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jueves, 20 de noviembre de 2014

SUPUESTOS MAPUCHES DECLARAN LA “GUERRA A LA ARGENTINA Y CHILE”

Un grupo de mapuches desconocido que se hace llamar RAM apareció en escena para adjudicarse tres ataques terroristas ocurridos en los últimos dos años en la provincia de Río Negro, Argentina y anuncia el comienzo de su "guerra" contra la Argentina y Chile para conseguir una nación propia.

Así quedó el refugio Neumeyer en Bariloche,
luego del incendio provocado por 5 hombres
encapuchados en octubre de 2014.
"Ni argentinos ni chilenos, somos Nación Mapuche. Todo el Territorio Libre y Recuperado para todo Nuestro Pueblo", reclamó la organización Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).

A través del comunicado en noviembre que dio a conocer su existencia, el grupo se adjudicó tres ataques que sorprendieron a la opinión pública rionegrina: el incendio del refugio Neumeyer del mes de octubre de 2014, construido en 1971 y ubicado a 17 kilómetros al este de San Carlos de Bariloche, el ataque contra la Iglesia Catedral en 2013 y la agresión con petardos y pintadas contra la fachada del Consulado de Chile en Bariloche en septiembre del año pasado. Además, se hicieron responsables por la quema de la plantación de pinos en diciembre de 2013 que el empresario italiano Luciano Benetton tiene en el noroeste de Chubut, Argentina.

Catedral de San Carlos de Bariloche.
"Nos adjudicamos de manera digna y responsable, la última operación publica ejecutada por Weichafe de la R.A.M. en el valle del Challwako, la cual obedece a una visión estratégica del conflicto, es un mensaje para todo Nuestro Pueblo Mapuche, Comunidades, organizaciones, los enemigos winka capitalistas, sus empresas y estado opresor, ya que el refugio Neumeyer representa intereses de la burguesía y el fascismo local a través del Club Andino Bariloche coludido con Parques Nacionales, a la vez que el lugar colinda con la zona de inversión Petrolera de la Cuenca del Ñiriwau", aseguraron.

Así quedó el frente del Consulado de Chile en
Bariloche, luego del atentado en setiembre de
2013 por parte de tres desconocidos que
lanzaron bombas molotov. Puede leerse en la
puerta quemada "Resistencia Mapuche".
El RAM explicó en el comunicado la cosmología mapuche que orienta sus ataques: "La figura del Weichafe siempre ha existido, significa el que hace la Guerra y es quien cuenta con la capacidad de combatir de manera real y consecuente, luego de operar los weichafe se repliegan nuevamente en sus comunidades, a lo que el estado responde con represiones desmedidas, erradas y desesperadas, como ocurrió luego de la última acción sobre una Comunidad que aunque perteneciendo al Movimiento no se relaciona con los hechos, repetimos que la solución debe ser política, no judicial ni represiva, en principio se basa en la devolución del Territorio Usurpado y el retiro de sus intereses de Nuestro WallMapu".

En el mapa está demarcado
el sector de Bariloche.
La agrupación anticipó que están dispuestos a "resistir a sangre y fuego a las petroleras y mineras en el sur". "Será nuestro objetivo consolidar una fuerza para echar mediante acciones concretas las ya instaladas", advirtieron.

Aunque las principales organizaciones indígenas de la zona dijeron desconocer quiénes integran el grupo, el mensaje fue claro: "Las organizaciones saben bien quiénes somos, algunos de los actuales disidentes y vendidos, caminaron alguna vez junto a nosotros".

Otra imagen del refugio Neumeyer
quemado el mes pasado en Bariloche.
"Reafirmamos nuestro proceder operativo en el mismo marco de Lucha Territorial y de Liberación Nacional, nuestro accionar concreto es la muestra más real de apoyo mutuo", concluyeron.

Respecto al atentado más reciente, el incendio del refugio Neumeyer del mes pasado, donde también fue incendiada una retroexcavadora y el bosque lindante. Según relató una trabajadora del lugar, cinco hombres encapuchados y armados sorprendieron aproximadamente a las 6, al encargado del refugio, que dormía en la cabaña con su pareja.

Retroexcavadora quemada junto al refugio
Neumeyer. También ardió el bosque lindante.
"Entraron a punta de pistola, encapuchados, y cuando los hicieron salir les quitaron los celulares; ya habían prendido fuego la leñera", relató aquella empleada, que tuvo diálogo directo con los afectados.

Otras fuentes coincidieron en el relato y señalaron que el encargado y su novia fueron atados a un árbol en la zona boscosa que rodea el refugio, y que cuando se pudieron desatar corrieron por el camino de ripio hasta la ruta 40 Sur, ubicada a unos 15 kilómetros, para pedir ayuda y llamar al servicio de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Los mapuches no son un pueblo originario de la Argentina
La mayoría de la gente desconoce que de todos los pueblos aborígenes de la Argentina, los únicos que no pueden argumentar que estaban antes de la llegada de los europeos son los mapuches.

Pintura retratando el 9 de Julio de 1816,
cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata
declararon su Independencia en el Congreso
reunido en la ciudad de Tucumán.
Los mapuches no se llamaban así en la antigüedad sino que se denominaban araucos o araucanos, habitaron siempre detrás de la cordillera de los Andes, en lo que hoy se conoce como Chile. Del lado opuesto, hoy territorio argentino, cuando se creó el Virreinato del Río de la Plata en 1776, no había mapuches. Cuando se declaró la Independencia de las provincias Unidas del Río de la Plata en 1816, no había mapuches.

Mapa con los indígenas autóctonos
de la Argentina. Haga clic para
aumentar la imagen.
La historia y la antropología coinciden en que el territorio argentino, de San Luis hacia el sur, estaba ocupado por los tehuelches septentrionales (pampas, aoniken) los tehuelches meridionales (pampas, guenaken), los pehuenches en el sur de Mendoza y norte de Neuquén y los tehuelches que habían pasado a la isla de Tierra del Fuego, conocidos como selknam u onas y yaganes. No había araucanos. 

Los llamados actualmente "mapuches", ex araucanos, no tenían relación alguna con la llanura pampeana y la Patagonia argentina, su accionar se circunscribía al otro lado de la cordillera. 

Los indígenas araucanos eran tradicionalmente muy belicosos. Recordemos que en los primeros tiempos de la conquista española asolaron varias importantes ciudades en Chile que los chilenos tardaron siglos en reconstruir. 

Históricamente los araucanos se encontraban asentados entre los ríos Itata y Toltén, en Chile, y emparentados lingüísticamente con los grupos indígenas vecinos denominados picunches y huilliches.

Estatua de Caupolicán.
Los araucanos presentaron una gran resistencia a la dominación española durante todo el siglo XVI. Entre los 16 grandes caciques araucanos que se enfrentaron a los españoles en el siglo XVI estaban Caupolicán, capturado y muerto en 1558 y otro de sus jefes más famosos fue Lautaro (1534-1557), que capturó y dio muerte a Pedro de Valdivia (1497-1553) junto con sus 50 hombres y unos cuantos miles indios leales a España.

Pintura del cacique araucano Lautaro 
(1534-1557).
La Guerra de Arauco se prolongó durante toda la primera mitad del siglo XVII hasta la última gran rebelión mapuche en la Capitanía de Chile de diciembre de 1766, o rebelión de Curiñanco, fecha desde la cual las relaciones fronterizas se distendieron y se produjeron importantes transformaciones sociales en el pueblo mapuche, fruto de su expansión hacia las pampas argentinas y la intensificación del comercio entre éstos y los criollos.

Retrato ecuestre de un cacique
pehuenche, de Johann Moritz
Rugendas, alrededor de 1842.
Los pehuenches situados del lado argentino de la cordillera de los Andes, hablaban inicialmente una lengua emparentada con la de los tehuelches. En un juicio realizado en Mendoza 1668 por robo de caballos, los indígenas pehuenches que estaban siendo juzgados no hablaban mapuche sino una lengua desconocida que pudo ser entendida por un segundo traductor.


En el siglo XIX los pehuenches fueron "araucanizados" y hablaban ya el mapudungun, la lengua de los mapuches, porque eran intermediarios en el comercio entre los araucanos del otro lado de los Andes y los únicos que conocían los pasos cordilleranos y los controlaban hasta que fueron avasallados por los araucanos. Los artículos de comercio que ofrecían los pehuenches eran caballos, ovejas y sal. 

Escultura en Leuvucó, provincia de
La Pampa que recuerda a la principal
toldería ranquel en ese lugar. En su
pecho están simbolizados los 8
caciques que gobernaron a los
ranqueles en el siguiente orden:
Carripilún, Yanquetruz, Painé,
Pichón Huala, Manuel Baigorrita,
Mariano Rosas, Ramón Cabral
y Epumer, que murió en 1890.
Recién aparecieron los primeros exploradores de esta etnia araucana en el territorio de las Provincias Unidas, de este lado de los Andes, según cuentan las crónicas, como un primer grupo de invasores constituido aproximadamente por unos 100 indígenas de la etnia huilliche capitaneados por el cacique Yanquetruz en 1818. Se afincaron en Neuquén y desde allí se fueron extendiendo hacia el sur y el norte. Yanquetruz se afincó entre los ranqueles, una etnia originaria de la República Argentina y tomó el mando de estos a la muerte del cacique Carripilún que murió en 1820 sin dejar descendencia en Leubucó, provincia de La Pampa.

En 1819, un contingente de 7.000 vorogas, liderados por los caciques Cañiuquir y Mariano Rondeau con más de 2.000 guerreros masacran a los pampas argentinos (etnia tehuelche septentrional o günnün a künna) en cercanías de Sierra de la Ventana, provincia de Buenos Aires.

El masón y general chileno 
José Miguel Carrera (1785-
1821), organizaba malones 
en el sur argentino 
contando con soldados 
de su país, bandoleros 
y araucanos.
En 1820 el masón chileno y general José Miguel Carrera (1725-1821) con 500 soldados, bandoleros y prófugos de la justicia junto con Yanquetruz y los caciques Pablo Gaylquín y Ancafilú al mando de 2.000 araucanos atacó el pueblo de Salto destruyéndolo completamente, matando a los hombres y cautivando las mujeres, también atacó Rojas, Lobos y Chascomús. Carrera fue capturado, enjuiciado y condenado a muerte en 1821 por sus numerosos crímenes en la ciudad de Mendoza. 

En 1821 un malón de moluches al mando del cacique Chocorí, apoyados por tropas regulares de Chile, provistas además de artillería, derrotó a 1.800 guerreros tehuelches, muriendo dos de sus principales caciques que lucharon con coraje, Ojo Lindo y Anapilco. La toma del control del vado de Choele-Choel fue fundamental para el control de los arreos de ganado robado con destino a Chile. Previamente, los tehuelches ya habían sido derrotados en Languiñeo ("Lugar de muchos muertos"), Barrancas Blancas, Río Senguer, y Shótel Naike (Chubut). Luego de vencer a los autóctonos, el pueblo araucano fue avanzando sobre el territorio argentino.

En 1821 un malón de araucanos al mando del
cacique Chocorí, con tropas regulares de Chile,
provistas además de artillería, derrotaron a
1800 tehuelches y se apoderaron del vado de
Choele-Choel, que era fundamental para el
control de los arreos de ganado robado con
destino a Chile.
Chocorí tenía bajo su mando a 2.000 guerreros araucanos y luego de vencer a los tehuelches se asentó en la isla de Choele-Choel desde donde se iniciaban todos sus malones. Realizó numerosos asaltos a Carmen de Patagones, Bahía Blanca y poblaciones menores del sur de Buenos Aires. Para saquear se asoció a otros caciques como Catrirén, Maullín, Velocurá y Lupil. Una columna del ejército de Juan Manuel de Rosas, encargada de subyugar a los caciques rebeldes, persiguió hasta la cordillera a la tropa de Chocorí, quien fue sorprendido en su campamento y debió huir despavorido. Huyó hacia el oeste en compañía de los caciques Velocurá y Lupil. Chocorí murió en 1834, en un enfrentamiento con las tropas del coronel Francisco Sosa, destacadas para perseguirlo, perteneciente a la columna del este de la Primera Campaña al Desierto comandada por el general Ángel Pacheco (granadero de San Martín en San Lorenzo, Chacabuco y Maipú).

Ubicación de Choele-Choel, provincia
de Río Negro, Argentina.
En 1823 el cacique Ancafilú y Pichimán organizan un malón por los campos de Magdalena, provincia de Buenos Aires, siendo perseguidos por los soldados, que los alcanzan en el partido de Castelli. Se entabla un combate y muere Ancafilú y 60 de sus hombres el 3 de noviembre de 1823, lográndose rescatar 80.000 cabezas de ganado.

En lo que hoy es la Reserva provincial Castillos
de Pincheira, en Malargüe, Mendoza estaba uno
de los escondites de la banda de renegados
asesinos que guiaban los hermanos Pincheira.
Cuando los vorogas del Cautín, provincia de la región de la Araucania, que lucharon a favor del rey Fernando VII, o sea, lucharon a favor de España contra los ejércitos argentino-chilenos que querían la Independencia del país trasandino, fueron finalmente vencidos, huyeron a la Argentina en 1826 junto con los renegados hermanos Pincheira (eran seis, todos nacidos en Chile, hijos del español afincado en Chile llamado Martín Pincheira que engendró  a cuatro hijos y dos hijas: Santos, Pablo, Antonio, José Antonio, Rosario, y Teresa).

Los renegados y crueles forajidos hermanos
Pincheira, para los chilenos son héroes y se
hizo una telenovela donde son "buenos",
inocentes de todos los crímenes que
les adjudican.
Los forajidos chilenos pasearon la bandera de España por la llanura pampeana y llegaron a crear todo un sistema económico donde la principal fuente de ingresos era el ganado vacuno robado de las haciendas de las estancias rioplatenses, donde alentaban a vorogas y ranqueles a hacer malones. Luego los engordaban en los prados donde ubicaban sus campamentos y finalmente eran vendidos en las comarcas de Valdivia y Llanquihue donde llegaban siguiendo el «Camino de los chilenos», recibiendo por contrabando armas y alcohol que se distribuían entre los indios.

La Campaña del Desierto organizada por Juan
Manuel de Rosas en 1833 empleó 2000 hombres.
El apogeo de los Pincheira y sus campañas contra el sur de las provincias de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires fue de 1826 a 1830. En 1830 los Pincheira y su banda asesinarían al cacique pampa Tetruel y a toda su gente por ser amigos del gobierno argentino.

El 19 de enero de 1830 los ranqueles Currutripay, Catrilén, Faustino Millapán, el cacique Pablo y Yanquetruz junto con un grupo de los Pincheira atacaron la ciudad de Río Cuarto.

Juan Manuel de Rosas (1793-
1877), organizó la primera
Campaña al Desierto.
El 19 de agosto de 1831 los caciques boroanos Cañiuquir, Rondeau, Caniullán, Melín, Huircán y Yanquetruz sitiaron Río Cuarto con 1200 guerreros y se llevaron el ganado de las estancias cercanas.

En 1832 el cacique araucano Martín Toriano aliado de los forajidos chilenos hermanos Pincheira, fue capturado y fusilado en Fuerte Independencia, hoy Tandil.

En 1832 Juan Manuel de Rosas organizó una “Campaña del desierto” que tardó un año en prepararla. El 22 de marzo de 1833, Rosas partió con 2.000 hombres, ocupó el “camino de los chilenos” (por donde se llevaban las vacas a Chile), dejándose un fuerte en Médano Redondo y guarniciones en Choele-Choel y otros puntos del río Negro que subsistieron hasta 1852. En su campaña logró rescatar a 2000 cristianos cautivos.

Indígenas huiliches retratados en 1859.
Allá por 1833, atravesó los Andes el grupo más numeroso con la llegada del cacique Calfucurá ("Piedra azul" de kalfu "azul" y kurá "piedra"), de la parcialidad araucana moluche, hijo del cacique Huentecurá y penetra en la llanura pampeana cuando la Nación Argentina era ya independiente y soberana. Por lo tanto, estos araucanos fueron invasores. Calfucurá se radicó en la gran llanura pampeana.


Foto del año 1910. Familia de ranqueles en su
toldo en la provincia de La Pampa. Los
ranqueles fueron araucanizados.
El 13 de marzo de 1834 los ranqueles aniquilaron a la guarnición de dragones en el pueblo de Río Cuarto.

A su vez, los vorogas fueron masacrados el 8 de setiembre de 1834 por los huilliches de Calfucurá (1790-1873) en Masallé, cerca de la laguna de Epecuén, con la aprobación de Juan Manuel de Rosas.

Calfucurá convocó a una gran reunión a todos los caciques y capitanejos de la Patagonia argentina. Los invita a comer, los embriaga y los asesina a todos el 9 de setiembre de 1834. Murieron unos mil caciques y capitanejos. Esto se conoce como la Masacre de Masallé. El único que logró escapar gracias a su astucia fue el cacique Ignacio Coliqueo (1786-1871), que era también boroano o boroga y había llegado a las Salinas Grandes (límite entre Buenos Aires y La Pampa) en 1820.

El cacique Juan Calfucurá convocó
en 1834 a unos mil caciques y
capitanejos de las pampas, los
embriagó y luego los mató a todos.
Solamente se salvaron los pocos que no asistieron a la reunión. Calfucurá tomó de un solo golpe el poder de una numerosa tribu, muertos sus jefes quedó al mando de numerosos contingentes de araucanos, vorogas, huilliches y tehuelches hasta formar una heterogénea confederación de quince mil personas, dos mil seiscientas de ellas eran guerreros. El verdadero genocidio lo cometieron los araucanos cuando aniquilaron a los Guenaken, también llamados Tehuelches, a los puelches, huarpes, pampas y demás pueblos de la llanura que eran los auténticos aborígenes de la Patagonia.

A mediados de 1837 el cacique voroga Railef, procedente de Chile realizó un malón con 2000 guerreros, atacó la Fortaleza Protectora Argentina (actual Bahía Blanca) y robó 100 mil cabezas de ganado. El botín era grande así que Calfucurá lo atacó en la actual provincia de Neuquén cuando el ganado era arreado con intención de cruzar hacia Chile, mató a Railef y a más de 500 guerreros.
La Fortaleza protectora Argentina, fundada
el 9 de abril de 1828, posteriormente, se
convertiría en la ciudad de Bahía Blanca.
Al parecer, en 1838 muere el cacique de los ranqueles, Yanquetruz, lo sucedió Painé que murió en 1844 y le siguió su hijo Calbán o Pichón Huala que murió en 1858. 

Hasta 1845 se registraron 7 malones en el sur de la provincia de Santa Fe. En abril de 1852, Calfucurá invadió con 5.000 hombres las estancias del sur de Buenos Aires y hasta llegó a sitiar a Bahía Blanca. De allí en más, además de Buenos Aires, soportaron las depredaciones las provincias de Santa Fe, San Luis, Córdoba y Mendoza. 

Guerrero de la llanura pampeana
oteando el horizonte.
A partir de principios de 1855 toda la línea de la frontera sufrió el embate permanente de nuevos malones indios, en especial los del cacique araucano Calfucurá, nacido en Chile. Éste, se autonombró general y se agregó el nombre de Juan. También mandó confeccionar un sello que tenía la siguiente inscripción: "General Juan Calfucurá-Salinas Grandes".

Entrada principal al fortín de Mercedes,
provincia de Buenos Aires.
También designó un secretario blanco nacido en Chile, de nombre Manuel Acosta, que era descarado cruel y muy astuto. Fue el mayor confidente del cacique y le redactaba todas sus cartas, ya que Calfucurá no sabía leer ni escribir. 

Para afianzar su dominio sobre la región pampeana el cacique hizo venir de Chile a numerosos araucanos de su confianza. Entre los caciques que vinieron a saquear y matar las poblaciones argentinas estaban Mayquín, Quillapán, Calvucoy, Marihual y Calvuén. Varios de estos jefes, luego del malón se iban hacia su tierra arreando el ganado robado.

Pintura La cautiva de los ranqueles, que retrata
la predilección de los malones por las cautivas.
Al mando de 5000 guerreros Calfucurá avanzó sobre Azul, y el 13 de febrero de 1855 mató 300 personas, se llevó 150 cautivas y robó 60.000 cabezas de ganado. Seguidamente venció a las sucesivas milicias provinciales del general Bartolomé Mitre, del comandante Nicolás Otamendi y del general Manuel Hornos, que inútilmente trataron de impedir su avance. Estas victorias envalentonaron a los aborígenes trasandinos quienes arremetieron sobre Cabo Corrientes, Azul, Cruz de Guerra, Junín, Melincué, Olavarría, Alvear, Bragado y Bahía Blanca.

El 21 de septiembre de 1855 los malones arreciaron nuevamente en Tandil, invadiendo todo el pago, atacando Rojas entre muchas localidades, por lo que los miembros de la corporación municipal Juan Fugl y Narciso Domínguez se dirigieron hacia la estancia El Carmen, del anciano general Eustoquio Díaz Vélez, ubicada a cincuenta kilómetros dentro de la línea de fronteras, solicitándole al viejo general, en su carácter de jefe de milicias, que brindara protección al indefenso pueblo. En el ínterin, los escasos pobladores huyeron hacia Dolores. Por entonces, era usual que, debido a las grandes distancias a cubrir y a la falta de comunicación adecuada, la guardia nacional llegara tardíamente al lugar de los hechos, cuando los indios ya habían producido el saqueo, llevándose todo aquello que les fuera útil.

Óleo del anciano general de la
Independencia, Eustoquio Díaz Vélez
que protegió a los habitantes de
Tandil dentro de su estancia.
Bravo como había sido a lo largo de su vida, Díaz Vélez, no sólo que no abandonó su estancia, sino que se pertrechó en ella dando refugio y amparo a los gauchos y paisanos de la región y se preparó, con los escasos armamentos que poseía, para defenderse. Los aborígenes, conocedores de su valentía, no atacaron la fortificación. Díaz Vélez no alcanzó a ver materializados los esfuerzos que iniciara por recomponer la debilitada frontera porque falleció en 1856 y recién, el 15 de marzo de 1857, se firmó un acuerdo de paz llevado a cabo por el veterano general Manuel Escalada (su hermana Remedios se casó con José de San Martín. Manuel Escalada luchó en el combate de San Lorenzo como granadero, al igual que su hermano Mariano. Pelearon también en Chile contra los realistas).

Manuel Escalada, como jefe del ejército de la frontera del Sur, y el cacique mayor Cipriano Catriel (muerto por uno de sus hermanos en noviembre de 1874), firmó un tratado. Como el cacique Cachul, amigo de éste, no reconociera el tratado, hizo una campaña hasta las tolderías, para obligarlo a aceptar la paz. Con el tratado de 1857, el pago de Tandil recuperó una temporaria paz.

El cacique Cipriano Catriel
firmó un tratado de paz
en 1857.
En 1857 el jefe Ignacio Coliqueo nacido en Boroa, provincia chilena de Temuco, invadió Pergamino y se apoderó de 40.000 cabezas de ganado. Murió en Los Toldos, provincia de Buenos Aires en 1871. 

La madrugada del 19 de mayo de 1859 Calfucurá con sus capitanejos Guayquil, Antelef y 3.000 indios de batalla entraron por el bañado de Giménez (actual Parque de Mayo) y rodearon el Fuerte que protegía a Bahía Blanca. En el enfrentamiento murieron unos 200 indígenas pero no lograron su objetivo.

Aparece Orélie Antoine
En 1860 aparece en la Patagonia Orélie-Antoine de Tounens, un procurador francés que visitó la región de la Araucania, fue elegido por los araucanos para ser el primer Rey de Araucanía y Patagonia. En 1862, el Rey Orélie-Antoine fue hecho prisionero por soldados chilenos y estuvo detenido 9 meses en un manicomio. El cónsul francés lo sacó de allí y lo envió a Francia.

El cacique Quillapán era amigo
de Orélie Antoine de Tounens.
El cacique chileno Quilapán o Quillapán, hijo del cacique Juan Mangin Hueno, heredó en 1866 el cargo de su padre al frente de los indios arribanos, una parcialidad araucana, fue seguidor y luego lugarteniente de Calfucurá.

Quillapán fue el que le permitió entrar a la Araucania en 1860 al aventurero francés Orélie Antoine de Tounens que se autoproclama Rey de la Araucania y la Patagonia el 17 de noviembre. Los arribanos vieron en el francés la posibilidad de encontrar apoyo extranjero para su lucha contra el gobierno chileno y también contra los argentinos.

El fraudulento Rey de
Araucania y Patagonia vestido
con ropa araucana.
Tounens vestía como los mapuches y se dejó el cabello largo. Organizó tres expediciones para reclamar su trono, una en 1869 y otra en 1871 que fue su última experiencia donde trajo un barco fletado con cuantioso armamento que fue requisado en Buenos Aires.

Los araucanos de las pampas facilitaron sus viajes de traslado de ida hasta Chile por el paso de Llaima y vuelta a París por el Atlántico. El Rey Aurelio, como lo llamaban los indígenas aconsejaba a Quillapán sobre lo que debía hacer. Quilapán fue el último gran cacique mapuche que residió en territorio chileno. Murió en 1875 por una intoxicación alcohólica. El Rey Orélie-Antoine murió en 1878 en Tourtoirac, Francia.
Reunión de caciques araucanos.

En 1862, Baigorrita ya había asumido el cacicazgo de Poitahué, distante a unos 50 kms de Leubucó, sede del cacique principal Mariano Rosas. En junio de 1865, a instancias de su padrino, el coronel unitario Manuel Baigorria, por entonces refugiado entre los ranqueles, quien le dio su nombre y apellido, firmó un tratado de paz con el presidente Bartolomé Mitre, a fin de pacificar la frontera sur de San Luis y Córdoba.
Mangrullo de un fortín en Cipolletti,
provincia de Río Negro.
Entre las primeras invasiones que promovió Baigorrita se cuenta por sus efectos devastadores el malón sobre Villa Mercedes (San Luis), en 1867; y sobre Villa La Paz (Mendoza), en 1868, donde fue saqueada la misma iglesia del pueblo. Muere en Neuquén el 16 de julio de 1879.

Los malones fueron en aumento con la llegada de más invasores araucanos desde Chile, hubo 13 malones en 1870, suben a 29 en 1871, 35 en 1872. En 1872 Calfucurá atacará numerosas poblaciones de la provincia de Buenos Aires con un ejército de 6.000 indígenas matando a 300 hombres, llevando 500 cautivos y 200 mil cabezas de ganado. Un destacamento militar de la ciudad de Azul al mando del general Ignacio Rivas cabalgó en marzo de 1873 detrás del malón y cuatro días después los 8.000 guerreros que participaron del ataque fueron derrotados en la batalla de San Carlos por 600 soldados y 1000 guerreros de Cipriano Catriel y Coliqueo y se recuperaron las cabezas de ganado.

El 4 de junio de 1873 muere Calfucurá en su toldo de Chilihué ("Pequeño Chile") en Salinas Grandes y asume el mando su hijo Manuel Namuncurá (1811-1908), también había nacido en Chile, cerca del arroyo Azapa. Asume el mando y realiza una campaña de terror por todo el centro de la provincia de Buenos Aires. 

El "Camino de los chilenos" ya parecía una autopista
A finales de 1875 los malones de Namuncurá formados por 3.500 a 4.000 lanceros junto a los caciques Catriel, Baigorrita y su hermano Álvaro Reumay, atacan las estancias entre Tres Arroyos y Alvear, saqueando Tandil, Azul y Tapalqué, tan solo en el primer poblado mataron a 400 vecinos, tomaron 500 cautivos y robaron 300.000 cabezas de ganado.

El cacique Manuel Namuncurá
vistiendo uniforme de coronel
junto a sus hijos Julián y
Ceferino en el año 1884.
En la carta dirigida en diciembre de 1875 al cacique general Manuel Namuncurá, por el teniente coronel Daniel Cerri, a propósito de los preparativos gubernamentales para avanzar la línea de la frontera, le dice: "Ustedes no tienen derecho alguno a esos campos. Su padre Calfucurá no ha nacido en tierras argentinas sino en Chile, habiendo nacido en la orilla del arroyo Laima. Calfucurá y su gente se llaman Laima-che y tienen sus relaciones y parientes en Chile".

En 1876 se produce un furioso ataque indígena a Tres Arroyos con ocupación de la ciudad y numerosos muertos. En 1876 el comandante Maldonado derrotó con soldados de caballería, gendarmes rosarinos e indios de Pichi Huinca en las Horquetas del Sauce a una fuerza de 2500 indios levantados.
Trabajo en la Zanja de Alsina, foto de 1877.
Tenía 374 km de largo, 3 metros de ancho 

por 2 metros de profundidad.
En 1876 y 1877 se intentó detener el avance de los malones construyendo la Zanja de Alsina en la frontera, que llegó a tener 374 kilómetros de largo, 2 metros de profundidad y 3 metros de ancho. La zanja dificultaba en parte el arreo de la hacienda y obligaba a los indígenas a demorarse para superar el obstáculo. 

El “Camino de los chilenos o "Rastrillada grande" tenía unos 1000 kilómetros de largo desde la provincia de Buenos Aires hasta los pasos cordilleranos neuquinos y atravesaba además las provincias de La Pampa y Río Negro. Hacia el camino troncal convergían muchos otros caminos secundarios.



Rastrillada indígena en la provincia de La Pampa.
El camino tenía unos cien metros de ancho y estaba marcado por el paso de cientos de miles de cabezas de ganado robado a lo largo de los años y culminaba en ciudades chilenas desde Osorno y Valdivia hasta Chillán y Los Ángeles. 

En Chile les era comprada la hacienda robada a razón de un poncho por vaca, una botella de caña o aguardiente por yegua, como precios corrientes, sin perjuicio del negocio de prendas de plata, cuentas, armas y abalorios.

En Chile, por el ganado robado en la Argentina
les daban un poncho por vaca y una botella
de caña o aguardiente por cada yegua.
Es interesante citar al diputado chileno Guillermo Puelma (1851-1895) sobre lo que dijo en un debate del Congreso de su país sobre la cuestión de la Araucanía: "Es sabido que el comercio que más realizan los araucanos es el de animales robados en la República Argentina... Y nosotros, que sabiendo que son robados los compramos sin escrúpulo ninguno, después decimos que los indios son ladrones. ¿Qué seremos nosotros, pues?".


El cacique Pincén, fotografiado
en diciembre de 1878.
Otro elemento corroborante con lo expuesto está ofrecido por el siguiente diálogo mantenido en 1878, cuando el doctor Estanislao S. Zeballos entrevistó al cacique Pincén, descendiente de los tehuelches cuando éste se hallaba prisionero en Buenos Aires: “-¿Por qué te separaste de Calfucurá?”, lo interrogó aquél, obteniendo la siguiente respuesta del jefe capturado: “-Porque yo soy indio argentino y Calfucurá es vorogano de Chile, usurpador de nuestra tierra”. El cacique fue detenido con su familia en noviembre de 1878, cerca de la laguna Malal (noreste de La Pampa), y un mes después, arribó a la capital, para ser recluido en la Isla Martín García con parientes y otros de su tribu.

La campaña de Julio Argentino Roca
El 16 de abril de 1879 el general Julio A. Roca fue a la Patagonia como Comandante en Jefe del Ejército Nacional a cumplir la misión que Nicolás Avellaneda, presidente de la Nación Argentina, elegido por el pueblo, le había asignado. Y esa campaña estuvo destinada a integrar, a incorporar de hecho a la geografía argentina, prácticamente la mitad de los territorios históricamente nuestros, y que estaban bajo el poder tiránico del malón araucano, cuyos frutos más notables eran el robo de ganado que posteriormente era arreado y vendido en Chile, rapto de mujeres y la provocación de incendios.


Julio Argentino Roca durante su campaña
al Desierto.
En 1879 las tropas del cacique Namuncurá (de namun, "pie" y kurá, "piedra") eran poderosas, lo prueba el hecho de que ganaron las primeras batallas contra el Ejército Nacional. Según datos de la época, la totalidad de los aborígenes hasta el río Negro por el sur, y los Andes por el oeste, se calculaba en 20.000 almas.

Mapa de la expedición del general Roca que
puso fin a la fiesta de robo y sangre derramada 

por los araucanos.
Ambos bandos contaba con fusiles Remington. Los araucanos los traían de Chile, a donde se los vendían los ingleses a cambio del ganado argentino robado en los malones. Prueba de ello es que la columna del Ejército Nacional comandada por el Gral. Villegas tenía como objetivo clausurar y controlar los pasos andinos por donde les llegaban a los araucanos los Remington. En síntesis, nuestro país defendía la soberanía sobre una Patagonia que los caciques araucanos deseaban y ellos en su casi totalidad, eran chilenos.


El cacique araucano Manuel Namuncurá y
su familia, luego de su rendición en 1884.
El ejército argentino avanzó hasta la misma cordillera de los Andes empujando a las agrupaciones de araucanos hasta su propio país. En la propia frontera capturaron en marzo de 1880 al cacique Purrán principal jefe de los pehuenches araucanizados. Llevaba unas 2.000 cabezas de ganado. En la persecución llegaron hasta el valle de Lonquimay. Purrán tenía un parlamento de 25 caciques y más de 75 capitanejos. Tenía 1200 guerreros pero se abstenía de participar en malones pero arengaba a todos los demás caciques a saquear las tierras argentinas, luego les compraba a bajo precio la hacienda robada que la hacía engordar en los pastizales al sur del río Neuquén y luego anualmente vendía muy bien entre 20 y 30.000 cabezas de ganado en Chile. El cacique Purrán recibía sueldos mensuales de Chile para permanecer en esa posición y estimular los asaltos y el pillaje de los araucanos en las poblaciones argentinas.
El teniente coronel Manuel Ruibal junto al
cacique Reuque Curá, hermano de Calfucurá,
y algunos de sus lanceros que
se rinden en el año 1883.

En diciembre de 1883 cae prisionero el cacique chileno Reuque Curá, hermano de Calfucurá. Dirigía una federación de caciques, entre ellos, Queupú Millá, Nahuel-Pan, Painé Filú y Pulmanc. Tenía 2.500 lanceros.  

En marzo de 1884 se entrega Manuel Namuncurá con 300 guerreros en Ñorquín, provincia de Neuquén.


El 1º de enero de 1885 se entrega Sayhueque, el último de los grandes caciques sureños acompañado de 700 guerreros y 2500 mujeres, niños y ancianos. 

De dónde viene la palabra “mapuche”
Los habitantes del antiguo arauco nunca usaron la palabra “mapuche”. Tengamos presente que jamás figuró un solo cacique, un cona o capitanejo, una princesa, un gran cazador o guerrero, ni un individuo determinado que fuera conocido como "mapuche", pues a todos esos ándidos, sean araucanos, boroganos, huiliches, etcétera, se los identificó por sus etnias reales y nunca jamás como "mapuches".

No existía ninguna etnia
mapuche en el libro Una
excursión a los indios
ranqueles, 
del coronel
Lucio V. Mansilla escrito
en el año 1870.
El uso actual del término "Mapuche" y las falsas reivindicaciones de estos son maniobras disolventes y disgregantes, ya que ni Juan Manuel de Rosas que emprendió campañas contra ellos ni Roca los mencionan en la Campaña al Desierto, tampoco los historiadores, ni la famosa Una excursión a los Indios Ranqueles de Lucio V. Mansilla, ni en Guerra al Malón de Manuel Prado. Tampoco los menciona la historia oficial en las Provincias ni Museos de Historia del Neuquén Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Mendoza, ni San Juan.

Desde comienzos del siglo XVI los pueblos originarios de la Patagonia anteriores a esa fecha fueron las etnias tehuelches, pampas o puelches, serranos, onas y yaganes por citar algunos. No había araucanos en lo que hoy es la Patagonia argentina.

Roca y su Plana Mayor en
Choele-Choel.
Ningún jefe indígena figuró o combatió como representando a esa arbitraria e interesada designación de "mapuche" que fue totalmente desconocida hasta principio del siglo XX, años 1902-1903 aproximadamente, cuando este término fue creado por estudiosos chilenos y agentes ingleses interesados, quienes propiciando la palabra mapuche para aplicarla a los indígenas, tanto de Chile como de Argentina, hacían desaparecer viejas etnias como los araucanos, pampas, huiliches, pehuenches o tehuelches, aglutinando bajo el nombre de "mapuches" a todas las parcialidades a ambos lados de la cordillera.

La Guerra al Malón, escrito en
1907 por Manuel Prado que formó
parte de la Conquista del Desierto
y llegó hasta Choele-Choel
en el año 1889.
La “creación mapuche" igualaba a todos y era, y es, una expresión que muchos desprevenidos no llegan a entenderla. Fue un “invento geoestratégico” y hoy es un problema potenciado por intereses foráneos.

Los mapuches, que significa mapu “tierra” y che “gente” o sea “hombres de la tierra”, que acusan al General Roca de genocida, fueron los responsables del exterminio de los tehuelches. Y hoy, reclaman tierras que no les pertenecen. 

Una estimación señala que entre 1820 y 1870 los indios robaron 11 millones de cabezas de ganado, 2 millones de caballos y 2 millones de ovejas; asesinaron o capturaron a 50.000 personas, y robaron bienes por valor de 20 millones de pesos. Con su acción, los indios habían puesto límites al uso de las tierras y a la colonización. Desde el punto de vista económico, el dominio que los indios tenían del sur de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba, la actual provincia de La Pampa y el sur de Mendoza implicaba una forma primitiva de producción, cuyo superávit era enviado a Chile. El mencionado dominio de la llanura pampeana constituía un verdadero estado-tapón indígena (preponderantemente araucano) en la Patagonia, organizado y mantenido desde Chile, con el fin de entorpecer la colonización argentina en el sur.

En rojo, comunidades mapuches
establecidas en la Argentina.
La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 reveló que hay 600.329 personas que se reconocen pertenecientes a pueblos originarios. La condición de indígena se logra por "autoadscripción". Los mapuches son el pueblo más numeroso, con unas 113.000 personas que se declaran de ese origen. Y son, además, los más conflictivos y agresivos en cuanto a su nivel organizacional y sus reclamos.

Actualmente los “mapuches” como argentinos tienen todos los derechos al igual que los demás argentinos, pero permanentemente intentan falsear la historia y pretenden les devuelvan tierras que nunca les pertenecieron. Ellos dicen que no se rigen por las leyes argentinas, porque son mapuches, por ende, no reconocen al Estado Argentino. Reclaman tierras que les fueron propias en Chile, y otras que les fueron ajenas en Argentina.

Ahora dicen los mapuches que son pueblos originarios argentinos, de ninguna manera lo son. En todo caso se los puede considerar como inmigrantes en la misma categoría que los españoles, italianos, árabes, franceses, griegos, etcétera, que vinieron a poblar la República Argentina.

,
Reynaldo Mariqueo, de 55 
años, nacido en Chile, es la 
cara visible de la supuesta 
"Nación mapuche", creada 
en 1996 con sede en 
la ciudad de Bristol, 
Inglaterra.
Los “mapuches” tienen su casa central, no en Chile o la Argentina, sino en la ciudad de Bristol, Inglaterra. Concretamente en el Nº 6 de la calle Lodge Street, Bristol. También tienen su sitio de Internet (hecho en Gran Bretaña), www.mapuche.nation.org que se edita en inglés, francés, alemán y español. Su asociación fue creada el 11/5/1996, por “europeos preocupados”. ¿No tendrán preocupaciones más acuciantes en sus propios países?

Salvo un nombre de origen araucano, Reynaldo Mariqueo, el resto de los 17 directores de la ONG mapuche tienen nombres en inglés. Consiguen buena prensa para sus reclamos, juntan dinero para la causa y hasta el Banco Mundial le concedió un préstamo de 6 millones de dólares a la Confederación Mapuche liderada en Argentina por Jorge Nahuel. Préstamo para mejorar las condiciones de vida del pueblo mapuche del que todavía no se han rendido cuentas y del que Jorge Nahuel tuvo que responder ante la Justicia Federal en una causa en la que se lo acusaba de "delitos de acción pública" pero fue sobreseído por el juez federal Sergio Gabriel Torres.

Conflictos permanentes
En las provincias de la Patagonia Argentina hay decenas de estancias que han sido tomadas por los “mapuches” que reclaman como suyas. En ellas flamea la bandera mapuche (franja celeste, verde y roja, con una franja más estrecha negra con cruces pampa en la parte superior e inferior y un gran sol amarillo con 4 divisiones). 

Los carteles con la frase "Territorio mapuche"
proliferan por todas las provincias del
sur argentino.
En Neuquén han usurpado dos escuelas, la Mamá Margarita, cerca de Junín de los Andes, un establecimiento de monjas que fueron echadas del lugar donde desde hace 40 años enseñaron a niñas de cualquier raza, con la excusa que la religión católica interfiere con las creencias mapuches.

La otra escuela tomada, que no es confesional, por lo tanto el pretexto religioso no existe, es la escuela provincial Nº 161, en la base del Cerro Chapelco, en San Martín de los Andes.

Bandera que falazmente se la
intenta hacer pasar como
bandera de la nación
mapuche, en todo caso,
sería araucana.
Villa Pehuenia es una de las poblaciones más jóvenes de la provincia de Neuquén. Esta localidad, al abrigo de las costas del lago Aluminé, nació gracias a un convenio entre la provincia y los mapuches. El Estado les canjeó las tierras costeras sobre el Aluminé a cambio de 12.000 hectáreas en otra zona de la provincia. Los mapuches mantuvieron como propia la zona del volcán Batea Mahuida, donde levantaron un pequeño centro de esquí, y en los terrenos linderos con "la angostura", el riacho que une los lagos Moquehue y Aluminé, donde explotan cinco campings. Hoy dicen que el convenio que permitió el nacimiento de la villa no sirve y argumentan que todo les pertenece. Ocupan, de hecho, un complejo de cabañas, a escasos metros de "la angostura". Incluso mantienen cerrada una calle de la villa detrás del llamado Parque Industrial, donde reclaman como propias tierras costeras.

Comunidades mapuches reclamando terrenos
en el centro cívico de Bariloche.
También han ocupado un hotel 5 estrellas en Pulmarí, el resort Piedra Pintada, propiedad de un suizo italiano llamado Doménico Panciotto, que lo construyó después de obtener permiso de la comunidad de Pulmarí y de los mapuches.

Mientras el estado nacional mira hacia otro lado, obedeciendo quién sabe qué órdenes emanadas desde el exterior, los supuestos mapuches avanzan usurpando tierras, escuelas, hoteles y provocando atentados terroristas. Avanzan sobre la patria, nuestra patria, la que los indígenas no consideran suya; aunque viven acá y tienen los derechos y obligaciones de cualquier ciudadano argentino. En la Argentina reclaman tierras que no les pertenecen y rechazan el país en el que viven, estudian y trabajan. Rechazan el país al que eligieron emigrar y que los acogió. 

Los mapuches son inmigrantes dentro de la
República Argentina, reclamando lo que
no les corresponde.
El accionar de los mapuches debe ser tomado muy en serio; está en juego la integridad territorial de la patria. Están en juegos las reservas de agua potable de los lagos, ríos y glaciares patagónicos, están en juego los bosques, la fauna y las reservas minerales de todos los argentinos, que los codicia un grupo étnico que reclama lo que no le corresponde, llegando incluso a obrar por medios violentos para apoderarse de ellos.

La cuestión es simple: Instalar por medio de la violencia un estado indígena en la Patagonia para que luego sea tomado por intereses foráneos que explotarán sus incalculables riquezas. 

10 comentarios:

  1. Es gracioso porque cuando uno dice defender la raza aria te dicen que aca en Argentina somos todos mestizos, ahora estos supuestos mapuches no lo son? so nos mestizados con el blanco? son indigenas %100?

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  2. en argentina hay mapuches puros, meztisos y arios, pero argentina es una nacion aria

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    1. salta la prepotencia otra vez... los argentinos, arios?????..... si en verdad se asilaron muchos nazis..; eso no quiere decir que los nazis crearon la nacion completa de argentina!!!! es un pais latinoamericano donde existen personas de raza blanca... pero rubios hay hasta el africa (sur) mezclas hay por todas partes y mas en latinoamérica.

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  3. busco a descendientes de gimenez Daniela hija de un cacique que le fue robada ella era una india de ojos verdes que seria mi bisabuela mi mail es alejandramarcela66@hotmail.com

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  4. En cuanto a la integración de nuestro territorio, debemos estar atentos a cuando se haga la traza de limites definitivos en la zona de los hielos continentales entre Argentina y Chile. Ya que esta delimitación comenzaría con un error histórico: que es el de suponer que el monte Fitz Roy es la más alta cumbre, y por lo tanto el hito de frontera, en realidad es el Cordón Mariano Moreno (más al Oeste). Está mala consideración, hecha en una época donde el acceso a esas latitudes era mucho más complicada que hoy, hace que la frontera se desplace 30 km hacia nuestro territorio, o sea serán unos 30 km injustamente regalados a Chile. Esa zona es una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo, y debemos controlar que se cumplan en forma los tratados firmados oportunamente. Chile obtuvo mucho territorio a costa de la Argentina, a través de incumplimientos, creación de falsos litigios, caprichosas reinterpretaciones, toma de territorios por la fuerza ( Puna de Atacama por ej) etc etc etc….

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    1. Te hace ruido el "perito" Moreno? Ese si que robó tierras, en favor de Argentina y a punta de mentiras, fraudes y "astucia" tan características de ustedes. Esto es tema de un siglo atrás, mantengamos las cosas como están o siempre estaremos dando vueltas en lo mismo (no diré nada sobre Darwin y su funesto informe respecta la Patagonia, que fue chilena y que gracias a ese destacado científico ahora es de ustedes)...

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  5. que mangas de ignorantes cachacutres winkas chewuas. amulepe taiñ weichan marihiwueu

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  6. como uno puede llamar invasor al Nativo americano? ya sean MAPUCHES o araucanos ....en donde cabe el cinismo del invasor hispánico

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    1. Hola, respondiendo a tu pregunta, está claro que los araucanos, son nativos del actual territorio de Chile. No son nativos de la Argentina. Ellos ingresaron hacia la Argentina luego de su independencia, por ende, vinieron después de los europeos.
      Y cabe agregar que los mapuches lo hicieron en actitud violenta, matando a los pueblos orifginarios de la Patagonia argentina, los tehuelches y usurpando sus tierras. ¿Queda claro?

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  7. Muy buen artículo, quien es el autor saludos

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