El manuscrito del siglo XII fue robado hace un año de la Catedral de Santiago de Compostela y estaba oculto en un garaje a sólo seis kilómetros de la catedral, en el municipio de Ames (A Coruña).
Se han encontrado en el lugar otros dos facsímiles del Códice y también diez libros. El ladrón del Códice oía misa diaria en la Catedral de Santiago de Compostela.
El Códice Calixtino estaba oculto a seis kilómetros de la catedral de Santiago. |
El Codex Calixtinus es una de las más importantes joyas bibliográficas españolas. Para muchos es el primer libro de viajes de la literatura occidental, anterior incluso a Marco Polo. Datado en el siglo XII, está considerado como el más valioso de los códices que se conservan del Liber Sancti Iacobi. Se trata de un códice en el que, además del texto, son realmente importantes sus ilustraciones. Amén de ser una de las más antiguas y mejor documentadas fuentes de información del Camino de Santiago y de las peregrinaciones a Compostela. Valor histórico, bibliográfico e, incluso literario, dado que aporta descripciones de gran realismo y de enorme altura lírica.
Confesó el detenido
El electricista Manuel Fernández Castiñeiras, presunto ladrón del Códice Calixtino en la catedral de Santiago de Compostela, ha confesado el robo del histórico ejemplar, según fuentes policiales consultadas por el diario español El Mundo, el que siempre fue principal sospechoso del robo, trabajó 25 años en la Catedral de Santiago.
Castiñeiras, detenido el martes 3 de julio por la mañana, ha dicho que se llevó el manuscrito "sobre las 12 de la mañana" y apuntó como fecha de la sustracción el mes de julio del año pasado, informa la agencia Efe. El detenido había guardado silencio desde el momento de la detención y se había limitado a decir a la Policía: "No lo sé, no me acuerdo".
Manuel Fernández Castiñeiras, el ladrón del invaluable libro del siglo XII. |
Este ex empleado de la Catedral de Santiago de Compostela ha estado negando este hecho durante meses, pero no podía seguir "ocultándolo" después de que apareciese el manuscrito en uno de sus garajes y de que trascendiese la compra de varias viviendas mediante abonos en efectivo.
Así lo había revelado el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV), Serafín Castro, que considera que el robo de la pieza se debe "probablemente" a un afán de "venganza" por parte del electricista, que había sido despedido de la catedral y reclamaba a la Iglesia una indemnización de 40.000 euros.
Su revelación llega un día antes de su declaración ante el juez, José Antonio Vázquez Taín.
Tenía 1,1 millón de euros escondidos
De momento, la Policía no ha podido determinar el origen de los 1,1 millones de euros que escondía el detenido en varias viviendas, además de 30.000 dólares en billetes pequeños e incluso pesetas, aunque no se descarta que procedieran de pequeños robos cometidos en la Catedral.
Lugar de donde fue robado el códice. |
Castiñeiras se convirtió en el principal sospechoso debido a las crecientes duda por la procedencia de su patrimonio. En 2008 había comprado, por 200.000 euros y también al contado, un apartamento junto a la playa de La Lanzada, en la provincia de Pontevedra.
Años antes adquirió, de nuevo en efectivo, el piso de su hijo en Milladoiro, la localidad cercana a Santiago de Compostela donde residía la familia y donde la Policía encontró el miércoles 3 el Códice Calixtino.
"La vida de este hombre era muy monótona", destacó el comisario Castro, quien describe al presunto ladrón como un hombre poco hablador. También recuerda que, durante la investigación, llegaron a preguntarle directamente en varias ocasiones si se había llevado el Códice: "y no decía ni sí ni no, sólo agachaba la cabeza".
Un día, sin embargo, le preguntaron en una de las conversaciones si era posible que el manuscrito hubiera sido quemado y él respondió instintivamente: "no, no, no, no está quemado".
El detenido fue además captado por las cámaras de seguridad del templo en la semana que desapareció el Códice saliendo con un bulto oculto por la chaqueta.
Los registros y las detenciones
La Policía ha revelado también que inició los registros de las diferentes propiedades del ex electricista de la catedral con la seguridad de que en alguna de ellas estaba el manuscrito.
Edición facsímil del Códice Calixtino. |
La Policía se centra ahora en determinar la procedencia del dinero intervenido. Para ello está examinando varios cuadernos escritos por el propio electricista a modo de diario. "Pensamos que hacen alusión a la procedencia de toda esa cantidad de dinero", ha precisado Castro.
El códice es el primer libro de viajes, describiendo minuciosamente el recorrido del Camino de Santiago. |
Después de ser despedido, Manuel Fernández Castiñeiras, de 61 años, siguió yendo a diario a misa a la sede compostelana. Esta era su costumbre: de lunes a viernes tomaba un café con leche en la cafetería La Quintana, a la que acuden otros trabajadores de la basílica, y se encaminaba a la catedral. Aunque su conversación de bar favorita, mientras leía la prensa, era la corrupción política, hablaba muchas veces del robo del Códice y llegaba a decir que le extrañaba que no se lo hubieran “llevado antes” por lo “desprotegido” que estaba. También hablaba de los miembros del cabildo, que según él le debían unos 40.000 euros. El martes, horas antes de su detención, el electricista todavía cumplió con su rutina y fue a la catedral.
Las anotaciones del deán
No menos sorprendentes fueron las explicaciones de las fuerzas de seguridad a propósito de la 'autentificación casera' que efectuó el deán cuando la Policía le entregó el recién recuperado Códice.
El deán José María Díaz autentificó que era el original porque "había realizado anotaciones con bolígrafo y a lápiz en la contraportada del manuscrito". |
Por último, la Policía negó la pertenencia del electricista y presunto ladrón a red alguna de tráfico de obras de arte, así como el hecho, del que se han hecho eco algunos medios de comunicación, de que haya habido negociación alguna con el detenido.
Curiosamente, el decano del Colegio de Abogados de Santiago de Compostela, Evaristo Nogueira, garantizó poco después del robo el secreto profesional si alguien recurría a un abogado para devolver el manuscrito, asegurando que "ni siquiera un juez podía obligar al abogado a que rompiese el secreto profesional para desvelar la identidad del autor del robo o del hurto".
El Códice, hallado en una bolsa de basura en el garaje del detenido
El Códice, hallado en una bolsa de basura en el garaje del detenido
La joya bibliográfica de la Catedral de Santiago estaba escondida en una caja de cartón. Un año después de que se descubriera su desaparición, la policía halló el miércoles el Códice Calixtino en un garaje ubicado en Milladoiro (A Coruña), propiedad de Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido como presunto autor material del robo, según han confirmado el alcalde de la localidad y fuentes de la investigación.
El Códice Calixtino estaba en una caja, dentro de una bolsa de basura, en el garaje del electricista. |
En el mismo garaje, se han encontrado otros dos facsímiles del Códice y también dos libros que podrían proceder de la Catedral de Santiago y cuyo origen se está investigando, según ha señalado el Cuerpo Nacional de Policía.
Los agentes registraron el garaje acompañados de un matrimonio que posee una plaza en el mismo y que acudieron en calidad de testigos. Según los oficiales, el garaje era utilizado como depósito. Estaba "lleno de porquería y suciedad". Tras el hallazgo del Códice, la policía ha continuado con el registro -en el que también están presentes el fiscal y el juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, durante dos horas más. La zona ha sido acordonada.
El Códice Calixtino tiene 225 folios y se divide en cinco libros reunidos en uno solo. |
A las 16:55, entre aplausos de los vecinos que se congregaron en torno al garaje, Vázquez Taín y los policías de los grupos especiales han salido del garaje en cuatro vehículos con dirección a la comisaría de Santiago, donde ha sido trasladado el Códice Calixtino.
La Policía Nacional tiene como presuntos involucrados en el robo al ex empleado de la Catedral, a su mujer, Remedios Nieto Mayo, a uno de los hijos que tienen en común, Jesús Fernández Nieto, y a la pareja de éste último, María Jesús Quinteiro. Todos ellos pasaron a disposición judicial este jueves. Justo este jueves se cumple un año del descubrimiento del robo.
El arrestado, ex empleado del templo compostelano despedido cuando el poder eclesiástico se vio forzado a regularizar la situación laboral de sus trabajadores, es considerado desde hace meses autor material del robo de esta guía de peregrinos de incalculable valor.
Círculo cercano a la catedral
Las pesquisas se centraron desde el principio en el estrecho círculo de aquellos que tenían acceso a esta pieza. El director del Museo de la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo, siempre defendió como "posibilidad más factible" que el Códice haya desaparecido por la acción de alguna persona del entorno próximo a la propia basílica.
Una docena de agentes se ha dedicado en exclusiva a este caso, que acumula larguísimos interrogatorios (a más de 70 personas), cientos de horas de grabaciones y registros. La Brigada Central de Patrimonio ha desarrollado su trabajo dentro del más absoluto hermetismo, merced al secreto de sumario.
El arzobispo de la catedral de Santiago de Compostela examina el Códice Calixtino delante de la policía. |
El deán de la Catedral, José María Díaz, declaró el lunes 2 de julio, antes de conocerse la detención, que "por órdenes superiores" no podía pronunciarse sobre este asunto, y que tampoco era "lo más conveniente" para su salud.
Díaz era el responsable del Archivo Catedralicio en el momento de la desaparición del Códice. Las escasas medidas de seguridad del habitáculo donde se guardaba esta pieza y la polémica generada con las llaves -varios medios publicaron que estaban puestas en la cerradura- provocaron su dimisión.
La Fiscalía de Galicia llegó a recomendar a la Iglesia la elaboración de un inventario de todo su patrimonio y la custodia en cajas fuertes de las reliquias de mayor interés. El Códice estaba en una sala acorazada, pero dentro de un recinto con pobres medidas de protección.
Un libro invaluable
El Códice Calixtino es un libro que estuvo custodiado durante 800 años en la Catedral de Santiago de Compostela en Galicia.
Los expertos (entre ellos, el latinista y lingüista Abelardo Moralejo Laso) creen que el manuscrito fue realizado por tres amanuenses distintos. Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva, 23 por 16. En 1964 fue encuadernado en un solo volumen incorporándole el Libro de Turpín, que se había desmembrado y encuadernado aparte.
Ilustración del Apóstol Santiago que se encuentra en el Codex Calixtinus. |
La obra consta de 225 folios de pergamino con paginación en números romanos, a los que se añade la arábiga en el reincorporado libro de Turpín. El libro se atribuyó al papa Calixto II, y de ahí el nombre por el que es conocido. Lógicamente, no lo escribió el Papa Calixto, pero se le atribuyó para adornar a la obra con el prestigio papal.
El códice se divide en cinco libros: el primero tiene carácter litúrgico y recoge sermones y homilías. El segundo relata los milagros realizados por el Apóstol Santiago; el tercero recoge la traslación del cuerpo; el cuarto es el Libro de Turpín, y el quinto, una guía de peregrinación.
De ahí que esté considerado como la primera guía del Camino. De hecho, recoge información práctica para el peregrino, Desde la localización de iglesias y hospitales más importantes, hasta las fuentes de agua potable, pasando por la descripción de las costumbres y la apariencia de las personas que el viajero se encontraría en cada lugar a lo largo de la ruta jacobea.
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