CIENTOS DE MILES DE MILITANTES ANTIABORTO SE MANIFESTARON EN WASHINGTON

“Marcha por la Vida” reclamó este viernes que se protejan los derechos de los niños por nacer. Hicieron una demostración de fuerza que preocupa a los abortistas.

La March For Life 2017 fue transmitida
por el canal católico en inglés EWTN.

Apuntalados por el apoyo del nuevo presidente Donald Trump, cientos de miles de militantes antiaborto se manifestaron al mediodía del viernes 27 de enero en Washington Distrito de Columbia, convencidos de tener vientos a favor y de poder garantizar una demostración de fuerza. "Estamos viviendo un momento histórico para la defensa de la vida", lanzó desde un podio Mike Pence, el primer vicepresidente de Estados Unidos que asiste a esta "March for Life", la gran reunión anual de quienes se oponen a la interrupción voluntaria del embarazo.

  

Parte de los manifestantes de la Marcha por
la vida frente al obelisco en Washington DC.

"La vida está ganando nuevamente en Estados Unidos", agregó Pence, ex gobernador de Indiana, conservador y acérrimo defensor de los valores de la familia tradicional. El triunfo electoral de Trump y un Congreso controlado por opositores al aborto establecieron un nuevo contexto político, que dio nuevas esperanzas a los miles de presentes en el National Mall, en las cercanías de la Casa Blanca.

El vicepresidente Mike Pence durante el
discurso en la Marcha por la Vida 2017.

El vicepresidente también señaló que el nuevo gobierno del país no descansará “hasta restaurar la cultura de la vida en Estados Unidos para nosotros y la posteridad”.

  

"Esperamos que se aprueben leyes para proteger a los niños no nacidos, leyes que tomen en cuenta a todas las mujeres que viven una crisis de embarazo, que no saben a dónde acudir y no son conscientes de que hay alternativas (al aborto)", dijo a la AFP Carol Bracken, una de los participantes.

  

"Salvenme", dice el dibujo del bebé
dentro del útero.

Con el lema “El poder de uno” (The power of one), la multitud se congregó en la Explanada Nacional de Washington alrededor del mediodía (hora local). Venida desde el estado de Connecticut, Bracken, profesora de 57 años tenía una pancarta que decía: "El aborto detiene un corazón y destroza otro". Como ella, los manifestantes procedentes de todo Estados Unidos marcharon entre la Casa Blanca y la Corte Suprema de Justicia, dos instituciones de las que esperan mucho ahora. En particular, el movimiento antiaborto espera que el nuevo ejecutivo deje de financiar Planned Parenthood, la mayor red privada de planificación familiar de Estados Unidos.

  

"La vida es un precioso regalo
de Dios", Marcha por la vida,
27 de enero 2017.

"Llegó el momento para nosotros de restaurar el respeto a la vida", afirmó Michael ODea, un funcionario de una asociación católica del estado de Michigan que propone una cobertura de salud alternativa a Obamacare. La multitud estaba conformada en especial por cientos de estudiantes de instituciones escolares católicas, que en algunos casos llegaron a la capital federal tras horas y horas de autobús.

El Cardenal Timothy Dolan, Presidente del Comité para Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) y Arzobispo de Nueva York, participó en la oración inicial del evento.

Jóvenes cristianos marchan por la vida
en Washington DC.

Durante su participación en la Marcha por la Vida, el congresista Chris Smith señaló que “el lugar más peligroso hoy en Estados Unidos para una niña o un niño no nacido es una instalación de Planned Parenthood”.

“Planned Parenthood destruye un niño no nacido cada dos minutos y ha matado más de 7 millones de bebés desde 1973”, una cifra más de 10 veces mayor que “toda la población de Washington D.C.”, indicó.

"Nosotros no necesitamos Planned Parenthood",
la red de clínicas abortistas financiadas por el 
gobierno saliente de Obama.

Por su parte, la senadora Joni Ernst anunció que la próxima semana presentará un proyecto de ley “para redirigir el financiamiento federal de Planned Parenthood a verdaderos centros de cuidado de la salud de mujeres”.

  

Previamente, el presidente Donald Trump había dado un espaldarazo a la marcha en un tuit: "La #MarchaPorLaVida es muy importante. A todos los que marchan hoy: ¡tienen mi apoyo absoluto!". El mandatario ya les había dado su primera satisfacción el lunes al firmar entre sus primeros decretos la prohibición de financiación de las ONG internacionales que apoyan el aborto.

  

Una madre con su hija porta un cartel
que reza "Yo soy de la generación Pro-Vida".

Además, Trump también se prepara para nombrar a un magistrado del Tribunal Supremo y se comprometió a elegir entre candidatos contrarios al aborto. La "Marcha por la Vida" tuvo lugar seis días después de la Marcha de las Mujeres, que reunió también en la capital a cerca de medio millón de mujeres que abogan por sus libertades, entre ellas las reproductivas.  

Se calcula que más de 55 millones de niños
fueron abortados en Estados Unidos
en los últimos 44 años.

La Marcha por la Vida sorprendió por su magnitud y pidieron la abolición del aborto al cumplirse aniversario de los 44 años de la sentencia Roe vs. Wade, por la cual la Corte Suprema legalizó en el país la eliminación de seres humanos en su etapa prenatal. Se estima que hasta la fecha más de 55 millones de bebés en los Estados Unidos fueron privados del derecho a nacer.