Finalizó ayer, después de tres meses, la primera emisión de la temporada argentina del programa Perdidos en la Tribu, que se transmitió por el canal Telefe. El formato, es un reality que en la Argentina se inició el 23 de abril de 2012, tenía un premio de 300 mil pesos (unos 65.500 dólares) para la familia ganadora.
En Perdidos en la Tribu, tres familias argentinas de Buenos Aires, abandonaron su civilizada vida para, sin saberlo, vivir en algunas de las tribus más antiguas del mundo. Allí debieron adaptarse a las primitivas formas de vida de sus anfitriones, desenvolverse en un entorno salvaje y convivir durante 27 días con completos desconocidos.
La primera emisión de Perdidos en la Tribu, versión Argentina, consistió en 13 episodios realizados en las tribus Himba, Hamer y Mentawai. |
Desde su concepción antropológica, lo exótico que resulta este tipo de intercambio cultural es ganancia pura para el programa, ya que cualquier tipo de contacto entre las distintas formas de ver al mundo tanto de las familias como de los nativos resulta atractivo. Desde lo que puede ser una confusión en la comunicación hasta cualquier costumbre extraña para nosotros, se percibe que todo ayuda a los participantes a conocerse y a valorar los aspectos positivos de cada uno. De lo que no cabe ninguna duda es que la convivencia en condiciones extremas con los nativos, les cambió su forma de ver la vida a las tres familias.
El desafío de Perdidos en la Tribu, el innovador docu-reality de Eyeworks Cuatro Cabezas para Telefe, fue enorme, pero las tres familias que se animaron a participar llegaron hasta la instancia final, seleccionadas entre cerca de 1.000 familias inscriptas.
Conducido por Mariano Peluffo, el ciclo mostró las peripecias de los Moreno por integrarse a la tribu Hamer de Etiopía, el esfuerzo de los Funes por comprender las costumbres del grupo Mentawai en Indonesia y los vaivenes de los Villoslada para lograr la convivencia con los Himba en Namibia.
A pesar de varias crisis de nervios y momentos de inseguridad, ninguno de los grupos familiares se dio por vencido y todos trataron de adaptarse a las condiciones de sus respectivas tribus, de esta manera todos participaron por el premio final: 300 mil pesos, que fueron repartidos entre las tres familias ya que todas fueron aceptadas por las tribus.
La familia que contó con un mejor hábitat fue la Funes, conducida por Eduardo Funes, ingeniero agrónomo de 49 años y su ex esposa Nancy Scalia, astróloga. Los acompañaron sus hijos Gaspar de 19 y su hermano Francisco, de 23 años.
Juntos vivieron en un ambiente paradisíaco y selvático como son las islas Siberut de Indonesia donde habita la tribu Mentawai. Esta etnia mantiene costumbres ancestrales y viven en clanes en torno a una gran casa alargada llamada uma, edificada con bambú, hojas de palmeras y madera. El piso de la casa comunal se eleva de la tierra y se cubre con placas de madera. Los mentawai son una etnia originaria de la provincia de Sumatra Occidental, en Indonesia. Son seminómadas y se estima que su población ronda los 64.000 individuos. El idioma mentawai es una lengua austronesia. Los mentawai son conocidos por su honda espiritualidad, que tiene un importante peso en esta sociedad y cuentan con extensísimos conocimientos sobre plantas medicinales para curar a los heridos.
Juntos vivieron en un ambiente paradisíaco y selvático como son las islas Siberut de Indonesia donde habita la tribu Mentawai. Esta etnia mantiene costumbres ancestrales y viven en clanes en torno a una gran casa alargada llamada uma, edificada con bambú, hojas de palmeras y madera. El piso de la casa comunal se eleva de la tierra y se cubre con placas de madera. Los mentawai son una etnia originaria de la provincia de Sumatra Occidental, en Indonesia. Son seminómadas y se estima que su población ronda los 64.000 individuos. El idioma mentawai es una lengua austronesia. Los mentawai son conocidos por su honda espiritualidad, que tiene un importante peso en esta sociedad y cuentan con extensísimos conocimientos sobre plantas medicinales para curar a los heridos.
La familia argentina Funes conviviendo con los Mentawai dentro una gran casa comunitaria que se denomina uma. |
Los hombres se adornan con collares y flores que colocan en manos y orejas. Sus mujeres andan semidesnudas usando una falda de tela de colores. Se alimentan de sagu, un árbol muy abundante en su zona, recolectan frutas, cazan jabalíes, monos y pescan. Aunque uno de sus manjares son las larvas vivas.
La familia Moreno tuvo que convivir en un ambiente semidesértico de Etiopía. Estaba formada por Guillermo Moreno, de 52 años y de profesión remisero, su mujer Lila Patrini, de 50 años y maestra jardinera y sus cuatrillizos Alan, Lucas, Nicole y Aldana, todos de 17 años.
Esta familia convivió con los Hamer que son una tribu africana que vive en el sur de Etiopía. Son considerados como uno de los pueblos más tradicionales del país y se dedican básicamente a la agricultura y al pastoreo. Los hamer son una tribu africana que vive al este del río Omo, cerca de la frontera con Kenia.
Los hamer tienen ritos de iniciación para los hombres, reflejando el paso de la pubertad a la madurez mediante una compleja ceremonia llamada Ukuli Bula (salto de los toros). Esta ceremonia dura tres días, siendo el último el más importante; en el que los jóvenes desnudos deben saltar sobre una larga fila de treinta vacas, saltando sobre la primera y corriendo sobre el resto de animales; al llegar al final debe dar la vuelta y realizar el camino en sentido contrario. Si el iniciado se cae se considera un símbolo de mala suerte. Mientras tanto las jóvenes casaderas andan con los senos al aire y aguantan los latigazos del resto de los jóvenes hamer para demostrar su valor y fortaleza física, siendo así merecedoras del amor del joven hamer. Por lo que, cuantas más cicatrices tenga una mujer hamer a causa de este rito, más respetada será.
Cultivan sorgo, mijo y verduras. Dentro de su alimentación se incluye la sangre de toro. Los hamer son polígamos y se caracterizan por sus elaborados peinados, decoración y marcas corporales, pintando su cuerpo de muchos colores y vistiendo montones de abalorios, tanto hombres como mujeres. La decoración de cada individuo refleja su estatus social: cazadores, guerreros, mujeres principales, adolescentes, etcétera.
En otro territorio carente de muchas comodidades como es el desierto de Namibia, África, vivió el empresario Rubén Villoslada, de 51 años, junto a su esposa Laura Adami, empresaria de 44 años y las hijas de ambos, Brenda y Nayla de 17 y 19 años respectivamente.
La familia Villoslada convivió con los Himba que tienen costumbres muy peculiares. Himba es el nombre de una etnia de nativos de la región árida de Kunene, en el norte de Namibia. Los himba son un pueblo semi-nómada, criadores de ganado, que están estrechamente ligados con los herero, con quienes comparten sus orígenes así como el idioma otjiherero (los herero y los himba se separaron aproximadamente hace 200 años). Los himba son el único grupo de nativos de Namibia que aún conserva el original estilo de vida que tenía desde hace siglos.
El jefe de cada tribu es además su líder espiritual. Se permite la poligamia; sin embargo el máximo de tiempo que un hombre puede pasar con la misma esposa sin atender a otra es dos noches. El sistema de administración de justicia gira en torno a reuniones de los jefes de tribus para decidir el pago de la multa a imponer; todas las multas consisten en un pago en cabezas de ganado. Hasta relativamente hace poco tiempo, debido a las duras condiciones climáticas de la región, los himba han logrado mantenerse relativamente aislados del exterior, y no han sido todavía muy influenciados por elementos culturales importados. Esto, sin embargo, está cambiando debido al aumento en el flujo de turistas desde la independencia de Namibia en 1990. Los dulces, que los turistas le regalan a los niños (causándoles caries), y el alcohol son elementos nuevos para los himba.
Las mujeres de la tribu Himba, en Namibia, untan su cuerpo con una sustancia que les da a su piel un característico color rojizo. |
Los himba no llevan ropa, aparte de un básico taparrabos, pero usan gran cantidad de ornamentos al estilo de collares y brazaletes. Las mujeres andan semidesnudas y se distinguen por los enrevesados estilos con que arreglan su cabellera. Adicionalmente, con el objeto de protegerse del intenso sol, las mujeres untan su cuerpo con una sustancia hecha mezclando ocre, manteca y hierbas, la cual les da a su piel un característico color rojizo. Les protege del clima del desierto, impide que se quemen por el sol y mantiene su piel suave y sin imperfecciones. Las mujeres himba tienen completamente prohibido lavarse, desde que nacen hasta su muerte. Los himba veneran el fuego y construyen sus casas con excremento de vaca. En el poblado, el agua es muy escasa y beben la sangre de sus cabras y vacas.
Los himba tienen un lugar sagrado con cascadas llamado Epupa, en medio del desierto que se ve en el reality. Aquí el gobierno de Namibia planea una controvertida propuesta llamada la presa Epupa, que se teme afectará al ecosistema de la región de Kunene y a todos los himba.
Como se hizo Perdidos en la Tribu
Según trascendió a través de Internet las tres familias tuvieron que hacer un contrato donde no debían decir los secretos del programa. Sin embargo, ha trascendido que, recién se enteraron de la tribu que les tocaba cuando llegaron al aeropuerto de Ezeiza y que detrás de cámara había un equipo de producción que tenía un campamento a 3 o 4 kilómetros de la tribu.
La tribu Hamer de Etiopía, mostró sus costumbres ancestrales. |
Cada familia pernoctaba permanentemente en la aldea y cuando llegaban las cámaras a media mañana, filmaban a sus integrantes haciendo las actividades cotidianas y cerca del mediodía cuando el sol estaba fuerte, se iban a almorzar al campamento mientras que la familia quedaba en la tribu. El equipo regresaba por la tarde para continuar filmando y se retiraban antes que oscurezca. Las familias eran registradas por ejemplo, llevando agua, cuidando al ganado, cavando la tierra para sembrar, recolectando leña o frutos, cazando, sacrificando una cabra o vaca, ordeñando, moliendo los cereales, cocinando, construyendo una choza, aprendiendo las danzas y costumbres, entre otras cosas. De todo lo filmado no se pasó por televisión más del 50 por ciento, por falta de tiempo o porque no era del interés de los productores.
Como las tres familias argentinas (Villoslada, Moreno y Funes) fueron aceptadas por las tribus con las que convivieron por casi un mes, el premio fue repartido entre las 3 familias, recibiendo el cheque de 100 mil pesos (21.860 dólares) cada una, dentro de un objeto típico regalado por la tribu con la que compartieron múltiples experiencias y se estableció un lazo emocional entre los participantes y sus respectivas tribus que los adoptaron como iguales.
Terminado el reality uno se pregunta ¿quién es más civilizado, los nativos con su sabiduría ancestral o los visitantes?
El formato de Perdidos en la Tribu
El formato de Perdidos en la Tribu nació en Bélgica en el año 2004. |
El programa de 13 capítulos es una adaptación internacional del reality Ticket To The Tribes. Debutó en Bélgica en 2004, luego en Alemania en 2005 y en ese mismo año en Holanda, donde se lo llamó Saludos desde la selva, que es un éxito y ya se hicieron seis temporadas. El formato se estrenó en Australia y Nueva Zelanda en 2006. Noruega en 2007.
En Portugal se estrenó en 2011, Brasil en 2012 y en España se estrenó en 2009, donde va por la cuarta temporada y las familias ganadoras se llevaron 50 mil euros de premio cada una. España es el único país donde por primera vez en la historia mundial del reality, una familia vasca (San Sebastián) abandonó de propia voluntad la tribu Tamberma por la imposibilidad de adaptarse y otra familia (Bernhanyer) fue expulsada de la tribu Suri por maltratar a los nativos.
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