EN 2003 UN MANGA JAPONÉS ANTICIPABA LA CRISIS BANCARIA MUNDIAL DEL 2012

El personaje se llama Akumetsu que significa en japonés “destructor del mal”, y lucha contra los banqueros y políticos corruptos. Tal vez, inspirado en la crisis económica que vivieron los argentinos a partir de diciembre de 2001 con el corralito y luego con el corralón en 2002, cuando el presidente no elegido por el voto popular, Eduardo Duhalde decretó el "corralón", indemnizó a los bancos por haberse quedado con la plata de los ahorristas y devaluó el peso a razón de 3 pesos un dólar, cuando antes estaba uno a uno. Todos los bancos tantos nacionales como extranjeros establecidos en la Argentina se pusieron de acuerdo en no devolverles los ahorros en dólares a sus clientes, así la banca se robó 65 millones de dólares en efectivo acumulados en depósitos que los ahorristas creían inviolables.

Tapa del primer episodio
de Akumetsu.

Hubo un japonés que avizoró una crisis similar y mucho peor en un futuro no lejano y decidió llevar al manga (la historieta o comic nipona) los efectos de la corrupción, la especulación y la crisis económica a nivel local o mundial, eso sí, a su manera. El autor se llama Yoshiaki Tabata y el manga fue ilustrado por Yuki Yugo.

Akumetsu fue un manga que apareció en febrero de 2003 en Japón  y duró hasta el 2006 y proponía este escenario: un futuro cercano en el que el país está sumido en una crisis total, una nación con una deuda insostenible.  Y mientras el gobierno rescata bancos en quiebra y los altos ejecutivos disfrutan de millonarias jubilaciones e indemnizaciones, crece el desempleo, los impuestos y el descontento en la sociedad. ¿Te suena a algo familiar? Por supuesto que sí.

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Claro que la solución que propone el protagonista del cómic era algo drástica: eliminar uno por uno a los miembros de la élite financiera y política del país, a quienes hace responsable de los problemas que afectan al pueblo llano.

En la historieta creada por Yoshiaki Tabata, un joven llamado Shou Hazama, hastiado por la situación en la que se encuentra el país, decide calzarse una máscara y tomar cartas en el asunto. Así, armado con una pistola, se infiltra en una orgía que mantiene el director de un ficticio banco que ha recibido un millonarío rescate con dinero público (¿cualquier semejanza con la realidad será pura coincidencia?), y que fruto de esto disfruta una generosísima retribución, con una pensión de 1 billón de yens.

Akumetsu se enfrenta a
la elite político-bancaria.

Es solo la primera víctima de Akumetsu, el héroe de esta historieta. Después irán cayendo uno por uno el ministro de economía, congresistas y políticos varios, ministros, presidentes de bancos y enormes corporaciones y, finalmente, tanto el primer ministro de Japón como el líder de la oposición. Todos culpables de enriquecerse mediante el uso de comisiones y planes con empresas privadas ¿A que les recuerda cualquier país corrupto en el que viven?

En la mayoría de las ocasiones, esos miembros de la élite nipona se lavan las manos, cargando únicamente la culpa en el partido del gobierno o la oposición, y en unos ciudadanos que no consumen y no invierten sus ahorros con cautela. Akumetsu, antes de acabar con su vida, pone los puntos sobre las íes y les enfrenta con sus prácticas poco éticas y que se muestran siempre ineficaces.

Akumetsu es un justiciero.

Desde luego, las acciones son bastante más extremas que las que proponen los indignados españoles del 15 M o las de los ahorristas argentinos de las ciudades de Rosario, Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, entre otras, que tuvieron en jaque con sus cacerolas a la mafia bancaria durante cinco años rompiéndoles centenares de veces los vidrios de sus bancos, cartelería, pintadas en las paredes y lanzamiento de huevos a banqueros y políticos corruptos. En la Argentina, nunca los malditos bancos cumplieron con los contratos que habían firmado con los ahorristas (plazos fijos, inversiones, cuentas de libre disponibilidad) y a los estafados que lograron recuperar sus depósitos en dólares mediante recursos de amparo y juicios, jamás le pagaron los intereses acumulados que les correspondían por la inmovilización de los ahorros en dólares.

En 2003 el manga anticipaba la
crisis bancaria que actualmente
padecen Europa y los EE.UU.

En este manga se expresa el desasosiego de la sociedad ante el desolador panorama que se plantea para los próximos años, ante la falta de justicia y el avance de la corrupción. Es puro entretenimiento… con algo de mensaje.

Porque Akumetsu es, antes de una historieta de denuncia, una historia de acción y misterio. Hay acción, intriga  y un toque de ciencia-ficción. Shou tiene a su disposición una fábrica de clones que mandar a realizar sus misiones, con lo cual si era abatido, se transfería la información al siguiente clon y podía seguir persiguiendo a los corruptos hasta ajusticiarlos. En ocasiones de maneras bastante truculentas, como el hachazo en la cabeza que vemos aquí debajo.

Akumetsu se publicó desde
el 2003 hasta el 2006.

El manga Akumetsu apareció en el año 2003, época de bonanza económica mundial, cuando sólo algunos agoreros avisaban de algún posible problema en el futuro. Tabata, el autor, tenía claro que una gran crisis estaba por llegar, ambientando su tebeo en un futuro no muy lejano. El de 2012, por ejemplo y acertó.

Su personaje, en vez de de ir tras de ladrones de autos, carteristas, asaltantes de tiendas, violadores o narcotraficantes, va tras los verdaderos criminales: presidentes de bancos, políticos y financieros que amasan sus fortunas a costa de los ahorros y las pequeñas empresas de la clase media. Los que sumergen a millones en la pobreza con tal de llenarse los bolsillos.

Akumetsu ejecutando  con un hacha
a un banquero corrupto.

Curiosamente, la historieta de Akumetsu fue publicada en España allá por 2006, en plena burbuja inmobiliaria, y tuvo que ser cancelada cuando la serie no había llegado a la mitad, ante la falta de interés del público. Lo mismo sucedió en Italia tras su edición en octubre de 2007. Hoy en día es posible que tuviera bastante más éxito. En todo caso, los 170 capítulos de esta obra pueden leerse gracias a los fans, que la subieron gratis por internet.

Curiosamente, los japoneses que son tan propensos a crear videojuegos de todo, de este manga en particular no existe ninguno ¿Será porque ataca justamente a los banqueros y políticos corruptos, el verdadero cáncer de este mundo?

Y después de todo, ¿a quién no le gustaría ser el personaje de Akumetsu para hacer justicia a los corruptos por mano propia? ¿Eh?