cabos sueltos que dejaron los agentes del Mossad tras
el atentado del 11-M!
11) La
realidad es que no existen pruebas de peso para acusar a los detenidos por el
11-M. Personas inocentes están pagando
en la cárcel por el 11 M. Son cabezas de turco, de origen marroquí y español,
manipulados para ser utilizados como cebos a la hora de construir una patraña
terrorista que oculte a los verdaderos autores.
Todo el juicio del 11-M fue una gran farsa para ocultar la verdad. |
13) la sentencia del 11-M es toda ella una falsedad de
consenso fundamentada en una
investigación que, deliberadamente, huye del propósito de hallar la verdad
hasta el punto de ocultar la identificación química y la datación científica
del explosivo que causó la masacre. "Por
Medio del Engaño Harás la Guerra", dice el lema del Mossad.
14) La ocultación, borrado y manipulación
del presumiblemente, verdadero explosivo utilizado en el atentado
(el militar C4). Los destrozos observados en los cadáveres, llenos de
mutilaciones, no los provoca un explosivo convencional, según los expertos. Y,
por otra parte, los daños tan “limpios” observados en el metal de los coches
del tren no se ajustarían a una explosión tipo Goma 2 Eco o Titadyne como los
propagadores de mentiras de una y otra parte han repetido hasta la saciedad,
sino a un explosivo de tipo militar, usado por Israel.
15) Sospechosa rapidez en la captura
de los supuestos “terroristas islámicos”
(dos días después del atentado y en la jornada de “reflexión” electoral).
16) Falta de huellas dactilares o ADN
de los acusados en el escenario del crimen de Atocha.
La sentencia del 11-M condenó a inocentes para ocultar a los verdaderos culpables. |
18) La fea costumbre que tienen los “terroristas
islámicos”, una vez cometidos los “atentados”, de ir dejando por el camino
pruebas de su “participación” en los mismos.
En el caso español, la ya mencionada anteriormente “cinta coránica” en la
furgoneta Kangoo (más otros útiles de “trabajo”) o, en el caso del 11-S, el
“olvido” de un ejemplar del Corán en un coche de alquiler encontrado en el
aeropuerto Logan de Boston.
19) El operativo policial del
departamento en Leganés donde se produce un oscuro y
rocambolesco “suicidio” de siete “terroristas”, donde muere también un agente. En el turbio suceso de Leganés parece hubo “precipitación y
prisas” por ejecutar la operación, tanto que también a las fuerzas especiales se les olvidó filmar el asalto ¿Tal vez se
había decidido no filmar porque en ese piso se había gestado, previamente, algo
inconfesable? ¿Es cierto que los Geo nunca filman sus peliculeras
intervenciones? Eso dijo un testigo policial en el juicio, pero sonó a embuste
porque los GEO siempre graban las intervenciones o asaltos que hacen a las
viviendas y los envían a los canales de televisión para darse publicidad.
Los escombros del piso de Leganés cayeron sobre los vehículos del exterior. |
21) Respecto
del GEO Torronteras, fallecido al parecer como consecuencia del impacto directo
de escombros del piso explotado ¿Iba bien protegido? ¿Se metió en una ratonera
inesperada? ¿Se adentró en el piso justo cuando explotó? ¿Por qué se decidió que él fuese el primero en entrar al piso? Resulta
cuanto menos llamativo que todo un rosario de policías que asistieron como
testigos al juicio del 11-M y que estuvieron en el escenario de Leganés (poco
antes o después de la explosión) Ninguno manifestara haber visto al GEO Francisco Javier Torronteras o, al menos, señalar
que se interesasen por su estado de salud ya que fue el más directamente
afectado. El testigo policial, Tedax, nº 64388, dijo en el juicio que
auxilió a los Geo en el piso de Leganés una vez consumada la “inmolación”.
Incluso dice que ayudó a alguno de ellos a llevarlo en una camilla, pero del
Geo Torronteras, el más grave de todos, ni le vio en pintura, ni en photoshop,
ni en sueños. Es obvio que Torronteras tuvo que estar allí, por lo que resulta inentendible que ese Tedax (y
otros) dijeran no haberle visto y se despacharán con un frío y nervioso “no le ví…”. Ni tampoco le
viera nadie en la ambulancia, ni se oyeran testimonios de auxilio al fallecido,
ni declaraciones de personal sanitario donde dijesen haber efectuado maniobras
de reanimación al Geo. Nada de nada.
Entierro del GEO Francisco Javier Torronteras. |
23) El
tema de la profanación posterior de la tumba de Torronteras, el 19 de abril, supuestamente, por
“un grupo islámico” afín a los suicidados de Leganés, es un tema que no se sostiene
por ninguna parte, por disparatado. Para empezar, el Islam prohíbe la
profanación de los cadáveres de sus enemigos y los autores de la misma nadie
sabe cómo pudieron entrar burlando la vigilancia del cementerio y más
rocambolesco es aún cómo pudieron encontrar el nicho donde estaba enterrado el
Geo, de noche, en un cementerio tan enorme como es el Sur. Con el agravante de
que la lápida de Torronteras, al
parecer, no tenía inscripción identificativa alguna, lo cual acrecentaría al
máximo las dudas de si el Geo fue enterrado realmente en el nicho violentado.
Sin duda, como dicen los conspiranoicos, los autores de la profanación de la tumba del
subinspector Torronteras no pretendían otra cosa que “subrayar” la procedencia
islamista de la masacre del 11-M, dejando como cortina de humo una “firma”
(presuntamente indubitada) mediante un acto igualmente denigrante”.
Pero es que, además, se culpabilizó a unos supuestos familiares o amigos de los
“suicidas de Leganés” de la profanación.
¿Esto quiere decir que los allegados de los suicidas cogieron boleta desde
Argelia, Marruecos o Tasmania para irse a Madrid exclusivamente y vengarse en
un acto de ciego fanatismo? ¿Se gastaron unos cuantos miles de maravedíes sólo
para aterrizar en el camposanto del cementerio Sur y ejecutar venganza contra
el infiel? ¿Cargaron carretilla pico y pala y fueron teletransportados hasta el
nicho, sin nombre, entre un marasmo de lápidas en plena oscuridad? Vale aclarar que es un cementerio de 82 hectáreas que tiene 150 mil sepulturas y ellos fueron directamente a la del agente. ¿Qué sentido
tenía la venganza contra un señor que en nada era culpable de un “suicidio”
voluntariamente consentido por ellos mismos? Todo es completamente ridículo y
con ribetes de demencia. Esto fue una teatral fábula-montaje de la
“profanación” de la supuesta tumba del “GEO” Torronteras, donde no han sido
capaces, después de casi diez años, de detener a los autores de dicha
profanación, con la misma eficacia con la que detuvieron a la “trama” asturiana
o detectaron el “piso terrorista” de Leganés. Para agregar más
misterio, los restos del cadáver profanado fueron incinerados ¿Por qué se
procedió a ello cuando se produjo la profanación y no antes? ¿Para destruir
pruebas de cara a un futuro? ¿Era parte de un numerito previamente planeado? ¿Por qué la viuda del Geo, Nuria Manzano,
no puso el grito en el cielo, en los medios, ante todas estas tropelías
exigiendo justicia ante la muerte de su marido y la profanación de su tumba? ¿Por
qué la tardanza en condecorar a título póstumo a todo un héroe nacional
transcurridos tres años y, qué casualidad, a poco de comenzar el juicio del 11-M
en febrero de 2007? Y aunque esto resulte anecdótico y poco relevante… ¿por qué en la biografía del geo
Torronteras no consta la fecha completa de nacimiento y figura solamente el año
-1962-? Toda la escenificación macabra de la profanación del cadáver del
Geo, que parece sin duda algo premeditado y planificado… ¿tal vez era la
continuación de algún punto oscuro que sucedió en el piso de Leganés y no lo
sabemos ni lo sabremos nunca?
Las dos mujeres rumanas que identificaron a Jamal Zougam como el autor de los atentados mintieron. Clic para aumentar la imagen. |
25) En los días previos al 11-M se produjeron extraños movimientos en la Bolsa española que indicaban
que en las altas esferas del poder financiero existía información previa sobre
los atentados que iban a cometerse.
26) En los meses previos a los atentados, satélites norteamericanos fotografiaron a
fruición la estación de Atocha, ¿por qué?
27) Fueron tantas las detenciones de “sanguinarios
terroristas árabes”, especialmente en Cataluña, que cerca estuvieron los
brillantes operativos policiales de paralizar los servicios de recogida de
basura de esa comunidad, dado que a esos oficios se dedicaba la mayoría de los
terroristas apresados. Para su fortuna, las sospechosas sustancias
químicas que manejaban no eran sino productos de limpieza. Peligrosos terroristas detenidos en España a los que nunca incautaron armas o explosivos, pero
si cosas tan temibles como ordenadores, detergente, harina, azúcar, paraguas o
documentos absolutamente intrascendentes, sin duda algo susceptible para
ser considerado un potencial terrorista.
28) El 11-M (al igual que lo fue el 11-S y el 7-J) tiene todas
las trazas de haber sido una pura y dura estrategia de criminalización contra
el Islam utilizando como coartada la banda terrorista favorita de la CIA, Al Qaeda (o sus sucedáneos que operan en Pakistán, Siria e Irak. Dicha
maniobra anti-islámica es bien conocida y fue diseñada en años precedentes por
Estados Unidos e Israel, mientras sus títeres europeos y del resto del mundo no
hacen más que seguir sus líneas programáticas.
29) ¿Qué hacía la
OTAN el día antes del 11-M realizando ejercicios militares en Madrid? Vean
el video al final de este artículo: "Madrid
11M: 911 días después".
30) Quienes resolvieron que ese jueves no hubiera universidad en todo el día ¿Sabían que algo
terrible iba a suceder el 11 de marzo? ¿Trataban de que murieran menos
personas?
Conclusión final
La terrible tragedia del 11-M se
trató una vez más, de una criminal operación de bandera falsa que llevan a cabo
los días 11 las élites en el poder mundial, recordemos el 11 de setiembre de
2001, el 11 de marzo de 2004 en Madrid, el 7 de julio de 2005 en Londres y la
del 11 de marzo de 2011 en Japón.
No fue ninguna casualidad la selección de los días de los atentados. Los perpetradores los eligieron según el signo monetario. |
El 11-M no lo hizo ni la ETA, ni los GAL, ni Al Qaeda
(que no existe). Fue lo mismo que el 11-S y el 7-J, un atentado adjudicado a los islamistas para justificar la llamada
"guerra contra el terrorismo". En cuando a las elecciones
posteriores, ambos, PP y Psoe, intentaron usarlo a su conveniencia, unos que eran
ETA y otros Al Qaeda. Y una vez pasadas las elecciones guardaron silencio.
¿Quién se beneficio del 11-S, 11-M y 7-J? Los árabes por supuesto no. Más bien fueron las grandes corporaciones con intereses en la guerra.
Un ¿Por qué? junto a las velas encendidas en las vías conmemorando el 11-M. |
Ya lo dijo
alguien que estuvo en el riñón de quienes organizan los atentados: "Los servicios secretos anglosajones
-británicos y estadounidenses- organizan la mayoría de los atentados
terroristas atribuidos a Al Qaeda, con el fin de servir a los designios bélicos
de sus países", David Shayler,
ex agente británico del MI5 (Lo dijo en Bruselas, 19-11-2005).
De algo estamos seguros, en España no cierran las
explicaciones "oficiales" de la tragedia sucedida el 11M.
Vea
aquí el documental que revela otra cara del 11-M:
Es un video muy bien editado, pero cuando al final aparece el "Che" queda demostrada claramente su procedencia. A esta altura de la historia y después de los ejemplos anti-imperialistas que hemos tenido y seguimos teniendo en latinoamérica y el mundo, me parece ridículo seguir pregonando la ideología de estos "señores". Fidel tiene 55 años en el poder y morirá siendo dictador, Chávez iba por el mismo camino y ahora Venezuela se cae a pedazos, nosotros estamos a la deriva y los K también querían perpetuarse en el poder, Corea del Norte es otra dinastía hereditaria macabra, el islamismo es puro fanatismo y no quiero olvidarme de los "socialistas" soviéticos. Por su parte, el imperialismo también tiene lo suyo y es nefasto.
ResponderEliminarVivimos en un mundo lleno de mentiras y "el poder" corrompe a la mayoría de las personas, ya sea económico, militar, religioso o de cualquier índolle.
Yo no tengo dudas que el mal de este planeta, empezó con los seres humanos y su "racionalidad"...