Respecto a la
estrella que vieron los Magos de Oriente, las profecías bíblicas que anunciaban
su nacimiento, todo indica que algo fuera de lo común sucedió hace más de dos
mil años en Palestina.
La Estrella de Belén guió a los magos hasta el pesebre. |
La estrella de Belén es uno de los grandes
misterios que ha envuelto el nacimiento de Cristo. Pudo ser un cometa,
una supernova, una nave extraterrestre, un alineamiento de planetas… Hace unos
2000 años, los magos de Oriente vieron una estrella increíble iluminando el cielo
en lo que hoy es la actual Palestina y la siguieron en un viaje épico para
conocer al Mesías.
Ya han sido descartadas las opiniones de científicos
escépticos que afirmaban que lo que vieron los Magos era el planeta Venus. Para
confundir, afirmaron que el planeta es tan brillante que lo confundieron con una
estrella. Los babilonios y los
astrónomos de los otros reinos de la región conocían muy bien a Venus y
realizaron sus primeras observaciones del planeta en torno al año 1700 a. de C.
Es absurdo pensar que podrían confundir a Venus con una estrella desconocida.
Un cometa
No fue el cometa Halley la Estrella de Belén, ya que no coincide con el nacimiento de Cristo. |
¿Sería un cometa como el famoso Halley, que vuelve
cada 76 años? El Halley se vio el 12 a.C., registrado por los chinos, por
ende no coincide con el nacimiento de Cristo cuyas fechas van del 7 a.C. al 3
a.C. Cuando ponemos una estrella con cola, en el árbol de Navidad es porque el
pintor Giotto en 1304 pintó “La adoración de los reyes magos”,
dibujando un cometa sobre el portal, Giotto supuso que lo que observaron los
Magos de Oriente fue un cometa.
Una supernova
Algunos
creen que la estrella podría haber sido el resultado de un evento celestial aún
mayor. Mark Kidger, astrónomo de la
Agencia Espacial Europea, afirma que habría
requerido mucho más que un movimiento de planetas inusual para convencer a los
curtidos expertos astronómicos de esa época a viajar hasta la región de Judea.
La Adoración de los Magos, de Giotto, del año 1304. Obsérvese la estrella en la parte superior. |
En caso de haber explotado hace 2.000 años una
estrella decenas de veces más grande que el sol, los magos la habrían visto en
el este, asomándose por encima del horizonte. El experto espera que los
radiotelescopios del futuro sean capaces de detectar la débil burbuja de gas
alrededor de Aquilae para calcular el momento exacto en que la burbuja comenzó
a expandirse.
No hay rastros del estallido de una supernova en tiempos del nacimiento de Cristo. |
Una
supernova que explotó hace solo dos mil años tendría que ser una de la
radiofuentes más brillantes del cielo y, además, fácilmente identificable. Si una supernova se explotó en el año 5 a.
de C, no ha dejado ningún rastro de su existencia.
Conjunción
de planetas
Fue así que en el Siglo XVII el astrónomo alemán Johannes Kepler, que descubrió las
leyes del movimiento de los planetas, propuso la teoría de la conjunción
estelar entre Júpiter y Saturno para explicar el enigma. Esta conjunción ocurrió tres veces en el año 7 antes de Cristo. Kepler
observó este fenómeno entre el 19 y el 24 de diciembre de 1603 con los planetas
en conjunción: Júpiter, Saturno Mercurio y tras numerosos cálculos, llegó a la conclusión de que se repetía
cada 805 años y que había sucedido entre los años 7 al 6 a.C. con los
planetas gigantes, aunque en aquella ocasión Júpiter solo pasó una vez cerca de
Saturno y no tres veces como la del año 7 a.C. Por lo que fue un acontecimiento
maravilloso y rarísimo en el cielo.
Johannes Kepler calculó que Jesús nació 7 años de lo que se supone. |
Asumiendo que los Magos fuesen astrólogos, esta teoría
adquiere fuerza. Júpiter y Saturno representan al “Instructor” y “El Tiempo”.
Es decir, la alineación de aquellos
planetas sostenía la profecía de la llegada de un enviado, de un “elegido” y
maestro del tiempo.
Esta conjunción, además, podría señalar el nacimiento
de Cristo siete años antes de lo que se supone. En el año 7 a.C. ocurrió una
conjunción planetaria (acercamiento aparente en el cielo de dos o más
planetas), nada habitual. Júpiter se
paseó casi justamente por delante de Saturno, hasta en 3 ocasiones en poco
tiempo, en la constelación de Piscis. Los magos interpretarían este hecho
como: un gran rey (Júpiter) de Justicia
(Saturno) nace entre los judíos (Piscis). El símbolo de los peces (Piscis)
está asociado a la simbología antigua del cristianismo y algunos estudiosos del
tema, indican que proviene precisamente de la posición de Júpiter y Saturno en
dicha constelación, incluso se ha
llegado a relacionar con el nacimiento del pescador, de Jesús.
En Miqueas Cap. 5, versículo 2 está escrito que el Mesías nacería en Belén. |
La Biblia nos dice muy poco sobre esta estrella y sólo
aparece mencionada en el Evangelio de San Mateo. “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella
hemos visto en el oriente y venimos a adorarle”, se habrían preguntado los
magos.
Belén en la actualidad. |
La mayoría de los expertos coinciden en que Jesús nació antes del año 4 a. C. o en esa
misma fecha, cuando Herodes el Grande reinaba en Judea. Teniendo en cuenta
que Herodes ordenó matar a todos los niños menores de 2 años, es de suponer que
Jesús realmente nació aproximadamente 5
o 6 años antes de la fecha que se utiliza en nuestro calendario.
No es necesario entender al pie de la letra que los
magos probablemente siguieron a los planetas Júpiter y Saturno, ya que se desplazan muy
lentamente en el cielo, pero tal vez, ese
acontecimiento fue lo suficientemente grande para los Magos, como para
desplazarse hasta Belén y preguntar por el nacimiento del Mesías.
Triple
conjunción de planetas
En 1925 se encontró una tablilla de arcilla a 100 km
de Babilonia, con caracteres cuneiformes, que habla de la conjunción triple entre
Júpiter y Saturno, así que fue visible en toda aquella zona. Dicha
conjunción planetaria o acercamiento entre los dos grandes planetas, fue
estudiada por el científico
alemán P. Schnabel quién descifró
misteriosas anotaciones en la antigua escuela de astrología de Sippar, en el
actual Irak. Es posible reproducirlas hoy con programas informáticos
de astronomía. La tablilla está en el museo estatal de Berlín.
Los Magos conocían que un acontecimiento
astronómico se repetiría por tres veces durante varios meses. Probablemente
partieron de oriente cuando el fenómeno comenzó, llegando a Belén, cuando éste
concluyó. El viaje que realizaron duró varios meses. Hubo otras
conjunciones planetarias en los años 5, 3 y 2 a.C. Aunque éstas están algo
lejos de la fecha del nacimiento de Cristo que se estima en el 7 al 6 a.C.
En el año 7 a.C. existieron tres conjunciones planetarias. |
Incluso la Luna en fase creciente hizo su aparición
muy próxima y bajo los planetas Júpiter y Saturno el día 2 de noviembre del año 7 a.C. Un acontecimiento prácticamente
único. El 25 de febrero del año 6 a.C.
Otro fenómeno celeste tuvo lugar: Júpiter y Saturno estaban muy próximos, aún
menos que en el año 7 a.C., pero un tercer planeta brillante, Marte, se colocó
justo entre ellos.
Ubicación de Belén en el territorio de Palestina con los asentamientos israelíes. |
Tal vez no fue un acontecimiento el que indicó el camino de los magos a
Belén, sino la suma de todos ellos. Los magos,
verían las primeras señales del nacimiento, con la triple conjunción planetaria
de Júpiter y Saturno en el 7 a.C., en febrero del 6 a.C. una conjunción de
Júpiter, Saturno y Marte, en mayo Júpiter, Saturno y Venus, los tres planetas
más brillantes del cielo y siempre en Piscis. Los magos, ante las señales del
nacimiento del Mesías anunciado por los profetas, estarían preparados para
partir, hasta que llegó la nova del 5 a.C. Cuando la vieron, fue la señal
definitiva, comenzaron su viaje durante 70 días, tiempo en que la nova estuvo
visible, hasta llegar a ver a Jesús.
Una nave extraterrestre
En la Biblia, se describe como una estrella que se mueve en el cielo, y que se detiene en el preciso
lugar donde se hallaba el enviado. Todos sabemos que en realidad no se
podría tratar de una estrella. Los soles no se mueven describiendo rápidas y
largas trayectorias en el cielo, y más aún, deteniéndose a voluntad como
describen los evangelios.
"La estrella se detuvo en el lugar donde estaba el niño", (Mateo Cap. 2, vers. 9). |
Si el nacimiento de Cristo fue iluminado por algún
objeto celeste, lo único verdaderamente reconocido y que ronde la fecha del
nacimiento de Cristo fueron las
espectaculares conjunciones planetarias y la nova que ya se antoja un poco
posterior a dicho nacimiento. Lo cierto es que seguirá permaneciendo el
misterio hasta la Segunda Venida de Cristo.
interesante
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