Equivalen a
entregarle a cada afectado 1,7 millones de dólares o 1.300.000 euros. Todas las
personas que enfermaron con la vacuna se inocularon durante la falsa pandemia
de Gripe A de los años 2009/2010.
Los
pacientes que han sufrido un daño
cerebral como resultado de la vacunación contra la gripe porcina recibirán
en compensación, el pago de 60 millones de libras esterlinas del gobierno
británico. Equivale a casi 72 millones
de euros para las 60 víctimas que fueron a la justicia a reclamar una
compensación por daños y perjuicios.
El
abogado que ha representado a muchos demandantes, Peter Todd, dijo al diario The
Sunday Times: “Nunca hemos visto tal
cosa. Las víctimas de esta vacuna sufren
de una enfermedad incurable permanente y requieren de un tratamiento médico
significativo”.
A raíz
de la falsa epidemia de gripe porcina de 2009, unos 60 millones de personas, la mayoría niños, han recibido la vacuna Pandemrix
que puede causar narcolepsia y
cataplejía en aproximadamente uno de cada 16.000 vacunados. Se espera que
se vean aún muchos otros casos similares en un futuro cercano.
Los padres de 60 niños enfermos por la vacuna demandaron al gobierno inglés y les pagará 60 millones de libras por los daños. |
A
lo largo de Europa y hasta el momento, más de 800 niños enfermaron por la
vacuna, según denunciaron.
La mayoría padece narcolepsia
que afecta el ciclo de sueño de una persona provocándole dormir durante más de
90 minutos a una hora en distintas horas del día. La
enfermedad puede dañar la función mental, la memoria y provocar alucinaciones o
enfermedad mental.
En
tanto que la cataplejía puede hacer
perder la conciencia en una persona cuando se está experimentando fuertes
emociones, incluso cuando estas personas comienzan a reír.
Sólo en el territorio inglés se pusieron más de 6 millones de dosis de Pandemrix. |
Uno de los afectados por la vacuna Pandemrix, fue el niño Josh Hadfield. Inicialmente el Laboratorio quiso silenciar a su madre con
una indemnización de 120.000 libras, ahora cobrará un millón por las secuelas
provocada por la vacuna de la Gripe A. Según The Sunday Times con probabilidad aparecerán nuevos casos
pues sólo en el territorio
británico se pusieron más de seis millones de dosis.
El niño Josh Hadfield y su madre. Por vacunarse quedó enfermo de por vida. |
Entre
los afectados, hubo miembros del NHS (National Health Service (Servicio nacional
de salud), muchos de los cuales ya no pueden trabajar a causa de los síntomas
causados por la vacuna. Estas personas se están preparando para demandar al gobierno por los millones de libras de ingresos
perdidos. Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes, alrededor del 80 %
son niños.
GSK es el fabricante de Pandemrix. Imagen de su sede en Londres. |
Esta es otra consecuencia de la
manipulación orquestada por los grandes laboratorios farmacéuticos durante la
falsa pandemia de Gripe A de los años 2009 2010.
Quienes alertaban en esos años a la gente que no se vacunara fueron
acusados de “conspiranoicos”, de ser “retrógrados”, “opuestos al progreso”,
etcétera, etcétera. Ahora el tiempo les da la razón. Quienes se vacunaron
por miedo o ignorancia ahora padecen narcolepsia y cataplejía entre otros
trastornos.
Se
calcula que los laboratorios facturaron muchísimo entre 2009 y 2010, la totalidad de
los gobiernos del mundo apilaron reservas de vacunas contra la Gripe A por
valor de más de 4.900 millones de euros.
Nunca
existió una pandemia de Gripe A
En el
año 2010, un comité del Consejo de Europa y una publicación médica, la revista British Medical Journal (BMJ), coincidieron en sus críticas a la
Organización Mundial de la Salud (OMS) por su mala gestión de la gripe A.
Para la revista British Medical Journal la labor de la ONU ha sido profundamente contaminada por los conflictos de intereses con la industria farmacéutica. |
Por consejo de la OMS, los gobiernos acumularon grandes cantidades
de antivirales contra el H1N1 y gastaron millones en vacunas que no se utilizaron.
Wolfgang Wodarg, presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa denunció en un informe que "la pandemia de la gripe A nunca existió". |
Las mismas acusaciones se manejan en
un informe de la Comisión de Salud del Consejo de Europa presidida por Wolfgang Wodarg: «La OMS recurrió a
medidas excesivas», «Esta pandemia (Gripe A) nunca
ha existido». «La influencia de algunas farmacéuticas fue clave en las
decisiones de la OMS»… Estas fueron algunas de las acusaciones lanzadas durante
la presentación del informe en París. El
documento también indica que los gobiernos nacionales fueron presionados para
acelerar la compra de vacunas.
En
Finlandia y Suecia también tuvieron que indemnizar a los vacunados
Las autoridades finlandesas y suecas
ya habían informado del problema en agosto de 2010, al constatar que el riesgo de padecer narcolepsia se había
multiplicado por 13 en los niños vacunados y por dos en los mayores de 20 a 30 años.
279 suecos y finlandeses fueron afectados por la vacuna de la Gripe A. |
La narcolepsia o síndrome de Gelineau es una afección
neurológica poco habitual que produce episodios
de sueño irresistibles e imprevistos y un cansancio extremo. Según un
reciente estudio británico, entre 25 y
50 personas de cada 100.000 la sufren.
El
Pandemrix, producido por el laboratorio farmacéutico británico GSK, fue
inoculado al 60% de la población sueca durante las campañas de vacunación
contra la gripe H1N1 en 2009 y 2010.
La vacuna H1N1 los enfermó para toda la vida en vez de inmunizarlos. |
Una investigación francesa
coordinada por el Dr. Antoine Pariente,
que formaba parte de una serie de estudios europeos que se hicieron públicos el
20 de septiembre de 2012, ya mencionaba que en las personas vacunadas se multiplicaba por cuatro el riesgo de
desarrollar narcolepsia.
La narcolepsia es un trastorno
neurológico terrible. Además del sueño, también puede provocar alucinaciones, parálisis, problemas de
concentración, agitación, dificultades para conciliar el sueño con normalidad,
terribles pesadillas e incluso catalepsia (ese trastorno repentino del
sistema nervioso que provoca la pérdida momentánea de la movilidad y de la
sensibilidad, paralizando por completo el cuerpo y haciendo que la persona se
desplome literalmente mientras está realizando sus tareas cotidianas). Por eso,
los afectados ya no pueden realizar ninguna actividad potencialmente peligrosa,
ni siquiera conducir.
Hasta el momento no se conoce ningún remedio. Por lo
general, a las víctimas se les administran medicamentos muy fuertes para
controlar los síntomas. Se trata sobre todo de anfetaminas o medicamentos similares. Todos estos medicamentos
pueden provocar graves efectos secundarios, como taquicardia, diarrea, nerviosismo, fatiga, vómitos, ansiedad,
palpitaciones, temblores y episodios maniáticos.
Otras
vacunas perjudiciales
En
Inglaterra otro juzgado ha dictaminado que la
vacuna trivalente sarampión, paperas, rubeola, ocasionó daños cerebrales graves
a un niño y ha ordenado al gobierno que pague una compensación de 90.000
libras. Robert Fletcher era
completamente normal y estaba sano hasta
que recibió la vacuna a los 13 meses tras lo cual a los 10 días aparecieron
convulsiones severas y ataques epilépticos y dejó de responder quedando
gravemente retrasado. Ahora con 18 años padece una minusvalía importante
que requiere atención las 24 horas del día. Su madre Jackie ha creado el grupo
JABS para ayudar a los niños y a las familias que se encuentran en su misma
situación. En Inglaterra el problema está identificado especialmente desde que
Andrew Wakerfield hizo su primera publicación en 1998 y cientos de otros casos
esperan compensaciones.
La Liga Francesa para la Libertad de Vacunaciones denuncia un caso grave postvacunal cada 20.000 personas. |
Se ha calculado que sólo se declaran un 1% de las
reacciones adversas de las vacunas. Cuando suceden síntomas postvacunales
más o menos graves en las semanas posteriores a la vacunación, normalmente el personal
sanitario niega o ignora la relación causa y efecto con la vacuna y lo
atribuye a simple coincidencia. Por ello, muchos de los efectos secundarios
no se incluyen ni en los registros médicos ni en los estudios estadísticos.
Tampoco se han estudiado oficialmente los efectos
secundarios a medio plazo porque se dan por supuesto que no existen. Según
revistas de prestigio (Lancet, Pediatrics) las reacciones postvacunales severas oscilan entre 1 de cada
100.000-300.000 dosis pero la Liga Francesa para la Libertad de Vacunaciones
habla de 1 cada 20.000 dosis.
En Estados Unidos se reciben anualmente unas 11.000 notificaciones de reacciones adversas serias a las vacunas. |
El Centro Nacional de Información sobre las Vacunas (NVIC), una organización de base, fundada por padres de niños muertos y dañados por las vacunas, ha realizado sus propias investigaciones. Este Centro informó que “en Nueva York, sólo 1 de cada 40 consultorios médicos (2,5%) confirmó que se notifica una muerte o un daño después de una vacuna”. Dicho de otra forma, 97,5% de las muertes y casos de invalidez relacionados con las vacunas no se notifican en ese lugar. Dejando de lado las implicaciones sobre la ética médica (la ley federal de los Estados Unidos exige que los médicos notifiquen los casos serios de reacciones adversas), estos datos sugieren que las muertes y los casos de daños graves pueden ser en realidad de 10 a 100 veces más que lo que se notifica.”
Aunque
los médicos nos aseguren cínicamente que no hay peligro y que las vacunas solo producen
efectos adversos en un caso de cada millón de casos, estadísticamente está demostrado que ellos son las personas que menos se vacunan del
mundo.
Lo que está claro es que existe riesgo postvacunal y
que constituye una importante iatrogenia, también llamado acto médico dañino. Los efectos
adversos están muy documentados y estos datos demuestran la gravedad del tema.
Las vacunas no son
en absoluto inocuas y los daños colaterales existen.
Conclusiones
Las vacunas actuales en la mayoría de los casos, perjudican la salud en vez de otorgarla. |
- En el caso de la Gripe A se fabricó una falsa
pandemia.
- Los gobiernos compraron
millones de vacunas.
- Estos productos eran de baja eficacia.
- Y además se sabía sobre su
peligrosidad.
- Unos años después, lo que sabíamos que ocurriría y por ello
alertamos a la población, ocurre: aparecen
las personas dañadas.
Las víctimas de esta vacuna ahora
tienen enfermedades incurables y de por vida y requerirán medicación
(qué horrible paradoja, un medicamento les arruina la salud y necesitan otros medicamentos para paliar sus consecuencias).
- Los laboratorios han hecho un
negocio redondo. Ganaron mucho dinero con este fraude y las consecuencias les han salido gratis.
- La salud depende de aspectos
más allá de los medicamentos: paz, higiene, agua potable, alimentos sanos,
equilibrio emocional, etc. que nos ofrecen calidad de vida y protección contra
las enfermedades. La mejor prevención es fortalecer el sistema inmunológico: con una alimentación correcta, ejercicio,
descanso adecuado y equilibrio emocional.
- Las vacunas representan un mercado
multimillonario, el más rentable de la “Farmafia”, y se basa principalmente
en nuestro miedo a la enfermedad.
- Los conocimientos de nuestro
sistema inmunitario actual son limitados y muchas
creencias sobre los efectos de las vacunas se basan en suposiciones. No
existen estudios científicos contundentes a favor de las vacunas, no existen a largo plazo, no existen sobre
las interacciones del cóctel vacunal en el cuerpo, la mayoría de las
investigaciones no son independientes y los Ministerios de Salud no los pueden
contrastar.
- Las enfermedades infantiles no son
peligrosas como
para justificar campañas indiscriminadas
sin epidemias reales y se pueden prevenir y tratar fácilmente sin vacunas.
- El 75% de las reacciones posvacunatorias ocurren entre la primera hora
y 60 días después de recibir las vacunas.
-Aunque algunas autoridades médicas ocultan,
silencian o minimizan dichos efectos, es un hecho que en todo el mundo surgen asociaciones de padres víctimas de las vacunas
y que en Estados Unidos se han pagado miles de millones de dólares en
indemnizaciones por daños reales, quedando demostrada su peligrosidad.
- Hoy los niños se vacunan un 600% más que hace varias décadas a pesar de que haya
menos enfermedades infecciosas.
-La leche materna, la crianza con
afecto y la vida sana protege a los bebés de enfermedades, mucho más que cualquier
vacuna.
- Las vacunas actuales en la mayoría
de los casos, perjudican la salud en vez
de otorgarla.
El doctor australiano Archie Kalokerinos, sostiene que la
vacunación tiene un objetivo más siniestro que el que se ve a simple vista, y
es el uso de la vacuna
como medio para fomentar un genocidio silencioso de organismos
indeseables por su religión o por su
posición social, o como simples
objetos de pruebas de potenciales armas biológicas.
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