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miércoles, 9 de diciembre de 2015

DESARTICULAN UNA RED ISRAELÍ QUE TRAFICABA CON ÓRGANOS DE REFUGIADOS SIRIOS

La policía turca ha arrestado a un israelí por vender órganos humanos de refugiados sirios en Estambul.

El traficante de órganos israelí atrapado
en el aeropuerto Ataturk de Estambul.
Boris Walker, también conocido como Boris Wolfman, fue arrestado en el aeropuerto Ataturk de Estambul por llevar a cabo operaciones quirúrgicas ilegales con refugiados sirios en clínicas turcas. El líder de la abyecta organización que utilizaba alternativamente los apellidos Walker o Wolfman acababa de llegar de Bangkok, según informaron las autoridades policiales.

Instante en que el líder de la red, el israelí
Boris Wolfman se cubre la cara con la mano.
Los clientes de la red recibían un órgano a cambio de pagar entre 70.000 y 100.000 euros, según la acusación dirigida contra él. Por el contrario, los refugiados sirios que donaban los órganos recibían una cantidad muy baja.

Otro miembro de la infame organización
era el médico israelí Zaki Shapira.
Wolfman estuvo buscado por la Interpol por tráfico de órganos en el pasado. Fue acusado de tráfico de órganos humanos en el pasado en Kosovo, Azerbaiyán y Sri Lanka entre los años 2008 y 2014.

Una ablación de órganos.
Por aquel entonces, Wolfman formaba parte de otra red, dirigida e integrada por siete israelíes, que llevó a cabo “decenas de operaciones” entre 2008 y 2014. La red explotaba la necesidad económica de los donantes y la angustia de los receptores para ganar grandes cantidades de dinero.

Uno de los miembros de la red, Avigad Sandlar, visitaba a pacientes en Israel proponiéndoles la adquisición de órganos de personas que vivían en Kosovo, Azerbaiyán y Sri Lanka.

Costo de los órganos en el mercado negro.
Hacer clic para aumentar la imagen.
Otro tercer inculpado, Moshé Harel, actuaba también en Kosovo con un médico turco, Yusuf Ercin Sonmez.

Un cuarto miembro era el doctor israelí Zaki Shapira, considerado como un experto en materia de trasplantes de órganos. Él fue jefe de servicio para este tipo de intervenciones en el Hospital Beilinson, cerca de Tel Aviv, hasta su jubilación en 2003.

La red de Brasil
El pasado año, otro israelí, Gedalía Tauber, fue detenido en la ciudad brasileña de Recife. Estaba considerado como jefe de una red israelí implicada en el tráfico de órganos humanos y estaba en búsqueda y captura desde 2009 cuando fue arrestado en Italia y logró huir.

Un maletín con órganos humanos.
Durante estos cuatro años, Tauber circuló libremente por varios países como Israel, Estados Unidos y Canadá cambiando frecuentemente de residencia.

Según los cargos que constan contra él, el israelí organizó desde 2002 una red de tráfico de órganos a partir de Brasil. Engañó a 47 brasileños de barrios pobres de Recife y Pernambuco para que le vendieran sus órganos. Eran enviados al Hospital Sant Agostini en Durban (Sudáfrica), donde sus órganos eran extraídos y trasplantados en pacientes israelíes que esperaban sobre todo un riñón. Las víctimas firmaban una falsa declaración afirmando que los destinatarios de esos órganos pertenecían a su familia.

Precios en dólares de órganos humanos en 
Internet. Clic para ampliar la ilustración.
Cada operación proporcionó a Tauber y otros miembros de su red en Israel y Brasil una suma de 150.000 dólares estadounidenses. Los brasileños donantes recibían una pequeña suma de entre 5.000 y 30.000 reales brasileños (entre 2.200 y 13.200 dólares) por sus órganos. En total, la red se embolsó más de 4 millones de dólares por estas operaciones.

El tráfico de órganos cuenta 
con la complicidad de los 
medios masivos que guardan 
silencio cada vez que es 
desarticulada una red de
traficantes de órganos.
Tauber fue condenado por un tribunal italiano a 11 años y 9 meses de cárcel, pena que fue posteriormente reducida a 8 años y 9 meses. Cuando emprendió la huida, él debía todavía cumplir 4 años y 9 meses en prisión. El gobierno brasileño pidió la extradición de Tauber a fin de que cumpliera el resto de su pena en Brasil. Otras 12 personas fueron detenidas en Brasil como reclutadores de donantes.

En Sudáfrica, 20 médicos y enfermeras que practicaban las intervenciones quirúrgicas de la banda han sido también detenidos.

El tráfico de órganos es una de las actividades más inescrupulosas y ruines que existen. Las mafias que operan en este campo no tienen piedad de los seres humanos para enriquecerse.

Para ello, cuentan con la complicidad de los medios masivos de comunicación que guardan silencio cada vez que es desarticulada una red de traficantes de órganos. 

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