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viernes, 8 de septiembre de 2017

APARECEN LAS V-2

El 8 de setiembre de 1944 una nueva arma secreta cae sobre los ingleses, las bombas V-2.

Un cohete V-2 listo para su lanzamiento.
Esta arma era desconocida por los Aliados. Los cohetes V-2 son lanzados desde playas de Francia en dirección a Inglaterra.

Entre el 8 de setiembre de 1944 y el 27 de marzo de 1945 cayeron más de 2000 de estos misiles sobre Inglaterra.

El 18 de setiembre de 1944 se produce una nueva oleada de bombas V-2 sobre Gran Bretaña, la mayoría cae sobre Londres.

El 25 de setiembre de 1944 otra oleada de V-2 cae sobre la capital británica.

Breve historia de la V-2
En 1935, Adolf Hitler aprueba el proyecto de esta nueva arma y decide facilitarles a los técnicos y científicos todos los medios para poder llevar a cabo su realización en un lugar secreto que será escogido por el propio Werner Von Braun, convertido en el director técnico del proyecto.

Werner von Braun, finalizada la Segunda
Guerra Mundial sería el creador del
cohete Saturno V.
El lugar elegido estaba situado en una isla del Báltico, Usedom, en la desembocadura del río Oder, lo suficientemente apartada para poder realizar las pruebas a salvo de miradas curiosas y donde se levantaron las instalaciones del Ejército de Peenemünde, de donde saldrían las principales armas secretas empleadas por las fuerzas alemanas.

En el complejo de Peenemünde trabajaban más de 12.000 hombres -entre técnicos y prisioneros de guerra- dispersos en un área de 25 kilómetros cuadrados donde había barracas para los presos y casas para los técnicos, usina eléctrica propia, bunkers, talleres de fabricación y rampas de lanzamiento de cohetes. Todo el complejo tenía su puerto exclusivo a orillas del Mar Báltico y una línea ferroviaria electrificada que conectaba a Peenemünde directamente con Berlín, situada a 250 km hacia el sur.

Lanzamiento de una V-2 desde la base de
Peenemunde. El lugar es hoy un museo
aeroespacial.
Entre los técnicos del equipo estaba también Helmut Hoelzer, diseñador de la primera computadora capaz de guiar a un cohete, utilizada en la V-2.

Primero se creó la V-1 ideada por el técnico aeronáutico Gerhard Fieseler. La bomba volante V-1 fue el primer proyectil operativo lanzado desde la base de Peenemünde, el centro de experiencias secretas alemán. Durante las pruebas el prototipo se adaptó para ser pilotado por la famosa aviadora germana Hanna Reichst, que realizó el vuelo en abril de 1944, antes de que las V- 1 fueran construidas en serie para la Luftwaffe.

Respecto a la V-2 que superaba largamente a la anterior, el proyectil tenía unas proporciones completamente inusitadas: 14,5 metros de longitud por 1,65 de diámetro máximo. Pesaba 12 toneladas y media en el momento del despegue, de las que un 70 % lo constituía el combustible compuesto por 3.750 kg. de alcohol etílico y 4.970 de oxígeno en estado líquido. Estos gases se consumían a razón de 125 Kgs. por segundo en la cámara de combustión, proporcionándole un empuje de 25.000 kg. y una velocidad de eyección de los propergoles de 2.000 m. por segundo.

Un cohete V-2 capturado por los Aliados en 1945.
En la cabeza iban los 910 kilos de amatol que constituían su carga explosiva; a continuación, entre la carga y los depósitos de combustible, venía un pequeño compartimiento en el que se situaban los mecanismos de control automático y de radio-dirección.

Al contrario de lo que sucedía con las V-1, las V-2 eran prácticamente invulnerables, pues alcanzaban velocidades supersónicas y era imposible interceptarlas con los cazas de motor de émbolo o derribarlas con la artillería antiaérea. Además podían ser disparadas desde rampas móviles, por lo que la localización de sus bases de lanzamiento resultaba bastante problemática para los Aliados.

La primera V-2 cayó sobre Chiswick, cerca de Londres, el 8 de septiembre de 1944, sin que sus habitantes se pudieran apercibir de lo que se les venía encima hasta sentir el estruendo de la explosión, que sería seguida del terrible estrépito producido al atravesar el artefacto la barrera del sonido y que sería escuchado en la ciudad unos segundos después del impacto. De estas armas cayeron más de 2.000 sobre Inglaterra, entre la fecha citada anteriormente y el 27 de marzo de 1945 en que cayó la última sobre Orpington, en Kent. El total de víctimas producidas fue de 2.754 muertos y 6.523 heridos. También se emplearon las V-2 contra la ciudad de Amberes y contra las fuerzas aliadas de la región de Aquisgrán. Se calcula que el número de aparatos fabricados por la industria alemana en el tiempo que les permitió la duración de la contienda, no sobrepasaría los 5.000.

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