El 26 de septiembre de 1983, durante la Guerra Fría se produjo el
llamado Incidente del Equinoccio de Otoño, que colocaría al mundo a escasos
segundos de un apocalipsis atómico.
Stanislav Petrov con una mezcla de intuición, frialdad, sensatez, cálculo y buena suerte, salvó al planeta de la destrucción nuclear. |
Hace 31 años en un día como hoy, pudo estallar una
guerra nuclear si Stanislav Petrov
hubiera interpretado que la Unión Soviética estaba siendo atacada por los
Estados Unidos. Posiblemente gracias a él todos nos hemos salvado de ser
meros sobrevivientes en un mundo apocalíptico, que hubiera sido completamente
distinto del presente. El acto que
realizó Stanislav Petrov —una mezcla de intuición, frialdad, sensatez, cálculo
y buena suerte— salvó el planeta de la destrucción nuclear, aunque él esté muy
lejos de ser considerado un héroe. De hecho, no recibió ninguna medalla ni
premio honorífico o económico de su país, sino más bien una reprimenda de sus
superiores.
A las 00:14 hora de Moscú un satélite soviético dio
la alarma de que misiles norteamericanos
se dirigían a territorio soviético y en 20 minutos alcanzaría la URSS. En
aquel tiempo Stanislav Petrov, teniente
coronel del ejército soviético era el encargado de una estación soviética de
satélites que vigilaban a los Estados Unidos. La computadora interpretó el ataque
de 5 misiles. El protocolo para el ejército soviético habría sido tomar
represalias con un ataque nuclear. Pero el oficial de guardia Stanislav Petrov -cuyo trabajo era
registrar aparentes lanzamientos de misiles enemigos- decidió no informar a sus superiores y en su lugar los descartó como
una falsa alarma.
Mapa de la desaparecida Unión Soviética. |
Esto
fue una violación de sus tareas, una
negligencia en el cumplimiento del deber. Lo más seguro habría sido pasar
la responsabilidad, referirlo a un superior. Pero su decisión puede que haya
salvado al mundo.
"Tenía todos los datos (para
sugerir que había un ataque con misiles en curso). Si hubiera enviado mi
informe a la cadena de mando, nadie habría dicho nada en contra", dijo en
una entrevista.
El héroe anónimo
Hoy su historia parece apenas una nota de alguna
efeméride en los anales de la Guerra Fría, y él es sólo un viudo de 75 años, que vive olvidado por todos, achacoso y
acompañado por su hijo y un perro en un modesto piso —su mísera pensión de
jubilado no le permite más— en un olvidado pueblo llamado Friazino, a 40
kilómetros en las afueras de Moscú.
Dibujo del derribo del avión de pasajeros coreano por parte de un caza de la URSS. |
Para entender lo que Stanislav Petrov hizo hay que retroceder a los años ochenta, cuando
la Guerra Fría entre las superpotencias y sus respectivos aliados o satélites
era un constante juego de estrategias, actos de propaganda, provocaciones y
amenazas que mantenían el mundo en vilo, siempre
al borde de la catastrófica conflagración final.
Restos del avión de Korean Airlines KAL 007 derribado en setiembre de 1983 sobre la isla Moneron. |
La OTAN pronto comenzó el ejercicio militar "Able Archer 83" (“Arquero capaz”), a partir del 2 de noviembre de 1983, interpretado por la KGB como una preparación de un Primer ataque.
Guerra fría. |
Foto de Stanislav Petrov en 1983. |
Petrov,
nacido en 1939, teniente coronel de la Fuerza Aérea Soviética, se hallaba de
guardia en el bunker Serphukov 15 de
Moscú, donde se alojaba el sistema de alerta temprana de ataques nucleares.
Sepultado bajo tierra para no ser detectado por los
sistemas de contraespionaje norteamericanos, monitoreaba, día y noche, la red de alerta temprana ante cualquier
posible ataque de misiles nucleares del enemigo.
Así se representaba el duelo silencioso entre los Estados Unidos y la URSS. |
Satélite espía soviético Oko. |
Poco después de la medianoche, una nueva red de satélites llamada Oko ("El Ojo")
reflejó en las pantallas de Petrov y su equipo algo extraño y temible: "La
sirena aulló, pero me senté allí durante unos segundos, mirando a la pantalla roja, grande, retroiluminada con la palabra
'lanzamiento' brillando en ella", dice Petrov.
El sistema le decía que el nivel de fiabilidad de dicha descripción era el
"más alto". No podía haber
ninguna duda. Estados Unidos había lanzado un misil.
Base subterránea Serpukhov-15 en Moscú. |
"Un minuto más tarde la sirena
sonó de nuevo. El segundo misil había sido lanzado. Entonces la tercera y la
cuarta y la quinta. Las computadoras cambiaron de alertas de
"lanzamiento" a "ataque con misil"", dice.
"No había ninguna regla sobre
cuánto tiempo se nos permitía pensar antes de informar de un ataque, pero sabíamos
que cada segundo de retraso se llevaba un tiempo muy valioso. El liderazgo militar y político de la Unión Soviética necesitaba ser
informado sin demora".
La computadora rusa avisaba del ataque de 5 misiles intercontinentales. |
"Todo lo que tenía que hacer era alcanzar el teléfono para llamar por
la línea directa a nuestros altos mandos, pero yo no pude moverme. Me sentí como si estuviera sentado en una
sartén caliente", afirmó.
Lo que parecían cinco siluetas estaban moviéndose a
gran velocidad y altura en dirección a Moscú; segundos después los identificó
como cinco misiles Minuteman II
con cabezas nucleares. El sistema de detección estaba programado de tal
manera que, una vez confirmado el inminente ataque, Petrov estaba forzado a
respetar las precisas instrucciones de la computadora, seguir un "protocolo" de emergencia nuclear y comunicar de
inmediato la situación a sus superiores en el Kremlin; así se eliminaba toda
posibilidad de vacilaciones ni debilidades humanas. Una luz roja con las
palabras rusas equivalentes a "¡ATAQUE
CON MISILES!", titilaba en la consola frente a él: el circuito
electrónico no le dejaba otra opción que la prevista para estos casos. La
situación era todavía más dramática porque todo
el proceso, que iba de la detección del inminente peligro hasta la decisión
final de apretar el botón que desataría la represalia soviética, tenía que
cumplirse en aproximadamente doce minutos.
Principales objetivos militares en el caso de una guerra entre los Estados Unidos y Rusia. |
Imagen de una explosión nuclear. |
Petrov
consideró que podría tratarse de una falsa alarma, pues un eventual ataque se
haría con decenas de estas armas. En los minutos siguientes se detectaron otros
cuatro misiles, sin embargo Petrov mantuvo su convicción de que se trataba de
un error. El ataque nunca llegó. Si
Petrov hubiera actuado de modo contrario, la URSS hubiera sido la potencia
agresora lanzando un ataque nuclear por sorpresa a los Estados Unidos y estos a
su vez hubieran respondido con todo el arsenal del que disponían.
Stanislav Petrov en la actualidad, en su modesto departamento en el pueblo de Friazino a 40 kilómetros de Moscú. |
Misil Minuteman II en su silo nuclear. |
Por lo tanto, en su opinión, si hubiera estado otro militar en su turno, la alarma se habría lanzado
y hubiera llegado hasta el Premier Yuri Andropov en cuestión de pocos minutos.
Base Malmstrom de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Montana. |
Los soviéticos le obligaron a retirarse anticipadamente por no haber seguido el protocolo y decidieron ocultar el incidente. Tras lo cual tuvo que trabajar como guardia de seguridad para poder subsistir en la nueva Rusia, donde ha pasado al desván de las ruinas del período soviético.
En 1998 se comenzó a difundir este incidente
El informe sobre el Caso Petrov permaneció en absoluto secreto hasta 1998, cuando uno de
los oficiales bajo el mando de Petrov que fue testigo de la situación publicó
un libro donde contaba la singular anécdota.
Stanislav Petrov en su hogar, muestra el premio World Citizen Award. |
Años más tarde, el 21 de mayo de 2004, a Petrov le
fue concedido el premio World Citizen
Award de las Naciones Unidas.
En enero de 2006, Petrov realizó un viaje a Estados Unidos, donde
fue homenajeado por las Naciones Unidas,
y donde posteriormente le fue entregado
un segundo premio de la Asociación de Ciudadanos del Mundo.
Petrov recibe en 2013 el Premio de la Paz en la ciudad alemana de Dresde. |
En sus propias palabras: “No se puede empezar una
guerra nuclear con sólo cinco misiles”.
Otra de sus frases es la
siguiente: "Ese era mi
trabajo", dice. "Pero el mundo tuvo la suerte de que fuera yo el del turno de la noche".
En 2013 Petrov, al cumplirse 30 años de su actitud, recibió el Premio de la Paz en
Dresde, Alemania con un premio en efectivo de 32.000 dólares.
Esta historia tiene un significado muy aleccionador en
nuestros días, en los que hemos dejado atrás los hábitos de la Guerra Fría por
los de la "guerra
antiterrorista" que manipula los hechos haciendo creer al mundo que hay
que bombardear todos los países que le molestan a Israel y los Estados Unidos,
creando un peligro cierto y brutal, pero que al mismo tiempo ha creado un estado de histeria general que perdura desde
los autoatentados de falsa bandera del 11 de septiembre de 2001.
Nos han acostumbrado con que hay que bombardear a todos los países que le molestan a Israel y los Estados Unidos. |
¿Qué pasaría si alguien dispara misiles nucleares y luego se descubriese que fue un error de detección? |
Ver
video donde entrevistan durante 28
minutos a Stanislav Petrov:
Entrevista con Stanislav Petrov, Premio de la Paz de Dresde por haber prevenido una guerra nuclear
Entrevista con Stanislav Petrov, Premio de la Paz de Dresde por haber prevenido una guerra nuclear
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