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jueves, 22 de mayo de 2014

LA FUERZA AÉREA ALEMANA HUNDE 6 CRUCEROS Y 4 DESTRUCTORES INGLESES EN CRETA

Entre el 20 y el 23 de mayo los alemanes hunden 6 cruceros y 4 destructores ingleses (entre ellos el HMS Widnes, HMS Juno, HMS Greyhound, HMS Gloucester, HMS Fiji, HMS Kelly, el HMS Kashmir). La isla griega, ocupada por los británicos, fue sorprendida por desembarco aéreo alemán, sin precedentes en la historia. El 20 de mayo de 1941 comenzó un ataque a gran escala con tropas paracaidistas sin intervención de tropas terrestres que provocó uno de los peores desastres de la historia militar del Reino Unido.

Mapa del avance alemán y la expulsión de los
británicos de Grecia en abril de 1941.
La Batalla de Creta era la continuación de la derrota británica sufrida en Grecia días antes, muchas tropas británicas fueron evacuadas a Creta, por lo que en mayo de 1941 había en la isla unos 43.000 soldados entre griegos, británicos, neozelandeses y australianos. La posesión de la isla era muy importante para el Reino Unido, puesto que conservaba unos excelentes puertos en el Mediterráneo oriental. Al mismo tiempo, desde sus aeródromos era posible bombardear los campos petrolíferos de Ploesti, en Valaquia, Rumania y constituir un peligro en el flanco suroriental del Eje.

Paracaidistas alemanes suben a los aviones en
mayo de 1941, rumbo a Creta.
El 27 de abril de 1941, Adolf Hitler ordenó liberar la isla de Creta. La operación la llevaron a cabo las tropas aerotransportadas al mando del General Kurt Student, participando 700 aviones de transporte y 750 planeadores apoyados por la Luftwaffe. La invasión de la isla la llevaron a cabo 4500 paracaidistas alemanes que tardaron once días en ocuparla. Los británicos evacuaron apresuradamente sus posiciones protegidos por la Royal Navy, la cual sufrió fuertes pérdidas. Creta permaneció en poder de los alemanes hasta que su guarnición capituló en mayo de 1945.

Paracaidistas alemanes en pleno combate
contra los ingleses en Creta, mayo de 1941
.
El avance alemán en Creta fue la primera vez en la historia en que se realizaba un ataque a gran escala con tropas paracaidistas sin intervención de tropas terrestres. Los alemanes, gracias a contar con superioridad aérea, consiguieron transportar suficientes unidades como para derrotar a la guarnición que defendía la isla —más numerosa que los atacantes— y desbaratar la defensa naval británica, que había impedido hasta entonces a la Armada alemana acercarse a ella. Los ingleses quedaron impresionados del potencial de este tipo de tropas y empezaron a desarrollar sus propias unidades aerotransportadas.

Los británicos se apoderan de Creta
Los británicos ocuparon Creta al comenzar la guerra greco-italiana en octubre de 1940. Trasladaron una brigada, mejoraron tres aeródromos y las instalaciones del puerto de Suda, donde instalaron una base de abastecimiento para la Armada. Durante la guerra en Grecia contra los alemanes, se convirtió en el centro de abastecimiento de las unidades británicas y, tras la victoria alemana, en el lugar donde se reunieron la mayoría de las tropas que lograron salvarse de la campaña griega.

Mapa de Creta con el plan alemán que derrotó
a los ingleses en mayo de 1941.
Creta, de unos 255 km de longitud de este a oeste y entre 12 y 56 km de ancho de norte a sur, cuenta con montañas de hasta 2400 m de altitud en su centro, escasa agua, malas comunicaciones entre el norte y el sur de la isla y escarpadas costas en la zona meridional. La única vía de comunicación de relevancia recorre el norte de la isla cerca de la costa entre Suda y Heraklion. Esta disposición de los accidentes geográficos favorecía a los alemanes, ya que forzaba a los británicos a enviar sus suministros a Suda, al norte de la isla, y a construir los aeródromos en la misma zona, la más cercana al enemigo.

La importancia estratégica de Creta.
El control de la isla garantizaba a los británicos superioridad aérea y naval en el Mediterráneo oriental y les otorgaba una base para posibles nuevos desembarcos en los Balcanes, razones por las que los alemanes sopesasen tomarla. En manos de los alemanes, los posibles ataques a los pozos petrolíferos rumanos y la costa griega quedarían protegidos, y se facilitaría al mismo tiempo una posible ofensiva contra el Oriente Próximo británico.

El 15 de abril, el general Kurt Student, al mando del XI Cuerpo Aéreo y subordinado al general Alexander Löhr que dirigía la 4.ª Flota Aérea en la campaña balcánica, presentó a Hermann Göring un plan para asaltar la isla. El mismo día, el alto mando envío otro plan para invadir Malta también en manos inglesas, posibilidad contemplada desde hacía tiempo y que consideraba estratégicamente más relevante que el control de Creta; el 20 de abril, Hitler decidió tomar Creta. El 25 de abril, se entregaban las instrucciones para liberar Creta de los ingleses, que recibió el nombre clave de “Operación Mercurio”.

Tropas aerotransportadas atacarán por sorpresa
La superioridad naval británica suponía un grave obstáculo para un ataque por mar. Así que Göring decidió que el ataque debía ser aéreo, lo llevaría a cabo principalmente el XI Cuerpo Aéreo, con apoyo de otras unidades. Las fuerzas aerotransportadas debían llevar el peso de la operación. En su favor, estas contaban con cercanos aeródromos en Grecia y en el Dodecaneso italiano, mientras que las bases aéreas británicas en Egipto se hallaban demasiado lejos como para proteger eficazmente la isla.

Planeadores alemanes DFS 230
utilizados en la Batalla de Creta.
En primer lugar se tomarían todos los aeródromos de la isla, de un solo golpe todos los puntos estratégicos de la isla estarían en manos alemanas a pesar de la superioridad numérica de los defensores en las distintas zonas atacadas.

El primer día del ataque la 7.ª División Aerotransportada del general Student se lanzaría en la isla en dos oleadas, una por la mañana sobre el aeródromo de Maleme cerca de Canea y otra por la tarde cerca de los aeródromos de Retimo y Heraklion. Las fuerzas alemanas se dividirían así en tres grupos: el de Maleme en el oeste al mando de Eugen Meindl, Retimo en el centro de la isla al mando de Wilhelm Süssman y Heraklion en el este al mando del Coronel Bruno Bräuer. El VIII Cuerpo aéreo debía cubrir el despliegue de la división.


El general Kurt
Student (1890-1978),
dirigió la exitosa
operación Mercurio
en Creta.
El ataque comenzaría con el descenso de planeadores sobre Maleme, la destrucción de las defensas para facilitar la llegada de los paracaidistas y de nuevos planeadores, que debían aterrizar en el aeródromo cada cuarto de hora para reforzar a los primeros asaltantes. Al mismo tiempo, otros planeadores debían llevar más tropas a las cercanías de Canea, donde se establecería el mando de la división. Ocho horas más tarde, una operación similar debía permitir capturar los aeródromos de Retimo y Heraklion para que al día siguiente pudiesen aterrizar tropas de montaña en los aeródromos capturados. Estos debían servir, una vez en manos de las fuerzas aerotransportadas, para recibir rápidamente refuerzos, abastos y pertrechos.

Soldados británicos en Creta
en mayo de 1941.
Los británicos contaban en la isla con 27.000 soldados británicos y del resto del imperio colonialista y de 14.000 griegos, todos a las órdenes del general Bernard Freyberg. Mientras que la guarnición de la isla (unos 5000 hombres) estaba bien armada, las fuerzas evacuadas a toda prisa del continente apenas contaban con el armamento ligero que habían podido transportar en su evacuación. Los griegos, a pesar de los bombardeos y de haber perdido a gran parte de sus reclutas en la campaña que acababa de finalizar, concedieron su ayuda en la defensa a los británicos, pero se hallaban también mal armados. Los defensores sufrían de escasez de armamento pesado, transportes y suministros. Las escasas fuerzas blindadas consistían en ocho tanques medianos, doce ligeros y algunos vehículos blindados, que se repartieron en cuatro grupos asignados a los aeródromos y a la localidad de Canea. La artillería la formaban algunas piezas italianas con limitada munición, diez obuses y algunas baterías antiaéreas. Por su parte, la construcción de fortificaciones se hallaba retrasada ya que solo había comenzado con el comienzo de los reveses militares en el continente. Los británicos contaban teóricamente con 26 aviones, pero solo la mitad de ellos estaban en condiciones de volar. Ante la intensificación de los ataques alemanes previos a la invasión, los británicos retiraron sus últimos aparatos para evitar su destrucción.

La Operación Mercurio
El general Löhr, al mando de las operaciones —era la primera vez que un general de Aviación mandaba una operación combinada—,contaba con el VIII Cuerpo Aéreo (dos escuadrillas de bombarderos medianos, una de bombarderos en picado, una de cazas monomotor y otra de cazas bimotor, cada una con 150 aparatos, además de dos grupos de reconocimiento), el XI Cuerpo Aéreo (diez grupos aerotransportados, con unos 600 aviones de transporte y 600 planeadores, un escuadrón de reconocimiento, la 7.ª División Aerotransportada —con cuatro regimientos—, la 5.ª División de Montaña, un regimiento de la 6.ª División de Montaña y otros grupos menores, un total de 25.000 hombres), un grupo de bombarderos para minar los alrededores del canal de Suez, una patrulla naval y un escuadrón de rescate aeronaval.

La Operación Mercurio.
Los alemanes carecían, sin embargo, de buques de la Armada en la región. Serían los italianos los que escoltasen los dos convoyes en los que se dividirían los siete buques de carga (de unas 300 Tm) y sesenta y tres veleros con motor que debían transportar las fuerzas de desembarco. Estos barcos de transporte provenían de las capturas de la campaña griega y se habían concentrado en el puerto ateniense de El Pireo.

Ante el bombardeo alemán constante en los días anteriores a la invasión que limitaba el transporte de abastos a los defensores a las horas centrales de la noche, los británicos tuvieron que dividir sus fuerzas navales en dos grupos: el menor —formado por dos cruceros y cuatro destructores— debía proteger el norte de la isla de un posible desembarco, mientras que el mayor —con dos acorazados y ocho destructores— se encargaba de recorrer el noroeste de la isla para tratar de evitar la intervención de la Armada italiana. El único portaaviones en la región había sufrido tal cantidad de pérdidas en la campaña griega que no se hallaba en disposición de participar en la defensa.

Paracaidistas alemanes se lanzan
sobre Creta.
El nombre en código de este plan fue Merkur, basándose en el veloz dios del comercio romano Mercurio, que poseía pequeñas alas en los tobillos. Las tropas alemanas se dividieron en tres grupos de batalla: Centro, Este y Oeste. Un total de 750 efectivos en planeadores de asalto, 10.000 paracaidistas, 5.000 soldados de montaña aerotransportados y 7.000 de infantería naval se emplearon en el ataque a Creta. La mayor proporción de fuerzas se destinó al Grupo Oeste. Los Aliados oponían 18 mil soldados ingleses, 7.500 neozelandeses, 6.500 australianos y 14 mil griegos.

Primer día: 20 de mayo
Los primeros paracaidistas alemanes
en Creta, el 20 de mayo de 1941.
Al despuntar el alba, a las 06:00 se llevó a cabo el primer bombardeo sobre el aeródromo de Maleme, Canea y la bahía de Suda, que inutilizó la mayoría de las baterías antiaéreas británicas. A las 8:00 a.m., los primeros planeadores con doce hombres cada uno comenzaron a descender sobre Maleme y los alrededores de La Canea, mientras que 2000 paracaidistas se lanzaban sobre la zona en oleadas de 200 cada cuarto de hora. Los paracaidistas tuvieron que afrontar un nutrido fuego de los defensores, que habían construido defensas al sur del aeródromo.

Por su parte, el grupo que se había lanzado cerca de Canea y que debía capturar esta y Suda y eliminar el centro de mando de la zona cayó en terreno pedregoso y sufrió numerosas bajas. Las tropas neozelandesas, ocultas en los olivares, lograron detener el avance de las escasas tropas alemanas.

El grupo Centro atacaba sin éxito la península de Akrotiri, que domina la bahía de Suda y Canea.

La situación en Heraklión.
El segundo bombardeo comenzó poco antes de que empezaran los lanzamientos de paracaidistas, a las 07:15. El objetivo era clavar en tierra a los británicos. La primera oleada tuvo éxito puesto que, de 493 Junker Ju 52 que fueron empleados en la operación de paracaidistas, solamente siete fueron derribados. En los ataques aéreos del 20 de mayo fue hundido el HMS Widnes, en la Bahía de Suda, en Creta.

El mando ordenó por tanto la preparación de las tropas que debían lanzarse por la tarde sobre Heraklion y Retimo.

Paracaidistas alemanes lanzándose
al oeste de Máleme, en Creta.
El primer regimiento de paracaidistas se lanzó sobre los objetivos entre las 15:00 y las 16:30 pero la resistencia británica fue tan fuerte que sufrió gran número de bajas y no pudo capturar ni los aeródromos ni las localidades que eran su objetivo. Al anochecer los alemanes aún no habían capturado ninguno de los aeródromos, aunque estaban logrando avances. La 5.ª División de Montaña, que debía llegar al día siguiente según el plan alemán, no contaba todavía con aeródromo donde hacerlo. Los cuatro grupos de alemanes se hallaban aislados y no contaban con posiciones donde pudiesen recibir apoyo por aire.

Mapa donde se lanzaron las oleadas
de paracaidistas sobre la isla de Creta.
Los bombarderos y los cazas del VIII Cuerpo aéreo, encargados de proteger el lanzamiento de las tropas en paracaídas, fueron puntuales y se encontraban sobre la isla sobre las 15:00. Su reserva de combustible sólo les permitía permanecer allí hasta las 16:15 y tuvieron que regresar antes de que llegara la segunda ola de asalto, que no pudo ser puntual. Esto provocó que después de dos oleadas de ataque, los alemanes habían fracasado en poder capturar alguno de los tres aeródromos ingleses en la isla. La fortificación inglesa menos sólida parecía ser Máleme; allí, pues, iba a jugarse la suerte de Creta. Máleme y sus alrededores estaban defendidos por el 22.° Batallón neozelandés, a las órdenes del teniente coronel Andrew. Cuando vio que las comunicaciones con el Cuartel General habían sido cortadas, no se atrevió a seguir mandando a sus tropas por iniciativa propia y dio la orden de que se retirasen durante la noche. Su cobardía acarreó la pérdida de Creta.

Segundo día: 21 de mayo
Una bomba explota en el destructor HMS Juno
y se hunde en dos minutos.
Al amanecer, aviones alemanes avistaron la flotilla británica y la atacaron; hundieron el destructor HMS Juno (en dos minutos desapareció bajo las aguas) y averiaron seriamente dos cruceros, entre ellos el Ajax y cuatro navíos más. Alemania había obtenido la superioridad aérea. 

Al llegar la noticia de que la costa estaba libre hacia las 9:00, el alto mando alemán ordenó inmediatamente el envío del primer convoy, que viró de nuevo con dirección a Máleme. Aviones alemanes con base en Skarpanto e italianos provenientes de Rodas protegieron la travesía del convoy hasta Creta e infligieron daños a algunos barcos británicos; el mal tiempo, sin embargo, impidió la llegada del convoy a la isla hasta el anochecer. 

Al doblar el cabo Spatha, una fuerza británica que navegaba con refuerzos hacia Suda se cruzó con el convoy enemigo, inmovilizó al buque de escolta italiano y hundió la mayoría de los transportes; algunas de las tropas de montaña que transportaban se ahogaron, pero la mayoría fue rescatada por hidroaviones. El segundo convoy, que había alcanzado Milo, recibió órdenes de regresar a El Pireo para evitar el destino del primero. Este revés hizo que el Eje descartarse realizar más operaciones anfibias hasta el final de la campaña.

Algunos Junker realizaron aterrizajes forzosos en las playas cerca de Máleme la mañana del 21 de mayo, llevando armas y municiones que las fuerzas atacantes necesitaban desesperadamente. Las pistas del aeródromo aún se hallaban bajo el fuego de los defensores, que impedía su uso a los asaltantes. Los alemanes decidieron lanzar más paracaidistas tras las líneas que defendían el aeródromo para tratar de eliminarlas. 


El coronel Ramcke en Creta, cerca
del pueblo de Máleme.
El coronel Hermann Ramcke (1889-1968) reunió apresuradamente 550 paracaidistas y formó una fuerza de emergencia que se lanzó a baja altura al oeste de Maleme, en una zona de viñedos, a primera hora de la tarde. Dos de las cuatro compañías de Ramcke cayeron sobre posiciones enemigas y fueron aniquiladas pero las otras dos lograron, con apoyo de otras unidades, ocupar el pueblo de Máleme y las colinas que protegían el aeródromo hacia las cinco de la tarde. Los bombardeos tácticos de apoyo no lograron, sin embargo, brindar ayuda efectiva al ataque por tierra ya que las baterías británicas se hallaban bien camufladas.

Las tropas paracaidistas alemanas en Creta,
mayo de 1941.
Los aviones que transportaban un regimiento de infantería de la 5.ª División de Montaña empezaron a aterrizar a las cuatro, no sin sufrir algunas pérdidas, ya que el aeródromo sufría aún bombardeos esporádicos de la artillería de los defensores. Los ataques a baja altura de la aviación alemana, sin embargo, estorbaba las acciones estos y facilitó los aterrizajes de los transportes. Los alemanes utilizaron un tanque británico que habían capturado para limpiar las pistas y los transportes comenzaron a llegar ininterrumpidamente con refuerzos y material que sellaron el destino de la campaña.

Montañeses alemanes en Creta manejando
uno de sus cañones.
Durante esa jornada del 21 de mayo, aterrizaron en la isla 80 aviones Ju-52, con la 5ª División al mando del general Ringel. A pesar de recibir municiones, las fuerzas alemanas no pudieron efectuar un gran avance en ninguno de los cuatro objetivos que eran la península de Akrotiri, Réthimno y Heraklion. A pesar de ello el alto mando alemán consideró que la fase crítica de la batalla de Creta había sido superada. Para el día siguiente se ordenó el ataque a Canea.

Tercer día: 22 de mayo
La jornada del 22 de mayo se caracterizó por una serie de encuentros entre la aviación alemana y la marina británica, que perdió seis cruceros y cuatro destructores, además de que otros cuatro buques fueron averiados. El duro ataque de los aviones alemanes a la flota británica y las importantes pérdidas de esta forzaron su retiro del Egeo, lo que otorgó al Eje el control de la costa norte de la isla.

Junkers Ju 87 atacando al crucero
inglés Gloucester.
Avanzada la jornada, el destructor HMS Greyhound fue alcanzado y hundido por un ataque aéreo alemán al noroeste de la isla griega de de Antikithera.

Pese a los avistamientos de grupos de ataque de bombarderos en picado Junkers JU 87, los famosos stukas, el mando inglés envió a la zona a los cruceros HMS Gloucester y HMS Fiji para rescatar a los supervivientes del Greyhound. Los buques, fueron atacados por sucesivas oleadas de stukas Ju 87. El Gloucester recibió al menos 4 impactos directos y se hundió el 22 mayo de 1941 al oeste de la isla de Antikythera.

Poco después también el crucero HMS Fiji de 8.000 toneladas al mando del Capitán William Powlett siguió su misma suerte, hundido el 22 de mayo de 1941 por ataque aéreo de aviones alemanes e italianos al suroeste de Creta. El Fiji había sobrevivido a alrededor de veinte ataques con bombas durante una confrontación de cuatro horas en las afueras de Creta, pero luego otros tres impactos directos probaron ser fatales. Las bajas fueron 17 oficiales y 224 marinos muertos. Un total de 523 sobrevivientes fueron rescatados de las aguas por los destructores Kingston y Kandahar, quienes anteriormente habían rescatado sobrevivientes del destructor Greyhound. El lugar del Fiji fue tomado por el crucero australiano HMAS Australia. Durante los ataques el HMS Warspite quedó averiado.

El HMS Gloucester yéndose a pique
el 22 de mayo de 1941.
De esta manera, en menos de 12 horas la Royal Navy había perdido dos cruceros ligeros y un destructor. La pérdida del Gloucester fue la más grave porque, era un crucero británico de 9.400 toneladas y contrariamente a los procedimientos usuales, no se envió ningún barco a buscar supervivientes bajo la cobertura de la oscuridad. De una tripulación de 807 hombres, sólo 85 sobrevivieron, rescatados por los propios alemanes.

El Gloucester estaba paralizado en el agua, en llamas y escorado a babor fue dada la orden de abandonar el barco y se hundió a las 5.15 PM. El Comandante del Gloucester Capitán Rowley, 45 oficiales y 648 miembros de la tripulación fueron perdidos. El cuerpo del Capitán Rowley fue arrastrado por el mar y arrojado a la playa dos semanas más tarde al oeste de Mersa Matruh en el norte de África.

En la zona de Maleme, el general Julius Ringle (1889-1967), al mando de la 5.ª División, comenzó a eliminar a las fuerzas defensores del oeste de la isla, empleando con efectividad a sus fuerzas de montaña para atacar a las concentraciones enemigas en los flancos mediante ataques sorpresa por regiones que se consideraban inaccesibles. Las tropas de montaña comenzaron su avance hacia la parte oriental de la isla que, a pesar de la tenaz resistencia de australianos, neozelandeses y griegos, resultó imparable.

Cuarto día: 23 de mayo
Los británicos lograron enviar aviones a Heraklion con refuerzos, lo que preocupó a los mandos alemanes, que temían perder la superioridad aérea de la que habían gozado hasta entonces si llegaban más aviones enemigos. Para evitar esta posibilidad, se decidió enviar nuevas unidades de paracaidistas a la zona que impidiesen el aterrizaje de aviones británicos hasta la llegada de fuerzas terrestres alemanas para tomar definitivamente el sector.

El destructor británico HMS Kelly, hundido
en Creta el 23 de mayo de 1941.
La Royal Navy tuvo otra jornada de pesadilla en Creta. Su 5ª Flotilla de Destructores, compuesta del HMS Kelly, HMS Kipling, HMS Kelvin, HMS Jackal y HMS Kashmir al mando del Capitán Lord Louis Mountbatten (segundo primo del Rey Jorge VI y el único hombre además del Rey que ostenta el rango de oficial en los tres servicios militares simultáneamente), había llegado el día anterior, desde Malta a la zona donde el HMS Gloucester y el HMS Fiji resultaron hundidos. Primero se encargaron de recoger supervivientes de los naufragios y luego se dirigieron a bombardear las posiciones alemanas en Maleme. Finalmente, los británicos decidieron dividir la Flotilla y enviado al HMS Kelvin y al HMS Jackal a patrullar las inmediaciones de Creta mientras el propio Mountbatten junto con el Kelly, el Kashmir y el Kipling se dirigieron otro sector de la isla.


Formación de Stukas rumbo a Creta.
En el día 23, mientras los tres destructores HMS Kelly, el HMS Kashmir y el HMS Kipling se encontraban bordeando el lado occidental de Creta, cerca de las 8 de la mañana, cayeron bajo el ataque de una fuerza de 24 bombarderos en picado Junkers Ju 87 Stuka. El HMS Kashmir recibió varios impactos y se hundió en dos minutos muriendo 79 hombres. 


El HMS Kelly recibe un impacto directo. Foto
tomada por el artillero de cola de un Stuka.
El HMS Kelly fue alcanzado en medio de su estructura por una bomba mientras se encontraba girando en un ángulo pronunciado a 30 nudos de velocidad en el sur de Creta y volcó sobre el lado de babor. Se quedó flotando boca abajo durante media hora antes de hundirse, murieron ahogados 128 marineros del mismo. El HMS Kipling logró escapar del ataque de los Stukas, que han arrojado 83 bombas sobre él. El Kipling logró recoger del mar a 279 supervivientes de los dos destructores hundidos, entre ellos 38 del Kelly, donde se encontraba el propio Lord Louis Mountbatten, futuro Virrey de la India que cayó al agua desde el puente del HMS Kelly cuando escoró.

Quinto día: 24 de mayo
El 24 de mayo, el almirante Cunningham informó a Londres que la Armada británica no podía ya impedir el paso de los convoyes de la Wehrmacht con destino a Creta sin sufrir pérdidas extremadamente graves. En Londres sin embargo, estaban convencidos de que los alemanes no lograrían ocupar Creta mientras sólo dispusieran del aeródromo de Máleme. 


El HMS Kashmir esquiva una bomba lanzada por
un Junker 87, poco después otra lo hundirá.
La respuesta enviada por Londres fue categórica: La R.A.F (Royal Air Force) y la Marina Británica debían correr cualquier clase de riesgo e impedir a toda costa que los alemanes enviaran refuerzos a Creta por mar. Al mismo tiempo era imposible reforzar la flota del Mediterráneo, ya que los navíos que habitualmente tenían su base en Gibraltar y el grueso de la "Home Fleet" (denominación que se hace a los buques de guerra estacionados en la misma Inglaterra) se hallaban volcados en la persecución del acorazado Bismarck en el Atlántico Norte.

Sexto día: 25 de mayo
Tras realizar marchas forzadas por la montaña en condiciones extremas de calor durante el día y frío durante la noche y sin bestias de carga para transportar el armamento pesado, las unidades de montaña alemanas rodearon el flanco de las posiciones británicas y alcanzaron La Canea al día siguiente. Los británicos, sin embargo, se defendieron con tenacidad.

Séptimo día: 26 de mayo
El avance de las frescas tropas alemanas continuó hasta llegar al puerto de Kastelli, donde se enfrentaron al 1.er Regimiento griego.

Pasado el mediodía, un regimiento de montaña alemán sufrió por error el ataque de sus propias fuerzas aéreas, uno de los casos en los que la aviación del Eje castigó a sus propias unidades.

Octavo día: 27 de mayo
Finalmente la Wehrmacht capturó el puerto de Kastelli y pudo desembarcar algunos tanques ligeros. El mismo día, cayó finalmente en poder de las fuerzas alemanas La Canea y el estratégico puerto de Suda.

El 27 de mayo, el general británico Freyberg, a pesar de tener más soldados que los alemanes, se repliega hacia el sur de Creta pidiendo urgente la evacuación.

Mayo, mes fatal para los piratas ingleses en todos los frentes
Mientras se planeaba el ataque a Creta, el 1º de mayo de 1941, 681 bombarderos de la Luftwaffe lanzó 8 ataques consecutivos y bombardeó Liverpool y Birkenhead, murieron 3000 personas y los puertos quedaron inutilizados por varios meses. En uno de los ataques al puerto de Liverpool, el SS Malakand, cargado con 1.000 toneladas de bombas y proyectiles destinadas a Oriente Medio, se incendió por un globo antiaéreo en llamas que ha caído sobre sus muelles. El buque ardió como si estuviera hecho de pólvora, y al cabo de pocos minutos se produjo una tremenda explosión que hizo pedazos el muelle Huskisson y hundió a otros seis barcos.

La base aérea de la RAF  en Habbaniya, Irak,
fue atacada el 2 de mayo de 1941.
El 2 de mayo fuerzas iraquíes en número de 9.000 con 30 piezas de artillería atacaron en Habbaniya, 55 millas al oeste de Bagdad, a los británicos asentados allí en una base de la RAF. El ataque comienza la guerra Anglo-iraquí.

En tanto en el Mar Mediterráneo el HMS Jersey se hundió el 2 de mayo de 1941 por ataque aéreo en La Valeta, Malta.

El 3 de mayo de 1941 el submarino británico HMS Usk desapareció en el Mediterráneo.

El 4 de mayo, el HMS Fermoy se hunde por ataque aéreo en Malta.

Cráter de una bomba en la ciudad inglesa
de Hull, en mayo de 1941
.
El 7 de mayo la Luftwaffe bombardeó el puerto británico de Hull, a la noche siguiente lanzaría otro ataque nocturno en el mismo lugar. El saldo final fue de 420 muertos y 325 heridos.

El 9 de mayo la Luftwaffe lanza un bombardeo masivo sobre Londres con 507 aviones.

El 10 de mayo, el lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess, despega de Alemania piloteando el mismo un Me 110 y se lanza en paracaídas sobre Glasgow, Escocia.  Pide entrevistarse con el duque de Hamilton, pero es detenido y encarcelado hasta su muerte. Hess pretendía llegar a un Tratado de Paz con los británicos.

Avión alemán Heinkel He 111 volando
sobre Londres, abajo el río Támesis.
El 10 y 11 de mayo la Luftwaffe bombardea Londres, Lympne y Hawkinge. 

El 11 de mayo le tocó el turno al submarino HMS Undaunted, hundido por el italiano RMI Pegaso cerca de Trípoli.

El 12 de mayo se hunde en el Mediterráneo al chocar contra una mina, un barco británico que transportaba tanques y aviones para los ingleses en Alejandría.

El 13 de mayo, aviones alemanes que despegan desde aeropuertos franceses en Siria apoyan a los iraquíes dirigidos por su Primer Ministro Rashid Aali al-Gaylani (1892-1965) que luchan contra las fuerzas ocupantes británicas de su país.

Un barco mercante británico se hunde
envuelto en llamas luego de ser torpedeado
.
El 15 de mayo  de 1941 fue capturado el submarino HMS Graph (Ex. U-570) y hundido el 20 de marzo de 1944 cuando encalló en la costa oeste de la isla de Islay, Escocia.

El 16 de mayo, la Luftwaffe lanza un ataque aéreo de 111 aviones sobre la ciudad de Birmingham.

El 20 de mayo los submarinos alemanes hunden en el Atlántico a nueve barcos mercantes británicos del Convoy HX 126 (compuesto de 29 navíos). Ese mismo día, el submarino italiano Otaria al mando de Giuseppe Vocaturo torpedea y hunde en otro punto del Atlántico al carguero británico Starcross de 4.662 toneladas. Diez cargueros enemigos hundidos en pocas horas.

En el norte de África, en Tobruk, Rommel mantenía sitiados a los ingleses El 7 de mayo de 1941 fue hundido el HMS Stoke (J 33) por ataque aéreo alemán fuera de Tobruk.

Posiciones de Rommel en mayo de 1941.
El 15 de mayo los británicos lanzan un ataque desde Egipto contra el Afrika Korps. El 8º ejército británico llega al paso de Halfaya defendido por los alemanes e italianos. Sin embargo, se encuentran con una férrea resistencia por parte de una unidad Bersaglieri italiana con apoyo de artillería que se encuentra desplegada sobre el Paso Halfaya y que ha logrado poner fuera de combate a siete tanques Matildas antes de ser superada por el 2º Batallón Escocés de Guardias mientras el 1º Batallón Durham de Infantería Ligera junto con el segundo escuadrón de Matildas se ha abierto camino hacia Fuerte Capuzzo. Éste ha sido conquistado por los británicos que, sin embargo, al haber perdido el contacto con sus tanques de apoyo, tuvieron que retroceder ante un contraataque efectuado por el 2º Batallón del 5º Regimiento Panzer de la 5ª División Ligera, que les infligió grandes pérdidas.

El fuerte Capuzzo, escenario de varios
combates en mayo de 1941.
A las 14:45 del 16 de mayo el 5º Regimiento Panzer informó de que Fuerte Capuzzo había sido reconquistado y que había inflingido a los británicos muchas pérdidas y tomado 70 prisioneros. Fuerte Capuzzo ha sido capturado sin oposición; en realidad, los británicos no tienen intención de plantar batalla y a la primera escaramuza han cedido terreno. La retirada británica hacia Bir el Khireigat, combinada con algunos contraataques locales, ha sido inexorable, y a lo largo de toda su huida han dejado un rastro de vehículos destruidos y averiados. Finalmente, al caer la noche y tras haber reconquistado prácticamente todo el terreno perdido, von Herff ha vuelto a establecer posiciones defensiva. La Operación Brevity británica ha sido un rotundo fracaso, no habiendo logrado cumplir ninguno de sus objetivos, ni siquiera el menos ambicioso de todos según el cual los británicos pretendían desplazar algunos kilómetros al oeste la línea de frente.

El 22 de mayo de 1941, El crucero HMS Hood, es hundido por el acorazado alemán Bismarck durante la batalla del Estrecho de Dinamarca. 1426 marinos ingleses muertos en total. Solo hubo 3 sobrevivientes. El acorazado HMS Prince of Wales sufrió graves daños en este combate y tuvo que regresar al puerto de Rosyth para ser reparado.

El general Rommel sentado en la torreta
de uno de sus panzers en el norte de África.
El 27 de mayo, Rommel organiza una ofensiva a pequeña escala: la Operación Skorpion. Tres grupos de batalla del Afrika Korps integrados por dos batallones del 5º Regimiento Panzer (5ª División Ligera) y el 1º Batallón del 8º Regimiento Panzer (15º División Panzer), tomaron posiciones la noche anterior y atacado al alba del 27 de mayo. La hábil maniobra del Afrika Korps ha amenazado con rodear por completo a los británicos desplegados en el Paso Halfaya y el brigadier William Gott se ha visto obligado a ordenar la apresurada retirada de toda la unidad justo antes del amanecer tras perder 173 hombres, cuatro piezas de artillería de campaña, ocho cañones antitanque y cinco Matildas. Rommel acababa de reconquistar el Paso de Halfaya.

1 comentario:

  1. buenísimo programa ..soy ADELA RODRIGUEZ ..LA SEÑORA QUE LLAMO ANTES ..SOY DE SONA SUR DE ROSARIO ..

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