HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


martes, 6 de mayo de 2014

PAPIRO SUPUESTAMENTE ESCRITO POR “LA MUJER DE JESÚS” ES UNA VIL FALSIFICACIÓN

El texto de ocho líneas llamado ostentosamente “Evangelio de la mujer de Jesús”, resultó ser un total fraude según confirmaron los expertos. Es un papelón para la investigadora Karen King y para la Universidad de Harvard que avaló su autenticidad cuando apareció.

En setiembre de 2012, Karen L. King presentó
un trozo de pergamino escrito en copto,
que resultó ser un fraude.
Varios investigadores aportan nuevos datos que demuestran que el polémico “Evangelio de la mujer de Jesús” en un engaño. Además, se desconoce el origen del documento y King no quiere revelar quién era su propietario.

El 18 de septiembre de 2012, la historiadora de la Universidad de Harvard Divinity School, Karen L. King sorprendió al mundo con un papiro escrito en copto, del tamaño muy pequeño (4 por 8 centímetros), que contenía una frase nunca vista en las Sagradas Escrituras: «Jesús les dijo, mi esposa…». El documento, bautizado como el “Evangelio de la mujer de Jesús”, también incluía la frase «ella podrá ser mi discípula».

El papiro, en realidad un minúsculo manuscrito de ocho líneas, intentó ser convertido en un “evangelio” por King que afirmó había sido escrito en el siglo IV, generó la atención de teólogos e historiadores de textos bíblicos, y fue acusado de manera inmediata por la Iglesia y algunos expertos de ser una falsificación.

El falso papiro de "la mujer de Jesús" no es
del siglo IV como afirmó Karen King sino
que está datado entre los siglos VII al IX.
Ahora, varios análisis ejecutados por profesores de ingeniería eléctrica, química y biología de diversas universidades concluyen que la tinta de las 30 palabras que figuran y el papiro son posteriores a la época que afirma Karen King.

En su momento, un comunicado de la Universidad de Harvard afirmó que expertos como Roger Bagnell, director del Instituto para los Estudios del Mundo Antiguo, consideran que el fragmento de papiro era auténtico aunque desconocían su origen. Otro que defendió su autenticidad fue el judío Ariel Shisha-Halevy, un experto en copto y hebreo de la Universidad de Jerusalén. Consideró el fragmento de la escritura como auténtica.

Un total engaño
Una prueba de carbono 14 de la Universidad de Harvard en colaboración con el Woods Hole Oceanographic Institute sitúa el documento entre los años 659 y 859 o sea, entre los siglos VII y IX, fecha muy posterior a la que afirmó la historiadora.

King muestra el papiro de cuatro por ocho
centímetros cuyo texto resultó ser una falsedad.
Las pruebas microscópicas y multiespectrales han permitido descubrir la acumulación de tinta en las fibras de la tela que indican que se habría escrito en el papiro en un momento posterior.

La revista Harvard Theological Review, publicó un artículo en contra de la teoría de King, a cargo de Leo Depuydt, un profesor de Egiptología de la Universidad de Brown, que declara que el papiro es tan falso «que parece salir de un sketch de los Monty Python», no para un estudio científico. Depuydt revela que aparece en el texto el insólito uso de las negritas en la frase sospechosa. El experto explica que el uso de las negritas parece querer producir cierto efecto cómico.

Leo Depuydt, de la Universidad
de Brown, afirma que "no tiene
la más mínima duda de que el
papiro es una falsificación,
y de un aficionado".
El Profesor Leo Depuydt sostiene varios factores que señalan la falsedad del fragmento en cuestión. Él sostiene el hecho de que aparecen un conjunto de errores tipográficos en el fragmento coincidente con una serie de errores en una edición en línea del Evangelio de Juan, un texto gnóstico antiguo. Depuydt puso las posibilidades de coincidencia con respecto a estos errores como uno en un billón. Depuydt afirma que él “no tiene la más mínima duda de que el documento es una falsificación, y de un aficionado”.

Ya no quedan dudas que las ocho líneas visibles del fragmento de cuatro por ocho centímetros escritas con tinta negra en copto conocido por los investigadores como «Evangelio de la Esposa de Jesús», son falsas. Esto ya lo había afirmado El Vaticano en el diario L´Osservatore el 28 de setiembre de 2012.

El profesor italiano Alberto
Camplani, de la Universidad de La
Sapienza, en Roma, fue uno de los
primeros en denunciar el engaño.
En esa fecha, el diario de la Santa Sede incluye un artículo del profesor italiano Alberto Camplani, experto en lengua copta y profesor de historia del cristianismo en la Universidad La Sapienza de Roma, en el que analiza el papiro recuperado por la profesora estadounidense Karen King que ha levantado la polémica. Camplani argumentaba que «a diferencia de otros papiros no ha sido descubierto en una excavación, sino que proviene de un mercado de antigüedades» por lo que hay que adoptar precauciones, ya que es muy frecuente la venta de papiros falsificados. 

Coincidiendo con Camplani, el profesor Francis Watson, de la Universidad de Durham, también afirmó en setiembre de 2012 al periódico británico The Guardian que se trataba de un texto falsificado. Declaró que "es imposible que haya sido compuesto de esta forma en siglo IV". Agrega que las palabras las escribió alguien poco entendido en el copto y que "no se conectan bien las oraciones". 

El profesor Francis Watson,
de la Universidad de Durham.
El llamado “Evangelio de la mujer de Jesús” no fue más que una falsedad y cada día son más los investigadores que niegan su veracidad. El último ha sido Christan Askeland, un especialista en copto (el lenguaje en el que está escrito el «evangelio de la mujer de Jesús») de la Universidad de Indiana Welesyan, que asegura que este papiro es muy similar a otro fragmento que es una clara falsificación.

Entre la documentación publicada por los investigadores de Harvard, había otro papiro, proporcionado a King por la misma (y desconocida) fuente que le había entregado el «evangelio de la mujer de Jesús», relativo al Evangelio de San Juan y con muchas semejanzas en la escritura y tinta utilizada. Askeland descubrió que ese fragmento era una clara falsificación de una reliquia verdadera, y que, por tanto, las posibilidades de que «el evangelio de la mujer de Jesús» fuera falso eran muy grandes.

El investigador Christan Askeland denuncia que
el fragmento es una clara falsificación y
que Karen King ha sido víctima de un engaño.
Además, Askeland comprobó que el documento está escrito en un dialecto del copto que dejó de usarse en el siglo VI, y las pruebas científicas situaban el papiro entre los siglos VII y IX. El científico ha asegurado que King ha sido víctima de «un engaño», y la propia investigadora de Harvard, de 60 años en la actualidad, ya ha dado validez a las aportaciones de Askeland: «Son sustanciales, hay que tomarlas en serio y podrían apuntar en la dirección de que se trata de una falsificación», reconoció el domingo 4 de mayo de 2014 en una entrevista con The New York Times.

La tradición cristiana ha sostenido que Jesús no contrajo matrimonio, y con esta falsificación se trataba de confundir a los cristianos. La lámina, escrita por ambas caras, aunque solo una de ellas contiene líneas claramente legibles, es propiedad de una persona que contactó a King entre 2010 y finales de 2011 para investigar lo que consideraba una prueba de que Jesús estuvo casado. La historiadora King se niega a revelar el nombre de la persona que le entregó esta falsificación.

¿Cómo consiguió el falsificador engañar a los expertos de Harvard y a los instrumentos de investigación de la prestigiosa universidad americana? Según los expertos, utilizó un trozo de papiro realmente antiguo, escribiendo dos textos evangélicos con un tipo de tinta particular compuesta de hollín, capaz de engañar los test de espectroscopia Raman usados para calcular su edad. Y para escribir el texto en copto del evangelio de Juan, como demuestra el estudio de Askeland, el falsificador se inspiró libremente en un estudio de 1924, desde hace unos años descargable en Internet en formato Pdf.

El hallazgo fue acusado de coincidir sospechosamente con dos debates candentes sobre la Iglesia Católica: el celibato del clero y la posibilidad de que las mujeres puedan ejercer el sacerdocio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario