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sábado, 14 de enero de 2012

EL CASO OVNI DE ARROYO LEYES

El 14 de enero de 2012 se cumplieron tres años de este extraño suceso de la provincia de Santa Fe.

Arroyo Leyes es una pequeña localidad de quintas, casas de fin de semana y viviendas de pescadores, situada muy cerca de la ciudad de Santa Fe. Apenas tiene 2.200 habitantes y sus propios habitantes dicen que nunca pasa nada en Arroyo Leyes. Pero el miércoles 14 de enero del año 2009, el tranquilo pueblo acaparó toda la atención de la prensa y de los investigadores del fenómeno Ovni.

Este caso presenta una particularidad, los testigos no vieron al fenómeno, sino que lo oyeron. Los protagonistas auditivos del hecho, son los lugareños Néstor Rivoira y su esposa, Sara Fernández. Ambos declararon que en la madrugada del 14 de enero de 2009 los despertó un fuerte estruendo. Según Néstor, el sonido era similar al que haría un lanzallamas. Asustados, intentaron levantarse de la cama, pero algo los retenía, allí, sin poder moverse. Dicen que oyeron ladrar en el patio a sus 8 perros, pero que extrañamente, ninguno se animó a saltar la reja e internarse en el campo, como suelen hacer ante la presencia de algún animal salvaje. Y que los estruendos se sucedieron uno tras otro hasta que, finalmente, se calmaron.

Néstor Rivoira dentro de la
huella aparecida detrás de su
casa, el 14 de enero de 2009.
Rivoira y Fernández no notaron nada extraño en la casa al levantarse a la mañana siguiente. Pero el viernes 16 de enero, dos días más tarde, encontraron en su campo, a la orilla del río, dos extrañas huellas, a unos 40 metros de la casa y en proximidades de un arroyo.

El matrimonio pensó inmediatamente en un ovni, pero sólo lo comentaron con sus amigos más cercanos, temiendo que los trataran de locos. Sin embargo, los vecinos se enteraron y comenzaron a visitar la huella, y pronto el pueblo entero estaba al tanto.

El día 20 de enero (cuatro días después del descubrimiento de la huella) llega a la casa de Rivoira el geólogo Carlos Villegas, que provisto de instrumental encuentra un cierto magnetismo dentro de la huella.

Un canal de cable local y el diario Uno de la ciudad de Santa Fe difunden por primera vez el 22 de enero,  el caso de Néstor Rivoira y su esposa. Se publica la primera foto de  Rivoira dentro de la huella circular de tres metros de diámetro y 3 centímetros de profundidad, teniendo otra más pequeña en su interior. Ambas con la vegetación "deshidratada".

La noticia se difunde más y salen por un canal de aire de la ciudad de Santa Fe y comienzan a llegar investigadores y muchos curiosos. El mismo 22 de enero, visita el paraje el investigador santafesino Tomás Latino, locutor desde 1983 en LT10 Radio Universidad Nacional del Litoral, ciudad de Santa Fe. Latino es investigador de toda clase de fenomenología anómala desde 1974.

Latino, tras investigar el lugar y filmar a los testigos, se inclina a pensar que se trató de un fenómeno relacionado con los Ovnis, que es la consecuencia de un acercamiento de una nave u objeto de dimensiones relativamente pequeñas a baja altura sin posarse, ya que no se encuentran las hendiduras de los clásicos trípodes de sus patas de asentamiento.

El viernes 23 de enero de 2009, durante la transmisión Nº 157 por radio AM Libertad del programa radial Contacto con la Creación, de la ciudad de Rosario, se difunde una entrevista telefónica con Néstor Rivoira que comentó que el fenómeno auditivo sucedió a las 3 de la mañana y duró aproximadamente unos diez minutos e invitó a los integrantes del programa a ver la huella.

El sábado 24 de enero, a media mañana, los investigadores santafesinos Oscar Raúl Mendoza (más de 40 años tras el fenómeno Ovni), Luis Brusa y Tomás Latino visitan la huella de Arroyo Leyes y realizan nuevas investigaciones. Oscar Mendoza fue provisto de elementos técnicos para recolectar muestras y tomar mediciones muy precisas. No encontró ningún rastro de magnetismo en el lugar.

El domingo 25 de enero, a once días del suceso, el investigador Carlos Avellaneda y el periodista e investigador Alberto Seoane, ambos integrantes del programa Contacto con la Creación, acompañados del ingeniero agrónomo Carlos Fernández, viajaron desde Rosario hasta el paraje de Arroyo Leyes, perteneciente al municipio de San José del Rincón. Para llegar al sitio, ubicado a unos 14 kilómetros al noreste de la ciudad de Santa Fe.

Sara Fernández y
Néstor Edmundo Rivoira.
Una vez en el lugar, conocimos el hogar de la familia Rivoira, una típica casa litoraleña, cálida y con plantas de toda clase, pasamos a la parte trasera desde donde se divisa, a menos de 40 metros, la marca y detrás una laguna.

Rivoira es un jubilado telegrafista de 64 años, descendiente de franceses que comentó que éramos los primeros investigadores que llegaban desde Rosario hasta su casa. Por ende, otros investigadores que en Rosario decían que ya habían visitado la huella y hacían comentarios en un programa de frecuencia modulada, mintieron a todos sus radioescuchas.

La huella, fotografiada el 25 de enero
de 2009 para el programa Contacto
con la Creación.
Respecto a la huella, Avellaneda y Seoane, provistos con un sofisticado instrumental prestado por el investigador rosarino Guillermo Mamana, relevaron toda la zona. Los instrumentos que llevaron los integrantes de Contacto con la Creación fueron; un magnetómetro en estado sólido que detecta el campo magnético terrestre, y puede medir también campos magnéticos a nivel vertical. Un detector de microondas, un detecto de iones y de cargas electrostáticas y un detector de metales.

Otra imagen de la huella de Arroyo
Leyes, tomada por el equipo rosarino,
11 días después del hecho. La misma
mide 3,40 metros de diámetro.
En el lugar, tras realizar una medición de cada uno de los instrumentos, se dejó pasar un breve lapso de tiempo mientras se hacían otras mediciones y luego se volvió nuevamente a repasar todo, así, en tres oportunidades. Solamente en la primera pasada, los aparatos detectaron una muy leve alteración magnética residual que en su momento debió ser muchísimo más fuerte. Luego ya no se logró nada y todo medía normal.

El investigador Carlos Avellaneda
analizando el terreno.
Se tomaron también seis muestras de suelos, dentro y fuera del círculo, las que lamentablemente no pudieron ser analizadas por causas ajenas a nuestra voluntad.

La huella externa es un círculo de 3,40 metros de diámetro, el segundo círculo el interno mide 2,70 metros y esta marca en el suelo está situada muy cerca de la vivienda de Rivoira y mirando hacia el este, a unos tres metros de la huella se encuentra una pequeña laguna, siguiendo hacia el este, detrás de la laguna corre un río angosto denominado Colorado, y más allá del río corre el arroyo Ubajay y más hacia el este, se encuentra el río Paraná. El arroyo Ubajay se une más al norte con al arroyo Colorado y éste con el Leyes, de donde proviene el nombre del lugar.

Néstor Rivoira junto al investigador
Alberto Seoane dentro de la huella
ubicada a metros de su casa.
En el momento en que los integrantes del programa rosarino estaban haciendo las mediciones de la huella, acompañados por el ingeniero agrónomo Carlos Fernández, que se mostró extrañado por el círculo perfecto y los círculos internos, llegó al lugar el equipo de un programa de televisión por cable de la ciudad de Santa Fe, La tierra y su gente, conducido por Martín Álvarez y Facundo Viola que además de entrevistar al matrimonio lo hicieron con los investigadores rosarinos.

Dimensiones de la huella
de Arroyo Leyes.
Terminada la inspección, los integrantes de Contacto con la Creación, pasaron por la casa de Oscar Mendoza en la ciudad de Santa Fe, autor del libro Ovnis, huellas y tripulantes e intercambiaron opiniones sobre el caso de Arroyo Leyes. El croquis de la huella que se publica a continuación fue facilitado por Oscar Mendoza.

Los pormenores de la investigación, así como la entrevista in situ a Néstor Edmundo Rivoira y Sara Fernández fueron difundidos en el programa Nº 158 de Contacto con la Creación del viernes 30 de enero de 2009.

Desde el 25 de enero, hasta la noche del viernes 30 de enero de 2009, Rivoira y Fernández aparecieron en la mayoría de los diarios del país.

Néstor Rivoira nos dijo lo siguiente: “El miércoles 14 de enero estábamos durmiendo. Aproximadamente a las 3 de la mañana, un estruendo muy fuerte nos despertó, similar al que realiza un matafuegos abierto, duró como diez minutos el ruido. intenté levantarme de la cama para mirar y me quedé paralizado. Algo hizo que no me pudiera mover. Y también me nubló la mente porque me hizo olvidar lo que yo hubiera hecho al día siguiente, que era venir a ver”, dijo Rivoira para Contacto con la Creación y prosiguió: ”Recién al segundo día vine para este lado y caminé estos metros y al acercarnos al lugar, encontramos marcas”, comentó.

Sara Fernández, por su parte, también aseguró: “Escuché lo mismo y también ladrar a Pitufo, uno de los ocho perros que tenemos en casa, avisando de algún movimiento raro en el patio, pero lo que me extrañó es que en lugar de saltar la reja y dirigirse a la zona de las aguas para ver qué pasaba, se quedó muy quieto o más bien asustado del otro lado de la misma. Yo tampoco podía moverme de la cama y al otro día ni me acordé del ruido”.

Por su parte Rivoira comentó para Contacto con la Creación otras experiencias anteriores donde realmente vio algo, ya que aquí su experiencia fue meramente auditiva teniendo como resultado una huella circular.

Otras experiencias que vivió Néstor Rivoira 
Néstor nos comentó que generalmente se han visto en la zona de la costa, extraños fenómenos luminosos pero que nunca le habían prestado mayor atención. Ahora, a raíz de lo acontecido detrás de su casa, que resultó ser su cuarta experiencia extraña, Néstor nos relató las tres anteriores que también fueron grabadas y pasadas al aire para informar a nuestra vasta audiencia: “Aproximadamente, hace 25 años, estando en la isla pescando de noche con un amigo, él vio evolucionar una luz que al principio creyó se trataba de un avión y me avisó y miré hacia arriba y le dije: -¿Será un avión?.

Pero mi amigo me dijo: -Mirá que la tenemos cerca y no se escucha ningún ruido.

Entonces miré la malla (la red de pesca) para levantarla un poquito, y la luz era tan intensa que vi el fondo, le veía los plomos a la malla. La malla se compone en la parte de arriba con boyas para que no se hunda, y en la parte de abajo son plomitos ovalados, para que la tenga tensa al fondo. Eso es lo que vi los plomos, y le dije a mi compañero; tenés razón, no es un avión.

¡Viste que te dije!, me dice mi amigo y lo teníamos sobre nuestras cabezas, era un globo enorme de luz, era impresionante, alumbraba a tal punto que veía debajo del agua, es decir a una profundidad de un metro y medio y también dos, el agua era turbia y veía los plomos en el fondo. A los pocos segundos, esa luz desapareció de pronto”, reveló Rivoira.

Su otra experiencia fue posterior a esta, en la boca del río Colastiné, unos cinco o seis años después: “Estaba pescando con un capataz de Esperanza, comimos, luego yo estaba limpiando la mesa y él se fue a pescar y me llama. Voy y me dice que observara una luz que se acercaba volando, muy parecida a la que habíamos visto años antes. Nos quedamos quietos pescando y prestando atención a esa luz, pasó prácticamente por encima de nosotros y cuando termina de pasar me pregunta: ¿Vos escuchaste algún ruido?. Le dije que no. La verdad que no escuché nada. Y nos quedamos mirando y enseguida se nos presentó otra vez la luz. Volando en la misma dirección, a la misma altura y sin ningún ruido”.  

“La tercera experiencia fue sobre la ruta provincial por donde ustedes vinieron para Arroyo Leyes. A la entrada, teníamos una casa y mi hijo era chico. Estábamos mirando en dirección a la laguna Setúbal y se levantó una luz inmensa muy fuerte, de color amarillento y pasó por sobre nuestra casa y sobre unos eucaliptos. La vio también mi señora, mi hijo y una vecina”.


Sara Fernández, por su parte, trabajó como enfermera durante 33 años y nos relató, que el primer medio que llegó al lugar fue el canal de cable de San José del Rincón, luego el diario Uno, el Canal 13 de Santa Fe y dijo que todavía no sale del asombro y cierta emoción. “Cuando lo descubrimos, yo entré al círculo el mismo día que lo vimos, y empecé a caminar alrededor de la circunferencia y sentí un calor en las piernas. Bueno, quedó todo así, durante todo el día vino mucha gente. A la noche, cerca de las once, vine al lugar sola, como yo estoy muy enferma de los riñones, me paré en el medio y levanté las manos al cielo y pedí no tener más dolores y me siento bien, sin dolores, más feliz, porque creo que esto nos retribuye todo lo mal que lo pasamos el año pasado”.

Ella nos reveló que antes del suceso, estaba tan mal que en los próximos días tenía que realizarse análisis y tratamientos pero que al día, siguiente del extraño suceso vivido por ellos en la madrugada del 14 de enero, notó una mejoría llamativa en su salud, se sentía con más vitalidad y mejor humor.

Luego de meterse en la huella, en las noches posteriores la señora Sara sintió en sus piernas una sensación como de electricidad, de hormigueo, y que a una amiga enferma, ella le dijo que se metiera en la huella, y cuando lo hizo comenzó a sentirse mejor y al día siguiente estaba mucho mejor en su salud general.

Ubicación de la localidad
santafesina de Arroyo Leyes.
Caminando por el poblado de Arroyo Leyes, Avellaneda y Seoane se encontraron con una familia que afirmó tenían un pariente que cerca de las 3 de la mañana, del 14 de enero, cuando se iba de parranda, vio una enorme luz que provenía de la laguna Setúbal y se dirigía hacia Arroyo Leyes. Buscamos a esa persona pero no estaba en los lugares habituales.

Este testimonio de terceros, se lo comentamos a Oscar Mendoza y nos dijo que el día anterior a nuestra visita, el sábado 24 de enero, los investigadores del lugar, entre ellos Luis Brusa y Tomás Latino, encontraron marcas circulares irregulares en la laguna Setúbal. "Encontramos en la zona tres de esas huellas, dos de las cuales se encontraban juntas y la tercera a varios metros de las mismas", nos dijo y Oscar Mendoza filmó a las huellas e hizo mediciones sin registrar ninguna anomalía.

La conclusión de la investigación de Contacto con la Creación es que los protagonistas Néstor Rivoira y Sara Fernández no mienten. Respecto a la huella circular, creemos que es el resultado de la acción de un alto campo magnético o microondas que dejó “deshidratada” a la vegetación de su interior. No es ningún truco de algún supuesto “bromista”, y afirmamos que en Arroyo Leyes ocurrió un fenómeno anómalo. Algo ajeno a todo lo que percibimos habitualmente provocó los círculos perfectos detrás de la casa de Rivoira.

Por Alberto Seoane.

Si el lector desea ver los videos que existen al respecto pueden encontrarlos en http://www.youtube.com/

El primero es de un noticioso de la ciudad de Santa Fe titulado:
Los siguientes son filmaciones del grupo de investigación de Tomás Latino:

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