De
no existir el 29 de febrero, perderíamos 25 días cada siglo, provocando un
importante desajuste en las estaciones del año. El año bisiesto permite
recuperar las seis horas que cada año pierde la Tierra.
Los nacidos en este día, celebrarán su cumpleaños el 28 de febrero de los años no bisiestos. |
El 29 de febrero es el sexagésimo día del año del
calendario gregoriano y solo existe en los años bisiestos. El 2012 fue bisiesto, el actual 2016 es
bisiesto, el próximo año bisiesto será 2020. Se repite cada cuatro años y los nacidos en este día, oficialmente su cumpleaños es el 28 de febrero en
los años no bisiestos.
Nuestro planeta tiene una rotación de 365,24219
veces durante una órbita completa alrededor del astro, por tanto un año dura
365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, no 365.
Para compensar, se tuvo que agregar un día cada
cuatro años. En latín “Año bisiesto” es una expresión que deriva del latín bis sextus dies ante calendas martii
(era el dos veces sexto día antes del primer día del mes de marzo), que
correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por
Julio César.
Historia
del año con 366 días
En el calendario romano el día bisiesto, era el que
se añadía al calendario cada cuatro años, no era el 29 de febrero sino el
23, ya que este era el sexto día antes de las calendas de marzo. Así, había dos
23 de febrero, el primero era "el sexto día antes de las calendas de
marzo" y el día siguiente también 23, era "el bi-sexto día antes de
las calendas de marzo".
Julio César decidió terminar con los desfases del calendario romano y su decisión nos llevó al calendario juliano y luego al gregoriano que usamos actualmente. |
Transcurría el año 45 a. C., cuando el dictador
Julio César llegó a Egipto. Hasta entonces el calendario romano cargaba con
siglos de desfases debido a su imprecisión. El romano solo tenía 355 días con
un mes extra de 22 días cada dos años. Entre otras cosas, Julio encontró un
excelente calendario en las tierras de la faraona egipcia Cleopatra VII. Fue
entonces cuando delegó a Sosígenes de Alejandría, astrónomo, matemático y
filósofo, la tarea de diseñar un nuevo calendario a la altura y exactitud que
el imperio necesitaba. El proyecto incluía modificaciones tales como: Renombrar
el mes quintilis como
"julio" (iulius), en honor
al emperador que financió la idea y que había nacido el día 13 de quintilis del
año 100 a.C.
Sosígenes entregó a Julio su calendario, basado
principalmente en el calendario egipcio, pero conservando los nombres de los
meses romanos. Este calendario poseía una duración de 365 días y un día
adicional inicialmente cada cuatro años, para compensar un desfase natural
producido por la revolución no sincrónica de la Tierra en torno al Sol.
El astrónomo, matemático y filósofo Sosígenes creó el calendario juliano, basado en el calendario egipcio, mucho más preciso que el romano. |
La compensación de los desfases que tenía acumulados
el calendario romano obligó a que el año 46 a.C. se convirtiera en el año
más largo de la historia, con 445 días de duración para compensar e iniciar
nuevamente de cero. A este inusual año se le llamó "año juliano" o el
"año de la confusión".
Ya
los egipcios sabían que cada cuatro años la salida helíaca de la estrella
Sothis (Sirius) se retrasaba un día, dando inicio al año nuevo. Sin embargo, doscientos años antes, en el concilio de Cánope, cuando
pudieron hacer la reforma, los egipcios no la hicieron debido a pugnas entre
las castas sacerdotales y la clase política.
Aproximadamente seis siglos antes, en Roma, el rey
Numa Pompilio había agregado los meses de januarius
y februarius al ya maltratado año
romano, que hasta entonces era de diez meses lunares y fue a este último, a februarius, al que se sumó el día
adicional. Los romanos solían llamar calendas (o kalendas) al primer día de
cada mes y contaban hacia atrás los días que hacían falta. El día primero de
marzo se llamaba "calendas de marzo" o kalendas martias. En el calendario Gregoriano, utilizado
actualmente, el 28 de febrero sería el día anterior (el 2º día antes, con el
cómputo inclusivo, a las calendas de marzo y el 27 de febrero sería el tercer
día antes de estas calendas (téngase en cuenta que hay que contar tanto las
calendas como el propio día) y así sucesivamente, de modo que el 24 de febrero
sería el 6º día antes de las calendas de marzo (ante diem sextum kalendas martias).
El Papa Gregorio XIII en 1582 hizo oficial el calendario que corregía los errores del calendario juliano y nació el calendario gregoriano que usamos en la actualidad. |
El motivo porque febrero tiene menos días que el
resto de los meses
es a causa del emperador Augusto. El mes
sextilis (sexto mes del calendario
romano que comenzaba en marzo) fue el elegido por Octavio Augusto para que
lleve su nombre. Y como tenía un día menos que julio (el de Julio César), a augustus por decreto se le agregó un día
que fue quitado al último mes del año romano (febrero). He ahí la explicación
de por qué febrero tendría menos días.
Este calendario juliano fue oficial en Roma durante
los siguientes siglos, incluso en el Concilio de Nicea se advirtió que había
un error de Sosígenes, pero no hicieron nada por corregirlo, hasta 1582, cuando
se adoptó el calendario Gregoriano.
El error del greco-egipcio Sosígenes en el
calendario juliano era que cada año se introducían en el calendario
litúrgico bisiesto unos 11 minutos de más, por lo que poco a poco se iba
alejando del astronómico. En el siglo XVI, el error acumulado desde la
implantación de la regla pascual era tal que el equinoccio primaveral -supuestamente,
el 21 de marzo- había ocurrido el 11 de marzo, diez días antes. Y continuaba
subiendo. Para resolver este desaguisado, el papa de turno Gregorio XIII
decidió arreglar el descalabro.
El papa Gregorio XIII, asesorado por el astrónomo
jesuita Christopher Clavius, alemán y jesuita, fue coetáneo y amigo de Galileo,
con quien tuvo sus más y sus menos al respecto de sus muy distintas
concepciones del Universo, puesto que se mantuvo siempre fiel al geocentrismo.
Clavius corrigió de forma ingeniosa el calendario
juliano, y lo hizo añadiendo una cláusula adicional: “Un año será bisiesto
si es divisible por 4, pero no lo será si además es divisible por 100. Con la
excepción de los divisibles por 100 y 400 a la vez, que sí lo serán”. Pongamos
un ejemplo sencillo: el año 1900 no fue bisiesto, como no lo será el 2100, pero
sí lo fue el más reciente año 2000. Para rematar su trabajo, el papa Gregorio
-por indicación del gran Clavius- tuvo que resetear el calendario mediante la
pertinente bula, eliminando de golpe los diez días de más acumulados hasta
esa fecha, y así al jueves 4 de octubre de 1582 (del calendario juliano) le
siguió el viernes 15 de octubre de 1582 (del calendario ya conocido como
‘gregoriano’). El trabajo de Clavius fue tan bueno que perdura hoy en día y
solo tiene un error estimado de un día cada 3.300 años.
El viernes 15 de octubre de 1582 comenzó a regir el calendario gregoriano. |
Con la eliminación de estos diez días desaparecía el
desfase con el año solar. Para que no volviera a ocurrir, en el nuevo
calendario se eliminaron tres años bisiestos cada cuatro siglos.
Si
se usan métodos actuales, el cálculo de fechas anteriores al 15 de octubre de
1582 siempre será erróneo, ya que se deben utilizar
exclusivamente en retrospectiva hasta esta fecha y cambiar a cálculo de fechas
julianas a partir del 4 de octubre de 1582, sin olvidar estos 10 días
inexistentes.
Antiguamente se creía que todos los nacidos en año bisiesto podían llegar a desarrollar poderes sobrenaturales. |
Se calcula de esta manera: un año normal del
calendario gregoriano cuenta 365 días cuando en realidad son exactamente 365
días, 5 horas con 48 minutos y 56 segundos (365,25 días). Estas horas se
redondean a 6, lo que hace que cada cuatro años (año bisiesto) sumen un total
de 24 horas (un día).
Después
de la adopción generalizada en todo el mundo del calendario gregoriano, los
años astronómico y civil son en la práctica coincidentes, y las peculiaridades de la fijación de la fecha pascual por parte de la
Iglesia no presentan mayores problemas.
Este lunes, más de 4.800.000 personas celebrarán su cumpleaños en todo el mundo. |
Pero
son aún mayores las guerras, terremotos y muertes en años no bisiestos, y a pesar
de que los acontecimientos no acompañan la fama de los años bisiestos, hay
otras creencias populares que sí que les otorgan un cierto halo de misterio. Antiguamente se creía que todos los nacidos
en año bisiesto podían llegar a desarrollar poderes sobrenaturales. Habría
que estudiar a los nacidos en esta fecha a ver si es verdad. Como dato curioso,
este lunes 29 de febrero se celebrarán
algo más de 4.800.000 cumpleaños en todo el mundo.
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