Encontrándose solo con
su ametralladora MAG combatió contra cerca de mil ingleses en el Monte Dos
Hermanas, deteniendo el avance de los invasores durante 9 horas.
Oscar Ismael Poltronieri retratado cuando fue condecorado por su valor en combate. |
Oscar I. Poltronieri nació el 2 de febrero de 1962 en Mercedes, provincia de
Buenos Aires.
Es hijo de Ismael Abel Poltronieri y María Esther Luciani, es el primogénito de
5 hermanos. Eran gente "de a caballo" como se denomina en el campo al
verdadero paisano; Don Ismael trabajaba como puestero en la Estancia
"Santa Catalina" de Mercedes (Prov. de Bs As) y Doña María Esther
colaboraba con la familia realizando los quehaceres del hogar, trabajando en la
chacra y cuidando las gallinas mientras su marido salía a recorrer el campo.
Siguió haciéndolo hasta que el estado de su embarazo la obligó a trasladarse
hasta el Hospital de la ciudad.
Sus padres se
separaron y se trasladó con su madre a la ciudad de Mercedes, estableciéndose
en las cercanías del cementerio, en un barrio de casas humildes y de gente
trabajadora, conocido entonces como "La Pampa Chica". En el nuevo
hogar debió transformarse en el hombre de la casa y por unas monedas lustró
zapatos en la Plaza de la ciudad frente a la Catedral.
Unos años después
fue en colectivo a buscar trabajo en Mar del Plata. La fábrica "San
Cayetano" le dio empleo. Todos los
días descargaban montañas de peces plateados en el muelle de pescadores y
necesitaban personal en las cámaras frigoríficas. Así, su cuerpo se fortaleció
aún más acostumbrándose al frío de las congeladoras. Poltronieri pasó un
buen tiempo en Mar del Plata.
A los 19 años, cuando fue enviado sorpresivamente a la Guerra de Malvinas, Poltronieri no sabía leer ni escribir. Sin embargo, es un héroe. Ni siquiera pudo despedirse de su madre.
Pasó su infancia en el campo trabajando desde muy pequeño. En la Estancia "Santa Catalina"
transcurrieron los primeros 10 años de su vida; allí nuestro
héroe se crió con la sencillez y libertad que caracteriza a nuestros paisanos;
aprendió de ellos a montar los caballos en pelo, diferenciar sus pelajes o hacerlos
galopar como el viento.
A los doce años ordeñaba vacas de madrugada. Sus días fueron
pasando en el seno de su familia donde vio nacer a sus hermanos; aprendió de su
padre la rudeza de la vida del campo pero también se forjó en el crisol que
moldeó a nuestros gauchos en toda nuestra historia. Aprendió del honor, la
dignidad, la franqueza, la hombría de bien y su madre no estuvo ajena pues le
enseñó del sacrificio sin queja, a hacer mucho con poco, a amar a su familia y
a Dios, pero también aprendió algo que lo acompañaría a la guerra y le sería de
utilidad, a convivir con la naturaleza y a tomar lo que ella le brinda, a
levantarse antes que el sol, a sentir la fría helada curtiendo su piel en el
galope matinal, a sentir la escarcha al lavarse la cara antes de salir al
campo. Observó como los peones carneaban
las reses y aprendió a cuerear sin lastimarla carne... Pareciese como si su
Ángel de la Guarda, con infinita ternura, le hubiese ido dando herramientas
para la vida, aunque por ese entonces él no lo comprendiese.
Plaza principal y catedral de Mercedes, provincia de Buenos Aires. |
Tuvo cinco hermanos
mas de apellido Cisneros, fruto de un segundo matrimonio de su madre. Por ese
entonces vio la necesidad de independizarse. Así fue que decidió partir hacia
la ciudad de Roque Pérez. A sus jóvenes
13 años se puso en la cosecha del maíz, lo ayudaron a desarrollar la fuerza
de sus brazos a la vez que su carácter y espíritu; la soledad le enseño a no
doblegarse ante el cansancio, a sufrir en silencio, a soportar la sed y a
administrar sus propios recursos.
Tiempo más tarde, consiguió un trabajo cuidando y montando
caballos de polo en la Estancia "La Biznaga", un haras en Mar del Plata. Luego
continuó su vida de gaucho en la Estancia "La Peregrina".
Poltronieri fue enviado sorpresivamente a la Guerra de Malvinas sin darle tiempo para despedirse de su madre. |
A los 19 años, cuando fue enviado sorpresivamente a la Guerra de Malvinas, Poltronieri no sabía leer ni escribir. Sin embargo, es un héroe. Ni siquiera pudo despedirse de su madre.
Poltronieri
es el único soldado que recibió la Cruz al Heroico Valor en combate. Sólo
doce condecoraciones de ese tipo fueron entregadas luego de la guerra de
Malvinas. Uno de los máximos héroes no militares de la guerra de Malvinas vive
hoy en la pobreza más extrema. Su casa, la número siete, se tambalea sobre una
calle de tierra.
Los fundamentos por los que le dieron la distinción
más alta que duerme su sueño oxidado en la lata donde Poltronieri atesora sus
recuerdos en su humilde casa, eran contundentes: "Por haberse convertido en un ejemplo para sus camaradas",
decía una frase. Otras decían que Poltronieri había tenido espíritu de lucha,
sencillez, arrojo, que se ofreció como voluntario para misiones riesgosas y que
en combate en los montes Dos Hermanas y Tumbledown "operó eficazmente una
ametralladora, deteniendo ataques enemigos. Fue siempre el último en
replegarse, resultando sobrepasado en ocasiones por los ingleses. Dos veces se lo tuvo por muerto, pero logró
reunirse siempre con su sección”.
Poltronieri
se convierte en héroe
El Regimiento Nº 6 de Infantería Mecanizada
“General Viamonte” con asiento en Mercedes (Provincia de Bs. As.) donde estaba el
conscripto Poltronieri se trasladó a las Islas Malvinas en abril de 1982 bajo
el mando del Teniente Coronel Jorge
Halperin, y relevó al RI 25 en el sector Oeste de la posición inicialmente
asignada a esta unidad en Puerto Argentino. Se destaca que el RI6 participó de
última acción ofensiva realizada por el componente terrestre de la isla, acción
por la que resultaron condecorados los entonces, Mayor Jaimet y el Subteniente
Vilgre Lamadrid.
Oscar Poltronieri en el Cerro Dos Hermanas, Islas Malvinas, señalado con una flecha. |
Poltronieri estaba en el monte Dos Hermanas a 13 kilómetros de Puerto Argentino, en el 3º Pelotón bajo el mando del subteniente Marcelo Llambías-Pravaz.
Relato ofrecido por el propio Poltronieri:
“Adelante nuestro estaba el regimiento 4 de
Corrientes. Al costado teníamos al Regimiento de Infantería 7 de La Plata. Lo
pasábamos todo el día en la trinchera. A veces bajábamos del cerro para matar
un par de ovejas, sancocharlas así nomás y comerlas. Cuando venía un compañero
de curso del teniente que me mandaba a mí, que se llamaba Llambías Pravaz, yo
le pedía los binoculares y él me los prestaba Así vi cómo que desembarcaron los
ingleses. Pasaron unos días desde el desembarco hasta que llegaron a donde estábamos
nosotros”.
El Monte Dos Hermanas, Malvinas. |
Con
las primeras luces asomando por el horizonte, el ejército invasor británico (unos
4.500 hombres de a pie) inició la marcha para
dominar las alturas que rodean a Puerto Argentino: Monte Kent, Monte Harriet,
Dos Hermanas, Tumbledown, Monte Longdon. El alto mando inglés calculaba que a las tropas
argentinas se les habían terminado las raciones frescas el 10 de junio y
calculaban que debían estar desmoralizadas.
Quienes recibían el fuego enemigo eran fuerzas argentinas
que ocupaban la zona, el BIM5, la Compañía de Ingenieros Anfibios como así
también sobre los Regimientos 3 y 7 del Ejército Argentino y Sección
Ametralladoras 12,7 mm de la Infantería de Marina.
Foto del 11 de junio de 1982 registrando el avance de las tropas colonialistas hacia el monte Dos Hermanas. |
El Soldado Oscar Poltronieri era el encargado de utilizar una ametralladora pesada MAG como integrante del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 de Mercedes.
Al respecto recuerda Poltronieri: “Estábamos en el
Monte dos Hermanas, una noche yo estaba de guardia en la posición adelantada y
escucho unas voces raras. No eran de los nuestros, no entendía lo que decían.
Le aviso al Teniente, que viene con visor nocturno; los tipos estaban a 50 metros”.
Movimientos de los invasores británicos cerca de Dos Hermanas. Se marcaron los avances de las compañías X, Y y Z. |
Dice Poltronieri: “Los ingleses venían todos amontonados, tirando tiros por cualquier
parte, gritando, tocando el tambor. Un soldado que estaba arriba del monte
comenzó a tirarles con su Ametralladora (MAG) Ahí nos vieron y comenzó el fuego
cruzado. A mi lado cayo un compañero con la cara llena de sangre”.
Oscar Poltronieri con una ametralladora MAG, idéntica a la que utilizó en Malvinas. |
Una
lluvia de fuego se abatió sobre los británicos, los proyectiles de 12,7 mm, los
de FAL y de GPMG, silbaban a su alrededor forzando a las compañías X, Y y Z a arrojarse
cuerpo a tierra y mantenerse pegadas al terreno.
La Compañía X del
capitán Ian Gardiner encabezó el
ataque a Dos Hermanas. A las 11:30 pm, hora local, la Tropa 3 del teniente David Stewart tropezó con una defensa argentina
en el afloramiento rocoso y no pudieron continuar con el ataque. Rechazados en
sus intentos en desalojar al 3.er Pelotón, la Tropa 2 del teniente Chris Caroe se lanzaron contra el
pelotón defensor, pero el ataque se dispersó con la ayuda del fuego de
artillería argentina. Durante más de cuatro
horas de los marines reales de la Compañía X quedaron inmovilizados en las
laderas de la montaña. El fuego naval ondeaba hacia atrás y adelante a
través de la montaña, pero el 3.er
Pelotón de Llambías-Pravaz contuvo a los marines reales.
Los soldados argentinos que defendían las colinas que rodeaban Puerto Argentino fueron un hueso duro de roer. |
Mientras
tanto, la Compañía Y, avanzaba por la derecha pero el fuego de morteros la obligó a detenerse, provocándole numerosas
bajas, entre ellas, dos jefes de sección, los tenientes Dunning y Davies,
quienes debieron ser reemplazados por los sargentos Davidson y Gracie,
respectivamente.
El
intercambio de disparos se fue tornando feroz ya que, según Thompson, las posiciones argentinas estaban muy bien
protegidas y soportaron los proyectiles británicos que estallaron sobre ellas. Después
de cada explosión, las ametralladoras volvían a disparar.
El
ataque inglés por el norte de Dos hermanas comenzó a dar sus frutos, el Subteniente Pérez Grandi que defendía
ese sector cayó gravemente herido y, posteriormente, el Subteniente Mosquera;
el Capitán López Patterson se hizo cargo de las Secciones y continuó el
combate. La situación se tornó confusa debido a las pocas posibilidades de
mantener el control en un terreno tan escarpado y de impartir órdenes que
llegaran en oportunidad.
La
Sección del Subteniente Llambías trataba de frenar con sus disparos al invasor;
el combate duró toda la noche, y se
rechazaron algunos ataques británicos. Estas fueron las últimas fracciones en
replegarse.
Poltronieri observa la MAG que le salvó la vida. |
El Subteniente Pérez Grandi herido en
el campo de combate fue rescatado por el Cabo Urbina, junto con dos soldados, quiénes,
cargándolo al hombro, lograron salvarle la vida. El
enemigo continuó su avance sobre el sector Norte; ante la proximidad del mismo,
los morteros ya no podían tirar, y se combatió entre las piedras a las más
cortas distancias.
El subteniente Marcelo Llambías-Pravaz en el cerro Dos Hermanas. |
Cuando se estaba por quedar sin
munición, el Subteniente Llambías ordenó el repliegue de sus soldados,
y luego de rechazar dos o tres ataques más y habiendo agotado su munición,
inició el repliegue, creyendo ser el último hombre. Más tarde, se comprobó que algunos pocos soldados aislados habían
continuado combatiendo desde otras posiciones. Uno de ellos era Poltronieri.
“En un momento parecía que todos los ingleses
querían pararme, les jodía mi ametralladora, sentía como pasaban las balas, a
las trazantes se las veía clarito... Atrás de unas piedras estábamos nosotros
amontonados, y a la orden de retirada, todos mis compañeros comenzaron a salir
de sus posiciones, se fueron replegando hasta que en un momento estoy con mi
abastecedor y el ayudante apuntador. Entonces les digo a los pibes: "Váyanse, repliéguense, que yo me
quedo solo". Ellos no querían, me decían: "Negro, vayámonos
todos, a vos solo te van a matar, te la van a dar". Yo les contesto:
"No váyanse ustedes, tienen familia, amigos, todo". Yo también tengo
familia, amigos, pero ellos siempre entienden. "¡Y váyanse de una vez, carajo,
después voy a ir yo!".
“En tres oportunidades me quedé solo con la
ametralladora, dándoles tiempo a los otros a que se replegaran. Los ingleses no podían avanzar, en cuanto
levantaban la cabeza yo les sacudía. Vi caer a varios. En un momento me
junte con un soldado, los ingleses se venían agachaditos. Entonces yo sentí una
voz que no era una voz nuestra, era una voz inglesa y el soldado agarró una
granada y se fue a tirarla a los ingleses. "vos quedate acá” me dijo. Se
adelantó con la granada y se las tiró, pero se la devolvieron antes que
explotara y le cayó justito a él y lo tiró para arriba y lo abrió al medio... y
me quede solo otra vez”, rememora el soldado heroico.
Ilustración del intercambio de disparos en el Monte Dos Hermanas. |
“El subteniente me decía: "Vámonos
Poltronieri, que te van a matar..." Pero yo le decía que se fueran ellos.
Porque yo sabía que el sargento Echeverría había tenido familia en esos días.
Entonces les dije: “Váyanse ustedes que
tienen hijos, que tienen familia. Yo no tengo a nadie...".
Vista desde el Monte Dos hermanas hacia el este, se observan los montes Tumbledown y Williams. |
Los británicos no podían
creer que era un único soldado el que los frenaba disparando. Este héroe combatió contra más de mil
tropas inglesas de elite. Sus compañeros lo dieron por muerto y sin ser
capturado reapareció tres días después en Puerto Argentino.
Los argentinos en la batalla de Dos Hermanas pelearon duramente contra el enemigo que
atacó desde el norte y desde el oeste con masivo apoyo de fuego de artillería y
morteros. Si bien la posición resistió, había sido penetrada en varios
puntos, pese a la sostenida oposición de sus defensores. No existen efectivos
propios para contraatacar, pues todas las fracciones se encontraban aferradas. Los
niveles de existencia de munición en la posición eran críticos.
Poltronieri
en Dos Hermanas cubrió la retirada del pelotón del subteniente Aldo Eugenio Franco con su ametralladora
MAG luego de que los hombres de Franco habían cubierto el retroceso de los
defensores del Dos Hermanas Norte. Voluntariamente, Oscar Poltronieri, se
ofreció a quedarse a cubrir la retirada de sus camaradas negándose a las
insistencias de ellos en retirarse con el grupo. Gracias a él todos sus compañeros
pudieron alejarse a una zona segura.
Los morteros británicos impactaban en la posición que
Poltronieri había ocupado segundos antes. “Disparaba
y me replegaba, y volvía a disparar. Tiré desde el cerro Dos Hermanas, desde el
monte Longdon y monte Tumbledown. Los ingleses nunca supieron que era uno sólo”,
afirmó orgulloso.
“En Puerto Argentino les pregunto a unos soldados
si sabían dónde estaba el RI6, yo quería volver con los míos, Ellos dijeron que
habían pasado por ahí y que les dijeron que el punto de reunión del Regimiento
era el cementerio. Cuando llego al cementerio ya habían pasado casi dos
días, mis compañeros me ven y no lo pueden creer. Ellos pensaban que me habían
matado los ingleses. Y yo les digo: "¿Qué? ¡Esos tipos a mi no me matan,
que va´cer, me salvé, no me la dieron...!" Todos empezaron a gritar, a
abrazarme, se me tiraban encima, como en la cancha al que hace un Gol.
“si usted no me deja entrar, les rompo todo. Usted que se piensa, yo
recién vengo de la guerra y encuentro a mi madre tirada en una cama porque le
dijeron que yo estaba muerto, y no estoy muerto, estoy vivo.” Como no
entraban en razón me fui por la escalera hasta el piso donde estaba y entre en
la habitación justo que una enfermera le estaba por poner una inyección.
Poltronieri se casó en 1989 con Viviana Alejandra Carrizo. Tiene cuatro
hijos, Jonathan Oscar, Melina Judith, Lucas Hernán y Matías Sebastián.
Como muchos otros veteranos, el héroe condecorado el 4 de abril de 1983 vivía sin trabajo. Consiguió uno, de casualidad, en 1985. “Entré a trabajar a La Serenísima gracias a Juan Carlos Mareco, que estaba en Canal 7. Estuve allí diecisiete años hasta que cambiaron de dueños y quisieron que me fuera para contratarme. Pero no acepté. Eso fue en diciembre del 94”, recuerda.
Su analfabetismo sumado a la notoriedad que le dieron sus acciones en Malvinas lo llevaron a sufrir algunos problemas. Durante los noventa, el municipio de General Rodríguez le entregó una casa, pero un concejal lo invitó a firmar unos documentos que él no supo leer. Firmó la entrega del inmueble al concejal y quedó en la calle.
La investigación de la irregularidad, y el eventual descubrimiento de un
delito, está en manos ahora de la intendencia de General Rodríguez, que reclama
a Poltronieri el pago de tres mil pesos en concepto de deudas por servicios.
Según las fuentes consultadas por este diario, la casa que debió ser de Poltronieri le fue adjudicada a un ex concejal
de General Rodríguez.
Con el paso de los años el Municipio de Mercedes le cedió un lote donde hoy busca levantar una casa prefabricada. Trabaja en el Hospital Militar de Campo de Mayo y es un referente sobre los soldados que combatieron en Malvinas.
Poltronieri en el lugar donde detuvo a los ingleses durante 9 horas. |
El héroe recuerda que a su ametralladora MAG le realizó un mantenimiento permanente "con
grasa de oveja para que no se oxidara, porque no había otra cosa".
Vista del monte Dos Hermanas donde el soldado Poltronieri se convirtió en héroe. |
Después de rechazar la avanzada enemiga, Oscar se
desplazó hacia el Monte Longdon, donde ya de noche se encontró con soldados de
diversos Regimientos, de Marina y Ejército que estaban combatiendo contra los invasores.
A
las 04.30 del 12 de junio, el teniente coronel Whitehead informó a sus
superiores que el total de los objetivos en Dos Hermanas estaban asegurados. Declararon los ingleses 8 muertos y 17
heridos en esta batalla. Se sospecha que las bajas reales británicas fueron más
del triple.
Poltronieri se encuentra con sus
camaradas
Dos días
después de que sus compañeros se replegaran y lo dejaran al joven soldado como
única cobertura, reapareció en Puerto Argentino sin un solo rasguño.
Mapa de Puerto Argentino, la capital de las Islas Malvinas. |
Luego me
levantaron, me llevaron en andas, tenían mucha alegría de verme. Entonces
lloré... Después me enteré que al hacer el parte, me habían dado por muerto o
desaparecido, pero el Sargento contó que yo me había quedado en la posición
tirando con mi MAG. El Teniente no podía creer que yo hubiera vuelto, me agarra
y me da un abrazo, y me dice: "¡Poltronieri!". "Que
va´cer", dije yo, "El destino mío era volver. Acá estoy".
El
regreso al continente
“Cuando llegamos al Continente nos llevaron a Campo
de Mayo y después en colectivo hasta el Regimiento 6 de Mercedes. Mi vieja estaba en el Hospital porque un
día antes que yo llegara, habían ido los militares a casa y le habían dicho que
estaba muerto, que no venía... ... cuando me enteré enseguida quise ir,
pero me decían que no me iban a dejar entrar, pero fui igual, cuando llegue no
me dejaban pasar, y le dije:
A la madre de Poltronieri le dijeron los militares que su hijo había muerto en combate. Por el disgusto casi muere en el hospital. |
“No le dé nada -le dije- no le dé ninguna
inyección, la inyección ya esta acá, acá vine yo, ella está mal por mí.”
Mi mamá se levantó y le dije: “Quedate tranquila mamá, no llores, estoy vivo, así que quedate
tranquila.” - y me la llevé a casa esa misma tarde”.
“La
Municipalidad me dio una casa y me descuentan parte de un préstamo que nos
dieron, de la pensión que recibimos por veteranos de guerra. Nos prometieron no pagar impuestos, luz,
gas, trabajo, becas de estudio, viviendas... Nada de eso se cumplió. No
trabajo desde el 99. Ahora el Ejército dijo que me iban a contratar como personal
de maestranza en Campo de Mayo. Encontrar trabajo es difícil: si no decís que
sos veterano y lo descubren cuando ya entraste a trabajar, te echan. Y si decís
que sos veterano, no te llaman. La sociedad nos da la espalda porque perdimos
la guerra. Pero si hubiésemos ganado sería igual. En este país se olvidaron de lo que hicimos. Y deberían recordar que
pusimos el pellejo, y muchos compañeros lo perdieron, por nuestros padres, por
nuestros hermanos. Pero pedís algo y te cierran la puerta. No se acuerdan del
veterano”.
Después de la guerra trabajó en
una empresa lechera, más tarde vendió periódicos y calcomanías de la Casa del
Veterano de Guerra y trabajó en el Estado Mayor del Ejército. Es abanderado de
la casa del Veterano de Guerra.
Poltronieri con su esposa y uno de sus hijos. |
Como muchos otros veteranos, el héroe condecorado el 4 de abril de 1983 vivía sin trabajo. Consiguió uno, de casualidad, en 1985. “Entré a trabajar a La Serenísima gracias a Juan Carlos Mareco, que estaba en Canal 7. Estuve allí diecisiete años hasta que cambiaron de dueños y quisieron que me fuera para contratarme. Pero no acepté. Eso fue en diciembre del 94”, recuerda.
Su analfabetismo sumado a la notoriedad que le dieron sus acciones en Malvinas lo llevaron a sufrir algunos problemas. Durante los noventa, el municipio de General Rodríguez le entregó una casa, pero un concejal lo invitó a firmar unos documentos que él no supo leer. Firmó la entrega del inmueble al concejal y quedó en la calle.
Así le pagamos:
"—En el 94
—contó el ex soldado— a mí me adjudicaron una casa más grande y mejor que ésta.
Pero me pidieron que hasta que estuviera terminada, por un año, viviera acá. Al
año vinieron un par de personas, una creo que era una inspectora de Obras
Públicas de la municipalidad de aquí, que me dijeron que tenía que pagar no sé
cuánto y me hicieron firmar un papel en blanco. Resulta que después en ese
papel apareció como que yo renunciaba a la casa que me correspondía."
Poltronieri en la posición donde batió a los ingleses mientras sus compañeros lograban replegarse a un lugar seguro. |
Con el paso de los años el Municipio de Mercedes le cedió un lote donde hoy busca levantar una casa prefabricada. Trabaja en el Hospital Militar de Campo de Mayo y es un referente sobre los soldados que combatieron en Malvinas.
Aun cuando en la ciudad de Mercedes, en el oeste de
Buenos Aires, una calle lleva su nombre y una plaza ostenta orgullosa un
monumento a su figura, Poltronieri se
muestra humilde aunque sabe que hizo con sus medios más de lo que podía esperarse.
Después de la batalla
Treinta años más tarde, el ex infante de marina Keith Brown recordó la lucha por Dos Hermanas Norte y llegó a la conclusión:
Treinta años más tarde, el ex infante de marina Keith Brown recordó la lucha por Dos Hermanas Norte y llegó a la conclusión:
Soldados británicos en Malvinas, junio 1982. |
El Sargento Mayor George Meachin de la Compañía Yankee,
más tarde elogió la capacidad de combate y el espíritu de los defensores
argentinos:
“Llegamos a estar bajo
mucho fuego efectivo de ametralladora Browning M2... Al mismo tiempo, los
morteros estaban cayendo todo nuestro alrededor, pero la amenaza principal era de esos ametralladoristas que podría vernos a
la intemperie debido a la luz de la luna. Había tres ametralladoras y
trajimos abajo salvas constantes y eficaces de nuestro propio fuego de
artillería sobre ellos directamente, 15 tiros a la vez. Habría una pausa, y
ellos nos contestaban otra vez. Así que teníamos que hacerlo por segunda vez,
en todas sus posiciones. Habría una pausa, y luego 'boom, boom, boom,' ellos
volverían a contestarnos otra vez. Los conscriptos no hacen esto, los bebés no
hacen esto, los hombres que están mal conducidos y de baja moral no hacen esto.
Eran buenos y firmes soldados. Así los
veo”.
Un documental sobre su vida
"Tengo que cerrar el
círculo", decía Poltronieri y viajó a las islas. En las
Malvinas recorrió diversos lugares, como el cementerio argentino y también
visitó el cerro Dos Hermanas lugar donde estuvo acantonado. "En la trinchera encontré la radio con
la que escuchaba Carve (emisora uruguaya), prácticamente no dormí para andar
por todos los lugares donde estuve en la guerra, como el campo minado donde
corría ovejas para poder comer", recordó.
Por lo tanto, en las batallas del día 11 de junio,
hasta el 14 por la tarde, los
argentinos, debieron de soportar en
la mayoría de los casos 6 atacantes contra un defensor, y en algunos casos la proporción era de 10 a 1, gracias a
la cobardía del gobernador de las Malvinas, el general Menéndez que
desistió en enviar los refuerzos necesarios, que pudieron haber cambiado el
curso de los hechos. Por tanto, si
bien en las islas había casi 10.000 soldados argentinos y casi 5.000
británicos, vemos que en la práctica, esa proporción no fue tal.
Otra historia hubiese sido con todos los refuerzos, ya
que se luchó de igual a igual contra la
tecnología del enemigo y en desigual proporción de hombres. Por eso, cada
valiente que participó en dicha batalla, y hoy está vivo para contarlo, como el
soldado Oscar Poltronieri merece el mayor de los respetos, un verdadero héroe y
valiente, de la estirpe de San Martín y Cabral, que camina día a día entre
nosotros, sin ser reconocido como se lo merece, como un heroico soldado de la
Patria.
Un documental sobre su vida
Se estrenó en Argentina en abril de 2011. Se titula El
héroe del Monte Dos Hermanas, del Director Rodrigo H. Vila. El título refiere obviamente a un cerro de
Malvinas, conocido como Two Sisters
por los ingleses, donde tuvo lugar una de las batallas de la guerra de 1982.
Poltronieri regresó a Malvinas para filmar un documental sobre su vida. En el cerro Dos Hermanas encontró su radio. |
La página web oficial de El héroe del Monte Dos Hermanas resalta
que la película "no es un
documental político ni militar", sino que "narra una historia de vida". Una historia que demuestra la calidad
humana del soldado: su amistad con el oficial
británico Mark Curtis que perdió una de sus piernas en la Guerra del Atlántico
Sur. Poltronieri tiene en claro que los
ingleses ya no son sus enemigos e incluso coincide con Curtis a la hora de afirmar que Malvinas fue la
"última guerra romántica", ya que ambos bandos respetaron los códigos de
honor.
El apoyo
nunca llegó
Durante el 11 al 14 de junio en el frente de batalla se pidieron refuerzos (hubo más de 2.000
hombres en Puerto Argentino que no entraron en combate directo), pero no se les
concedió el deseo.
Mapa de las posiciones argentinas en junio de 1982. |
Poltronieri en la actualidad, mostrando su medalla obtenida por su heroico valor en combate. |
Poltronieri no guarda rencor y afirma, hinchado de
orgullo: “Hicimos lo que hicimos por nuestra bandera, y lo volveríamos a hacer”.
Por Alberto Seoane
Vea aquí el documental El Héroe de Monte Dos Hermanas,
donde se muestra el regreso de Poltronieri a su posición en las islas, luego de
más de dos décadas de haberla abandonado.
..un soldado del pueblo, que cumplió su deber...estoy seguro que esos generales que ocasionaron la guerra no hubieran "aguantado" en el frente de guerra como lo hizo este sencillo y valiente soldado.
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