En Yucatán (México) o en otros lugares de Guatemala
han aparecido murales, pero realizados con otras técnicas, no al fresco, como
se ha comprobado científicamente en este.
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Fachada norte del complejo de Chilonché, Guatemala. |
Los saqueadores abrieron un agujero en la bóveda de un
antiguo palacio de la ciudad maya de Chilonché, en el norte de Guatemala. Los
investigadores españoles y guatemaltecos, que trabajan desde hace años en ese
paraje, fueron advertidos y pudieron ahuyentar a los expoliadores. Entonces los
arqueólogos descubrieron, a través del agujero, un "excepcional" mural pintado al fresco en el interior de un
cuarto de un palacio que durante siglos se ha mantenido sepultado por la selva.
Las pinturas datan del periodo
clásico tardío de la civilización maya (600-900 d.C.) y decoran una estancia
que había sido clausurada con piedras y tierra por los antiguos mayas. Por eso,
se ha conservado en buen estado el mural que recrea varias escenas de una ofrenda a un personaje especial, poderoso,
tal vez un cargo político. Aparecen figuras de hombres y mujeres, de
colores negro, rojo y ocre, así como signos jeroglíficos que mencionan los
nombres de cada uno y fechas. Hay personajes ataviados con sombreros o tocados
exclusivos de la región. Los textos
identifican a algunos de los representados: «princesa de K'anpat» (posiblemente
el nombre original maya del lugar) o «señor murciélago».
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Una parte del mural de Chilonché, pintado al fresco tratando de simbolizar una multitud. |
Las pinturas son "excepcionales" por ser
el "primer mural de estas características", pintado con la técnica
pictórica al fresco que se encuentra en Guatemala, por su valor en sí mismas y
por la información que aportan, tanto histórica como artística",
explicaron ayer Gaspar Muñoz y Cristina Vidal, directores del Proyecto
Arqueológico La Blanca, en el que participan la Universidad Politécnica de
Valencia, la Universitat de València y la Universidad San Carlos de Guatemala.
El epigrafista de la Universidad Complutense Alfonso Lacadena está descifrando
la escritura maya que ayudará a conocer mejor la sociedad que se asentó en el
enclave arqueológico. Por el momento
se sabe que las pinturas son del 770
d.C. Pertenecen a la bóveda de un edificio
palaciego construido en lo alto de la Acrópolis, que fue sellado
intencionadamente por los mayas y se mantuvo sepultado durante siglos por la
selva. El edificio, explicaron los expertos, tenía una función “política y
ligada a la riqueza”.
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El mural recrea una escena de ofrenda a un personaje especial, poderoso, tal vez tenía un cargo político. |
El hallazgo se produjo hace
dos años, pero los investigadores no lo han presentado públicamente a los
medios de comunicación hasta el jueves en la Universidad Politécnica de
Valencia. Durante ese periodo de tiempo, se han dedicado primero a excavar,
entrar por la puerta de la habitación donde se halla el mural y estudiar las
pinturas para su valoración, además de garantizar la seguridad del mural.
Previsiblemente, se hallarán más pinturas en el resto de estancias que
conforman el palacio y que aún no han sido exploradas. La zona es objeto de frecuentes ataques de saqueadores que expolian el
rico patrimonio maya de Guatemala para su venta.
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Bóveda de uno de los palacios de Chilonché. |
"Se trata de ofrendas
a personajes con características que llaman la atención y que quizás enlazan
con leyendas mayas del área de Yucatán", aseguró Vidal. La experta explicó
que los mayas todavía no trabajaban la
técnica de la perspectiva pero expresan lejanía en el espacio y multitud de
personas mediante la superposición de planos. También se han hallado
grafitos pintados en las estancias, hecho que supone una "novedad" ya
que las investigaciones previas solo revelaban incisos en las paredes.
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Mascarón maya hallado en 2009. |
Ya en 2009, el equipo de
investigación del proyecto logró el
hallazgo de un mascarón maya de 4 metros por tres, hecho en piedra, datado en más de dos mil
años de antigüedad. Esta pieza se proyecta digitalmente en la Ciudad de la
Innovación de la Universitat Politécnica de València.
La labor de diez años que
desempeña el proyecto La Blanca (a 17 kilómetros de Chilonché) ha supuesto una inversión de 400.000 euros y ha
recibido en la última campaña (2012-2013) un apoyo financiero de 30.000 euros
de la fundación Holandesa Príncipe Claus para rescatar las pinturas murales. El
proyecto también recibe subvenciones del Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte y del Programa 0,7 de la Universitat de València. En 2013, la labor de los
investigadores ha sido galardonada con el premio "Best practices in site
conservation", otorgado por el Archaeological Institute of America (AIA). La excavación en profundidad del sitio, así como la
restauración y puesta en valor de su patrimonio arquitectónico ha sido llevada
a cabo desde el año 2004 por el Proyecto La Blanca.
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Fotos del mural fueron proyectadas públicamente el 12 de diciembre de 2013. |
Chilonché, por el
contrario, ha estado oculto por la espesa vegetación durante
muchos más años, por ello, las primeras noticias que se tienen del sitio
proceden de los reconocimientos realizados por el Proyecto Atlas Arqueológico
de Guatemala (1995) y por el Programa de Rescate del Proyecto de Sitios
Arqueológicos en Petén (PROSIAPETEN, 2005).
En ese año, el equipo del
Proyecto La Blanca realizó las primeras visitas al sitio, comprobando la gravedad de los saqueos arqueológicos a
los que había sido sometido, hasta que en el año 2009 se realizaron los
primeros trabajos de urgencia, mapeo y reconocimiento de la arquitectura.
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