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lunes, 1 de febrero de 2016

MÁS DE UN MILLÓN DE ITALIANOS MARCHARON EN ROMA CONTRA LA UNIÓN DE LOS HOMOSEXUALES

Italia es el único gran país de Europa occidental que no reconoce ningún estatus a las parejas homosexuales. Consideran que la mayoría heterosexual no debe aceptar las imposiciones de una minoría.

Imagen de la protesta el sábado 30 de enero
de 2016 en Roma.
Más de un millón de italianos contrarios a las uniones civiles de personas del mismo sexo se manifestaron el sábado 30 de enero de este año por las calles de Roma en contra de la proposición de ley a este respecto que se está discutiendo estos días en el Parlamento.

El proyecto de ley del primer Ministro Matteo Renzi prevé el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, algo que es rechazado por la mayoría del pueblo italiano.

El reconocido médico Massimo Gandolfini,
organizador del Family Day.
La manifestación fue a favor de la familia tradicional y, como era de prever, los convocantes del denominado 'Family Day' -así se bautizó la jornada- aseguraron haber llegado a los "dos millones" de manifestantes. «Todo el mundo debe participar, es nuestra arma, la única que disponemos», ha proclamado el organizador de este «Family Day» (Día de la Familia), el reconocido médico Massimo Gandolfini.

Esta proposición de ley del reconocimiento a las parejas del mismo sexo, ha sido sometida a examen por el Senado el jueves pasado y generó un inmediato rechazo popular. Italia es el único gran país de Europa occidental que no reconoce ningún estatus a las parejas homosexuales.

Los italianos se oponen a considerar
matrimonio a dos parejas del mismo sexo
y a que adopten hijos.
«La manifestación no va dirigida contra nadie, de hecho habrá numerosas parejas homosexuales», ha asegurado el presidente de Generazione Famiglia («generación familia»), Jacopo Coghe, uno de los organizadores de este encuentro.

El próximo martes se votará en el Senado italiano la ley de uniones civiles, también conocida como ley Cirinnà, en referencia a la senadora que la impulsó, Monica Cirinnà, del Partido Democrático del primer ministro Matteo Renzi. El artículo principal de la ley establece que dos personas del mismo sexo pueden constituir una pareja de hecho reconocida por el Estado, ante la presencia de dos testigos. También prevé que estas parejas puedan adoptar un hijo o una hija cuyo padre o madre ya sea uno de los dos componentes de la pareja.

"Por el amor de nuestros hijos", dice la pancarta.
"Sin límites, nuestra sociedad se volverá loca", declaró Massimo Gandolfini, responsable de la organización de la jornada de protesta a favor de la familia tradicional el sábado, que tuvo lugar en la gran plaza del Circo Massimo, un antiguo estadio romano para carreras de carros. "La ley Cirinnà no es aceptable de la primera a la última palabra. No se trata de cambiar tres o cuatro palabritas, sino de rechazarla completamente", añadió.

Hubo mil quinientos autobuses procedentes de toda Italia que trasladaron manifestantes a la capital, algunos financiados por agrupaciones católicas. De hecho, muchos religiosos participaron en la protesta, presidida por una gran pancarta que decía "En defensa de la familia y de los niños". Otra destacaba "prohibido desguazar la familia". De eslóganes, había de todo tipo: "Nos gusta la diversidad. Queremos una mamá y un papá", "la naturaleza no se cambia" o "Cirinnò", haciendo un juego de palabras con el apellido de la senadora impulsora de la ley, Cirinnà, y la palabra "no".

Un matrimonio protesta en Roma en contra
de las parejas homosexuales.
En la manifestación no hubo símbolos políticos, pero sí que asistieron al menos dos centenares de parlamentarios, sobre todo del partido Nuevo Centro Derecha -aliado del Partido Democrático en el gobierno-, Forza Italia, Lega Nord, y algunos representantes del ala católica de la propia formación del primer ministro italiano. En la protesta del sábado participó el ministro de Medio Ambiente, Gian Luca Galletti. El ministro del Interior, Angelino Alfano, indicó a través de Twitter que apoyaba la manifestación. Ambos pertenecen a pequeños partidos de centro-derecha, que forman parte de la coalición del PD socialdemócrata de Renzi.

Más de un millón de italianos reunidos en el
Circo Máximo repudiaron el proyecto de
ley del gobierno.
Esta presión popular y división política hace que sea una incertidumbre saber cuál será el resultado de la votación de la ley. "Queremos que los niños sepan claramente que la familia tiene un papá y una mamá", aseguró el portavoz del Family Day, Massimo Gandolfini, en una entrevista con La Repubblica.

El proyecto de ley, que es debatido en el Senado desde el jueves, es rechazado por la Conferencia Episcopal e incluso el Papa Francisco ha dado a entender que no está de acuerdo. La propuesta también es controvertida dentro del gobierno del primer ministro Matteo Renzi.

El Dr. Gandolfini durante la
marcha de repudio al proyecto
de ley que se tratará el próximo
martes en el parlamento italiano.
No es discriminar el no reconocer derechos al que no puede ser titular de ellos: Los manifestantes afirmaron que la adopción es una filiación y los matrimonios homos, por mucho que se empeñen en lo contrario, no pueden sustituir a un padre y a una madre.

Ya en mayo de 2007, las familias italianas salieron a la calle para protestar contra la ley que el gobierno pretendía aprobar y que equiparaba las parejas homosexuales al matrimonio natural, como también quiere esta vez. En aquella ocasión, y ante el millón de personas que salió a la calle, los políticos tuvieron que dar marcha atrás y detener la polémica ley.

El pasado 20 de junio de 2015, cientos de miles de familias se dieron cita en la Plaza de San Giovanni para mostrar su desacuerdo con la ley y consiguieron parar temporalmente su trámite, aunque se reactivó al comienzo de septiembre de 2015. La voluntad democrática del pueblo soberano deberá respetarse.

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