Un
cazador de tesoros aficionado, con un detector
de metales, ha descubierto en un bosque de Alemania un tesoro valuado en más de un millón de euros
compuesto por objetos de oro y plata que podría ser el legendario tesoro nibelungo que inspiró las óperas de Richard Wagner.
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Adornos de oro encontrados en el tesoro nibelungo. |
El
tesoro encontrado en el estado occidental de Renania
Palatinado, fue encontrado por un hombre que lo buscaba desde hace 40 años, porque estaba convencido que el tesoro de
los nibelungos no era una leyenda y que las legendarias riquezas que el
asesino de Sigfrido escondió junto
al Rin existían en alguna parte. Finalmente lo encontró y está formado por importantes piezas de oro y plata, descubierto
en pleno bosque en el estado alemán de Renania Palatinado.
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El arqueólogo Axel Von Berg afirma que el descubrimiento corresponde con la época de la leyenda de los Nibelungos. |
Podría tener un valor aproximado de un
millón de euros, contiene objetos como cuencos
de plata, broches de oro y otras piezas de joyería de vestidos ceremoniales y
pequeñas estatuas que adornaban una gran silla, según explicaron los
arqueólogos de la región.
«En
términos de cronología y geografía, el descubrimiento encaja con la época de la leyenda de los nibelungos»,
dijo Axel von Berg, el arqueólogo
jefe de la región, citado por medios alemanes. «Pero no podemos decir si
pertenece realmente al tesoro nibelungo», dijo, añadiendo que quien lo poseyó «vivió bien» y pudo haber
sido un príncipe.
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Tazón de plata hallado en el tesoro nibelungo. |
El tesoro, encontrado cerca de Rülzheim,
en el sur del estado, se encuentra ahora en el departamento cultural estatal de
Mainz, pero las autoridades sospechan que no tienen todo el tesoro.
Los fiscales han comenzado una
investigación contra el hombre que lo descubrió porque sospechan que puede haber vendido una parte, posiblemente a un comprador
extranjero, dijo el departamento. «El lugar en el que fue encontrado estaba
completamente destrozado por una actuación inadecuada», dijo en un comunicado.
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Estatuillas de plata del tesoro
hallado por Hans Jörg. |
Tanto si el tesoro es el famoso «Rhinegold» o
no, parece que fue enterrado
apresuradamente por su propietario o ladrones alrededor del año 406-407 d.C.,
cuando el imperio romano se comenzaba a derrumbar en la zona a lo largo
del Rin, dijo Von Berg en un comunicado.
Según
la leyenda nibelunga, el guerrero Hagen mató a Sigfrido y
enterró su tesoro en el río Rin. Hagen nunca
reveló su escondite, según el Cantar de los Nibelungos. El Rin ha cambiado
su curso muchas veces a lo largo de los siglos, de modo que el tesoro no
tendría por qué estar bajo el agua.
El
tesoro de los nibelungos
Según la leyenda, el tesoro de los
nibelungos consistía en doce carretas que
acarrearon durante cuatro días, yendo y viniendo, el fenomenal tesoro que Hagen de Tronje, caballero de la
corte del Rey Gunter de Borgoña, se llevó tras asesinar a Sigfrido,
el héroe de El Cantar de
los Nibelungos. El famoso poema épico alemán solo cuenta que
Hagen escondió el tesoro «junto al hoyo,
en el Rin».
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Versión del Cantar de los Nibelungos escrita a mano, hallada en 1755. |
Esto se sabe porque un autor desconocido escribió este relato a principios del siglo XIII y desde entonces no han faltado caza tesoros en su búsqueda. Sobre todo a partir de 1755, cuando se descubrió una versión escrita a mano en
Hohenems y la leyenda pasó a convertirse en tema predilecto de artistas y
literatos que lo estilizaron como epopeya nacional germana.
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Guerrero burgundio. |
Mientras los escépticos decían que el tesoro no
existía, que era un “cuento de niños”, afortunadamente existían y existen personas que estaban
convencidas de la existencia del oro
amasado por un pueblo mitológico de enanos oscuros que vivían en
las profundidades de la tierra y que Sigfrido se llevó tras atravesar el
corazón del dragón Fafnir que lo custodiaba tras bañarse en su sangre para ser
invulnerable, según lo relata el Cantar de los Nibelungos que ha dejado de ser
una leyenda y cuenta con un sustrato histórico.
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Pueblos germánicos en el año 488 d.C. |
Los burgundios
o borgoñones ocupan un lugar destacado entre los pueblos germánicos instalados
en Alemania antes de que se produjera el paso del río Rin y la invasión del imperio
romano, durante los siglos IV y V.
Llegados unos 80.000 a las riberas del Rin hacia el año
370, procedentes de una isla de Escandinavia, formaron un amplio reino cuya capital
era Worms. En el 430, salieron 3.000 guerreros burgundios a enfrentar a 10.000 hunos en la orilla derecha del Rin, logrando vencer a las fuerzas de Atila. En el 436 los hunos mataron a 20.000 burgundios.
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Bandeja de plata hallada en el tesoro, que en su conjunto vale un millón de euros. |
A comienzos del siglo V el jefe burgundio Gunter
buscó la alianza con los romanos para resistir al empuje constante que los
hunos ejercían sobre el conjunto de pueblos germánicos. Pero ni siquiera
esta integración en el seno del Imperio iba a preservar del desastre a los
burgundios.
La matanza de los
burgundios del reino de Worms, a manos de los hunos, en el año 436, es el
acontecimiento histórico en torno al cual daría lugar más
tarde a uno de los más hermosos cantos épicos de Occidente: La leyenda de los nibelungos.
La epopeya, cuyos tres manuscritos más antiguos forman
parte del Registro Memoria
del Mundo de la UNESCO, desde el 2009 y relata el exterminio de los burgundios por parte de
los romanos y de los hunos.
El descubridor del tesoro
Se trata del arquitecto Hans Jörg Jacobi, de Maguncia, que se ha pasado los últimos 40 años
buscándolo, según explica: «Es una de
las pocas aventuras posibles hoy en día», aseguraba determinado a probar «que es verdad el Cantar de los
Nibelungos». Su padre también creía que el tesoro era real y murió sin
encontrarlo.
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Hans Jörg, el aficionado que descubrió el
tesoro, estuvo cuarenta años buscándolo. |
Jacobi con su
padre cavaron en los años 70 en Lochheim un pueblo que ya no existe que estaba
donde todavía hoy en día el Rin tiene su punto más profundo, tal como cita el
Cantar de los Nibelungos. Además, estaba a solo 20 kilómetros de Worms, la
ciudad de los borgoñones. Pero a diez metros de profundidad encontraron mármol
en vez de oro. Las búsquedas de buceadores en el Rin tampoco dieron resultados.
Finalmente, en otro lugar Hans Jörg
Jacobi logró lo que quería: “Probé
que es verdad el Cantar del Nibelungo”, declaró.
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Adornos de oro de una vestimenta en el tesoro hallado en Rülzheim. |
Cerca de Worms, la ciudad donde se sitúan gran parte
de las escenas del poema de los nibelungos, y en Rheinbach, en Renania del
Norte-Westfalia, este aficionado buscó el
botín que finalmente encontró en Rülzheim.
«No podemos decir si pertenece realmente al tesoro
nibelungo», añade el arqueólogo Von Berg, quien sí precisa que corresponde al
período histórico de la leyenda. El
tesoro, valorado en un millón de euros y formado por cuencos de plata, broches
y otras piezas de joyería de vestidos ceremoniales y pequeñas estatuas que
adornaban una silla ceremonial, fue enterrado apresuradamente alrededor del año
406-407 a.C. en Renania Palatinado, la región con el tramo más largo del Rin.
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La ministra de Cultura de Renania-Palatinado, Doris Anhen, junto al arqueólogo Axel Von Berg (izquierda) y el también arqueólogo Ulrich Himmelmann, observando el tesoro encontrado. |
Jörg Jacobi, el hombre que dio con el fabuloso tesoro, ahora está
siendo investigado por haber destrozado
el lugar y por haber vendido algunas piezas, ya que los arqueólogos se
dieron cuenta del faltante de una buena parte.
Tanto
si el tesoro es el famoso «Rhinegold» o no, parece que fue
enterrado cuando el imperio romano se comenzaba a derrumbar en la
zona a lo largo del Rin, dijo Von Berg en un comunicado.
El Cantar de los Nibelungos
El Cantar de los nibelungos
(en alemán Nibelungenlied) es un poema épico de la Edad Media, escrito en
el siglo XIII, anónimo, de origen germano.
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Manuscrito original del Cantar de los Nibelungos. |
Este
cantar de gesta reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos,
mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas que, por la profundidad
de su contenido, complejidad y variedad de personajes, representa a la cultura
nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar de mío Cid
en España y el Cantar de Roldán
en Francia. Está conservado en la Biblioteca
Estatal de Baviera. La
versión más completa de este cantar consta de un poema de 3.379 estrofas, de cuatro versos cada una, y que contiene
39 aventuras diferentes. Dicho relato se
transmitió oralmente durante siglos hasta que el texto habría sido compuesto en
Austria hacia el año 1200.
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Sigfrido o Sigurd recibe la espada Balmunga de manos de Mime o Mimir. |
El manuscrito relata cómo Sigfrido o (Siegfrid), hijo del rey Sigmund de Niederland y de la bella
Siegelinde, vence a los nibelungos y se hace con su tesoro tras matar al dragón Fafnir y convertirse en invulnerable tras bañarse en su sangre, salvo en una
pequeña porción de su espalda a la altura del omóplato, donde se posó una hoja de tilo y la sangre no tocó su piel.
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Sigfrido mata al dragón Fafnir. |
En el texto, se nombra a los poseedores sucesivos de un tesoro que
habría pertenecido, en primer lugar, a unos seres míticos, gigantes, enanos, los
nibelungos, al mando de los cuales estaban los reyes Schilbung y Nibelung.
Según
cuenta la leyenda germana, los nibelungos
eran unas criaturas que vivían bajo
tierra y se dedicaban a la extracción de oro y plata. Según el cantar
medieval, estaban gobernados
por el príncipe Nibelung y habían reunido un botín de gran valor,
que custodiaba el príncipe. Los nibelungos eran enanos oscuros que habían
robado a las ninfas del río Rhin un enorme tesoro que lo custodiaban. El gigante Mime o Mimir,
tutor de Sigfrido, odiaba a los nibelungos porque él había sido parte de su
comunidad pero más tarde había sido expulsado por el dragón Fafnir custodio del
tesoro, y para vengarse utilizó
las habilidades de Sigfrido para ejecutar su plan: Para ello lo adiestró en el
uso de las armas y enseño a luchar para vencer al dragón que cuidaba el tesoro.
Le entregó a Sigfrido la espada Balmunga, un arma mágica.
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Otra representación de Sigfrido matando al dragón que custodiaba el tesoro. |
En el enfrentamiento Sigfrido logró clavar la espada en el
corazón de la bestia, que murió entre rugidos y coletazos ya inútiles. Cuando
el dragón dejó de moverse, Sigfrido se bañó en su sangre aún caliente, pues
Mimir le había revelado que si hacía así se volvería invulnerable. De ese
gran tesoro solo se llevó un casco mágico que lo volvía invisible y un hermoso
anillo, que según Mimir había una maldición para quien lo usara, pues tendría
un final trágico.
El anillo pertenecía al rey de los
nibelungos y tenía poderosas propiedades
mágicas pero atraía la desgracia a su portador. El caballero Sigfrido Sigfrido mató a los príncipes nibelungos Nibelung y
Schilbung tras discutir con ellos sobre la forma de repartir el tesoro. En
realidad ellos le habían prometido a Sigfrido, que él se quedaría con una parte
de éste pero cuando estaban por llegar a su destino, deciden traicionar a
Sigfrido e intentan asesinarlo. De la batalla sale victorioso Sigfrido, quedándose con todo el tesoro, y a su vez con
1.000 hombres, a los cuales se lleva a su reino y utiliza como esclavos.
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Brunilda, la reina guerrera islandesa. |
Montado de un maravilloso caballo de ocho patas, Sigfrido,
se dirigió a Dinamarca e Islandia. Allí encontró una isla con un castillo
rodeado por un muro de llamas, en cuyo patio una hermosa doncella vestida con cota de malla, yacía dormida.
Sigfrido despertó de un beso a Brunilda y ella se enamoró de su salvador.
Sigfrido acompañó a
Brunilda durante unos días, pero pronto sintió nostalgia de la casa de sus
padres, con quienes hacía tanto tiempo que no estaba, y abandonó Islandia para regresar a la corte de Niederland, en donde fue
recibido como un hijo pródigo y como un héroe.
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Brunilda y Crimilda discuten y se descubre que Gunter ganó con trampas, ayudado por Sigfrido. |
Sin embargo, no
permanecería por mucho tiempo en el castillo paterno. A Niederland llegaban
noticias acerca de la magnificencia del vecino reino de Burgundia, del valor de
su rey Gunter y del vasallo Hagen, y de la hermosura de la hermana del rey,
Crimilda (Kriemhild). Sigfrido sintió deseos de verlo con sus propios ojos, así que viajó a Burgundia, en donde trabó amistad
con el rey y se enamoró de su hermana Crimilda, siendo correspondido por ella.
Por esa época llegó al
reino que quien desafiara en una pelea a la reina Brunilda, podría contraer
matrimonio con ella, porque lo que Gunter decidió enfrentarla, y para ello, a cambio de su hermana Crimilda, pidió
ayuda a su amigo Sigfrido, que con el casco mágico logró dirigir eficientemente
la mano de Gunter y vencer a la princesa guerrera en tres pruebas: La prueba del salto, la de la piedra y la del escudo. En todas fue ayudado por Sigfrido que se encontraba invisible.
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Muerte de Sigfrido a manos de Hagen. |
El pacto se cumplió y ambas
parejas se casaron, pero a partir de ese día a pesar que Gunter colmaba de
atenciones a Brunilda, esta no era feliz: su marido no se comportaba como el
gallardo héroe que la valquiria esperaba y ella en realidad ardía de celos por
Sigfrido. Las discusiones con su cuñada se volvían cada vez más agrias, y en lo
más álgido de una de ellas Crimilda le
contó la verdad acerca de lo sucedido en el combate en Islandia. Brunilda montó
en cólera y se marchó de Worms para no volver nunca.
Cuando Brunilda descubre el engaño tras una
indiscreción de Crimilda y urde una venganza con ayuda de Hagen. Éste engaña a Crimilda
y averigua el punto vulnerable de
Sigfrido para matarlo a traición en un arroyo cuando se inclina a beber y llevarse el tesoro de los
Nibelungos, que esconde en el Rin.
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Crimilda y Atila o Etzel, en el filme de 1924 de Fritz Lang. |
Tras el asesinato de Sigfrido, Crimilda se refugia en la corte de Etzel (Atila), el rey de los hunos con
quien se casa en
Hungría y que acabará por hacer prisionero a Hagen. Pasan trece años y
la heroína pide a su esposo que invite a la corte a su hermano el rey Gunter y
su séquito para capturarlos. Gunter accede, pese a las recomendaciones en
contra de Hagen.
En el banquete convocado por Etzel o Atila, mientras comían, el rey insistió en enseñar su joven hijo a sus
invitados. Hagen de Tronje tomó al niño y en ese momento, entraron unos
guardias burgundios, y gritaron a la sala que los suyos estaban siendo
aniquilados por los guerreros hunos. Hagen entonces levantó al niño, lo cogió
por un pie y con su espada, le cortó la cabeza, como venganza por sus soldados.
Se produjo una carnicería en el salón del banquete.
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Detalle de adornos de oro hallados en el tesoro nibelungo. |
Crimilda con un hacha mató
a todos sus familiares, sus hermanos Geiselher y Gernot. Gunter y el malvado Hagen son capturados. Finalmente Crimilda ordena decapitar a su hermano Gunter buscando la forma de conseguir que
Hagen confiese donde ocultó el tesoro de los nibelungos, pero al negarse este, Crimilda
toma la espada de Sigfrido y lo decapita. Hildebrando de Berna y el rey
Etzel contemplan la escena e Hildebrando entrando en cólera por la vil muerte
del aguerrido Hagen toma su espada y corta a Crimilda en dos. Con este
sangriento desenlace concluye el Cantar
de los nibelungos.
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Película italiana de 1957. |
Fuentes contemporáneas
registran que Atila ordenó la matanza de
20.000 burgundios, lo que puede relacionarse con la masacre
descrita en el final de la épica. Pocos años después, el general romano Aecio,
vencedor de Atila en los Campos Cataláunicos en el año 451, forzó al resto de los borgoñones sobrevivientes a salir del
Rin para que se reasentaran en lo que ahora es el sureste de Francia y el
noroeste de Italia.
Tan dramáticos
fueron estos eventos que bien pudieron ser rememorados durante siglos en
canciones y cuentos, antes de ser incorporados a las leyendas germánicas y
escandinavas del siglo XIII.
El oro de los
nibelungos en el cine y el teatro
En 1829, el escritor y filólogo
alemán Wilhelm Grimm publicó las Leyendas
históricas alemanas, un estudio de las mismas.
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Escena de Los Nibelungos de Fritz Lang, donde se lo ve a Sigfrido. |
Posteriormente
el compositor Richard Wagner
invirtió más de 25 años (1848-1874) en concluir su proyecto más ambicioso, cuatro
óperas -«El oro del Rin», «La valquiria», «Sigfrido» y «El ocaso de los
dioses»-, bajo el nombre de «El anillo del nibelungo»,
inspiradas en la mitología germánica, particularmente las Sagas islandesas, así
como del cantar de los nibelungos medieval. Para llevarlas a escena incluso
mandó construir lo que es en la actualidad lugar de peregrinación para los
wagnerianos, el teatro de Bayreuth, especialmente diseñado para
contemplar este drama épico. Su puesta en escena y su interpretación musical es
un reto para todo teatro de ópera.
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Los Nibelungos, coproducción germano-yugoslava de 1966. |
El cine también se interesó por esta
epopeya. Bebiendo de las mismas fuentes, Fritz Lang estrenaría en
1924, «Los nibelungos», que por su
duración de dividiría en dos filmes -«Los
nibelungos: la muerte de Sigfrido» y «Los nibelungos: la venganza de Crimilda»-. El guión lo realizó el cineasta con su esposa Thea von
Harbou. Con esta película, Lang, en la cima de su carrera ofrecía una obra
que representara el espíritu alemán.
En 1957 se filmó una película italiana titulada Sigfrido, el Tesoro de los Nibelungos. En 1966 se filmó una coproducción alemana y yugoslava titulada Los Nibelungos, y siempre esta historia germana ha sido tema de atención hasta la actualidad ya sea en historietas, series televisivas y nuevas películas tomando algunas partes del mito nibelungo.
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